'Las preocupaciones'
Los resultados del barómetro del CIS del pasado mes de septiembre nos trajeron una pequeña sorpresa: en solo tres meses, la inmigración había pasado de ser la novena preocupación para las personas encuestadas a ser la primera de todas, por encima del paro, la sanidad o la vivienda.
A la pregunta: "¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?", casi una de cada tres personas (el 30,4%) ha contestado "la inmigración"
A la pregunta: "¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?", casi una de cada tres personas (el 30,4%) ha contestado "la inmigración". Sin embargo, cuando la pregunta se refiere a qué problema es el principal a nivel personal (no para España), la inmigración pasa al quinto lugar.
Esta diferencia entre lo que consideramos importante, preocupante o relevante para el país o a nivel general y lo que nos afecta personalmente a cada una de nosotras es un dato que debería hacernos reflexionar.
Tras la inmigración, el segundo problema que preocupa a los y las españolas en esa encuesta del mes de septiembre son "los problemas políticos en general". En tercer lugar aparece el paro. El acceso a la vivienda, que en junio ocupaba el segundo puesto en la lista de preocupaciones, pasó en septiembre al sexto lugar. La volubilidad de la población es remarcable, a la luz de estos resultados.
Un mes después de ese barómetro, en el mes de octubre, la Encuesta de Población Activa (EPA) trajo otra sorpresa, esta vez para la provincia de Granada: la tasa de paro se sitúa en el 22,14% de la población activa, mientras que la del con junto del país está en el 11,21%. Granada tiene el doble de paro que el resto del país.
En la provincia se han dado pasos para diversificar la actividad económica, como la puesta en marcha del Parque Tecnológico de la Salud, en 1997, o la construcción del IFMIF-DONES, en Escúzar a partir del 2022.
En la provincia se han dado pasos para diversificar la actividad económica, como la puesta en marcha del Parque Tecnológico de la Salud, en 1997, o la construcción del IFMIF-DONES, en Escúzar a partir del 2022
En el primer caso, se trataba de crear "un espacio de excelencia que reúne las infraestructuras y servicios idóneos para los objetivos generales que pretende: convertirse en el primer recinto tecnológico de España (docente, asistencial, investigador y empresarial) especializado sectorialmente en ciencias de la vida y de la salud", en palabras de la página web del propio Parque. Actualmente, agrupa a mas de 100 empresas e instituciones en las que trabajan mas de 7.000 personas.
En el segundo caso, se trata de la construcción de una infraestructura de investigación en la que probar algunos materiales de los futuros reactores de fusión. Este proyecto, en el que participan diversos países europeos, tiene previsto iniciar en 2025 las obras centrales de dicha infraestructura y contempla la contratación directa de, al menos, 200 puestos de trabajo de alta cualificación y puede suponer la creación de otros 11.000 durante los 40 años de vida prevista.
A pesar de estas potentes iniciativas, la realidad es la que es: estamos a la cabeza en índice de desempleo, el sector servicios es el que más peso tiene en nuestra economía, con el lastre de estacionalidad y precariedad que aún sigue pesando en él; y también somos la segunda provincia en España con más personas cuyo nivel de renta está por debajo del 40% de la media nacional y con un 14% de nuestra población en riesgo de exclusión, es decir, en situación de pobreza. Una provincia, además en la que el índice de envejecimiento (relación entre población mayor de 64 años y menor de 16) es de 125,49%, lo que no permite asegurar el relevo generacional.
Estos datos contradicen la percepción que podemos tener al pasear por las calles del centro de Granada, siempre bulliciosas, con los comercios aparentemente llenos, con las terrazas siempre a rebosar
Estos datos contradicen la percepción que podemos tener al pasear por las calles del centro de Granada, siempre bulliciosas, con los comercios aparentemente llenos, con las terrazas siempre a rebosar, con listas de espera en todos los restaurantes y dos y tres turnos para tomarte una simple cerveza.
Como al empezar el artículo decía, lo que percibimos de la realidad está con frecuencia mediatizado por lo que vemos y sentimos, pero también por lo que nos parece que es o nos hacen creer.
A pesar del bullicio en las calles del centro de la ciudad, harían bien las distintas administraciones en preocuparse, en arremangarse y trabajar de forma conjunta y coordinada para cambiar la tendencia a la despoblación de nuestra provincia, para mejorar el tejido productivo, para ofrecer puestos de trabajo estables y con salarios dignos. Haría bien el Ayuntamiento de la ciudad en fortalecer su área de empleo en lugar de eliminarla, en planificar una relación de puestos de trabajo acorde a las necesidades de la ciudad y de quienes la habitan y no solo fortaleciendo la maquinaria recaudatoria. Haría bien la Diputación Provincial dedicando sus recursos a los municipios pequeños y en riesgo de despoblación en vez de sufragar bandas de música en Granada ciudad.
La maquinaria del Estado, su estructura y sus recursos están ahí para que, quienes en cada momento los gestionan, tomen las decisiones que mejor se ajusten a las necesidades de la población. Ahora mismo en Granada hace falta más empleo y de mejor calidad. Quienes tienen aquí las competencias son responsables de trabajar para crear empleo, para cambiar el dinamismo de los sectores productivos, para mejorar las condiciones de vida de los sectores mas desfavorecidos…
En contra del mantra que cada vez más gente repite, eso es la política: trabajar, desde lo público, para mejorar el futuro.