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'Un jilguero ante un Dóberman'

Blog - El ojo distraído - Jesús Toral - Viernes, 13 de Enero de 2023
Repostaje en una gasolinera.
D.ZORRAKINO/EP
Repostaje en una gasolinera.

¿Soy el único que se siente un jilguero frente a un Dóberman en este momento de nuestra historia? Con la llegada del nuevo año, nos informan de que entre 3.000 y 5.000 productos de los supermercados nos van a salir más baratos porque se ha reducido o eliminado su IVA, pero no se tiene en cuenta la subida de precios correspondiente al nuevo calendario, después de los sucesivos incrementos a lo largo del año pasado, de manera que cuando vas a la tienda, compruebas que la cesta de la compra te acaba saliendo al mismo precio que hace unas semanas, antes de la publicitada rebaja. Se supone que esa reducción de impuestos es una medida del Gobierno para evitar el empobrecimiento de las familias más vulnerables, pero al establecerla en los productos directamente se está favoreciendo, en teoría, a todos los usuarios: ricos y pobres; repito, en teoría, porque en la práctica a quienes está beneficiando especialmente es a los propietarios de los grandes supermercados, que son los que siguen creciendo su volumen de ganancia en proporción, mientras que el resto de la población continúa en caída libre porque no puede asumir el coste de semejante subida de costes en los productos del hogar.

...conclusión: gastamos más y nos hacen creer que es necesario retirar las ayudas porque ya no está caro el carburante

Es algo semejante a lo que ha sucedido con la gasolina: nos han reducido 20 céntimos por litro a todos los clientes con vehículos, tanto a las fortunas más importantes del país como al ciudadano que a diario ha de coger el coche para ir a trabajar a una hora de su domicilio. Y después de que el  precio casi se duplicara en unos meses, comienza a bajar y nos hacen creer que llega a costar menos que antes del inicio de la subida, pese a que hoy pagamos una media de 1,70 y 1,63 euros por el gasoil y la gasolina sin plomo, respectivamente, mientras que hace un año exacto, después de sufrir una subida en 2021 de un 24%, pagábamos a 1,39 y a 1,51, el gasoil y la gasolina sin plomo, conclusión: gastamos más y nos hacen creer que es necesario retirar las ayudas porque ya no está caro el carburante.

Y mientras esto se produce, obviamente, en un año electoral en el que tratan de hacernos la pelota para convencernos de que no estamos tan mal, el IPC ha subido hasta límites desconocidos

Y mientras esto se produce, obviamente, en un año electoral en el que tratan de hacernos la pelota para convencernos de que no estamos tan mal, el IPC ha subido hasta límites desconocidos y los sueldos no pueden llegar a ese porcentaje, excepto para los pensionistas, ni en las empresas públicas ni en las privadas, así que, una vez más, veremos cómo el ligero incremento en el salario a fin de mes en el caso de los afortunados a los que les toque, se puede considerar como un acto heroico del jefe en un momento en el que se comprende que no lo haga, aunque eso suponga que los ciudadanos somos cada año más pobres. Mercadona se lamenta de haber obtenido solo 543 millones de beneficio en el último año, cuando estaba acostumbrado a rondar los 700, pero sigue siendo una cifra abultada a pesar de las quejas de su propietario; Lidl ha anunciado ya que el balance de 2022 conllevará un mayor beneficio que el año anterior; Carrefour, como primera cadena de supermercados en España, también ha crecido, y aunque es cierto que todas ellas están resentidas, no es equiparable a la pérdida de capacidad adquisitiva de la población española; es decir, ellos ceden un euro, al tiempo que nosotros descontamos diez.

La era post pandémica está conformando un mundo nuevo, en el que las diferencias entre las grandes fortunas y el resto de la población se incrementan y eso les permite decidir qué sectores emergen, qué grupos de población sobran y cuáles otros se necesitan para lo que se aproxima

La era post pandémica está conformando un mundo nuevo, en el que las diferencias entre las grandes fortunas y el resto de la población se incrementan y eso les permite decidir qué sectores emergen, qué grupos de población sobran y cuáles otros se necesitan para lo que se aproxima. Si en 2022 empezamos a comprar masivamente por internet, incluso empezamos a adquirir alimentos, algo a lo que éramos reacios, pronto llegará la elección de productos frescos por la misma vía. Todavía nos cuesta hacerlo, pero acabaremos cayendo en ello, como en todo lo demás, y poco a poco nos haremos con hortalizas, frutas, verduras, carne o pescado, que llegarán a nuestros hogares sin movernos, sin levantarnos del sofá, simplemente accionando una tecla de nuestro ordenador o del móvil, que nos permitirá seleccionar lo que deseemos. ¿Y esto será malo? No necesariamente, pero sí incurrirá en un mayor aislamiento social de las personas que trabajan en casa, una merma de nuestra capacidad comparativa, porque no veremos los productos frente a nosotros hasta que no los recibamos y una pérdida de puestos de trabajo en las grandes superficies comerciales, que no se reciclarán fácilmente en otros sectores laborales.

Nos abocan a un mundo de control, de mentiras solapadas, de medias verdades, de sufrimiento encubierto, de sustitución de máquinas por personas sin que sus beneficios repercutan a la sociedad entera sino más bien a los privilegiados pagadores de la materialización de estas ideas

Nos abocan a un mundo de control, de mentiras solapadas, de medias verdades, de sufrimiento encubierto, de sustitución de máquinas por personas sin que sus beneficios repercutan a la sociedad entera sino más bien a los privilegiados pagadores de la materialización de estas ideas. Afortunadamente, estos todopoderosos no cuentan con que el ser humano siempre es capaz de emerger y superarse, de sobrevivir, de defenderse cuando se siente atacado y está cargado de un poder que terminará ejerciendo frente a aquellos que pretenden escatimárselo. Quizás seamos inocentes, cándidos, pajarillos indefensos, pero también nos podemos convertir en tigres al instante, solo es necesario que nos incentiven lo suficiente, que nos sigan robando el aire hasta que apenas nos queden una bocanadas y entonces, saltaremos del agua hirviendo y reclamaremos aquello que es nuestro.

 

Imagen de Jesús Toral

Nací en Ordizia (Guipúzcoa) porque allí emigraron mis padres desde Andalucía y después de colaborar con periódicos, radios y agencias vascas, me marché a la aventura, a Madrid. Estuve vinculado a revistas de informática y economía antes de aceptar el reto de ser redactor de informativos de Telecinco Granada. Pasé por Tesis y La Odisea del voluntariado, en Canal 2 Andalucía, volví a la capital de la Alhambra para trabajar en Mira Televisión, antes de regresar a Canal Sur Televisión (Andalucía Directo, Tiene arreglo, La Mañana tiene arreglo y A Diario).