Ni Feijóo ni Sánchez renuncian a poder gobernar
Ajeno a que no salen las cuentas, Alberto Núñez Feijóo se mostró este lunes decidido a intentar su investidura. Para ello, anunció que ya inició contactos con UPN, cuyo único diputado le dará su voto con un cheque en blanco, Coalición Canaria, PNV y Vox. Aunque el Partido Nacionalista Vasco lo negó y la formación canaria, matizó que no participará en una “investidura fantasma”. Posteriormente, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en conversación telefónica con Feijóo, rechazó el apoyo del grupo parlamentario al señalar que habían cruzado "una línea roja" al "meter en instituciones" a la extrema derecha y negar la cuelta al pasado, según informaron varios medios.
Con Vox, su socio natural, las relaciones atraviesan por su peor momento, al menos de cara a la galería, tras culpar la ultraderecha al PP de sus pésimos resultados electorales, además de a la prensa, sin ápice de autocrítica
Con Vox, su socio natural, las relaciones atraviesan por su peor momento, al menos de cara a la galería, tras culpar la ultraderecha al PP de sus pésimos resultados electorales, además de a la prensa, sin ápice de autocrítica.
Ante la junta directiva nacional del PP, Feijóo estableció la hoja de ruta, que no es otra que dar a España un Gobierno "lo antes posible", porque España, dijo el presidente del PP, "no puede permitirse alianzas a la contra ni bloqueos", y para ello el PP, "que es el partido que ganó las elecciones" tiene una responsabilidad, aunque exista la alternativa de "una alianza entre perdedores, que, "necesitaría a más partidos que nunca, empezando por Bildu y ERC", y además, "el concurso de un partido liderado por un prófugo de la Justicia española".
En su discurso ante la junta directiva nacional del PP, Feijóo se reivindicó a sí mismo, recordando la situación del partido hace 15 meses, cuando él llegó a la presidencia del PP, y en tan poco tiempo ha vuelto a ser el primer partido de España, el primero en el Congreso, y con mayoría absoluta en el Senado, lo que a su juicio "será clave". Ha sido también, subrayó, el mayor crecimiento que ha tenido el partido en su historia, con 47 escaños más que la legislatura pasada.
Alberto Núñez Feijóo, en la directiva nacional del PP de este lunes. Vía Twitter @ppopular.
Una reivindicación que puede entenderse como respuesta a los simpatizantes del PP que el domingo por la noche, cuando Feijóo celebraba en el balcón de la sede del PP que habían ganado las elecciones, coreaban el nombre de "Ayuso”
Una reivindicación que puede entenderse como respuesta a los simpatizantes del PP que el domingo por la noche, cuando Feijóo celebraba en el balcón de la sede del PP que habían ganado las elecciones, coreaban el nombre de "Ayuso”. Y, con más profundidad, a esa parte del PP que le cuestiona, como lanzan desde la izquierda que cuestionan su liderazgo al frente del partido conservador.
Lo alimentan algunos barones, entre ellas, la propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz quien, al ser preguntada si el liderazgo del líder popular está en cuestión contestó con un simple "no creo".
“La democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad”, dice Pedro Sánchez
Por su parte, Pedro Sánchez descartó ante su Ejecutiva repetir elecciones al lanzar un contundente: “La democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad” y celebrar el resultado como una victoria: “Nos daban por muertos y aquí estamos”.
El presidente en funciones del Gobierno está convencido de que finalmente podrá gobernar, como en 2019. “España es una democracia parlamentaria con sus plazos y procedimientos. Esta democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad”
Pedro Sánchez no contempló el bloqueo ni la repetición de elecciones tras el resultado electoral. El presidente en funciones del Gobierno está convencido de que finalmente podrá gobernar, como en 2019. “España es una democracia parlamentaria con sus plazos y procedimientos. Esta democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad”, dio por seguro el líder del PSOE, según fuentes socialistas, durante la reunión que ha mantenido con la dirección federal del partido, a puerta cerrada.
