El colegio infantil Eugenia de Montijo solicita al Ayuntamiento y a la junta medidas para paliar los efectos del cambio climático

Laura Camprubí, presidenta de la AMPA del CEIP Eugenia de Montijo, ha alertado este lunes que las condiciones del colegio no están adaptadas al cambio climático que vivimos y que repercute en las tareas docentes a la hora de impartir clase, tanto en invierno como en verano.
“Consideramos necesario, y no es la primera vez que lo demandamos, que se acometan mejoras tanto en la cubierta como en el cambio de ventanas, así como en la climatización del centro. En invierno, algunas aulas son muy frías, y en verano insoportables por las altas temperaturas”, señala la presidenta de la AMPA.
La infraestructura escolar requiere una inversión importante, pero necesaria para garantizar el desarrollo normal de los aspectos docentes en el colegio. En este sentido, las inversiones en este momento supondrían un ahorro energético que en el medio plazo quedarían amortizadas.
“Nuestro centro tiene ya muchos años, y tanto el Ayuntamiento de Granada como la Junta de Andalucía, deben acometer las mejoras precisas, una por ser titular del inmueble, y otra por tener la competencia exclusiva en educación y en mejoras estructurales de estos equipamientos”, apostilla Camprubí.
Desde la AMPA remarcan que desde hace años vienen poniendo de manifiesto las dificultades a las que se enfrenta el centro, motivado por la inestabilidad climática que estamos viviendo y la falta de una correcta planificación o la ausencia de iniciativas (también en la reclamación de fondos europeos que sí están utilizando otras comunidades autónomas).
"Es el alumnado de infantil el que se tiene que quedar en la Biblioteca y el resto se ve constreñido a un espacio de columnas para soltar energía y poder relacionarse con sus iguales, saltar, jugar. Lamentablemente, el espacio de sombra exterior es inexistente”
De hecho, la oportunidad de fondos de carácter nacional de años pasados sirvió para cambiar la climatización y su sustitución por biomasa en colegios municipales de nuestra ciudad, si bien puede no ser la mejor solución dado los niveles de contaminación y las características especiales de la mala calidad del aire de Granada. En este sentido, medidas de aislamiento y de climatización como las placas solares podría ser una solución.
Del mismo modo que la infraestructura necesita una mejora, también se requieren soluciones para el patio y las pistas deportivas. De hecho, se aprovecha un soportal para cuando el alumnado sale del comedor y espera a que sus familias lo recojan, mientras el resto del patio, que destaca por su amplitud, queda inutilizado porque el sol es abrasador.
“Nuestros hijos e hijas ven limitada su actividad. Tanto a la hora de practicar Educación Física, por ejemplo, como a la salida del comedor. Después de toda una jornada aprendiendo en el aula, la salida del comedor es un momento de esparcimiento necesario. Pero normalmente, es el alumnado de infantil el que se tiene que quedar en la Biblioteca y el resto se ve constreñido a un espacio de columnas para soltar energía y poder relacionarse con sus iguales, saltar, jugar. Lamentablemente, el espacio de sombra exterior es inexistente”, se lamenta Camprubí.
Tanto Junta de Andalucía como el Ayuntamiento, tienen que tomar ya medidas provisionales, instalando toldos o lonas para generar espacios de sombra y plantación de arbolado en los espacios donde sea posible
Desde la AMPA son conscientes de que las soluciones estructurales llevan su tiempo, pero mientras se planifica, tanto Junta de Andalucía como el Ayuntamiento, tienen que tomar ya medidas provisionales, instalando toldos o lonas para generar espacios de sombra y plantación de arbolado en los espacios donde sea posible.
También, han querido apremiar a que se adelante el desbroce de las parcelas alrededor del colegio. Ambas son de propiedad municipal, aunque una de ellas está cedida a la Junta de Andalucía. Se trata de dos solares en los que ha crecido la vegetación después de los meses de lluvia que hemos tenido, pero que ahora están completamente secas y un incendio sería peligroso para la seguridad del centro. En este sentido, Camprubí ha insistido en “la necesidad de que se priorice el desbroce de las zonas colindantes a los centros educativos, como es nuestro caso”.