Arenas y Güevéjar, los pueblos que el terremoto cambió de lugar
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El temblor de tierra -1884- que causó más muertes y destrucción de la historia reciente española obligó a cambiar de lugar a estos dos pueblos y construir barrios enteros en varios más
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Se cumplen 130 años de la creación de estas las nuevas poblaciones, levantadas con 739 casas en tiempo récord de dos años
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Esta semana dos pequeños seísmos recordaron en la zona que es un punto de actividad sísmica. El diputado de Ciudadanos por Granada, Luis Salvador, ha pedido en el Congreso que se actualice el Plan Nacional de Sismicidad
Arenas, reducida a escombros. Estas dos instantáneas describen muy gráficamente el estado en que quedó la localidad de Arenas, prácticamente destruida. El edificio que sobresale era la iglesia mudéjar; estaba situada en un extremo de la plaza. Todos los edificios de sus alrededores quedaron reducidos a escombros. El cura salvó la vida; gracias a él tenemos una relación detallada de todas las víctimas mortales, con sus edades y oficios. Hubo casos en que murieron hasta cinco miembros de la familia dentro de un hogar. Había una era grande a las afueras en la que celebraban fiesta de Navidad; eso hizo que no pereciesen más. La otra foto es de la calle Mayor, en la que resistieron a medias tres o cuatro casas.Llegó dinero desde todos los puntos de España y del mundo, de manera que en menos de dos años habían sido levantadas nuevas viviendas para todos los afectados. Los casos más graves fueron los de Arenas de Alhama (después llamada Del Rey, por la ayuda de Alfonso XII) y Güevéjar, que debieron de cambiar sus ubicaciones unos centenares de metros; Alhama, Ventas de Zafarraya y Albuñuelas construyeron nuevos barrios.
Nevadas y aguaceros. En esta fotografía vemos los daños del terremoto en la calle Humilladero de Alhama. Pero también la nevada que cubre los escombros. Un temporal de nieve y lluvia empeoró la situación en las siguientes semanas. La ayuda desde Granada se veía dificultada por la ausencia de puentes para llegar a la comarca, sobre todo con maderas para fabricar casetas. Los hombres –con el traje típico de la época, con catite sobre la cabeza- se ponían al sol para entrar en calor.
Chozas provisionales. Era pleno invierno, con un frío intenso y temporales. La gente se cobijaba en chozas fabricadas con troncos y recubiertas de ramas, esparto y paja. También improvisaron varias iglesias, ermitas, hospitales y ayuntamientos. Tres meses después comenzaron a llegar maderos desde Granada con los que fabricaron cabañas provisionales. Así estuvieron viviendo durante casi dos años, hasta que a finales de 1887 estuvieron acabadas todas las nuevas viviendas. En las fotos vemos a una familia en la puerta de su choza en Albuñuelas; al alcalde de Játar y al cura del pueblo posando en la puerta de la cabaña del primero; y a la feligresía de Játar en torno al altar improvisado.
Tierra deslizante en Güevéjar. La ladera sobre la que se asentaba el antiguo poblado de Güevéjar (más cerca de Nívar y Cogollos que ahora) ya se había deslizado en 1755, con motivo del terremoto de Lisboa. El 25 de diciembre de 1884 se puso a andar de nuevo, abrió grietas enormes que destruyeron el centenar de casas que tenía la aldea. El río Bermejo cambió su cauce y se formó una laguna. La capa de greda sobre la que se asentaba y la pronunciada pendiente se llevaron las casas ladera abajo. El terremoto no causó ninguna víctima mortal, pero el pueblo hubo que construirlo de nuevo en el lugar actual. Las malas comunicaciones del momento impidieron que la tragedia se conociera con rapidez. La ayuda tardó en llegar. Y fue gracias a la campaña del entonces director del Defensor de Granada, Luis Seco de Lucena. Cuando varios días después se tuvo conciencia de la magnitud de los daños, hasta el mismísimo rey Alfonso XII encabezó un recorrido por la comarca y una cuestación para ayudar a la reconstrucción. Todo el mundo se rascó el bolsillo en la medida de sus posibilidades. A la calamidad sísmica se unió un frío temporal de agua y nieve que empeoró la situación.
