Francisco del Águila, José Alarcón y los tranviarios asesinados en el Barranco de Víznar
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Poco se ha hablado de la represión que los trabajadores de los tranvías y sus familias sufrieron en esta ciudad. Son numerosos los tranviarios asesinados en los primeros meses del golpe y en este artículo aportaremos los nombres de algunos, que hasta ahora no habían sido publicados.
El profesor Manuel Titos nos cuenta en su libro El tranvía de Sierra Nevada que el número de trabajadores en 1931 ascendía a 45. Tomando como base esta relación hemos cifrado en, aproximadamente, 53 los trabajadores en 1936. Catorce, fueron asesinados entre agosto y diciembre de 1936, lo que supone casi un tercio de la plantilla.
Los tranviarios fueron protagonistas de numerosas luchas laborales durante el primer tercio del siglo XX. El extraordinario, y esencial, trabajo de Francisco José Fernández Andújar en su tesis doctoral[1] recoge todas ellas.
Formaban parte de uno de los grupos esenciales para la movilidad de la ciudad y de los alrededores y por ello las nuevas autoridades desde el primer momento dieron órdenes concretas sobre ellos.
El periódico Ideal del viernes 24 de julio las lleva en titulares.
“Los tranviarios que no trabajen hoy serán despedidos. Quien no lleve los camiones a Artillería será juzgado severamente”.
“Todo el personal perteneciente a la compañía de Tranvías Eléctricos de Granada que mañana no concurra al trabajo, conforme a las horas y servicios que cada uno tiene asignados se considerarán despedidos, quedando la Compañía autorizada para ser ocupados sus puestos inmediatamente”.
En julio de 1936 se produce la última huelga de tranviarios. Ideal publica unas fotografías de la Gran Vía sin tranvías y las cocheras cerradas, una Granada vacía. Son premonitorias de lo que ocurrirá a continuación.
LOS TRANVIARIOS ASESINADOS EN VÍZNAR
Lo que sabemos, gracias a los testimonios de las dos familias, es que a Víznar subieron un grupo de tres o cuatro tranviarios.
Tenemos documentación, y testimonios orales, sobre cuatro de ellos asesinados en distintas fechas y suponemos, por experiencia con otros grupos investigados, que otro de ellos, ubicado como fusilado en el cementerio por relato oral, pudo formar parte del grupo llevado al Barranco el día 25 de agosto.
FRANCISCO DEL ÁGUILA RODRÍGUEZ
Francisco tenía 24 años, y había nacido en Granada en el seno de una familia procedente de Almería. Su padre, Francisco, era carpintero; su madre, Julia, ama de casa. Su hermano Tomás era ebanista, Miguel trabajaba como zapatero y José, tío Pepe, era mecánico, trabajador también de los tranvías.
Se había casado con Isabel Domínguez y tenían una niña pequeña, Trinidad nacida en marzo de 1936. Trabajaba como mecánico tornero en los talleres del tranvía.
Cuenta Isabel, la hermana de Trinidad, “estaba en la sierra cuando lo llamaron y le dijeron “bájate que tienes que hacer unas declaraciones”. Y él decía “¿Y yo de qué voy a declarar? Si yo no soy nada ni pertenezco a ningún partido ni yo he hecho nada”. El hombre se bajó en el tranvía y en Paseo de la Bomba, que es donde paraba, allí había una pareja (de la Guardia Civil) que lo detuvieron y se lo llevaron (..)”[2].
“Ya no vengas más. Esta noche se lo han llevado”
Isabel estuvo varios días llevándole a la cárcel calcetines y comida. Francisco le envió una carta en que le decía “Isabel, ve a casa del teniente a ver por qué razón me tienen a mí detenido. Porque ni me toman declaración ni sé por lo que es”. Pero llegó un día en que le dijeron que ya no fuera más.
Al parecer el conductor del camión que le llevo a Víznar era conocido de la familia y cuando llegó a su casa le dijo a su madre “mamá, vengo malo. Hoy le ha tocado a Paquillo”. Así se enteró la familia de dónde había sido asesinado Francisco.
Isabel reconstruye los restos de su vida
“¡Que no me callo! Que me lo han quitado. Me lo han quitado”.
Tras la desaparición y muerte de su marido, Isabel sola con su hija toma las riendas de su vida para salir adelante. En un primer momento su hermano Ramón pone una frutería en la que trabaja y deja a su hija al cuidado de su suegra Julia. En todo momento recibe la ayuda del hermano de su marido, el también tranviario, Pepe del Águila.
En esos años la lucha de Isabel se centra en salir adelante con su hija, para lo que trabaja sin cesar.
Los intentos de inscribir a su marido en el Registro Civil se frustran al no querer poner como causa de la defunción
Los intentos de inscribir a su marido en el Registro Civil se frustran al no querer poner como causa de la defunción, en un acto de resistencia, la causa de la muerte que las autoridades le indicaban.
“Yo eso no lo firmo porque es un crimen que han hecho y no lo voy a firmar”.
Pasados unos años Isabel se vuelve a casar con José, esta vez por la iglesia, y se irán a vivir a un cortijo de Gójar propiedad del hermano de Isabel, Ramón. Con él tiene a su segunda hija, Isabel. A Isabel también transmite la historia de su primer marido, y será un apoyo incondicional para Trinidad, su hermana que cuidó de ella desde pequeña, en la búsqueda de su padre.
En los años 80 la familia trató de inscribir la muerte de Francisco y arreglar los papeles de Isabel y su derecho a pensión, pero aun contando con el testimonio del compañero que lo llevó en el camión a Víznar no logró, nuevamente, solucionar los problemas burocráticos.
La ausencia del padre
La vida de Trinidad estuvo marcada por la ausencia de su padre, un padre que no pudo protegerla y cuya muerte condicionó su vida y la de su familia.
“Siempre ella decía que su vida ha estado marcada porque le quitaron a su padre. Que si a ella no le hubieran quitado a su padre no hubiera vivido tantas penas”
“Siempre ella decía que su vida ha estado marcada porque le quitaron a su padre. Que si a ella no le hubieran quitado a su padre no hubiera vivido tantas penas, habría tenido a alguien que la protegiera, aparte de que, hay que decirlo, un hermano de mi abuelo, que también trabajaba en el tranvía, siempre la cuidó. Siempre, siempre, siempre”, cuenta su hija.
Y Francisco del Águila fue encontrado e identificado en Víznar.
“Pues a mí me da miedo que se olvide. Que se olvide y que el resto no lo conozca”. Trinidad nieta de Francisco.
Y ya nunca se olvidará.
JOSÉ ALARCÓN RUIZ
José Alarcón tenía 31 años y vivía con su mujer, Mercedes Avivar, y sus cuatro hijos en Cenes de la Vega. Era un hombre muy trabajador que alternaba su trabajo de tranviario con la labor de campo en varias fincas familiares. No tenía descanso, empeñado en darlo todo por sus numerosos hijos.
A José le estaban buscando, pero él pensó que no había hecho nada que pudiera perjudicarle. Sus hermanos se fueron y como dice José, su hijo, “hasta última hora han vivido”. Lo cogieron en su puesto de trabajo “dicen que saltaron dos. Cuando vieron que los iban a coger, pues saltaron por un lado del tranvía”, comenta su nieto Emilio[3]. La familia del Águila nos comenta esa misma escena.
Un soldado, que debía ser conocido de la familia, les trajo la petaca y el reloj de José el día que acabaron con su vida y por él se enteraron de que le habían acompañado otros dos o tres compañeros. Muy apreciado por sus convecinos, fueron amigos de la familia, de derechas, los que le dijeron que se lo habían llevado a Víznar.
Mercedes y la lucha por la vida
Mercedes se queda a cargo de cuatro niños, el mayor con siete años y el menor con tres meses. Al principio se dedicó al estraperlo acompañada de su hijo José, tal y como cuenta su nieto Emilio: “lo llevaba a Güéjar y le escondía a lo mejor el tabaco o lo que sea por si los civiles venían, se lo metía al niño. Porque al niño no lo registraban. Y pasaba unos miedos que…” “A Quéntar he ido andando yo muchas veces a por tabaco”, añade José.
