OBRAS PROYECTADAS POR JUAN MONTSERRAT Y VERGÉS

La Cruz del Veleta y la Basílica de Lourdes que se 'cayeron' del Jubileo de 1900

Ciudadanía - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 3 de Enero de 2021
¿Te imaginas en el Veleta una cruz de 25 metros de alta con brazos de 6 metros, con estructura que recreara ramos de olivo? Este fue junto a un gran basílica dedicada a la Virgen de Lourdes los proyectos estrella que Granada ideó para conmemora los 19 siglos del nacimiento de Jesucristo y que Gabriel Pozo Felguera te desvela, en este excepcional reportaje, en otro de sus trabajos de investigación para los amantes de la historia poco conocida o que permanecía oculta de nuestra tierra.
Lámina del proyecto de Cruz en el Veleta repartida por la revista La Alhambra el 15 de febrero de 1900.
IndeGranada
Lámina del proyecto de Cruz en el Veleta repartida por la revista La Alhambra el 15 de febrero de 1900.
  • La inmensa cruz que serviría de faro luminoso a media España se desvaneció pronto y quedó reducida a la cruz de piedra de los Mártires

  • La Basílica de la Virgen de Lourdes, en el Perchel Alto, se redujo a la gruta abierta a mitad del Camino Nuevo del Cementerio

El papa León XIII decretó 1900 como uno de los más importantes años jubilares. Se conmemorarían diecinueve siglos del nacimiento de Cristo. El arzobispo de Granada José Moreno Mazón convocó a próceres y religiosos con antelación, a ver qué se podría hacer para aquel año tan especial y legar a futuras generaciones. Las dos ideas más sobresalientes consistieron en una enorme cruz luminosa en lo más alto de Sierra Nevada, que se viera desde media España y norte de África. La otra, construir una basílica a la Virgen de Lourdes, que por entonces estaba de moda y acaparaba milagros y devociones. Ninguno de ellos se hizo, pero quedan vestigios 120 años después. El único proyecto que salió tal como lo pensaron fue la nueva iglesia de Gabia.

Comenzar el siglo XX era asunto importante para la cristiandad, sobre todo tras alcanzarse cierto momento de tranquilidad en Europa tras el convulso siglo XIX. León XIII promulgó la bula Properante ad exitum saeculum para recibir con buen pie al nuevo siglo que se iniciaba (luego resultó ser el que ha soportado mayor número de conflictos mundiales). Cada diócesis corrió a preparar actos litúrgicos, publicaciones, medallas, etc. Pero el entonces arzobispo de Granada, José Moreno Mazón, entendió que había que dejar algo más grande para la posteridad.

Quizás ya un par de años antes comenzaran a reunirse, informalmente, en torno a la curia una serie de granadinos adinerados y/o devotos para abrir una tormenta de ideas en torno a qué hacer. En medio de aquel grupo se encontraba el arquitecto Juan Montserrat y Vergés, quien a su vez reunía el cargo de arquitecto municipal y también de la diócesis.

Autorretrato de Juan Montserrat cuando estaba estudiando en la Academia de Roma.

Enorme cruz en el Veleta

La primera noticia que tenemos sobre la construcción de una gran cruz iluminada en el Veleta la dio la prensa granadina el 30 de diciembre de 1899. El Defensor publicaba que el día anterior, se habían reunido con el arzobispo las siguientes personas: Manuel Pesquero, deán de la catedral; José Antonio Carulla, famoso autor de la Biblia en Verso; los superiores de las órdenes Capuchina, Jesuita y Agustina; el rector de las Escuelas Pías; el banquero Manuel Rodríguez-Acosta; el presidente de la Real Maestranza de Caballería; el rector del Seminario, etc. y por supuesto el arquitecto Juan Montserrat y Vergés. El arzobispo les presentó la idea y el arquitecto les enseñó un boceto y les amplió datos básicos: una base circular de hormigón de 8 metros de altura, sobre la que se asentaría la estructura metálica de 25 metros de alta con brazos de 6 metros. El calado de la estructura dibujaba ramos de olivo andaluz.

