La exhumación de los restos de José Antonio Primo de Rivera del Valle de Cuelgamuros supone "un paso más en el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática". Así lo ha resaltado este martes en Granada, a preguntas de los periodistas, el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, que ha recordado que el artículo 54 de la norma recoge que no puede quedar ningún resto mortal "en lugar preminente".

Con la exhumación, ha resaltado, "la Democracia española cumplía con los valores democráticos que tienen los países occidentales más avanzados de nuestro entorno".  "Ya no va a ser posible que se rinda homenaje en lugar público ni al dictador, que fue exhumado en 2019, ni al líder de la Falange o el fascismo español", ha apuntado.

Ha recordado que la familia de Primo de Rivera ha planteado "bien la salida", llegando a un acuerdo con Patrimonio Nacional, y lo ha hecho de una manera "muy digna", expresando el respeto del Gobierno.

La salida de los restos supone, además, "un paso más en la resignificación del Valle de Cuelgamuros", que comenzó con la salida de Franco y que va a continuar con el intento de búsqueda de 121 cadáveres -de víctimas de la guerra y la dictadura- cuyos familiares han solicitado la exhumación. Los trabajos, que se han encontrado con múltiples obstáculos con los recursos de asociaciones ultras y las trabas del Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial, están según Martínez "muy avanzados". En unas semanas, ha dicho, confía en que puedan entrar los trabajadores para ver si esos restos pueden ser identificados para darles "digna sepultura". 

Los pasos dados reprsentan "una clara apuesta por la Democracia. Memoria es Democracia", ha resaltado.

Fernando Martínez ha participado este martes en Granada en un acto para la reparación de dos represaliados, José Sánchez Rodríguez y Salvador Sánchez Taboadela.