La Guardia Civil, en la denominada Operación Casput, ha desarticulado una banda de atracadores que actuaba en la zona norte del área metropolitana granadina. 

Hay cinco personas detenidas, todas ellas de nacionalidad española y de edades comprendidas entre los 17 y los 42 años, a los que se acusa de, al menos, 7 delitos de robo con violencia con arma de fuego, lesiones, robo de vehículos, tenencia ilícita de armas, amenazas con armas de fuego y pertenencia a grupo criminal. 

La principal característica de estos atracadores ha sido la violencia con la que maniataban y agredían a sus víctimas, algunas de las cuales acabaron con traumatismo craneoencefálico. Entraban encapuchados y armados con una pistola y con un machete y, tras reducir a sus víctimas, se apoderaban de dinero y de joyas.

En uno de los delitos, cometido en una casa de citas, los detenidos, para entrar en el local, se habían hecho pasar por guardias civiles exhibiendo placas identificativas, una pistola y grilletes. Una vez dentro, agredieron y maniataron a las prostitutas y al hombre responsable de la casa, y luego les robaron sus teléfonos móviles y 1.600 euros en efectivo.

Otros 3 atracos se cometieron en 3 domicilios de las localidades de Atarfe y Albolote, a los que accedieron de madrugada, tras forzar puertas y ventanas. Una vez en el interior de las viviendas  golpearon y amenazaron a sus víctimas para apoderarse del dinero que tuvieran en la casa.

Con posterioridad los detenidos decidieron cambiar de objetivo y perpetraron 3 atracos más en establecimientos de las localidades de Ogíjares y Atarfe.

Durante la fase de explotación se han realizado dos registros domiciliarios en las viviendas de los cabecillas de la banda en los que se han incautado efectos relacionados con los atracos, prendas de vestir, placas de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, prioritarios de policía, grilletes, armas blancas, una pistola y munición para la misma.

El cabecilla de esta organización es un individuo de 42 años de edad que acababa de salir de prisión, tras cumplir una condena de 17 años de cárcel.

Durante la investigación también se ha determinado que los detenidos, haciéndose pasar por policías o por guardias civiles, también habían asaltado viviendas donde había plantaciones de marihuana para robarlas, y que las víctimas no lo han denunciado.