“Como mi madre se tuvo que echar al estraperlo pues mi abuela no le gustó mucho aquello, y dejó de mirarnos. Porque quería que estuviera con ella, sirviéndole. Y mi madre no era para eso. Entonces, iba a los cortijos, cogía huevos, los llevaba a Granada, a las casas de señoritos. Y compraba azúcar y café y se lo llevaba a los cortijos”.
Cuenta José cómo de niños pasaron mucha hambre e injusticia.
“De chicos no querían ni que cogiéramos las cerezas del suelo, que es lo que teníamos. Había aquí muchas cerezas. Cuando se caían al suelo íbamos a pedir las del suelo. Para comerlas -ríe-. Y decían “es que son para los marranos”
“De chicos no querían ni que cogiéramos las cerezas del suelo, que es lo que teníamos. Había aquí muchas cerezas. Cuando se caían al suelo íbamos a pedir las del suelo. Para comerlas -ríe-. Y decían “es que son para los marranos. Se las echaban a los marranos antes que a los pobres”.
Mercedes, pasado un tiempo, logró entra a trabajar con el administrador del Hospital y a cada uno de sus hijos los fue colocando allí.
Emilio, su nieto, cuenta cómo, aun habiendo pasado muchos años, “lloraba todos los días por su marido”, del que seguía muy enamorada.
RICARDO GARCÍA MUÑOZ[4]
Ricardo García Muñoz tenía 37 años, había nacido en Huétor Vega y estaba casado desde 1927 con Filomena Robles. Tenían cuatro hijos; José, Teresa, Asunción y Ricardo. Vivían en la calle Santo Sepulcro nº7.
Filomena Robles Roldán presenta una solicitud de inscripción y testifica que su marido “falleció en esta capital con motivo del Movimiento Nacional el 25 de agosto de 1936”.
Francisco Higueras y Manuel Álvarez como testigos exponen que “por sus relaciones con la familia García-Roldan sabe y le consta a ciencia propia que Ricardo García Muñoz, marido de Filomena Robles Roldan, falleció con motivo de la pasada lucha nacional contra el Marxismo el 25 de agosto de 1936 habiendo visto su cadáver en el camino de Víznar (..).”
Se ordena inscribir la defunción en el año 1946.
FÉLIX CARMONA PONTES[5]
Félix tenía 44[6] años y estaba casado con Carmen Entalla. Por razones que desconocemos, es Encarnación Medina Lomas, como su esposa, quien presenta el Expediente judicial fuera de plazo para inscribirle. Con ella tiene una hija, Emilia Carmona Medina que fue reconocida unos años antes.
Félix Carmona fue interventor por el Frente Popular en la repetición de las elecciones generales en mayo de 1936 por el distrito 8 sección 4.
Fue detenido el 31 de agosto de 1936 en los talleres del Tranvía de la Sierra, al parecer por ser dirigente del Sindicato Tranviario afecto a la UGT, extremo, el que fuera dirigente, que no estaba probado, y llevado a Comisaría. Desde allí, según detalla su mujer, a las cuatro horas, fue traslado al pueblo de Viznar “donde falleció por disparos de arma de fuego”.
En este caso se da la circunstancia de que en el Expediente de Responsabilidades Políticas[7] se reconoce hasta en tres documentos por las autoridades que fue ejecutado en Víznar, lo que no es habitual.
“El cual según parece fue fusilado en Víznar por sus tendencias marxistas en los primeros días del G.M.N.”.
Expediente de Responsabilidades Políticas de Félix Carmona Pontes. Archivo de la Real Chancillería de Granada. Archivaweb
Fue inscrito en el Registro Civil en el año 1945.
OTROS TRANVIARIOS REPRESALIADOS
MANUEL MARTÍN LUPIÁÑEZ[8]
Nacido en Castel de Ferro tenía 38 años y vivía en la calle Santiago nº30 con su mujer, Presentación Rajoy Biedma, y sus tres hijos pequeños; Juan, Manuel y María. Tanto él como su hermano Juan trabajaban en los tranvías.