Se consideró que la idea no era sólo granadina, sino de la fe de toda España y, por tanto, se debería pedir colaboración económica fuera de la provincia

Se constituyó una comisión ejecutiva que sería la encargada de acometer el proyecto a toda prisa, pues sólo faltaba medio año para su finalización. Se fijó la próxima reunión para dos semanas más tarde. Se consideró que la idea no era sólo granadina, sino de la fe de toda España y, por tanto, se debería pedir colaboración económica fuera de la provincia.

Parece que la primera idea fue hacerla sobre el Mulhacén, pero después se trasladó al Veleta por ser sitio más visible desde Granada

La revista La Alhambra, en su balance de final del año 1900, recordaba que seguía reuniéndose la comisión preparatoria para levantar la cruz. Parece que la primera idea fue hacerla sobre el Mulhacén, pero después se trasladó al Veleta por ser sitio más visible desde Granada. Decía La Alhambra el 31 de diciembre de 1899: “El pensamiento de elevar una cruz en el Veleta adelanta rápidamente. Se ha nombrado una junta que preside el Venerable Prelado, iniciador de la idea, y el ilustrado arquitecto Sr. Montserrat ha terminado el diseño del monumento que resultará muy hermoso”. De hecho, estaba tan avanzado el diseño que esta misma revista imprimió una lámina y la encartó en su número de 15 de febrero de 1900 para que la conocieran todos los granadinos.

Artículo de La Alhambra en el que explicaba el proyecto e invitaba a colaborar (15 febrero de 1900).

No obstante, un día antes que La Alhambra, el corresponsal del Correo Español de Madrid, Jesús María Reyes, había remitido una extensa crónica a la capital en la que daba muchos más detalles de este proyecto. La crónica fue publicada el 6 de enero de 1900 y por ella sabemos que el arzobispo entendía que 1900 era el final del siglo en vez del primer año del nuevo milenio; la idea la soltó en la catedral durante el mes de octubre de 1899. La gigantesca cruz tendría en sus caras las imágenes de los sagrados corazones de Jesús y María, con la inscripción regnavit ad ligno Deus (Dios reinó desde el Madero). Los brazos estarían alineados en dirección Norte-Sur, es decir, el derecho enfilaría al Pirineo y el izquierdo hacia el Atlas; el frontal estaría mirando a Granada.

El proyecto fue secundado con entusiasmo por el Ayuntamiento, Diputación, todas las corporaciones, gremios, los tres periódicos que se publicaban por entonces en Granada, etc. Incluso la idea tuvo gran repercusión en la prensa madrileña y catalana

El proyecto fue secundado con entusiasmo por el Ayuntamiento, Diputación, todas las corporaciones, gremios, los tres periódicos que se publicaban por entonces en Granada, etc. Incluso la idea tuvo gran repercusión en la prensa madrileña y catalana.

El arquitecto Juan Montserrat había estudiado la ubicación y las condiciones meteorológicas del Veleta, tan duras y especiales, y había hecho un diseño en consecuencia. Los brazos tendrían una forma acorazonada para evitar que se depositara sobre ellos la nieve o el agua. La obra no sería maciza para evitar que ofreciese resistencia al viento; sería una estructura de hierro, calada a imagen de la torre Eiffel, de 33 metros de altura sumando la base. El pedestal sería un edificio-ermita, circular, hueco, que serviría como centro de peregrinación para los montañeros, de ocho metros de alto. También se estudió abrir un camino que permitiese acceder con los materiales de obra y, posteriormente, poder subir cómodamente andando o con caballerías (De hecho, el trazado barajado coincidiría años después con la carretera proyectada por el ingeniero Juan Santa Cruz).

Estaría iluminada con focos que mirasen a los cuatro puntos cardinales: se vería en las noches claras desde las provincias de Toledo-Cuenca por el Norte, desde tierras las Baleares por el Este, prácticamente desde Sevilla por el Oeste y desde el Norte de África por el sur. Durante la conexión geográfica Europa-África de dos décadas antes se había contactado visualmente hasta con Argelia. Por supuesto, todo el tráfico marítimo del Mar de Alborán podría tenerla como faro en las noches claras.

