Salud republicana y lágrimas de despedida en el pleno de investidura
La emoción tiene muchas caras, de alegría y de tristeza. Ayer se palpó más el rostro de la tristeza en el salón de plenos de Granada. De quienes se despedían, de quienes tuvieron al alcance de su mano un sueño truncado en el tiempo de descuento y hasta de quienes se salvaron en la prórroga del partido.
Porque el de ayer fue un pleno extraño, con sensaciones agridulces, y con anécdotas. Esas nunca faltan, aunque se presuponga un protocolo estricto. Las reglas, dicen algunos, están para saltárselas.
Por ese motivo, que un concejal que no se reconoce con corbata la luzca en el pleno, provoca un revuelo de aprobación. Eso le ocurrió a Paco Puentedura quien, aún con corbata, prefirió un color claro para su chaqueta, azul cielo, nada protocolario.
Un guión que también se saltó al prometer su cargo, recordando que dado sus “principios y valores republicanos”, prometía lealtad al Rey “por imperativo legal”.
O prolongando dos minutos, respecto a los 10 otorgados a cada portavoz, su discurso. Y con una despedida, según sus principios: “Salud y República”.
Mayte Olalla, junto a Paco Puentedura, conversa con los concejales de Ciudadanos. miguel rodríguez
Un saludo con tono republicano que también se le escuchó a Paco Cuenca, aunque con matices: “Salud y suerte”, deseó a sus compañeros de corporación al finalizar su discurso, marcado por el rigor y que en el que se reconoce “la alternativa” que promete buscar.
Un viaje en el que ya no estará Mayte Olalla, como recordó una concejala recién llegada, Marta Gutiérrez, a quien también se le quebraba la voz por la emoción. Ese gesto al citarla en su discurso arrancó las lágrimas de la ex edil de UPyD, que no tendrá representación este mandato y que ayer podía a duras penas esconder su tristeza tras el duro trabajo de los cuatro años anteriores.
En el salón de plenos también María Escudero y José María Rueda, ya ex concejales socialistas, que acompañaron a sus compañeros de grupo municipal. Para ellos también tuvo hueco la secretaria general de los socialistas granadinos y vicepresidenta de la Mesa del Parlamento, Teresa Jiménez.
Teresa Jiménez con los ediles del grupo socialista. psoe
Muy contada la representación de los partidos. En el salón de plenos se vio al coordinador de IU en Granada, Manuel Morales; el parlamentario del PP Juan Ramón Ferreira; y escasa de otros estamentos sociales, aunque sí asistió el todavía rector, Francisco González Lodeiro, así como autoridades militares y de la Policía Nacional.
Y pese a no ser lo habitual, hasta se improvisaron discursos o se pronunciaron sin papeles, como Luis Salvador, a quien Paco Puentedura ya le advirtió, en tono irónico, que se las “va a pagar” por haberlo tenido hasta el “último minuto” sin desvelar si apoyaría a PSOE o PP. Una decisión final que le hizo, a Luis Salvador, recibir leves gestos de desaprobación cuando prometió su cargo de parte de los invitados que seguían el pleno desde el patio del Ayuntamiento.
También tuvo que esperar para cerrar su discurso el alcalde, que a su llegada al salón de plenos saludó uno a uno a los concejales. Y aunque tuvo que esperar, reconoció que había preferido no quedarse anoche hasta tarde trabajando en el discurso. Decidió “improvisarlo” para hablar con el corazón.
José Torres Hurtado saluda a Marta Gutiérrez. miguel rodríguez
Quién sabe qué ha pasado por su cabeza estos días, pero tensión sí que ha sentido. La emoción le quebró la voz al finalizar su discurso. Para dirigirse al pleno no necesitó gafas, las que tuvo que pedir que le llevaran, porque las había olvidado, para leer al inicio de la sesión los documentos para la constitución. Y aunque ya las tenía, hubo que contar dos veces los votos porque se equivocó de Paco.
Lo hizo, uno a uno, Lorena Rodríguez, concejal por Ciudadanos y en la mesa de edad como la más joven.
No hubo error: cuatro papeletas en blanco que simbolizaban la abstención de Ciudadanos; un voto para Paco Puentedura, el suyo, que dijo hacerlo por respeto a sus votantes; y empate a 11 votos entre PP y PSOE. Porque estos últimos lograron el respaldo de los tres ediles de Vamos Granada, como se habían comprometido y aún sabiendo que no serían suficientes para que Paco Cuenca lograse el bastón de mando. Y, para que no hubiera dudas, mostraron sus votos o incluso lo dijeron: voto a Francisco Cuenca.
Una sesión que por tener tuvo hasta pantalla de plasma. La que se instaló en el salón de comisiones para que una veintena de periodistas siguieran lo que acontecía en el de plenos. No era muy grande, pero no perdimos detalle.
Aspecto de la sala de prensa durante el pleno de investidura. indegranada