Juana Rivas: "Creo que ya he pagado bastante, llevo casi cinco años sin mis hijos"
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"Cuando acompañaba a mis hijos a la ducha los veía llenos de golpes, sentía que no los protegía si no iba a denunciar"
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Juana Rivas se rompe al hablar del momento en que tuvo que entregar a sus hijos a la Guardia Civil: "Es un trauma que tengo que superar"
Juana Rivas ha siso entrevistada por Ana Pastor en El Objetivo, poco después de que el Gobierno le concediera el indulto parcial tras ser condenada a dos años y seis meses de prisión por la sustracción de sus dos hijos menores.
Ha recordado su caso, que comenzó a mediados de 2016 cuando decidió llevarse a los niños. ¿Cómo fueron esas horas y días hasta que decidió finalmente 'devolverlos'? "Para mis hijos fueron unas vacaciones. Yo, intentando no mostrarlo fuera, viví días de mucha tensión y dolor, y llegué a estar mal de salud. Estuve muy bien acompañada y atendida porque había mucha gente cuidando de nosotros, pero yo lo estaba pasando mal".
"A mí se me caía el mundo encima porque sentía que nadie nos estaba escuchando, y me tenía que debatir entre pasar un fin de semana con mis hijos para abrazarnos, pasear o jugar o sentir que no los protegía si no iba a denunciar", ha declarado Rivas, que ha llegado a asegurar que llamaba "a los abogados llorando y preguntando qué hacer porque los niños estaban llenos de golpes". Así, ha lanzado una pregunta retórica: "¿Qué haría cualquier madre si se encuentra en esa situación una y otra vez?"
"No pude resistir más, siempre aconsejada por mis abogados, di el paso y fue horrible". Ha sido en este momento de la conversación cuando Juana no ha podido más recordando lo sucedido, y entre lágrimas ha contado que acudir a la Guardia Civil para entregar a los niños supuso "un trauma" para ella y para sus hijos que tiene que "superar": "Fuimos al tribunal con la esperanza de que nos escucharan todavía. Fue muy duro, y resultó increíble para mí como madre, porque no crees que vaya a pasar".
Juana, que todavía acude y duerme en el centro penitenciario, ha contado cómo es ahora su día a día: "Estoy allí de lunes a domingo. Salgo el martes, y el miércoles durante el día para trabajar. Vuelvo por la noche a dormir". Aún se siente devastada por la situación, según ha contado en esta entrevista.
Juana Rivas ha asegurado en varias ocasiones que sus hijos también están siendo víctimas de su padre, Francesco Arcuri. No obstante, hasta el día de hoy eso no se ha podido demostrar y no hay ninguna condena. "No la hay, pero he puesto en manos de instituciones y de Guardia Civil fotografías y relatos de mis hijos" sobre lo que vivían, ha contado Rivas, ahondando en esta cuestión: "Yo recibía a mis hijos los fines de semana. Cuando les acompañaba a ducharse los veía llenos de golpes, y ellos me contaban cómo había ocurrido".
"A mí se me caía el mundo encima porque sentía que nadie nos estaba escuchando, y me tenía que debatir entre pasar un fin de semana con mis hijos para abrazarnos, pasear o jugar o sentir que no los protegía si no iba a denunciar", ha declarado Rivas, que ha llegado a asegurar que llamaba "a los abogados llorando y preguntándo qué hacer porque los niños estaban llenos de golpes". Así, ha lanzado una pregunta retórica: "¿Qué haría cualquier madre si se encuentra en esa situación una y otra vez?".
Juana Rivas, entrevistada por Ana Pastor. El Objetivo/La Sexta
Pastor ha preguntado a Rivas si ha podido hablar en Italia de todo lo que dice que ha ocurrido. Ella responde: "En Italia, el proceso que hay es civil, nunca han querido entrar en lo penal. En el momento en que (declarando) llegábamos a la violencia nos interrumpían diciendo que no debía contar esos episodios porque el caso era sobre custodia, y allí no podía hablar de eso. Mi abogada ha intentado abrir una investigación sobre el maltrato, pero se está tratando el tema como un caso de custodia normal en una situación normal".
"Llevo casi cinco años sin mis hijos y creo que he pagado bastante la parte de error que pudiese yo tener", ha asegurado, señalando que "cuando una madre ve que sus hijos están sufriendo le es inevitable buscar una salida o manera para que no sufran, y parece impensable e increíble que no vaya a ayudar la justicia de tu país". A día de hoy, mucha gente piensa que lo que hizo Juana llevándose a sus hijos es un error, pero ella tiene claro que, en el futuro, sus nietos se pondrán "las manos a la cabeza preguntándose cómo es posible que a la abuela la condenaran" por proteger a sus hijos.