No hay indicios de que la gente se rascara el bolsillo con tanta facilidad. Tan sólo un año después, tras apagarse el fervor del Año Jubilar, la prensa informaba que la cruz del Veleta había quedado olvidada. Con lo poco recaudado, ya se estaba pensando en hacer una reproducción a escala en algún altozano o lugar visible de la ciudad

Para dar luz a sus focos se pensó muy pronto en instalar el reciente invento americano de las baterías y acumuladores, para no tener que tender un cable desde una central eléctrica del Genil. El proyecto estaba tan definido y claro que incluso se dio la fecha de marzo de 1900 para el comienzo de las obras, que acabarían para el 16 de julio, fiesta del Triunfo de la Cruz.

Pero como suele ocurrir en Granada, para tan magno proyecto faltaba lo más importante: el dinero. Se supuso que una colecta popular recaudaría en poco tiempo las aproximadamente 100.000 pesetas que costaría hacer el camino, la ermita-base y la factura de Fundición Castaño.

No hay indicios de que la gente se rascara el bolsillo con tanta facilidad. Tan sólo un año después, tras apagarse el fervor del Año Jubilar, la prensa informaba que la cruz del Veleta había quedado olvidada. Con lo poco recaudado, ya se estaba pensando en hacer una reproducción a escala en algún altozano o lugar visible de la ciudad; ya no iluminaría el Atlas ni se vería desde la Mancha. La revista La Alhambra de 30 de enero de 1901 decía lo siguiente: “Vuélvese a hablar de la Cruz del Veleta, y para colocarla se barajan los nombres de varios sitios: la Gran Vía, la Torre de la Vela, el cerro de San Miguel y otros varios.”

Cruz de los Mártires, réplica en piedra de la del Veleta, colocada en 1903, antes de que le construyeran delante el Hotel Alhambra Palace.
La Cruz de los Mártires en la actualidad, tapada por la vegetación que, a su vez, también tapa el Hotel desde la puerta del Auditorio Falla.

El final de aquella idea quedó en tallar una cruz de piedra basada en el proyecto de Juan Montserrat, pero de unos seis metros de altura. Y se eligió para colocarla el promontorio del Carmen de los Mártires, a pocos metros donde hasta 1838 estuvo la histórica Cruz de los Mártires. Esta cruz se vería al menos desde buena parte de Granada y pueblos de la Vega. Fue erigida en 1903… pero a partir de 1910 fue levantada la mole del Hotel Alhambra Palace y tapó la mayor parte de sus vistas. Ahí está encajonada entre edificaciones y ramaje de árboles.

Una magna basílica reducida a gruta

La devoción a la Virgen de Lourdes se disparó en Europa a partir de 1862 en que el papa Pío IX comenzó a reconocer las curaciones milagrosas de varios enfermos desahuciados de la medicina. El último tercio del siglo XIX, Lourdes y su gruta se convirtió en el principal polo de peregrinación católica. Y comenzaron a erigir el complejo de basílica y otros edificios de culto sin parar hasta hoy.

En los años finales del siglo XIX ya hay referencias a que alguien se hizo con una imagen de aquella Virgen francesa y la colocó en una gruta del barrio granadino del Perchel Alto. Allí comenzó alguna gente a subir a rezarle

En infinidad de ciudades empezaron a surgir representaciones de la imagen de la Virgen de Lourdes, a partir de la descripción que había hecho Bernardete. Y Granada no iba a ser menos.

En los años finales del siglo XIX ya hay referencias a que alguien se hizo con una imagen de aquella Virgen francesa y la colocó en una gruta del barrio granadino del Perchel Alto (muy cerca del cementerio, a la vera del Camino Nuevo, por encima del Barranco del Abogado). Allí comenzó alguna gente a subir a rezarle.

Aquella devoción debió arraigar en Granada para que en 1899, cuando se preparaban los proyectos del Año Jubilar 1900 se decidiera incluir la construcción de una basílica de Lourdes en tierras granadinas próximas a la Alhambra

La fama de milagrosa continuó acrecentándose cada año con el reconocimiento, por parte de la Iglesia, de más curaciones imposibles. También se había iniciado el proceso de beatificación de la pastora Bernardete. Aquella devoción debió arraigar en Granada para que en 1899, cuando se preparaban los proyectos del Año Jubilar 1900 se decidiera incluir la construcción de una basílica de Lourdes en tierras granadinas próximas a la Alhambra.

