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Eufrasio Martínez, el periodista que cambió la pluma por el fusil para defender la legalidad de la República

Blog - Foro de la Memoria - Paco Vigueras - Sábado, 18 de Mayo de 2019
La historia de un hombre que supo responder al momento histórico que le tocó vivir, pasando de la redacción a la trinchera. Un hombre excepcional, rescatado del olvido para ocupar el lugar que se merece en la memoria de nuestra ciudad.
Eufrasio Martínez con su segunda mujer, tras casarse en segundas nupcias, en Barcelona.
Fotos cedidas por Antonio Martínez Maldonado
Eufrasio Martínez con su segunda mujer, tras casarse en segundas nupcias, en Barcelona.
Paco Vigueras, periodista, y portavoz de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación, nos ofrece una espléndida y necesaria semblaza del periodista deportivo Eufrasio Martínez, la historia del periodista que defendió con la pluma el deporte granadino y con el fusil la legalidad democrática de la República. Una historia que permanecía oculta y merecía ser contada, que incluye una justa reivindicacion justa, el nombre de una calle en Granada que aunque la tiene en el Zaidín, vecinos han colocado una segunda placa con otro nombre.

Eufrasio Martínez, popularmente conocido como Martinenc, nació en el pueblo jiennense de Cambil en 1989, el mismo año que Federico García Lorca. Estudió Derecho en la Universidad de Granada y trabajó como funcionario en el Ayuntamiento, pero su verdadera vocación fue el periodismo. Perteneció a una generación de periodistas que escribieron las páginas más apasionantes y estremecedoras de nuestra historia reciente. Se especializó en periodismo deportivo y formó parte del equipo redactor de El Defensor de Granada, que fundó en 1880 el también ilustre periodista, Luis Seco de Lucena



 Eufrasio fue estudiante de Derecho, antes de descubrir el periodismo, su verdadera vocación.

Sin embargo, fue en la etapa republicana de El Defensor (1924-1936), que dirigió su gran amigo Constantino Ruiz Carnero, cuando Eufrasio vivió sus mejores años profesionales. Martinenc -así firmaba sus crónicas deportivas- fue brillante con la pluma para defender el deporte granadino y valiente con el fusil para defender la República. Supo responder al momento histórico que le tocó vivir, pasando de la redacción a la trinchera. Un hombre excepcional, rescatado del olvido para ocupar el lugar que se merece en la memoria de nuestra ciudad. 



El periodista cambió la pluma por el fusil para defender la legalidad democrática de la República.

Bodas de oro de El Defensor de Granada

Eufrasio Martínez supo responder al momento histórico que le tocó vivir, pasando de la redacción a la trinchera. Un hombre excepcional, rescatado del olvido para ocupar el lugar que se merece en la memoria de nuestra ciudad

Eufrasio Martínez vivió las Bodas de oro de El Defensor de Granada, uno de los momentos más emotivos del diario republicano. Su director, Constantino Ruiz Carnero, encargó a los redactores distintas crónicas para publicar un número especial -el 28 de septiembre de 1930 - con motivo del 50 aniversario. El diario decano contaba en ese momento con los mejores periodistas de Granada, que se pusieron manos a la obra. Narciso de la Fuente se remontó a los orígenes del periodismo granadino: Boletín Oficial de 1833, y Roberto Gómez Hurtado escribió sobre el esfuerzo permanente del rotativo por modernizarse con la incorporación de nuevas tecnologías. Otro redactor, Manuel Cruz Romero, aprovechó las Bodas de oro para asomarse al archivo del diario y elaborar una crónica con cierto aire nostálgico. 

Y Eufrasio Martínez, por su parte, recibió el encargo de realizar un informe sobre 50 años del deporte granadino; y aunque parezca difícil de creer, la sección deportiva apenas existió en El Defensor. Por más que lo intentó, Eufrasio no logró escribir la crónica deportiva que le pidió Ruiz Carnero para conmemorar el histórico aniversario del rotativo. Así lo confesó el propio periodista: “Esta sección que cultivo desde hace tiempo - decía Martinenc – no tiene historia en España y mucho menos en Granada, donde realmente el deporte no ha llegado a adquirir carta de naturaleza. Este motivo me impide hilvanar, basado en hechos o antecedentes ocurridos en el lapso de tiempo desde que se fundó nuestro Defensor, una especie de reseña sobre los principales acontecimientos deportivos”. 



