La Guardia Civil ha auxiliado en carretera a una familia, con un recién nacido con síntomas de asfixia, que les pidió ayuda. Ante la gravedad que presentaba el bebé los guardias decidieron escoltarlo hasta el hospital, al que comunicaron los síntomas que presentaba para que el personal sanitario estuviera preparado.

El servicio tuvo lugar en torno a las 20:30 horas del pasado 4 de septiembre, en la carretera N-340 a su paso por Torrenueva. Agentes del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Motril hacían un servicio de vigilancia de carreteras cuando un vehículo paró junto a ellos. Un hombre con un bebé en brazos se bajó del coche y, desesperado, se dirigió a los guardias civiles para pedirles auxilio porque su pequeño se estaba asfixiando.

Los agentes se percataron de inmediato de la situación de emergencia ante la que se encontraban y que, efectivamente, la sintomatología que presentaba el bebé hacía temer por su vida. Por eso los guardias tomaron la decisión de activar las señales de emergencia y escoltan el vehículo de la angustiada familia hasta el hospital comarcal Santa Ana, en Motril. Por el camino los agentes de la Guardia Civil fueron además comunicando la sintomatología del bebé para que el personal sanitario del hospital estuviese preparado para la situación.

Y así fue. A su llegada al hospital, el Servicio de Urgencias se hallaba dispuesto con personal y medios para atender al pequeño de inmediato. Posteriormente el responsable del Servicio de Urgencias informó de que ya se encontraba estabilizado y fuera de peligro, agradeciendo la celeridad en el traslado.