Arenas, el pueblo más afectado
Un poblado de chozas. La población de Arenas entera se fue a vivir a chozas de ramas. En las eras y ejidos nació un poblado entero, con corrales incluidos para el ganado. Allí pasaron en primer invierno. Esperaban la llegada de la ayuda y el comienzo de la construcción del nuevo pueblo justo en la ladera de enfrente, al otro lado del río Játar.La población más afectada con relación a su censo de habitantes fue Arenas de Alhama: 135 fallecidos y 253 heridos entre sus 1.366 almas. Este pueblo quedó prácticamente derruido. Se achacó a estar situado en el epicentro del sismo, pero también a la mala construcción de las edificaciones.
La población más afectada con relación a su censo de habitantes fue Arenas de Alhama: 135 fallecidos y 253 heridos entre sus 1.366 almas. Este pueblo quedó prácticamente derruido. Se achacó a estar situado en el epicentro del sismo, pero también a la mala construcción de las edificaciones.
Pueblo destruido-Pueblo construido. Planos de pueblos destruidos y pueblos nuevos. En estos planos se pueden apreciar los casos viejos de los municipios y barrios destruidos por el terremoto de 1884 y los lugares donde fueron levantados de nuevo o construidos barrios nuevos para albergar a la población que se quedó sin vivienda.
La comisión geológica tomó la decisión de abandonar las ruinas del antiquísimo pueblo de origen musulmán y levantarlo de nuevo en lugar más seguro. Eligieron un lugar en la umbría del enfrente, a unos quinientos metros, al otro lado del río Játar. Allí levantaron una población en forma de retícula cuadrada, con casas de traza muy similares, todas de dos plantas. En ellas se ubicaron los supervivientes. También fue erigida una iglesia y el ayuntamiento. Hay que hacer constar que el Ayuntamiento de Barcelona pagó más del 25 por ciento de las nuevas casas, en total 220.
En Alhama los daños fueron los más importantes, tanto en víctimas como en casas derruidas. Pero es que esta ciudad capital de comarca concentraba una población de 7.758 personas. También fue necesario construir un barrio entero en la parte baja para albergar a quienes se quedaron sin casa. En Alhama fueron construidas 227 casas, también en tiempo récord.
Alhama moderna. Nuevo barrio, de 227 casas, construido en Alhama, en la parte baja junto a la carretera de Loja. En el centro, frente a la iglesia del barrio, fue erigido un monumento a la solidaridad con la estatua del rey Alfonso XII en su centro.El tercer pueblo más afectado, tanto en daños personales como viviendas, fue Albuñuelas. Aquí hubo que construir 66 casas que conformaron un nuevo barrio alejado del centro histórico.
El extraño caso de Güevéjar
Güevéjar fue un caso aparte. Este pueblo está un tanto alejado del epicentro del terremoto de 1884 y, en principio, no contabilizó muerte ni herido alguno. Tampoco hundimiento de viviendas. Pero poco después, la tierra comenzó a abrir grietas y deslizarse ladera abajo en dirección al río Bermejo o Cogollos. Hasta acabar hundiendo casi todas las edificaciones. La decisión final fue levantar un nuevo Güevéjar en la otra cara del castillo de Nívar, mirando más hacia Granada, donde está actualmente. La población tenía en 1884 alrededor de un centenar de casas en las que vivían 586 personas.
Nuevo Arenas (del Rey). Esta foto está tomada poco después de 1887, cuando Arenas del Rey, recién levantado al otro lado del río Játar, fue una realidad. Era (y sigue siendo) un pueblo rectangular, de 220 casas y poco más de mil vecinos. Llevaron agua con una acequia; a pesar de ello, las mujeres mantenían la costumbre de bajar a lavar y tender junto al río (zona hoy convertida en cola del embalse de los Bermejales). Los terrenos sobre los que se levanta el nuevo Arenas fueron prácticamente donados por dos vecinos.
