La revisión de los elementos eléctricos conllevará la ampliación de zonas de 'prioridad peatonal'

La capital modificará la ordenanza sobre ciclistas para regular la circulación de monopatines, ‘segways’ o monociclos

Ciudadanía - IndeGranada - Sábado, 29 de Septiembre de 2018
En el primer acuerdo plenario por unanimidad de todos los grupos desde hace meses, el Ayuntamiento de Granada modificará la ordenanza municipal sobre ciclistas para regular la circulación de elementos de propulsión eléctrica que proliferan en la ciudad, como monopatines, ‘segways’ o monociclos y se compromete en la revisión a ampliar las zonas de prioridad para uso exclusivo de los peatones.
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El acuerdo sobre los vehículos de movilidad personal (VMP) de propulsión eléctrica fue suscrito en una declaración institucional, aprobada en el pleno celebrado este viernes, en la que descarta una ordenanza específica para incluirlos en la ya existente Ordenanza Municipal de Circulación de Peatones y Ciclistas, “con el objetivo de adaptarlas a las nuevas formas de movilidad que intentan prosperar en la ciudad”.

Esta revisión, según la declaración institucional, deberá incluir la “catalogación de este tipo de vehículos de propulsión eléctrica, según sus características técnicas, promoviendo su uso frente al coche privado y dando prioridad todos aquellos elementos móviles más vulnerables, según la calzada, tipo de vía, acera o espacios comunes”.

Además, la incluirá la “necesidad de solicitar licencia municipal” para aquellas empresas dedicadas al alquiler de VMP.

El acuerdo establece que, junto a la Jefatura de la Policía Local, se proceda a la “revisión y ampliación de las vías pacificadas y de prioridad peatonal”, especialmente, “en determinados distritos donde la concurrencia de estos elementos sea mayor especialmente por su uso por empresas turísticas o limitando su uso en ellas, de forma que facilite la convivencia vecinal”.

Y un reto elevado: “La elaboración de un mapa de rutas para facilitar la elección de recorridos que atiendan a la eficacia del tráfico y la promoción de este tipo de vehículos frente al coche privado para los itinerarios más frecuentes en uso diario, y la posibilidad de realizar el itinerario completo al trabajo o quehaceres diarios”.

Así como también, “la puesta en marcha en la página web del Ayuntamiento de un planeador de rutas y estudiar la viabilidad de disponer de una aplicación municipal para dispositivos móviles para poner dichas rutas a disposición de los usuarios”.

“La regulación del uso de estos elementos -subraya el acuerdo- no solo preservará la seguridad de sus usuarios y de los vecinos de Granada, sino que facilitará la convivencia con el resto de elementos móviles que conforman el tráfico y con esta alternativa también estaremos promoviendo la sustitución del coche privado”.

‘Han venido para quedarse’

La declaración justifica el compromiso municipal de regulación ante la proliferación de estos elementos, que pueden alcanzar hasta los 30 kilómetros por hora, que “han venido para quedarse e integrarse en la movilidad de la ciudad”.

Tras señalar que muchos lo usan “como alternativa al coche o al transporte colectivo y por empresas turísticas, hay otro tipo de vehículos conducidos por una persona, “pensados para el transporte de pequeñas mercancías”, pero admiten que “todos quedan fuera de normativa”.

Y a este respecto, señala que “no es razonable”, lógicamente, que sean “considerados peatones, debido a la velocidad” y los de transporte, “tampoco como bicicletas debido al peso y las dimensiones”.

“Pero tampoco es razonable considerarlos vehículos a motor”, porque, para empezar, “ni siquiera son construidos siguiendo la homologación necesaria para estos vehículos”, ni es obligatorio que dispongan de “permiso de circulación o póliza”, ni que sus conductores deban poseer un carné específico que les habilite para circular.

Y advierte de la dificultad de señalizar sus maniobras, puesto que carecen de señalización óptica, lo que “puede añadir un peligro por la actuación negligente del usuario o bien por falta de una normativa”.

A la espera de que la Dirección General de Tráfico regule estos vehículos, el organismo emplaza a los ayuntamientos a su regulación, por lo que la capital procede a cumplir el mandato.