Dos detenidos por numerosos robos en garajes de Granada, uno de ellos con más de 70 arrestos anteriores
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a dos hombres de 52 años de edad como presuntos autores de numerosos robos en aparcamientos y garajes comunitarios ubicados en los distritos Norte, Centro y Sur de la capital, en los que resultaron afectados más de una treintena de vehículos, sufriendo la mayoría de ellos, fractura de lunas y otra clase de daños, además de haber sido sustraídos diversos objetos de su interior como dinero en metálico y tarjetas de crédito. Los detenidos ya han pasado a disposición de la autoridad judicial.
El primero de los detenidos, al cual le constan antecedentes policiales, está acusado de robar dentro de un vehículo estacionado en una calle del distrito Norte, el cual sufrió la fractura de la ventanilla delantera izquierda. De su interior, el presunto autor se apoderó de 90 euros en metálico y una tarjeta de crédito. También usó la tarjeta para hacer compras en nueve establecimientos distintos, la mayoría de ellos comercios de alimentación, por un importe total cercano a los 130 euros.
Más de una treintena de vehículos afectados
Por otra parte, el segundo de los detenidos acumula un amplio historial delictivo con más de 70 detenciones previas a estos hechos. Se le atribuyen robos dentro de al menos 9 aparcamientos y garajes comunitarios en los distritos Norte, Centro y Sur. No menos de una treintena de vehículos sufrieron daños y, en algunos casos la sustracción de pertenencias depositadas dentro como dinero en metálico o tarjetas de crédito.
La investigación policial llevada a cabo ha podido comprobar que el modo de actuar del presunto autor era siempre el mismo. De madrugada accedía los aparcamientos públicos o garajes privados de las comunidades de propietarios, bien aprovechando el descuido de los usuarios en el momento de entrar o salir, o bien abriendo las cerraduras por el método del “resbalón”.
Una vez dentror, tras ocultar su rostro para no ser identificado, comenzaba a fracturar las ventanillas de las puertas delanteras de los vehículos con un destornillador, llegando incluso a doblar el marco de la propia ventanilla. Tras revolver el habitáculo del vehículo, momento en el que causaba daños nuevamente en la tapicería y otros elementos, se apoderaba de los objetos de valor que encontraba, como dinero en metálico, tarjetas de crédito o gafas de sol. A continuación, abandonaba el lugar saliendo por las mismas puertas por las que había entrado.