Volvía a repetirse la historia de un siglo y cuarto atrás, es decir, del terremoto de Lisboa de 1755. Todo el mundo en Güevéjar parecía haberse olvidado ya de que tiempo atrás su pueblo había comenzado a andar tras la sacudida de Lisboa: este pueblo estaba situado a casi 600 kilómetros de distancia de la capital lusa. Lo que ocurría era que el antiguo Güevéjar estaba ubicado en la ladera izquierda del rio Bermejo, sobre una capa de greda. El 1 de noviembre de 1755 el pueblo y sus olivares se desplazaron varios metros hacia abajo, dejándolo medio derruido. De los 323 vecinos que lo habitaban en setenta casas, sólo cinco familias se quedaron; los demás se repartieron entre los pueblos limítrofes. Poco a poco, cuando la tierra dejó de moverse, regresaron y rehicieron vidas y viviendas. Pero nunca pensaron que la historia volvería a repetirse 129 años después (curiosamente, los ciclos sísmicos devastadores del Sureste español suelen aproximarse a esa frecuencia temporal).
Nuevo Güevéjar. Iglesia de Güevéjar y las casas limítrofes. Es la que hoy preside la plaza principal del nuevo pueblo, donde también está el ayuntamiento. Esta población fue construida ex novo a partir del terremoto de 1884. Se encuentra en terreno más bajo y en la vertiente contraria al río Bermejo. En la primera fase, las necesidades para cobijar a la población se fijaron en 130 casas nuevas.
Reparto de las ayudas (Tabla IV). En este listado figuran las cantidades recibidas para la construcción/reparación de pueblos y daños. Las poblaciones más afectadas se ve que fueron Alhama, Arenas, Güevéjar, Albuñueñas, Zafarraya, Periana… Hubo casos en que se sobredimensionaron los desperfectos y otros en los que se quedaron cortos.
En el epicentro del peligro. (a-b.) En estos dos mapas extraídos de la web del Instituto Geográfico Nacional se aprecia cómo en la zona montañosa coincidente con el Sureste de España (desde Murcia a Málaga, con centro de Granada) es donde mayor peligrosidad han presentado los terremotos en los últimos cinco siglos. Aunque en realidad se podría ampliar a toda la historia conocida. Es el lugar donde las presiones de las placas tectónicas africana y europea son mayores. También donde se han registrado los mayores cambios orográficos provocados por los terremotos (grietas, surtidores, derrumbes, deslizamientos, secado de fuentes, etc). Se ve perfectamente el enjambre de sismos y sus distintas intensidades, sobre todo con hipocentro entre 10 y 50 kilómetros.
FUENTES Y MÁS INFORMACIÓN. La magnitud del terremoto de 1884 ha propiciado infinidad de estudios, literatura y fotografías. Prácticamente todos los grandes fotógrafos de la época y de los periódicos nacionales se desplazaron a la comarca para levantar fe literaria y gráfica. Los efectos de este sismo fueron muy fotografiados y, por tanto, existen bastantes colecciones gráficas. Para este reportaje hemos tomado fotos de varias fuentes: Colección Heliográfica de Luis Tasso Sierra; Leonardo Camps; J. Laurent, etc.
Hemos tomado datos de varios informes-libros, de los cuales recomendamos los siguientes:
El terremoto de Andalucía de 25 de diciembre de 1884, Instituto Geográfico Nacional, 1980
Los terremotos de 1884, Arenas del Rey y Seco de Lucena, Andrés García Maldonado.
Los efectos en España del Terremoto de Lisboa, Instituto Geográfico Nacional
Los estudios de sismicidad histórica de Andalucía, Manuel Espinar Moreno.
El Terremoto de Alhama de Granada de 1884 y su impacto, Francisco Vidal Sánchez, 2011