La Junta de Gobierno Local ha aprobado este viernes el avance del Plan Especial de Protección y Catálogo del Albaicín y Sacromonte. Es un paso más en el camino iniciado por el gobierno local socialista para actualizar la normativa urbanística de estos espacios históricos, en vigor desde 1991. En todo este tiempo ha cambiado la realidad del barrio sin que se afrontara la aprobación de un nuevo plan, optando por un goteo de modificaciones puntuales de la norma. 

De ahí que el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Fernández Madrid, haya destacado el trabajo elaborado, que es un punto de partida de cara a la elaboración futura de un nuevo plan. De momento lo que se ha recogido es una fotografía fija y "real" del barrio. Hay inmuebles que no figuraban antes, reformas efectuadas en otros que no venían recogida en el anterior plan, también cambios de uso porque el hotelero ha comido terreno al residencial. Detalla la catalogación de 3.000 parcelas, volúmenes, estado de conservación y uso de las edificaciones e infraestructuras del barrio. También un inventario de propiedades y dotaciones públicas

Todo eso se recoge en este documento que ahora se da a conocer para abrir un periodo de participación. El objetivo es recoger sugerencias de colectivos vecinales, empresariales e instituciones. 

El gobierno local parte de la premisa de mantener un "Albaicín vivo", con una apuesta por "mantener la catalogación existente. 

con el que el equipo de gobierno establece “una fotografía real del barrio” a partir de la que ahora abre un periodo de participación vecinal, social e institucional para establecer un documento dirigido a mantener  un “Albaicín vivo, seña de identidad de Granada, con una apuesta clara por mantener la catalogación existente". "Apostamos, claramente, por la conservación de las edificaciones y elementos urbanos existentes, ya que no vamos a permitir que se siga perdiendo catalogáción", ha apuntado el concejal. 

Entre los objetivos que establece el avance aprobado, ha destacado la eliminación de los elementos discordantes existentes en el barrio; la protección del patrimonio arqueológico, a través de una nueva normativa y catalogación de los restos existentes, y la prioridad de los usos tradicionales residenciales en el barrio, frente a otros, como el turístico y hotelero,  para lo que ha anunciado, "el establecimiento de fórmulas que pongan freno a los intereses hosteleros o turísticos". 

El Plan Especial de Protección del Albaicín y Sacromonte está vigente desde 1991. Muchas de sus directrices se han incumplido, según ha recordado el concejal, quien ha aclarado que este avance no es el modelo urbanístico que propone el gobierno local, sino "una foto fija de la realidad", que debe ahora recoger las sugerencias. Se hará durante un periodo de tres meses.