El agradecimiento nos mejora como personas
No valorar suficientemente los buenos momentos, dedicar demasiado tiempo a recordar los acontecimientos desagradables o a repasar la lista de agravios recibidos hace que tengamos una visión general de nuestra vida negativa y que no nos sintamos satisfechos con ella. Todo lo contrario ocurre cuando nos centramos en los recuerdos agradables, en las personas que nos han ayudado en algún momento y nos sentimos agradecidos.
Michel McCullough y Robert Emmons, en su libro La Psicología de la Gratitud, exploran esta emoción y analizan los efectos beneficiosos que tiene en la satisfacción con la vida y el equilibrio emocional de las personas que la practican. Los experimentos que llevan a cabo ponen de manifiesto cómo las personas agradecidas tienden a estar satisfechas con lo que tienen y son menos susceptibles de caer en estados como la decepción o la frustración.
Las personas agradecidas tienden a estar satisfechas con lo que tienen y son menos susceptibles de caer en estados como la decepción o la frustración
Nos hablan de la gratitud como una virtud cívica ya que no sólo afecta positivamente al que la experimenta, sino también a aquellas personas que la reciben.
Encargaron a un grupo de alumnos la tarea de escribir un diario donde reflejaran durante dos semanas todas las situaciones que a lo largo del día les hacían sentirse agradecidos con la vida y con las personas con quienes interactuaban; a otro grupo les pidieron que durante el mismo periodo de tiempo anotaran las complicaciones que fueran surgiendo durante el día y a un último grupo que anotaran simplemente sus actividades diarias sin hacer mayor referencia a los estados emocionales surgidos.
Cuando, terminado el ejercicio encargado, pidieron a los alumnos que definieran su estado de ánimo los sentimientos expresados por los alumnos dedicados a recoger en el diario los momentos de agradecimiento fueron principalmente la alegría, felicidad y la satisfacción. Los estados de ánimo positivos se dispararon en este grupo de alumnos agradecidos.
Si lo que sentimos con relación a nuestro pasado depende de los recuerdos que decidamos traer a la memoria, practicar la gratitud lo que provocaría sería ampliar el número y la calidad de los buenos momentos que recordar para poder acceder a ellos en momentos complicados o en los que estemos decaídos. Una actitud mucho más sana que regodearnos en las decepciones.
Por eso rescatamos dos ejercicios para practicar la gratitud. Uno requiere poco tiempo, y lo podemos hacer durante dos semanas; consiste en pensar en las 24 horas inmediatamente anteriores y escribir en una libreta cinco aspectos de la vida por los que nos sentimos agradecidos. Si ves que la actitud proporciona beneficios a tu estado de ánimo, podemos incorporarlo a la rutina diaria.
La siguiente requiere más dedicación pero merece la pena. Escoge una persona importante de tu pasado que ha marcado tu vida positivamente y a la que no se lo hayas agradecido en su momento. Describe el hecho concreto que quieres agradecerle con los máximos detalles posible y anota también lo que quieres decirle respecto a tu agradecimiento por ello. Luego provoca de forma voluntaria tu encuentro con esa persona en un lugar apropiado y, cuando sea el momento oportuno, lee lo que habías escrito para recordar juntas el hecho que agradeces y por lo que esa persona es importante para ti. Tampoco es necesario que lo que queramos agradecer tenga que ver con grandes éxitos materiales; a veces, los pequeños gestos como una sonrisa o un trato amable son igual o más importantes.
Con este gesto reconocemos el bien que otros nos hacen y lo hacemos con alegría; la gratitud favorece nuestro bienestar psíquico y, como nos recuerda Christophe André, beneficia también nuestra autoestima a hacernos sentir parte del grupo, de la comunidad. Reconocer lo que debemos a otros seres nos aleja del egoísmo y de uno de los falsos mitos de esta época que consiste en la necesidad de valorarnos desde la autonomía, de sentirnos orgullosos de no deberle nada a nadie. Porque esto no tiene nada que ver con una sana autoestima.
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Y la recomendación musicial de esta semana:
Cigarettes After Sex - Nothing's Gonna Hurt You Baby