Artículo de Opinión

¿Quién piensa en la educación de nuestros niños y niñas?

Política - Germán González - Miércoles, 7 de Octubre de 2020
Germán González, exdelegado de Educación de la Junta en Granada, critica en este artículo de opinión que "la educación semipresencial se ha convertido en el periodo de rebajas de la Junta de Andalucía, rebajas de horas presenciales en Secundaria y Bachillerato".
Un alumno hace tareas en casa.
Óscar Cañas/EP archivo
Un alumno hace tareas en casa.

Es una pregunta a la que quisiera dar respuesta a lo largo de estas líneas, ya que, pasado un mes, después de estar dando clases de matemáticas en mi instituto, tengo claras cómo son las medidas que la Junta de Andalucía ha implementado para solventar este curso difícil, es verdad, pero tan necesario como el resto. 

Hemos visto al Sr. Imbroda defender su departamento, haciendo gala de las bondades que han pensado para nuestros niños y niñas y, por supuesto, para nuestro cuerpo docente. Eso sí, desoyendo a la comunidad educativa que demandaba bajada de ratios con el consiguiente aumento de profesorado para mantener la distancia social.

Estas bondades empiezan por la compra de ordenadores para que el profesorado disponga de los medios informáticos necesarios. Pues bien, ¿dónde están?, porque un mes después del inicio de clases no han llegado a los centros, y por lo que se deduce de las intervenciones del consejero, no llegarán hasta Navidad, sólo cuando ya se haya consumido un tercio del curso para el que más se necesitan.

El 3 de septiembre, después de que los centros hubiesen planificado el inicio del curso escolar, la Consejería de Educación vuelve a sorprendernos con unas instrucciones que desbaratan todo el trabajo anterior

Pero no queda ahí, el 3 de septiembre, después de que los centros hubiesen planificado el inicio del curso escolar, la Consejería de Educación vuelve a sorprendernos con unas instrucciones que desbaratan todo el trabajo anterior. Unas instrucciones donde la estrella es la llamada “educación semipresencial”, que ha sido el modelo ampliamente escogido por los centros educativos para disminuir la cantidad de alumnado presencial en las aulas. Modelo que afecta desde tercero de ESO, Bachillerato y Formación Profesional. Estará científicamente comprobado que en primero y segundo de la ESO la pandemia afecta menos, o como el alumnado es menor ocupa menos sitio, no sé muy bien por qué pero algo de esto será.

El caso es que, un mes después del inicio de clases, y vista la evolución, me encuentro en condiciones de poder afirmar que “los alumnos y alumnas tendrán que adquirir los mismos conocimientos que en años anteriores con la mitad de clases presenciales”. Claro, esto dicho así, parece que es que la otra mitad de clases las reciben online. Pero nadie se ha preguntado si esto es verdad o si es factible, básicamente porque el mismo docente que tiene que hacerse cargo de la enseñanza telemática es el que tiene, a la misma hora, la otra mitad del grupo, con lo que, salvo tener el don de la ubicuidad es materialmente imposible atender a ambos grupos a la vez.

Por mucha disposición que tenga el profesorado, la enseñanza telemática se convierte en eso que muchos llaman 'deberes' que el alumnado hace en su casa, o no hace, o no sabe hacerlos

Por mucha disposición que tenga el profesorado, la enseñanza telemática se convierte en eso que muchos llaman “deberes” que el alumno hace en su casa, o no hace, o no sabe hacerlos. Recuerde el lector que ha tenido la mitad de las clases presenciales durante este tiempo. Por tanto no queda otro remedio que rendirse a la evidencia, nuestros hijos e hijas están recibiendo una educación muy mermada por la incapacidad de la Junta de Andalucía para abordar un plan realista en nuestros centros educativos.

No se han preparado los centros para que en tiempo real se pueda asistir a clase desde casa, no se ha pensado ni en las cámaras y micrófonos necesarios ni se ha planteado la existencia de conexión adecuada en los domicilios del alumnado.

Y, por supuesto, por mucha disposición que tengan nuestros alumnos y alumnas, éstos deben aprender con la mitad de las clases presenciales.

En mi caso, como padre, he tomado algunas medidas para evitar que la política cicatera de la Junta de Andalucía merme y cercene las posibilidades de mis hijos. He recurrido a academias para idiomas y me he puesto un horario en el que atiendo en matemáticas y ciencias a mis hijos. Pero, ¿acaso somos los padres y madres los que debemos de suplir las carencias que la Consejería de Educación nos ha impuesto? Es más, ¿qué pasa con el alumnado que no tenga la posibilidad de preguntar a sus progenitores ni de la suficiencia económica para tener ayuda externa?

Pues sí, las desigualdades sociales van a aumentar de forma considerable en Andalucía, pero no es culpa de la pandemia, o sólo de la pandemia, sino que los actores políticos de la Junta de Andalucía son los máximos responsables de esto.

En resumidas cuentas, la educación pública en Andalucía está de rebajas al 50%

En resumidas cuentas, la educación pública en Andalucía está de rebajas al 50%. Pero nuestro consejero del ramo, el Sr. Imbroda, se apresura a criticar al Gobierno central ante posibles medidas de promoción del alumnado. Porque la exigencia no se puede rebajar, las horas de docencia sí, pero la exigencia no. Es claro que a nuestro Gobierno andaluz le importa poco la educación de nuestros hijos e hijas.

Es cierto que incrementar el profesorado requiere inversión, pero no es menos cierto que el Gobierno andaluz ha recibido 385 millones de euros adicionales este año para preparar el curso académico. Parece entonces que no es una cuestión presupuestaria sino de modelo político. Es decir, invertir en educación pública no es una prioridad de este gobierno.

La consecuencia es que tenemos a niños y niñas de catorce años en sus casas la mitad del tiempo, esperando que con esa edad tengan un brote de responsabilidad y que sean capaces de aprender por su cuenta recibiendo la mitad de clases presenciales. Como si el alumnado pudiese aprender por su cuenta sin necesidad de una tutorización por parte de los docentes.

Tirando de ironía, ¿para qué necesitamos docentes? Preparemos unos videos tutoriales y que el Sr. Imbroda desde su despacho de Torretriana tutorice la evolución del alumnado.

Por todo esto, me he llegado a preguntar si existe alguien que esté pensando en la educación de nuestros hijos e hijas. Y creo que tengo una respuesta, o al menos, una aproximación a ella.

Nadie, nadie en el Gobierno andaluz ha pensado en ellos, ni su presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, ni el Sr. consejero Javier Imbroda ni ninguno de sus altos cargos ha pensado en ellos.

Por tanto, no podemos continuar en silencio ante esta situación, no podemos ser cómplices con quien no piensa en nuestros hijos e hijas. Tenemos que exigir que nuestra escuela tenga los recursos necesarios, empezando por los docentes suficientes para que la educación que reciban sea de calidad, equidad e igualdad de oportunidades.

Germán González es profesor de Matemáticas, exdelegado de Educación de la Junta en Granada.