Juana no está sola ante una orden 'injusta'
Arropada por las profesionales del Centro de la Mujer de Maracena, que la han acompañado desde su llegada a España tras huir de Italia, y de asociaciones de mujeres que llevan años luchando contra la violencia machista, Juana Rivas ha pedido ayuda esta mañana. Lo ha hecho rota de dolor y con la esperanza, porque dice creer en "los milagros", de que finalmente sus hijos no tendrán que regresar a la isla italiana del sur de Italia donde vive su padre.
De allí huyó ella para dejar atrás la violencia de género y ahora está viviendo una pesadilla judicial.
Su hijo de once años es plenamente consciente de lo que está ocurriendo. Anoche no podía dormir. "Es peligroso que vivan con su padre", ha afirmado entre lágrimas y proclamando que "le tendrán que robar" a sus hijos, porque no será ella quien los entregue voluntariamente.
La situación de su caso la ha expuesto Francisca Granados, abogada, responsable del Centro de la Mujer de Maracena y que batalla con ella para proteger a los dos niños, uno de 11 años y otro de tres. El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada ha ordenado la inmediata restitución de los menores. Ha puesto fecha y hora de entrega, este miércoles a las 16.30 horas, y aunque cabe recurso, deja claro que la orden debe cumplirse.
Las representantes legales de Juana Rivas han expresado su desesperación por un caso que consideran plagado de irregularidades:
- Juana Rivas presentó una denuncia por violencia de género a su llegada a España, ya con la asistencia del Centro de la Mujer de Maracena. El Juzgado de Violencia de Género de Granada consideró que no era competente y esa denuncia, según ha explicado Granados, está "perdida en un despacho" a la espera de su traducción al italiano para enviarla a la justicia de aquel país. No solo eso, las abogadas de Juana entienden que la jueza de Granada debió aplicar, y no lo hizo, el Estatuto de la Víctima y no inhibirse en el caso.
- La orden de restitución de los menores se produce sin sentencia firme y después de que la propia Audiencia lo haya reconocido en una reciente resolución.
- La representación legal de Juana cursó incluso un recurso por infracción procesal, por la actuación de la Audiencia, que hizo "un corta y pega" en la sentencia con la que dio carpetazo al recurso presentado en su día por la madre.
- No se tiene en cuenta que la legislación española otorga ya a los menores hijos de víctimas de violencia de género esa misma consideración.
Ni Juana Rivas ni sus abogadas se dan por vencidas y en las últimas horas, con la sorpresa aún de la providencia de la jueza del Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada, han presentado de un lado un escrito ante el Defensor del Pueblo Andaluz y, de otro, un recurso de reposición ante el propio Juzgado. Este último sabiendo que la jueza ya le da pocas posibilidades de prosperar, pues ella misma dice que con independencia de ello habrá que cumplir con la devolución de los menores.
"Estudiando Derecho me enseñaron que la justicia y la legalidad no siempre caminan de la mano", ha dicho Francisca Granados que ha ido más lejos para precisar que "la justicia no va de la mano en estas resoluciones, pero la legalidad tampoco".
Ha considerado un "despropósito" que mientras la denuncia por violencia de género lleva un año esperando su tramitación, se ha acelerado el ritmo "de manera incomprensible" y la jueza se ha dado "una urgencia atroz" para la devolución de los pequeños.
Granados ha hecho un llamamiento para que no se lleve a efecto la entrega de los menores. "Lo de mañana será irreparable", ha enfatizado mientras se lamentaba que después de tantos años luchando contra la violencia machista tenga que asistir a una situación que considera incomprensible e intolerable. Más aún, en un día en el que tanto el Centro de la Mujer como las asociaciones que ha acudido a arropar a Juana deberían estar "celebrando" que por fin se ha alcanzado el pacto contra la violencia de género por el que han trabajado sin descanso, tengan que enfrentarse a este caso. Si no hay una respuesta para Juana, ha dicho, "le daremos poca credibilidad" a un pacto que se quedará "en palabras bonitas".
Tras acompañar a Juana en Maracena, las integrantes de la Plataforma contra la Violencia de Género de Granada se han desplazado hasta la sede judicial de La Caleta. Muchas de las mujeres que han arropado a Juana Rivas venían de Guadix, donde se han movilizado en su apoyo. De manera espontánea han decidido trasladarse a las puertas de los juzgados. En Maracena, entre aplausos, ya le han dejado claro que no estaba sola. "Todas somos Juana", exclamaban.