Periodistas y colaboradores de El Defensor de Granada se hicieron esta foto colectiva en 1930, con motivo del las bodas de oro del diario republicano. En primer plano, aparecen Luis Seco de Lucena, fundador del rotativo en 1880, y Constantino Ruiz Carnero, asesinado por los franquistas en 1936. Eufrasio Martínez aparece haciendo una broma con la mano en la parte superior de la foto. Como puede verse, sólo una mujer forma parte de la redacción.  

Podemos decir, por tanto, que Eufrasio Martínez fue un pionero del periodismo deportivo. De hecho, se convirtió en un apasionado hincha del Recreativo de Granada, desde su fundación en 1931. Hombre liberal y con chispa -según su amigo José Cuéllar, que lo conoció en la tertulia del Bar Flor- Martinenc logró que El Defensor de Granada dedicara, a partir de entonces, bastantes páginas al fútbol. Sus crónicas estuvieron siempre marcadas por la polémica, porque Eufrasio defendía con pasión el Recreativo -conocido como el club obrero y popular del Albaicín- y hacía críticas demoledoras contra el Club Penibético, al que llamaba “el  club de los elegantes”. Su carácter emprendedor fue decisivo para que el Recreativo consiguiera unos terrenos en las Eras de Cristo, que se convirtieron en el Campo de las Tablas. El nuevo campo fue inaugurado el 20 de diciembre de 1931, con la victoria por 1-0 del Recreativo sobre el Andújar. Y más todavía. Movió influencias para que el club granadino ascendiera de tercera a segunda categoría, fase previa para escalar a la tercera división. 

Entre sus trabajos periodísticos destaca la entrevista que le hizo al pintor Gabriel Morcillo en 1932, cuando tomó posesión de la presidencia del Recreativo. El insigne pintor apostó por formar un equipo con jugadores locales: “No quiero un equipo con jugadores de fuera, la mayoría serán granadinos y se les pagará lo suficiente para compensarles los jornales perdidos por entrenar”. Y una de sus últimas crónicas la dedicó a Ricardo Martín Campos, deportista de élite y dirigente del Recreativo: “He aquí de nuevo en la palestra, con más entusiasmo que nunca, con mayores bríos y más firme voluntad, a este deportista que, con su sola presencia, ha hecho levantar el espíritu un tanto abatido y concebir grandes esperanzas para la temporada próxima. En ello confía la afición, confiamos todos y al resaltar hoy su figura como el símbolo de la tenacidad y el granadinismo, como el máximo exponente futbolístico, le deseamos el mayor de los éxitos por el bien del prestigio deportivo de Granada y del Club Recreativo”.

El mitin de los Cármenes

Eufrasio Martínez fue periodista, pero, sobre todo, un hombre comprometido con su tiempo. Promotor del histórico mitin que se celebró el 8 de marzo de 1936 en el Estadio de los Cármenes. Un acto multitudinario, organizado por el Frente Popular, para pedir la anulación de las elecciones de febrero de 1936, que había ganado la derecha gracias al control que los caciques ejercían sobre el voto en las zonas rurales. Desde Loja y Guadix salieron trenes especiales hacia Granada y la compañía de tranvías organizó un servicio extraordinario para el día del mitin, con el fin de facilitar el acceso a la capital de los vecinos residentes en Dúrcal, Pinos Puente, Chauchina, Gabia y La Zubia. Asimismo, la comisión organizadora, de la que formaba parte Eufrasio, comunicó al público la autorización del gobernador para trasladarse en camionetas al acto político.

En la madrugada del martes 10 de marzo ocurrió lo inesperado. La derecha respondió al alarde del Frente Popular y varios pistoleros falangistas dispararon contra un grupo de trabajadores. Los obreros Domingo Fernández y José Pérez cayeron gravemente heridos. Ambos fallecieron, tres días después, en el Hospital San Juan de Dios

Por fin, el domingo 8 de marzo se celebró el ansiado mitin en el Estadio de los Cármenes que -según El Defensor- reunió a más de 100.000 personas. Tras el mitin, se organizó una imponente manifestación para reclamar la anulación de las elecciones. Fue la mayor concentración ciudadana que la izquierda logró organizar en Granada, lo que causó estupor en las filas de sus adversarios políticos. Desde ese momento, algunos dirigentes de la derecha conspiraron para destruir al Club Recreativo. El periodista Eufrasio Martínez denunció la maniobra con la que querían vengarse de la directiva del club por haber alquilado el Estadio de los Cármenes al Frente Popular para celebrar el mitin. Pero esta no fue la única represalia. 