El 8 de octubre de 1899 hay referencia escrita en la prensa madrileña (Lectura dominical), en la que se habla de que a las afueras de Granada, zona del Barranco del Abogado, se está haciendo un proyecto de iglesia a Nuestra Señora de Lourdes “bajo cuya especial protección, y alrededor de cuya imagen que hoy se venera en una gruta de aquel pintoresco rincón de España, piadosas señoras sostienen con cristiano celo un colegio donde se reúnen todos los niños pobres de las cuevas que allí existen”.

Plano de 1932 en el que aparecen marcadas la ermita primitiva (en óvalo amarillo) y la que se construyó en 1904. La iglesia se pretendía hacer en la zona marcada en amarillo. En la primera mitad del siglo XX se organizaba una procesión de siete estaciones entre ambas grutas. AHMGR
La iglesia habría ocupado la zona donde están las casas; bajo ellas se encuentra la primera cueva granadina de Lourdes.

Aquella primera cueva donde fue colocada la imagen primigenia existe todavía unos centenares de metros más arriba de la actual (entre las dos últimas curvas del Camino Nuevo, habitada por un joven okupa). Las piadosas señoras que sostenían el culto y la iglesia debían de ser el grupo de amigas que capitaneaba la VI Marquesa de Campo Hermoso (primero María de la Cabeza Godoy y Godoy, hasta su fallecimiento en 1897, y más tarde su hija Julia, hasta que murió en 1917).

Quienes estaban detrás de todo esto era la comunidad religiosa de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Que por aquellos tiempos también crearon una rama denominada Asociación de la Caridad Virgen de Lourdes. Esta comunidad religiosa llevaba muchos años trabajando con niños pobres en zonas deprimidas de Granada

Mas, quienes estaban detrás de todo esto era la comunidad religiosa de Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Que por aquellos tiempos también crearon una rama denominada Asociación de la Caridad Virgen de Lourdes. Esta comunidad religiosa llevaba muchos años trabajando con niños pobres en zonas deprimidas de Granada; regentaban la escuela que años más tarde cederían a las Damas Apostólicas.

Poco sabemos de la iglesia o basílica que pensaron hacer en honor a la Virgen de Lourdes en lo más alto de la llanura del Perchel. No nos han quedado ni siquiera unos bocetos; tampoco sabemos por qué naufragó la idea. Es de suponer que pensarían erigirla por encima de la gruta inicial, aproximadamente en la zona que hoy ocupa el Café Bar Mis Gemelos, a un centenar de metros de las tapias de cementerio. El lugar tiene unas vistas impresionantes; hace 120 años, como hoy, estaba en el cruce de caminos que suben al cementerio directamente desde la Cuesta de Gomérez y el Camino Nuevo. Incluso se llegó a hablar de que había un empresario/banquero y su constructora comprometidos en hacer la iglesia y correr con parte de los gastos: se trataba de Gustavo Gallardo García, el comprador de la Banca González-Aurioles y constructor de varios edificios de la Gran Vía.

Pero llegó 1900, pasó el Jubileo y nada se hizo relacionado con la iglesia de la Virgen de Lourdes. Gustavo Gallardo encauzó su ayuda económica a la obra del Padre Manjón y le construyó la iglesia de Montserrat en la Avenida de Cervantes.

Se retoma el proyecto en 1902

Dos años más tarde, el 17 de marzo de 1902, fue retomado el proyecto de dignificar el lugar de culto a la Virgen de Lourdes en Granada. En esta ocasión los promotores fueron más realistas y ya no pensaron en levantar una basílica en el Perchel Alto. En aquella fecha presentaron un escrito al Ayuntamiento mediante el cual solicitaban la cesión o venta de una parcela que tenía tres cuevas; estaba situada un poco más abajo, en el Camino Nuevo del Cementerio, por encima del bar El Recreo.

