El Ayuntamiento de Granada notifica desde el pasado enero a la Agencia Tributaria las incidencias que detecta en pisos de estudiantes, en una medida con la que busca que los propietarios de esos inmuebles no eludan su responsabilidad y contribuyan a mantener la convivencia.

Lo ha explicado el teniente de alcalde César Díaz, delegado de Seguridad Ciudadana, en una comparecencia en la que ha informado de las actuaciones que lleva a cabo la Policía Local para tratar de hacer frente a la proliferación de estas fiestas y también de botellones, unas actividades que se han incrementado, según ha dicho, a raíz del cierre del ocio nocturno.

La Policía Local de Granada ha intensificado su trabajo para controlar y hacer un seguimiento diario de estas actividades que, ha recordado Díaz, representan un "evidente riesgo de contagio masivo". 

En el caso de las fiestas en pisos, fundamentalmente de estudiantes, ha informado de una iniciativa que se lleva a cabo desde enero y en la que han puesto el acento ahora, que es notificar a Hacienda esas incidencias. De esta manera se identifica al propietario de los inmuebles y la Agencia Tributaria puede comprobar si está cumpliendo con las obligaciones derivadas del arrendamiento del inmueble. Es una llamada de atención a los propietarios de estas viviendas para que se hagan responsables de garantizar la convivencia. 

Las fiestas no son el único quebradero de cabeza en estas fechas. También los botellones. Según Díaz, la Policía Local tiene localizados casi cuarenta puntos habituales en los que se celebra esta actividad, que está prohibida y que, con la pandemia, se persigue especialmente al ser un foco de contagio.

Así, en el Alto Albaicín hay seis emplazamientos; once en el Bajo Albaicín; tres en el Barranco del Abogado; cuatro en el Realejo; y una docena en el Centro.

La Policía Local, que ha intensificado su presencia para controlarlos incluso vestidos de paisano, cuenta desde el pasado lunes con la ayuda del Cuerpo Superior de Policía, tras una reunión con la Subdelegación del Gobierno, según ha detallado el concejal, que ha hecho hincapié en la colaboración institucional.

Ha advertido a los jóvenes de que este tipo de actividades conllevan multas: hasta 400 euros por personas en el caso de las fiestas; 150 por practicar botellón; 100 por no llevar la mascarilla; otros 100 por fumar sin guardar la distancia; y en el caso de los locales, hasta 750 euros.

Desde "el inicio de la nueva normalidad", los agentes han impuesto 605 denuncias por botellón -232 en julio, 118 en agosto y 254 en septiembre-. Además ha mencionado 1.205 denuncias relacionadas con el uso de mascarilla. 

En cuanto a los establecimientos, la Policía Local controla una media de 200 al día. Hay ya 53 denuncias por incumplimiento de horarios; 12 por licencias que no estaban en orden; y 7 por exceso de aforo. 

El concejal ha apelado a la responsabilidad de la ciudadanía. "En esta guerra no podemos tener a un policía local detrás de cada uno", ha asegurado para reclamar responsabilidad.