El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha referido por primera vez de forma explícita a una posible "amnistía" a los implicados en el 'procés', al tiempo que se ha desmarcado de la propuesta realizada por Sumar. Sin embargo, no ha aclarado si a lo largo de la negociación para su investidura se va a producir una reunión entre algún dirigente del PSOE y el expresidente catalán Carles Puigdemont.

En una comparecencia de prensa en Granada, al término de la reunión informal del Consejo Europeo, Sánchez ha reiterado que están negociando y por tanto no puede adelantar un acuerdo hasta que este no esté cerrado. "Nada está acordado hasta que todo esté acordado", ha subrayado.

Así, Sánchez ha señalado que la propuesta de Sumar para la amnistía que se ha conocido este viernes y que aboga por exonerar a todas las personas vinculadas con el proceso independentista desde 2013 que además incluya a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no es la propuesta del PSOE.

"Tenemos la propuesta de Sumar, como conocemos también la propuesta de otros partidos políticos en relación con la amnistía, que no deja de ser una forma de tratar de superar las consecuencias judiciales" a la crisis de 2017, según la ha definido. Aunque conocen estas iniciativas, ha dejado claro que en ningún caso se trata de "la propuesta del PSOE".

En este sentido, ha asegurado que cuando exista un acuerdo será "claro y transparente", lo conocerán todos los ciudadanos y además serán validados por el Poder Legislativo. "Plena normalidad democrática", ha sostenido al señalar que si la oposición quiere podrá recurrirlo ante el Tribunal Constitucional.

"No habrá acuerdo hasta que todo esté acordado"

Al ser cuestionado directamente por la posibilidad de una reunión entre algún miembro del equipo negociador con Puigdemont, ha evitado aclararlo y se ha limitado a señalar que "se conocerán los acuerdos cuando esos acuerdos se culminen" y, por tanto, "no habrá acuerdo hasta que todo esté acordado".

El líder del PSOE ha defendido la falta de concreción al señalar que esta es una cuestión de sentido común que se aplica a todos los órdenes de la vida "y también a la política".

Así ha reiterado que no puede aportar detalles del acuerdo hasta que este no se cierre porque todavía están negociando pero asegura que el objetivo es seguir haciendo políticas de progreso y "de convivencia, en el marco de la Constitución".

Un Gobierno "cuanto antes"

Pedro Sánchez ha defendido que después del resultado de las elecciones del 23 de julio y del encargo que le hizo el Rey para la investidura buscará que esta sea "real". A su juicio, el mandato de las urnas obliga a todos los partidos a trabajar para entenderse y lograr "cuanto antes" un Gobierno de España. "Y en eso estoy", ha zanjado.

Considera que después de las elecciones los ciudadanos han encargado a los diputados que se pongan de acuerdo según el reparto de las fuerzas políticas en el Parlamento para que haya un Gobierno "estable para los próximos cuatro años".

En esta misma línea, piensa que es "lógico" que esté negociando para sacar adelante su investidura, al tiempo que ha ironizado con el tiempo que se tomó el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, que finalmente no logró la mayoría necesaria para ser presidente.

"¿La noticia cuál es, que estoy negociando para mi investidura?", ha señalado tratando de dar normalidad a las conversaciones, antes de lanzar un dardo a Feijóo. "A ver, puede ser noticia después de lo que hemos visto durante las últimas cinco semanas, pero lo lógico es que yo esté negociando con grupos parlamentarios para que haya una investidura real y para cumplir con el mandato de los españoles, y es lo que voy a hacer", ha zanjado.