Agentes de la Policía Nacional han detenido en Granada a un hombre de origen georgiano de 37 años con antecedentes policiales previos como presunto integrante de un grupo organizado especializado en la comisión de robos en domicilios con actuación itinerante en todo el territorio nacional.  Se le relaciona con, al menos, tres robos en pisos situados en el Distrito Beiro. En dos de ellos, cuyos propietarios estaban fuera por vacaciones, han sustraído dinero y joyas, y no se llevaron nada del tercero por estar en obras. 

La intervención policial se inició cuando un vecino llamó al 091 informando de dos personas, ajenas al inmueble, que se habían introducido en el portal de un edificio de viviendas en el Distrito Beiro de Granada, a quienes escuchaba manipular la cerradura de alguna puerta de otra planta.

Los agentes subieron a dicha planta donde observaron cómo todas las viviendas presentaban marcas de silicona consistentes en pequeños hilos colocados entre las puertas y los marcos, pero no vieron a nadie.  Algunos de estos hilos estaban rotos, como señal de la apertura de las puertas, y otros intactos. Acto seguido se inició un dispositivo de cierre sobre el edificio controlando de manera discreta a las personas que salieran de allí.

Sorprendido y detenido tras huir

En torno a las 2.30 horas de este jueves, observaron saliendo del portal a un hombre que huyó corriendo y fue perseguido por los agentes y finalmente alcanzado, tras correr durante más de 500 metros. Momentos después salió otro hombre al que no pudieron detener, sobre quien continúan las pesquisas para su localización.

Los investigadores contactaron con los propietarios de los dos pisos que presentaban las marcas de hilo rotas, resultando que ninguno había estado en los últimos días, uno por encontrarse en obras, en el que no se ha echado nada en falta y el otro por estar fuera de vacaciones, en el que encontraron todo revuelto echando en falta una cantidad de dinero importante y numerosas joyas.

El detenido forma parte de uno de los grupos, compuesto en su mayoría por ciudadanos de países de la Europa del Este, que operan en nuestro país desde hace años aprovechando los periodos de vacaciones, verano, Semana Santa o Navidad, cuando las viviendas quedan vacías.

Previo al acceso a los pisos, marcan las puertas de los domicilios con hilos de silicona o pegamento que pasan completamente desapercibidos. Tras los marcajes, regresan, generalmente al día siguiente y acceden a los domicilios que presentan las marcas intactas, señal de que nadie ha entrado y de que están vacíos. Para entrar utilizan herramientas y útiles específicos con los que consiguen abrir las cerraduras, en la mayoría de los casos sin dañarlas. Los moradores se percatan de los robos a su regreso, generalmente pasados varios días, lo que dificulta la investigación y detención de los autores.

Con este mismo modo de operar los investigadores se encuentran practicando gestiones sobre otro robo en un piso situado en la misma zona que se denunció el pasado día 25, en el que el detenido podría haber tenido participación.

La Policía afirma que se ha evitado un importante incremento del número de pisos robados y con ello el perjuicio patrimonial de muchos granadinos, ya que estos grupos colocan testigos en todas las viviendas de los edificios a los que acceden y llegan a asaltar todas las que mantienen las marcas intactas. "Es el resultado de la colaboración ciudadana", dice la Policía, junto con la coordinación y el trabajo de agentes de la Policía Nacional incardinados en diferentes brigadas pertenecientes a la Comisaría Provincial de Granada, quienes, desde 2019 llevan a cabo el Plan Policial contra los Robos en Viviendas, con la puesta en marcha de una serie de medidas encaminadas a disminuir los robos en domicilios, incrementando con ello la eficacia policial mediante la prevención y una mejor investigación de los delitos.