El Servicio Marítimo de la Guardia Civil salvó de morir ahogados el martes por la tarde a un hombre, a su mujer y a una niña de once años de edad, después de que cayeran al mar desde la embarcación en la que navegaban por las inmediaciones de Punta de la Mona, en la costa de La Herradura, y el barco se quedara navegando peligrosamente en círculos en torno a los tres náufragos.

Las víctimas tuvieron la suerte de que la patrullera Río Aragón del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Motril estuviera navegando sobre las 20:00 horas próximos a Punta de la Mona.

Los agentes observaron a tres personas en el agua pidiendo auxilio y que sus vidas corrían peligro, ya que su embarcación, una semirrígida, continuaba navegando en círculos a gran velocidad y se aproximaba peligrosamente a los tres náufragos.

La Guardia Civil dirigió rápidamente la patrullera hacia ellos para rescatarlos. Interpusieron el barco entre la semirrígida y los tres náufragos para darles protección y los subieron a bordo.

Los agentes del Servicio marítimo comprobaron que no estaban heridos, aunque presentaban síntomas de hipotermia. Tras facilitarles ropa de abrigo, la Guardia Civil consiguió recuperar el control de la embarcación que aún navegaba a la deriva y constituía un peligro para otras embarcaciones.

La Guardia Civil trasladó a los náufragos y la embarcación hasta el puerto deportivo de Marina del Este.

Las víctimas narraron a los agentes que navegaban agarrados a las asas de la pilotera de la embarcación y que esta se desprendió de sus sujeciones. Los tres perdieron el equilibrio y cayeron al mar y como se encontraban junto a la zona acantilada de Punta de la Mona, les era imposible salir del agua porque son paredes verticales en las que no encontraron ningún saliente que les permitiera ponerse a salvo.