Manuel Martín Lupiáñez era presidente de la Casa del Pueblo del Partido Socialista y presidente de la Sociedad de Tranviarios.
En el artículo sobre el también fusilado Ángel González Lastra, explicamos que cuando estalla el golpe participa activamente formando parte del Comité de Enlace UGT-CNT constituido la mañana del día 19 presidido el alcalde Manuel Fernández Montesinos, integrado por los cenetistas Francisco Santamaría Fuentes y Ramiro Muñoz García, los ugetistas Ángel González Lastra y Manuel Martin Lupiáñez.
Su cuerpo fue visto en el Hospital de San Juan de Dios, según su expediente fuera de plazo y el 2 de agosto de 1936 fue enterrado el Cementerio de Granada.
Fue inscrito en el Registro Civil en el año 1944.
RAFAEL ORTIZ CIFUENTES[9]
Tenía 39 años y era natural de Trevélez y vecino de Granada. Vivía en la calle Parrilla nº18 con junto con su esposa, Encarnación Melus Muela, y sus tres hijos; Antonio, Angustias y Ana. Trabajaba como cobrador del tranvía.
Falleció el día 18 de agosto de 1936, “siendo enterrado su cadáver en el Cementerio de esta capital” según dicen los testigos del expediente judicial fuera de plazo.
Fue inscrito como fallecido en el Registro Civil en el año 1939.
ANTONIO GARCÍA RUIZ[10]
Tenía 41[11] años y era natural de Íllora, estaba casado con Angustias Jerez Sánchez y tenía cuatro hijos. Vivían en el Carmen de la Cruz en el Camino de Cenes.
Fue detenido en su casa el día 25 de agosto de 1936 y según el expediente judicial fuera de plazo “falleció” en las inmediaciones del Cementerio de Granada.
Fue inscrito como desaparecido en el Registro Civil en el año 1945.
FRANCISCO RODRÍGUEZ MIRANDA
Tenía 45 años[12] y era natural y vecino de Granada. Vivía en el Barranco del Abogado nº 4 con su mujer, Francisca Mérida Fresneda, y sus cinco hijos. Desapareció el 17 de diciembre de 1936.
Creemos que Antonio y Santiago Rodríguez Miranda, también conductores de tranvía, eran hermanos de Francisco.
Según la policía “por sus actividades estaba conceptuado como desafecto a la Causa Nacional teniendo antecedentes en este Centro de haber sido Interventor del Frente Popular”.
Fue inscrito como desaparecido en el Registro Civil en el año 1944.
TRANVIARIOS EJECUTADOS EN GRANADA
A continuación, incluimos unos listados en los que recogemos el total de los tranviarios asesinados en Granada, que puede, por supuesto, enriquecerse con posteriores investigaciones. Creemos que el conocimiento de cifras más exactas da una idea que nos aproxima, de forma más certera, a la magnitud de la represión de este colectivo.
Sin duda la investigación sobre la represión económica en la provincia de Granada que están llevando a cabo Alfonso Martínez y Pedro Sánchez, enriquecerá, aun mas, los conocimientos sobre este tema.
Gracias al libro del profesor Manuel Titos hemos podido saber el trabajo específico que desarrollaban algunos de estos tranviarios.
