Detenido un clan familiar en Atarfe con 1.700 plantas de marihuana y varios coches de lujo
La Guardia Civil ha culminado la operación Lindaraja, con la detención en Atarfe de cuatro individuos pertenecientes a un conocido clan familiar, a los que se les ha incautado más de 1700 plantas de cannabis sativa.
Este clan familiar se dedicaba presuntamente al cultivo de cannabis y al tráfico de marihuana. Los detenidos cultivaban las plantas en sus propios domicilios y en naves anexas a estos, y alimentaban de corriente los más de 100 focos incautados de 600 vatios cada uno, con tomas ilegales enganchadas a la red pública.
En esta operación la Guardia Civil se ha incautado además de seis automóviles, cuatro de ellos de alta gama, dos motocicletas, un camión y un quad; 101 focos halógenos, y diez aparatos de aire acondicionado.
La fase de explotación de esta operación comenzó a primera hora de la mañana del día 22 de septiembre. Un numeroso dispositivo en el que participaron más de 50 agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia, de Policía Judicial, del Servicio Cinológico, de la Unidad Aérea de la Guardia Civil de Granada, Áreas de Investigación de los puestos de Maracena y Atarfe y patrullas territoriales se desplegaron en el conocido barrio El Barranco y realizaron cinco registros simultáneos en cuatro viviendas y una nave en las que fueron localizadas 1.731 plantas de cannabis sativa de distintos tamaños.
Plantas en cualquier resquicio
La mayoría de las más de 1.700 plantas estaban siendo cultivadas en el interior de las viviendas. No obstante, la Guardia Civil también descubrió que un buen número de estas plantas estaban siendo cultivadas al aire libre en agujeros excavados en el cemento del patio o en macetas de gran tamaño. De hecho los detenidos habían aprovechado cualquier resquicio en el que hubiera tierra para hacer crecer una planta de cannabis. Estas últimas plantas medían entre tres y cuatro metros de altura.
En la nave registrada la Guardia Civil también descubrió los cogollos de estas plantas puestos a secar. Paso previo a su envasado como marihuana.
En uno de los registros, uno de los detenidos quiso hacer creer a los agentes encargados de la operación que la cochera de su casa, en la que la Guardia Civil se incautó de más de 400 plantas, la había alquilado a dos ciudadanos marroquíes y que desconocía lo que había dentro.
La Guardia Civil también descubrió que en todas las viviendas había enganches ilegales al alumbrado público con los que alimentaba la gran demanda de electricidad que requiere este tipo de cultivos de interior.
Pagaba solo 42 euros de luz
En uno de los registros la Guardia Civil encontró facturas emitidas por la compañía eléctrica que le presta suministro al detenido, cuyo importe era de 42 euros, algo impensable si diez focos halógenos de 600 vatios y varios aparatos de aire acondicionado de gran tamaño están funcionando las veinticuatro horas del día.
La operación sigue abierta y la Guardia Civil no descarta que pueda haber nuevas detenciones.