El miembro del comité federal del PSOE y profesor decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada ha trasladado su opinión en twitter y en un artículo de opinión en el medio digital www.ctxt.es, titulado ‘Modos democráticos, por favor’ en el que manifiesta que si bien la destitución de Carmona es una “decisión que se debe a la secretaria general –de la Federación Socialista Madrileña-, con su ejecutiva recién estrenada, “no es ajena la dirección federal del Partido Socialista”.

 

En una serie de mensajes en su perfil de twitter, Pérez Tapias señala: “Para mí, que la destitución de Carmona no hay por dónde cogerla desde la ética kantiana... “, "Las maneras de destituir a Carmona son autoritarias, aunque sean estatutarias", y que resulta "inútil presentar como renovación la destitución” de Carmona, quien desveló que la secretaria general de la FSM le propuso ir al Senado a cambio de dejar voluntariamente la portavocía del grupo municipal, lo que rechazó.

 

En otro tuit manifiesta que “Las maneras de destituir a Carmona como portavoz, son autoritarias, aunque sean estatutarias”.

 

En el artículo opinión que firma en www.ctxt.es profundiza en sus valoraciones y sostiene que la destitución de Carmona es “otro caso en el que se confunden los ámbitos del partido y de las instituciones, lo cual va contra la democracia de las instituciones y contra la democracia en el partido”. 

 

 

“Proceder así en relación a quien ha sido candidato a la alcaldía, con poco más de un mes al frente del grupo municipal socialista, siendo esa, según se presenta públicamente, la primera decisión de la nueva secretaria general del PSOE de Madrid, aparece como un trasladar al campo del ayuntamiento como institución un cese que se debe a motivos relacionados con la vida interna del partido, y no con la gestión en la oposición municipal”, indica.

 

Tras recordar que el concejal Carmona apoyó al ex secretario del PSM Tomás Gómez y, al parecer, hizo campaña a favor de Juan Segovia, candidato que compitió con Sara Hernández, que logró la secretaria general del PSOE de Madrid, señala que la versión oficial rechaza que se trata de un “ajuste de cuentas” y que responde a las competencias estatutarias, pero reflexiona:

 

“Ocurre, sin embargo, que una decisión que puede reivindicar para sí esa legitimidad no queda bien parada por los modos en que se fragua, se comunica y se aplica. Como en el caso de la que se tomó en su día para el fulminante cese de Tomás Gómez, los modos adolecen de talante democrático o, lo que es lo mismo, presentan un preocupante cariz autoritario. Las mejores leyes o normas, en la escala que sea, pueden verse distorsionadas o incluso pervertidas si se aplican con un ‘espíritu’ ajeno al que inspiró su gestación y debía orientar su interpretación”.

 

Reflexione Pérez Tapias que una de las características del “proceder autoritario, aparte de promoverse desde planteamientos tendentes a recabar sumisión, es presentar sus motivos como afirmaciones indiscutibles. En el caso que nos ocupa, tal es la declaración acerca de unos malos resultados electorales que se ponen en la cuenta de quien fuera candidato a la alcaldía y luego efímero portavoz”.

 

Defiende lo logrado por la lista que encabezaba Carmona –“aguantó el tirón en unas circunstancias adversas para el Partido Socialista de Madrid y, aparte las mayores o menores simpatías que suscitara, es lo cierto que si los votos obtenidos se juzgan escasos más tiene que ver eso con el partido en general que con el candidato en particular”-  y asegura que es “injusto convertir a Carmona en pagano del efecto (Manuela) Carmena”, alcaldesa de Madrid.

 

Para Pérez Tapias, el concejal madrileño “ha actuado con lealtad” hacia la dirección socialista y asegura que la destitución “es una decisión que ni fortalece el partido, ni cohesiona a su militancia. La ciudadanía, cuando menos, observa perpleja unos movimientos en clave de internas correlaciones de fuerza que nada tienen que ver con los modos y modales democráticos exigibles a una formación política que se llama socialista y que pretende ser, por su proyecto y sus formas de actuar, alternativa a la derecha, ocupando el lugar que le corresponde en la izquierda”.

 

Y para concluir su reflexión, manifiesta que “si socialismo es, entre otras cosas, más democracia, va siendo hora de tomar radicalmente en serio la democracia interna”.