La petición la encabezaba la Asociación de Caridad Nuestra Señora de Lourdes (una rama de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl). Concretamente, estamparon su firma en el escrito Dolores Gómez de Alberti en calidad de presidenta; Ana Estrada, como secretaria; Manuel María Maldonado y Escolano, párroco de San Cecilio del que depende aquel barrio; el sacerdote Joaquín María de los Reyes García Romero; y Julia Godoy y Godoy, hija del Marqués de Campo Hermoso.

Plano y alzado de la gruta de la Virgen de Lourdes, presentado al Ayuntamiento en 1902 para obtener licencia de obras. Proyecto de Juan Montserrat. AHMGR.

Este grupo de cinco personas estuvo bregando con el Ayuntamiento durante los dos siguientes años, hasta que consiguió adquirir sólo una cueva y un terreno por encima de ella. La cueva sería para convertirla en Gruta-Santuario de la Virgen de Lourdes; la parcela por encima, fue destinada al edificio de dos plantas con cuatro aulas para niñas y niños del entonces poblado barrio de cuevas, que no contaba con atención escolar. Las maestras fueron a partir de entonces las Hijas de la Caridad y, ya en los años treinta, las relevaron las Damas Apostólicas.

Cuando se presentó la solicitud era alcalde Juan Ramón Lachica y Mingo; antes de un año, ya le había sucedido Manuel Tejeiro Meléndez; y la licencia acabó firmándola Antonio Amor y Rico. Tres alcaldes se alternaron durante la tramitación del expediente

He anticipado que el asunto estuvo bregando dos años en el Ayuntamiento para conseguir el terreno y la licencia de obras debido a la gran inestabilidad política que atravesaba por entonces la Corporación municipal. Cuando se presentó la solicitud era alcalde Juan Ramón Lachica y Mingo; antes de un año, ya le había sucedido Manuel Tejeiro Meléndez; y la licencia acabó firmándola Antonio Amor y Rico. Tres alcaldes se alternaron durante la tramitación del expediente.

El proyecto de obra fue elaborado por el arquitecto Juan Montserrat y Vergés. Consta de un dibujo de la fachada y de un plano de lo que era la cueva original y cómo quedarían las rampas para acceder al altillo donde está situada la imagen. Ambos dibujos, tanto en positivo como en negativo, se encuentran depositados en el Archivo Histórico Municipal.

Delante de la gruta se habilitó un pequeño espacio a modo de atrio que se utilizaría para los oficios religiosos, tratando de imitar a pequeña escala el de Lourdes. La fachada la cerrarían con una verja.

¿Quién importó la devoción por Lourdes?

No conocemos quién o quiénes se encargaron de importar para Granada la devoción por la Virgen de Lourdes. Lo más probable es que fuesen las Hijas de la Caridad; ya hacia 1870 se encontraba en Lorca (Murcia) la monja francesa Germana Úrsula Raval, procedente de Tarbes. Esta mujer convivió algún tiempo con Bernardete; llegó a Lorca para reflotar un convento de la orden que iba a ser cerrado. En Lorca construyó una reproducción de la gruta de Lourdes y colocó la imagen. Quizás desde allí se irradiara al Sureste español.

Tampoco descarto que fuese el sacerdote Joaquín María de los Reyes (1851-1936). Este granadino pertenecía a una familia de religiosos alineados con la causa Carlista. Por este motivo, siendo joven, tuvo que huir a África y más tarde a la zona de Lourdes

Tampoco descarto que fuese el sacerdote Joaquín María de los Reyes (1851-1936). Este granadino pertenecía a una familia de religiosos alineados con la causa Carlista. Por este motivo, siendo joven, tuvo que huir a África y más tarde a la zona de Lourdes. Poco después, tras finalizar la época de revoluciones y llegar la restauración de Alfonso XII (1876) regresó a Barcelona. Allí aprobó oposiciones a cátedra de Lógica (1881). Dos años más tarde se trasladó al Instituto de Secundaria de Granada como catedrático de Retórica y Poética. En el curso 1888-89 se hizo sacerdote. Fue profesor de este instituto hasta el final de sus días, tanto en las dos sedes de la calle San Jerónimo como en la Gran Vía. De hecho, era director del mismo en octubre de 1919 cuando fueron finalizadas las obras del actual IES Padre Suárez e inauguradas a bombo y platillo.