Pero Pedro Sánchez no tiene prisa y todo apunta a que no va a promover movimientos inmediatos para buscar esa investidura. El presidente en funciones del Gobierno sabe que el líder del PP fracasará, con toda probabilidad, en ese intento, por lo que dejará que suceda para quede en evidencia ante la ciudadanía que la derecha no cuenta con una mayoría suficiente para tomar el poder.
El PSOE aplica el Manual de Democracia que asegura sin discusión que en un sistema parlamentario lo importante no es quién tiene más votos en las elecciones, sino quien tiene apoyos para una investidura
El PSOE aplica el Manual de Democracia que asegura sin discusión que en un sistema parlamentario lo importante no es quién tiene más votos en las elecciones, sino quien tiene apoyos para una investidura, como es evidente en varios países europeos donde no gobierna la lista más votada y en varias comunidades y ayuntamientos españoles, donde el PP y Vox le han arrebatado el poder a los socialistas a pesar de ser los más votados.
Cuando se vea el fracaso de Feijóo, llegará el momento de Sánchez de intentar su propia investidura y así mostrar que solo hay una mayoría posible y es la que gobierna actualmente con el añadido, nada sencillo de gestionar pero no imposible, de una abstención de Junts, el partido de Carles Puigdemont, con el que no negociará de momento y cuando llegue, pondrá sobre la mesa lo sabido: ni referéndum de autodeterminación ni amnistía, porque ambas son inviables jurídica y políticamente.
Pedro Sánchez, en la dirección federal del partido. Vía Twitter @PSOE.
Cuando se vea el fracaso de Feijóo, llegará el momento de Sánchez de intentar su propia investidura y así mostrar que solo hay una mayoría posible y es la que gobierna actualmente
En el PSOE irán por pasos. Y lo primero será la constitución del Congreso el 17 de agosto y la formación de la Mesa, con la presidencia. Ahí se verá, según fuentes socialistas, que hay una mayoría progresista como en 2019, aunque más compleja, y la mesa seguirá controlada por ese mismo sector.
El escenario es en cualquier caso muy complejo: el vencedor de los comicios, el PP, no alcanzaría la mayoría absoluta ni siquiera con el apoyo de Vox, UPN y Coalición Canaria, mientras los socialistas, en el caso de que consiguieran el respaldo de ERC, PNV y EH Bildu, dependerían de la abstención de Junts —un partido independentista cuyo líder, Carles Puigdemont, está huido de la justicia y ya hay una orden de tención por la fiscalía.
Sumar mueve ficha
Sumar anunció que pidió a Jaume Asens, exdiputado de En Comú Podem, que lidere las conversaciones con las formaciones catalanas. El partido de Yolanda Díaz cree que Asens "ha demostrado en el pasado su capacidad de acuerdo" y que con "su conocimiento" de la política catalana "será más fácil llegar a un acuerdo". Para Sumar, "es un lujo" contar con él para "explorar todas las vías de acuerdo".
Belartra se marchó de la sede de Sumar cuando se difundieron a las 20.00 horas los sondeos electorales, pero regresó al final del escrutinio, una vez que los resultados abrían la esperanza de reeditar el gobierno progresista
La nota discordante en Sumar la dió la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, no por esperada sí desestabilizadora en la nueva formación.
En un vídeo de unos cuatro minutos difundido a la prensa, su secretaria general, Ione Belarra, se mostró muy crítica con el resultado electoral de la coalición liderada por Yolanda Díaz. “Sumar se deja más 700.000 votos, y muchos escaños respecto al peor resultado de Unidas Podemos. La estrategia de renunciar al feminismo e invisibilizar a Podemos no ha funcionado”. Sumar ha cosechado este domingo 31 diputados, de los que cinco -Madrid, Barcelona, Murcia, Las Palmas y Granada- forman parte de Podemos. Belarra ha sacado el escaño por Madrid, donde iba de número cinco por la lista liderada por Díaz.
Belartra se marchó de la sede de Sumar cuando se difundieron a las 20.00 horas los sondeos electorales, pero regresó al final del escrutinio, una vez que los resultados abrían la esperanza de reeditar el gobierno progresista.