La Cruz Roja prestó asistencia en Motril a más de 9.430 personas migrantes rescatadas de pateras durante 2018
La Cruz Roja prestó asistencia el año pasado en Motril a 9.430 personas migrantes que fueron rescatadas en patera. Los ocuptantes de cada embarcación rescatada por Salvamento Marítimo o por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y que es trasladada al puerto motrileño es atendida por el equipo humano que integra el dispositivo de Cruz Roja, disponible día y noche durante todo el año.
Se trata del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de la Cruz Roja, integrado por dos enfermeras, dos mediadoras, traductores de francés, inglés, árabe y con conocimientos en algunas lenguas africanas y personal voluntario con formación específica, entre ellos tres médicos, una DUE, tres técnicos de emergencias sanitarias y auxiliares de enfermería. Ese equipo se activa cada vez que llega una patera.
Cruz Roja ha hecho balance de su actividad durante 2018 en estas asistencias que, según ha destacado la organización humanitaria, responde al "principio de humanidad" y a su "compromiso con las personas más vulnerables". Esto les lleva, ha destacado Cruz Roja, a prestar asistencia sociosanitaria "a estas personas en situación de extrema vulnerabilidad, que llegan en embarcaciones muy precarias, con problemas de deshidratación, hipotermia y heridas causadas durante la travesía". A su llegada le ofrecen ayuda básica (ropa, mantas, alimentos, kits higiénicos…). Y se preocupan, además, de detectar situaciones de riesgo especiales, como la identificación de posibles víctimas de trata de seres humanos o de necesidad de protección internacional.
Voluntarias de Cruz Roja aguardan el desembarco de un grupo de personas rescatadas. Foto: Alba Feixas
En total fueron 9.430 personas llegadas en patera a Motril, a las que, "sin excepción, se prestó asistencia sanitaria, ya que existe un protocolo para realizar un primer triaje sanitario, persona a persona, una vez éstas abandonan la embarcación que los trae a la dársena motrileña".
Ese protocolo establece un triaje sanitario en el que se divide, sanitariamente, a estas personas en dos grupos:
1. Los que llegan en buen estado de salud, que pasan a disposición policial, según marca la ley de extranjería.
2. Los que necesitan asistencia sanitaria, que pasan a la enfermería donde se les atiende y se registran en unas hojas de evaluación. O necesitan ser trasladados al hospital en ambulancia.
Se presta especial atención a las mujeres embarazadas y menores. Foto: Alba Feixas
Durante el triaje se examinan si tienen quemaduras o se detectan posibles casos de escabiosis, y se les pregunta si tienen algún tipo de dolencia o enfermedad, país de procedencia por si en su país hubiera declarada alguna epidemia, se hace especial hincapié en detectar si las personas son diabéticas y vienen o no con su medicación o si hay personas que traen alguna medicación.
En los casos anteriormente mencionados, estas personas, pasan a la enfermería para ser tratados o trasladado a un hospital si el caso lo requiere. Además, son tratados de forma especial mujeres embarazadas, lactantes, menores de 8 años, personas cuya temperatura es mayor de 37ºC o menor de 33ºC, personas con respiración anormal o deambulación anormal, además de cualquier tipo de patología: esguinces, luxaciones, dolor muscular, cefalea, heridas, náuseas, etc.
