Este proyecto se enmarca dentro de la Estrategia Provincial de la Igualdad de Género 2016/18 de la Diputación de Granada cuyos objetivos son la modificación de estereotipos y roles de género, así como formar, difundir y favorecer nuevos modelos no discriminatorios hacia mujeres y hombres.

 

La finalidad que persigue esta campaña es la de reflexionar con niños y niñas, con profesores y familias sobre el consumo, la violencia y el sexismo; fomentar una educación basada en la igualdad real entre hombres y mujeres, desmontar estereotipos y promover un cambio de valores que generen futuros comportamientos no violentos e igualitarios. 

 

La primera de las actividades que ha preparado la Diputación ha sido la creación de  un taller de trabajo con  niñas y niños donde se analizarán de manera lúdica los juegos, juguetes, el uso que le damos y los estereotipos de género que nos transmiten, buscando nuevas alternativas y en la que ellos los niños y niñas podrán crear juguetes alternativos que se mostrarán  en una exposición. Este programa, se complementa con dos actividades más, una charla informativa con las familias del alumnado y por último, se distribuirán folletos con información sobre buenas prácticas relativas al juego, dirigidos al profesorado y a las familias.

 

La diputada de Igualdad y Juventud, Irene Justo, ha remarcado que lo realmente importante es jugar, no los juguetes con los que se juega, “los niños y niñas necesitan jugar para aprender porque jugando es como se aprenden comportamientos, valores y habilidades  pero en esta sociedad de consumo en la que vivimos,  hay que saber escoger qué juguetes favorecen los gustos individuales, qué valores queremos transmitirles y sobre todo enseñarles que se pueden divertir con juegos que apoyen la afectividad y el respeto a la diferencia y les ayude a despertar su imaginación y su creatividad”.

 

El proyecto, que complementa el programa permanente de “Educación para la Igualdad” se desarrolla en los diferentes municipios de la provincia sobre todo en aquellos centros educativos situados en los núcleos más pequeños, que por el bajo índice de población se agrupan, en la mayoría de los casos, en aulas unitarias. En esta edición, los  alumnos de los Colegios Públicos Rurales  en los que se pone en marcha son: el “Ruiz Carvajal” de Moraleda de Zafayona, el Turro y Cacín; “Aguas Blancas” de Quéntar; “Giblato” de Riofrío y Fuentecamacho; ”Parapanda” de Escóznar, Obéilar y Brácana y el colegio “Fuente de la Reina” de El Jau, Romilla y Pedro Ruiz.