La detención de dos de los cuatro autores de un atraco a un menor en el entorno del embarcadero del Genil contó con situaciones complejas e inimaginables que la han convertido casi en extraordinaria. 

Los hechos ocurrieron el pasado 18 de enero. Una unidad de la Policía Local que patrullaba por el Paseo del Salón fue requerida por un viandante que les alertó de que había sido testigo del atraco perpetrado por tres individuos, a punta de navaja, a un joven. Les dio una descripción detallada de los atracadores.

Los agentes localizaron en la zona a cuatro jóvenes que encajaban en esa descripción y que, al percatarse de la presencia de los agentes, huyeron. Tras una persecución a pie, dos de ellos fueron alcanzados en la Plaza de Carretas. Pero en esa persecución, uno de los arrestados fue atropellado por un vehículo que, para sorpresa de la Policía Local, se dio a la fuga.

En ese momento uno de los agentes dio el alto a un taxista y le pidió su colaboración para perseguirlo. El agente subió al taxi e iniciaron la persecución, interceptándolo en el Callejón de Arenas. Según la Policía Local, el conductor circulaba sin seguro obligatorio. Su vehículo fue inmovilizado.

Mientras tanto, el joven atracado, menor de edad, se personó en la Jefatura para denunciar los hechos e identificó a los detenidos como dos de los cuatro autores del robo. De hecho, señaló que uno de ellos fue el que le sacó la navaja.

Respecto a los detenidos, se trata de dos jóvenes de 18 y 20 años y origen magrebí. Estos opusieron "una gran resistencia" y mostraron "agresividad", tanto en el traslado como durante la asistencia médica que recibieron.

Al ser cacheados los agentes encontraron fragmentos de una botella rota, lo que la Policía Local destaca como un intento de herir al funcionario que procediera al cacheo.

Ya en Comisaría, los detenidos insistieron en que eran menores de edad, lo que fue descartado.