En la madrugada del martes 10 de marzo ocurrió lo inesperado. La derecha respondió al alarde del Frente Popular y varios pistoleros falangistas dispararon contra un grupo de trabajadores. Los obreros Domingo Fernández y José Pérez cayeron gravemente heridos. Ambos fallecieron, tres días después, en el Hospital San Juan de Dios. La solidaridad con las dos víctimas de la violencia fascista no tardó en llegar. El comité local del Socorro Rojo Internacional abrió una suscripción popular en El Defensor de Granada para ayudar a los obreros heridos y a las familias de los fallecidos. La lista de donantes la encabezó el propio comité con cien pesetas y en ella figuraba el redactor deportivo de El Defensor, Eufrasio Martínez., que aportó cinco pesetas. La crisis de marzo en Granada puede considerarse como un ensayo de los rebeldes, que intentaron crear un estado de alarma e inseguridad para justificar el golpe militar, que finalmente se produjo cuatro meses después.

El golpe militar acabó con las Olimpiadas

El golpe militar provocó situaciones insólitas, como la del periodista Eufrasio Martínez. El 18 de julio de 1936, Eufrasio viajó a Barcelona para asistir a las Olimpiadas Populares que se iban a celebrar en la capital catalana, paralelas a las organizadas por Hítler en Berlín. Era el jefe de la expedición olímpica granadina, formada por jóvenes de 18 y 20 años. En la expedición estaban, entre otros, los ciclistas Bailón y Montes, y el futbolista Manuel Ibáñez, que fue entrenador del Recreativo, primero, y del Granada, después. Antonio Villar, masajista y jugador del Granada, también pertenecía al grupo olímpico. A todos ellos les sorprendió la guerra en Barcelona, que era zona republicana. Además de ser jefe de la expedición, Eufrasio era cronista deportivo de El Defensor, para informar de una Olimpiada que nunca llegó a celebrarse al estallar la guerra. 



Pedro Martínez, vestido de futbolista, fue fusilado en la tapia del cementerio de Granada. No pertenecía al Partido Comunista de España. Su único delito: ser hermano de Eufrasio. 

En Granada, quedaron su mujer, Estela Comba López-Grande, y su hija de 15 años, Bernarda Martínez Comba. Estela fue detenida y encerrada en el convento de San Gregorio (Calderería) durante 15 días, donde sus verdugos la violaron y torturaron. Posteriormente la trasladaron a la Colonia de Víznar, donde fue fusilada el 9 de noviembre de 1936. Tanto Estela como su marido Eufrasio eran militantes destacados de la izquierda granadina. Es más, Eufrasio pertenecía al Partido Comunista de España y era miembro de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, la misma a la que perteneció Federico García Lorca. Eufrasio Martínez se casó por segunda vez en Barcelona y se alistó en el Ejército republicano para combatir a los golpistas. Pronto consiguió los galones de sargento y llegó a ser teniente, con funciones de capitán, por su heroísmo en el frente de Albuñol, donde el 31 de agosto de 1937 resultó mortalmente herido. Al entierro de Eufrasio, que tuvo lugar en esta localidad alpujarreña, asistieron los jefes de la 75 Brigada del Ejército de la República. 



Antonio Martínez Maldonado, sobrino del periodista, pide al Ayuntamiento de Granada una calle digna para su tío Eufrasio Martínez por defender con la pluma el deporte granadino y con el fusil la legalidad democrática de la República.

Años después, su sobrino, Antonio Martínez Maldonado, logró hacerse con el testimonio de unos testigos que lo vieron caer en combate por lo que un juzgado certificó su fallecimiento y dejó de ser un desaparecido. La victoria jurídica de Antonio Martínez permitió que la hija de Eufrasio, exiliada en México, pudiera cobrar una pequeña pensión con la que malvivió en la capital azteca hasta su muerte. Otra victima de la represión fue Pedro Martínez, fusilado en la tapia del cementerio de Granada. Pedro no era militante comunista y su único delito fue ser hermano de Eufrasio. Antonio Martínez lleva años pidiendo al Ayuntamiento de Granada una calle para su tío Eufrasio. No le gusta la que lleva su nombre en el Zaidín, pues se ha producido un conflicto con los vecinos, que han colocado placas dobles y provocan confusión. Antonio insiste en que el periodista Eufrasio Martínez se merece una calle digna, pues defendió con su pluma el deporte granadino y con el fusil la legalidad democrática de la República.



La calle dedicada al periodista Eufrasio Martínez en el Zaidín ha provocado un conflicto con los vecinos, que han colocado una segunda placa.   
Este es un espacio para el recuerdo y homenaje de las víctimas del franquismo. Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.

En colaboración con: 

 y las asociaciones memorialistas de Granada. 

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Imagen de Paco Vigueras

Periodista, biógrafo de Constantino Ruiz Carnero y portavoz de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación.