'Porridge Radio se han cansado de estar tristes'

Blog - Un blog para melómanos - Jesús Martínez Sevilla - Miércoles, 27 de Noviembre de 2024
Portada de 'Clouds In The Sky They Will Always Be There For Me', de Porridge Radio-
Discos Marcapasos.
Portada de 'Clouds In The Sky They Will Always Be There For Me', de Porridge Radio-

Como crítico musical, me precio de tener un gusto muy amplio y desprejuiciado. Da igual el género, el origen geográfico, el tipo de instrumentación: en principio, casi cualquier cosa puede gustarme, y trato de juzgar cada canción o disco o artista que escucho según sus propios estándares y méritos. Incluso cuando algo no me gusta, y especialmente si a mucha otra gente sí que le gusta, me interesa más entender por qué puede ocurrir eso que cebarme con los defectos de la música en cuestión o tachar a quienes opinan diferente de mí de esto o aquello. Dicho lo cual, la cabra tira al monte: como todo el mundo tengo mis sesgos, mis géneros y sonidos favoritos, aquello que mejor me entra y que más me apetece escuchar. En mi caso, tengo bastante comprobado que el indie rock tristón en inglés me atrapa con más facilidad que cualquier otro tipo de música; será cosa de haber escuchado tanto a Radiohead, o quizás me gusta tanto Radiohead porque me puede ese mood.

El caso es que, a lo largo de este otoño, aunque puedan haber salido discos más interesantes en algunos sentidos (más originales, más ingeniosos, más valientes), me he encontrado con que volvía una y otra vez al cuarto álbum de estudio de los británicos Porridge Radio, 'Clouds In The Sky They Will Always Be There For Me'

El caso es que, a lo largo de este otoño, aunque puedan haber salido discos más interesantes en algunos sentidos (más originales, más ingeniosos, más valientes), me he encontrado con que volvía una y otra vez al cuarto álbum de estudio de los británicos Porridge Radio, Clouds In The Sky They Will Always Be There For Me. Si bien había oído hablar del grupo con anterioridad, realmente los descubrí en el Canela Party 2023, donde me impresionaron lo cuidado de la propuesta sonora, la calidad de las composiciones y, sobre todo, la fuerza de Dana Margolin, cantante, compositora, guitarrista y frontwoman de la banda. Su capacidad para transmitir emoción en todas esas funciones es lo que realmente me enganchó de ellos, y su anterior LP, Waterslide, Diving Board, Ladder to the Sky (2022), se ha convertido en parte habitual de mi dieta musical. Y ya digo que no es que hagan nada rompedor: mi amigo Joserto los definió en aquel concierto como Pitchfork-core, y en efecto es el tipo de grupo que, a mediados de los 2000, habría coleccionado nombramientos de Best New Music (se los suele comparar con Courtney Barnett, y aunque Margolin es mucho más enérgica, sí que comparten algo del sonido). La cuestión es que eso que hacen, lo hacen con convicción y cuidando los detalles.

En ocasiones canta con una desnudez y una limpieza desarmantes, como en el inicio de “Sleeptalker” o el de “Wednesday”. Otras veces, aúlla hasta incluso provocar que la grabación se sature: el momento del clipping vocal en “Lavender, Raspberries” es estremecedor

Este cuarto álbum, por ejemplo, se abre a la perfección, con una “Anybody” que pasa poco a poco de lo atmosférico a la rabia, sacudiendo al oyente con la impotencia de ese “I'm trying to reach you” repetido una y otra vez. Se introducen así los temas recurrentes del álbum: un amor frustrado y frustrante que, unido al cansancio acumulado en los frenéticos diez años de carrera de Porridge Radio, acaba llevando a Margolin a una búsqueda interior para comprenderse mejor, reconciliarse consigo misma y reconectar con lo que le apasiona. Para explorar todo esto, la de Brighton emplea registros vocales y líricos diversos. En ocasiones canta con una desnudez y una limpieza desarmantes, como en el inicio de “Sleeptalker” o el de “Wednesday”. Otras veces, aúlla hasta incluso provocar que la grabación se sature: el momento del clipping vocal en “Lavender, Raspberries” es estremecedor. Esta canción (qu es de las mejores del álbum) es también un buen ejemplo del registro más metafórico y casi onírico de las letras de Margolin: imágenes como las de la estrofa “I draw a line from my head to the ceiling/I draw a line from my head to the sky/I am a puppet, the clouds they all sing to me/I am the asphalt, I'll never die” tienen una enorme fuerza expresiva, a la que ayuda esa forma de cantar tan impetuosa.

En cualquier caso, la capacidad del grupo para acompañar estos distintos estilos de Margolin es otra de las fortalezas del disco: ese momento de confrontación más prosaico viene de la mano de un instrumental más rockero (y, por desgracia, algo sucio y torpe en cuanto a la mezcla, sobre todo en el estribillo)

Quizás la imagen de este tipo más repetida sea la de un pájaro, especialmente una golondrina (swallow), que representa ese amor escurridizo, ansiado pero también exasperante, que persigue a y es perseguido por Margolin a lo largo del tracklist. Otras veces, sus letras son más directas y descriptivas, aunque no por ellos menos vívidas. En “God of Everything Else”, enfrenta con firmeza a ese ya ex-amante y le dice a las claras que el problema en la relación no era la personalidad de ella, sino la cobardía de él (“A year wishing I was somebody else/You always said that I'm too intense/It's not that I'm too much/You just don't have the guts”). En cualquier caso, la capacidad del grupo para acompañar estos distintos estilos de Margolin es otra de las fortalezas del disco: ese momento de confrontación más prosaico viene de la mano de un instrumental más rockero (y, por desgracia, algo sucio y torpe en cuanto a la mezcla, sobre todo en el estribillo), mientras que una canción como “In a Dream I'm a Painting” comienza generando esa sensación de ligereza y surrealismo de los sueños gracias a su extraña percusión, los sencillos y acogedores sintes y el elástico bajo.

Quizás la canción que mejor combina todos estos estilos sea “You Will Come Home”, que tiene un desarrollo perfecto, de esos que encandila por completo en cada pequeño giro instrumental, gracias también a una melodía vocal discreta pero muy efectiva

Quizás la canción que mejor combina todos estos estilos sea “You Will Come Home”, que tiene un desarrollo perfecto, de esos que encandila por completo en cada pequeño giro instrumental, gracias también a una melodía vocal discreta pero muy efectiva. Con todo, el tracklist se desinfla bastante cuando se acerca el final: “I Got Lost” es una pequeña composición bastante linda, pero también bastante intrascendente, cuya presentación no termina de elevarla; mientras que “Pieces of Heaven” repite su arpegio de guitarra hasta el aburrimiento, en un desarrollo demasiado plano y desganado, que quizás pretende reflejar el cansancio del que habla la letra, pero no consigue hacer nada interesante con ello. Por fortuna, el cierre del disco recupera la energía perdida: “Sick of the Blues” es una celebración agridulce, una afirmación (“I'm sick of the blues/I'm in love with my life again”) que más bien suena como una decisión, una promesa a sí misma de dejar de buscar a ese amor/pájaro que se fue volando. Las furiosas guitarras eléctricas simbolizan la lucha por romper ese hechizo, y el breve pasaje final, con el sonido tan cálido y jazzy de la trompeta, el bajo y la batería, parece representar el éxito en ese propósito.

Y es de celebrar que Margolin se encuentre mejor; más aún si, para ello, ha creado este estupendo disco

Y es de celebrar que Margolin se encuentre mejor; más aún si, para ello, ha creado este estupendo disco.  Un trabajo cargado de emociones intensas, pero que se cuecen a fuego lento, y que es casi tan adictivo y magnético como esa relación cuya disolución relata. Al menos si, como yo, tienes gusto por el indie tristón o, mejor dicho, que quiere dejar de estar triste.

Puntuación: 8/10

Imagen de Jesús Martínez Sevilla

(Osuna, 1992) Ursaonense de nacimiento, granaíno de toda la vida. Doctor por la Universidad de Granada, estudia la salud mental desde perspectivas despatologizadoras y transformadoras. Aficionado a la música desde la adolescencia, siempre está investigando nuevos grupos y sonidos. Contacto: jesus.martinez.sevilla@gmail.com