Óleo de Joaquín María de los Reyes expuesto en el Instituto Padre Suárez, donde fue director entre 1915 y 1919.

Joaquín María de los Reyes también dio clases en el Colegio del Sacromonte, fue capellán de la Real Maestranza de Caballería, Rector del Colegio San Bartolomé, conferenciante en la Real Academia de la Lengua en Madrid con motivo de los homenajes a Cervantes (1910). Falleció en 1936 a la edad de 84 años. Dejó una fortuna considerable en una fundación benéfica que estuvo ayudando a gente necesitada hasta la década de los años sesenta del siglo pasado.

Julia Godoy y Godoy, hija del Marqués de Campo Hermoso, en una publicación de 1899.

En cuanto a la ayuda que prestó el Marquesado de Campo Hermoso, los pocos datos que tengo me encaminan a que se trató de Julia Godoy y Godoy, hija del VI marqués (Manuel Castro y Portillo). Esta joven compartió el título con su padre viudo entre 1897 y 1913. Estuvo casada con José de Barreda y Contreras (desde 1883), hasta el fallecimiento de éste en 1913; en esa fecha, Julia Godoy se hizo monja terciaria franciscana hasta su fallecimiento en 1917. Su marido fue promotor de la Adoración Nocturna en Granada.

La Virgen de los pobres

La Virgen de Lourdes y su gruta en el Camino Nuevo del Cementerio no es demasiado conocida en Granada. Quizás por el hecho de estar situada hasta hace muy poco tiempo en uno de los barrios más pobres, deprimidos e incomunicados de la ciudad. El Barranco del Abogado y el Perchel fueron en origen barrios de cuevas horadadas en una de las laderas con mejor orientación y vistas a la Sierra, la Vega y la Ciudad. La población máxima que ha llegado a tener no ha superado las 4.000 personas. Este sector de Granada ha sido ignorado por el Ayuntamiento durante todo el siglo XX; los servicios de agua potable y transporte son en realidad recientísimos. La poca agua que tenían fue la del pilar donado por un empresario y por Huberto Meersman, con un caño de agua procedente del Carmen de los Mártires. Sólo algunas órdenes religiosas de caridad se fijaron en sus gentes.

Zona de cuevas entre el Camino Nuevo del Cementerio y las tapias del Carmen de los Mártires, hacia los años cincuenta del siglo pasado. AA VV BARRANCO.
Mujeres lavando ropa en plena calle. El agua potable llegó a este barrio hace poco más de un cuarto de siglo. AA VV BARRANCO.

Las continuas inundaciones y hundimientos que han sufrido las cuevas en los años 40-60 hicieron que su población se redujera a la mitad.

A pesar de todas estas penalidades, el vecindario sí hizo suya la Gruta de Lourdes y la convirtió en fiesta y procesión cada 11 de febrero. En su patio también se han celebrado bodas y otras ceremonias religiosas

A pesar de todas estas penalidades, el vecindario sí hizo suya la Gruta de Lourdes y la convirtió en fiesta y procesión cada 11 de febrero. En su patio también se han celebrado bodas y otras ceremonias religiosas. En la actualidad, la torreta con la campana que se le construyó hace muchos años ha habido que desmontarla por peligro de derrumbe. Cuando llueve, el agua se filtra dentro de la cueva y rebosa por la puerta. La gruta y la imagen fueron restauradas en 1958 y en 2005 por el Ayuntamiento; entonces se descubrió que la imagen de la Virgen está recubierta con hojas de panocha de maíz. En estos momentos ya está necesitada de una nueva restauración. Se encargan de su mantenimiento los propios vecinos, especialmente la presidenta de la Asociación del Barrio.

Haría falta que el Ayuntamiento y el Arzobispado mirasen un poco más por este barrio y esta ermita tan olvidada.

Gruta hace unos diez años, cuanto todavía conservaba la torreta con la campana.
Gruta en la actualidad, ya sin la torreta. Encima se ve el edificio que fue colegio de Damas Apostólicas, hoy de propiedad particular.