LISTADO DE TRANVIARIOS EJECUTADOS APORTADOS EN ESTE TRABAJO
MANUEL |
MARTÍN LUPIÁÑEZ |
EFP CEMENTERIO |
02/08/1936 |
|
RAFAEL |
ORTIZ CIFUENTES |
COBRADOR |
EFP CEMENTERIO |
18/08/1936 |
RICARDO |
GARCÍA MUÑOZ |
VIAS Y OBRAS |
EFP VIZNAR |
25/08/1936 |
ANTONIO |
GARCÍA RUIZ |
CONDUCTORES |
EFP CEMENTERIO |
25/08/1936 |
FRANCISCO |
DEL ÁGUILA |
ENTRETENIMIENTO |
VIZNAR |
28/08/1936 |
FRANCISCO |
RODRÍGUEZ MIRANDA |
INSPECTORES Y COBRADORES |
EFP DESCONOCIDO |
17/12/1936 |
TRANVIARIOS RECOGIDOS EN EL LISTADO DEL LIBRO JAQUE A LA REPÚBLICA DE RAFAEL GIL Y MARIBEL BRENES
JOSÉ |
ALARCÓN RUIZ |
VIAS Y OBRAS |
RC DE VIZNAR |
25/08/1936 |
RAFAEL |
GUTIÉRREZ ROBLES |
|
EFP |
25/08/1936 |
FÉLIX |
CARMONA PONTES |
INSPECTORES Y COBRADORES |
EFP VIZNAR |
31/08/1936 |
NICOLÁS |
MOLINA LÓPEZ |
CEMENTERIO |
09/09/1936 |
|
SANTIAGO |
SALVADOR BALLESTEROS |
INSPECTORES Y COBRADORES |
CEMENTERIO |
11/09/1936 |
NICOLÁS |
GUERRERO JIMÉNEZ |
VIAS Y OBRAS |
CEMENTERIO |
16/09/1936 |
ANTONIO |
BENAVENTE GARCÍA |
CEMENTERIO |
22/09/1936 |
|
MIGUEL |
ÁLVAREZ RAYA |
CEMENTERIO |
22/10/1936 |
|
ANTONIO |
CUEVAS GARRIDO |
CEMENTERIO |
29/11/1936 |
Sobre Rafael Gutiérrez Robles tenemos dudas sobre la fecha ya que aparece una doble inscripción en el Cementerio que probablemente sea la correcta.
De Félix Carmona Pontes se incluye en este artículo el contenido, inédito, de su expediente judicial fuera de plazo.
Queremos agradecer a Francisco de Asís Carrión Jiménez, sociólogo del proyecto del Barranco de Víznar su colaboración y disposición en este y otros trabajos.
Gracias a las familias por estos fabulosos y enriquecedores testimonios.
Gracias a las mujeres de nuestras familias que levantaron, como Isabel y Mercedes, contra viento y marea a sus hijas e hijos.
Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.
[1] De la teoría a la práctica: El anarquismo en Granada desde la industrialización hasta el fin de
la Guerra Civil.
[2] Entrevistas de Francisco de Asís Carrión Jiménez, sociólogo en el proyecto “Barranco de Víznar lugar de memoria”, financiado por el Ministerio de la Presidencia, relaciones con las Cortes y Memoria democrática. Entrevista realizada por Francisco de Asís Carrión y Silvia González Alcalde. Año 2022.
[3] Entrevistas de Francisco de Asís Carrión Jiménez, sociólogo en el proyecto “Barranco de Víznar lugar de memoria”, financiado por el Ministerio de la Presidencia, relaciones con las Cortes y Memoria democrática. Entrevista realizada por Francisco de Asís Carrión y Silvia González Alcalde.
[4] ACHGR, Expediente judicial fuera de plazo de Ricardo García Muñoz, 1946.
[5] ACHGR, Expediente judicial fuera de plazo de Félix Carmona Pontes, 1945.
[6] Félix Carmona Pontes había nacido el 12 de enero de 1892 por tanto su edad no se corresponde con la recogida por el EFP.
[7] ACHGR, Expediente de Responsabilidades Políticas de Félix Carmona Pontes,
[8] ACHGR, Expediente judicial fuera de plazo de Manuel Martín Lupiáñez, 1944.
[9] ACHGR, Expediente judicial fuera de plazo de Rafael Ortiz Cifuentes, 1944.
[10] ACHGR, Expediente judicial fuera de plazo de Antonio García Ruiz, 1945.
[11] Había nacido el 17 de febrero de 1895 a pesar de que el Expediente judicial fuera de plazo recoja, 9 años después, su edad como 50 años.
[12] La edad recogida por este expediente no se corresponde con la del padrón municipal de 1935, creemos que Francisco tendría 37 años.
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