Presupuestos de la Diputación: Nunca con tanto dinero se hizo tan poco
Un año más, los presupuestos de la Diputación de Granada dejan mucho que desear. Bajo la batuta de su presidente Francisco Rodríguez, y por segunda vez, vuelven a ser otro ejercicio de marketing para ensalzar su figura y ocultar su falta de estrategia y visión política para el desarrollo de la provincia. Las cuentas aprobadas esta semana gracias a su mayoría absoluta no están pensadas para el desarrollo provincial en 2025. Son una prolongación de su modelo de ejercer el poder que responde básicamente a sus propios intereses políticos.
El modelo del PP se basa en el “espejismo político”. Algo que aprecia claramente en este presupuesto que gasta mucho e invierte poco, se centra en ocurrencias a modo de propuestas y adolece de audacia para plantear soluciones reales para los retos de gran parte de los municipios de la provincia.
Desde el PSOE nos preocupa comprobar cómo la Diputación, en lugar de ser la herramienta que los municipios pequeños necesitan, esté al servicio de la rentabilidad política de un partido político y que ha decidido beneficiar a los grandes municipios en detrimento de los más pequeños, los que más apoyo requieren por tener menos recursos. Es notorio que se sienten abandonados en términos de financiación y servicios básicos.
Las y los alcaldes socialistas de Granada llevan un año y medio reclamando actuaciones concretas y financiación incondicionada para resolver los problemas de sus pueblos, sin que Francisco Rodríguez haya tenido la cortesía de escucharles, recibirles o mostrar un mínimo de interés por ayudarles, en este caso, vía presupuesto.
Su gestión se basa en cálculos electorales. El verdadero motivo de que el resto de regidores no entren en sus cuentas partidistas y el resto de necesidades reales de la provincia, tampoco
Es verdad que no esconde su verdadera hoja de ruta y dice que gobierna para el sesenta por ciento de la población de la provincia (gobiernos municipales del PP). O dicho de otro modo, para el 7 por ciento de los municipios (los grandes). Esto confirma lo evidente. Su gestión se basa en cálculos electorales. El verdadero motivo de que el resto de regidores no entren en sus cuentas partidistas y el resto de necesidades reales de la provincia, tampoco.
El presupuesto provincial para 2025 crece un 5%, gracias a la financiación del Gobierno de España. Sin embargo, este incremento no se traduce en mejoras para la provincia. Una oportunidad desaprovechada.
Ni el ciclo integral del agua, ni ayudas para la recogida de residuos o la implantación del quinto contenedor, ni la cultura o el empleo de nuestros territorios reciben la financiación necesaria. ¿Dónde está el compromiso del equipo de gobierno con los caminos vecinales, los barrios con viviendas cueva o de un plan de vivienda que permita a nuestros jóvenes asentarse en sus municipios y evitar el éxodo?
¿Dónde están recogidas las medidas para atraer en materia de turismo vuelos a Granada o para potenciar desarrollo de nuestras comarcas tan diversas en esta materia? La respuesta es evidente, fuera de las prioridades del PP y, lo que es peor, fuera de su modelo de entender la provincia.
La falta de planificación estratégica queda en evidencia cuando se analizan las inversiones reales. La cultura, que debería ser un pilar para fortalecer el tejido social desde lo público, se despacha con partidas ridículas. Iniciativas emblemáticas como Film in Granada o la Ruta Lorquiana, con la finalización del puente de Fuente Vaqueros incluida, son relegadas. El Geoparque apenas cuenta con financiación e incluso proyectos necesarios para combatir la despoblación, como el cheque bebé, se presentan como medidas efectistas, a sabiendas de que no tendrán un impacto profundo en el medio rural.
Mientras, el PP sí presupuesta recursos para propaganda, asegurándose de que no falte dinero para su autobombo
Mientras, el PP sí presupuesta recursos para propaganda, asegurándose de que no falte dinero para su autobombo. ¡Faltaría más! Por eso decía al principio que en lugar de priorizar los intereses de la provincia, Rodríguez se dedica a gobernar con unos intereses muy claritos. Es natural que quien lidera un proyecto político esté convencido de que es el mejor, pero gobernar exige algo más que esa convicción.
Francisco Rodríguez no debería presidir la Diputación desde la imposición aniquilando a quienes le rodean, a otras fuerzas políticas o las propuestas que no vienen de su círculo. Gobernar es integrar, escuchar y buscar consenso, nunca imponer un modelo basado en el sectarismo y el desprecio hacia quienes piensan diferente. Esta semana lo hemos visto cuando desde sus filas han atacado al alcalde de Marchal por exigir lo que considera en materia de despoblación.
Desde el Grupo Socialista hemos puesto sobre la mesa propuestas concretas y consensuadas con el territorio, como un Plan Extraordinario de Inversiones para que los ayuntamientos decidan libremente sus prioridades, medidas para facilitar el acceso a la vivienda de los jóvenes y apoyo real a las familias más vulnerables, a empresas y ayuntamientos. Estas enmiendas responden a las necesidades reales de nuestros pueblos, pero han sido desestimadas en su mayoría por el gobierno provincial.
Granada necesita una Diputación que esté a la altura de los retos actuales. Es hora de dejar atrás la propaganda y trabajar en soluciones reales para nuestros municipios
Granada necesita una Diputación que esté a la altura de los retos actuales. Es hora de dejar atrás la propaganda y trabajar en soluciones reales para nuestros municipios. El abandono que sienten los pueblos no es casualidad es el resultado de un modelo que favorece a unos pocos a costa de la mayoría.
Y mientras el PP continúe gobernando de esta manera sin consenso ni diálogo con el resto de formación políticas, será imposible avanzar hacia el desarrollo que nuestra provincia merece, porque nunca con tanto dinero se va a hacer tan poco.