Una moción reclama al Ayuntamiento un plan de gestión del arbolado urbano

Política - IndeGranada - Jueves, 22 de Febrero de 2018
Impulsada por Equo, Ecologistas en Acción y Agnaden, llega a pleno a través de Pilar Rivas, la hasta ahora portavoz de Vamos Granada.
Árboles podados en la capital.
Equo
Árboles podados en la capital.

"Ante la agresiva campaña de poda y tala del arbolado urbano que se está realizando este invierno, las organizaciones granadinas que nos interesamos por el adecuado tratamiento y protección de los recursos medioambientales de la ciudad (EQUO, Ecologistas en Acción, Agnaden y varias entidades más) hemos impulsado una propuesta para que el Ayuntamiento elabore y apruebe un Plan de Gestión del Arbolado Urbano de Granada que ordene, planifique y permita una gestión razonable, adaptada a las exigencias actuales en materia de protección ambiental, respetuosa con la biodiversidad y con la consideración de los árboles como seres vivos esenciales para la calidad de vida en el entorno urbano, y que contribuya a reducir la creciente alarma social que las prácticas actuales generan", según expone la coportavoz de EQUO Granada, Sandra Álvarez.

"Porque una ciudad sin árboles, es una ciudad muerta. La cultura de una ciudad se palpa por el mimo con que trata sus zonas verdes", apunta desde Ecologistas en Acción su coordinador, Javier Egea, para añadir que "hablar de candidatura a Ciudad de la Cultura Europea, mostrando las vergüenzas de la falta de árboles, talas de ejemplares sanos, podas incomprensibles, alcorques vacíos, aceras ardientes sin una sombra natural, sin apenas verde donde recrear el alma y la vista, es un contrasentido. Sin una gestión planificada y eficiente de nuestro arbolado es más difícil que se apoye esa candidatura a Ciudad Cultural”.

Para José Miguel Martín, presidente de Agnaden, “el Plan de Gestión del Arbolado debe ser la herramienta sobre la que basar la prioritaria política medioambiental de la ciudad y su Cinturón”.

La propuesta de estos colectivos se ha arbitrado mediante una moción trabajada conjuntamente y presentada al pleno de Ayuntamiento de Granada en colaboración con la hasta ahora portavoz del grupo municipal de Vamos Granada, Pilar Rivas -que está pendiente de su paso a no adscrita-. Por tanto, uno los concejales de Vamos Granada deberá defenderla en el pleno que se celebrará este viernes 23 de febrero.

Es una moción "constructiva", según destacan las organizaciones que la impulsan, y las medidas que se proponen en la misma son "vitales" para Granada, existiendo además en este momento una coyuntura presupuestaria adecuada, ya que la adjudicación del contrato de mantenimiento de jardines de la zona A ha permitido "un importante ahorro económico en el gasto previsto", que podría aplicarse a la elaboración del Plan citado, para lo que apenas sería preciso "una parte menor de dicho ahorro".

Por ello la coportavoz de Equo ha apelado a los concejales de todos los grupos municipales para que "asuman, como propia, esta moción y la apoyen en el pleno con absoluta convicción, por ser de claro interés general que Granada se dote de los instrumentos necesarios para una adecuada gestión del arbolado y podamos desarrollar, con participación de todos, una ciudad medioambientalmente más rica y vivible". 

Reproducimos a continuación el texto de la moción:

"Al Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Granada

Dña Pilar Rivas Navarro, portavoz del Grupo Municipal “Vamos, Granada”, formula para ser incluida en el Orden del Día de la próxima sesión plenaria, y de acuerdo con el art.130 del Reglamento Orgánico Municipal, la siguiente MOCIÓN.

Exposición de motivos

Desde hace algún tiempo se ha producido, entre los ciudadanos, una toma de conciencia de la importancia del arbolado urbano para un adecuado desenvolvimiento ambiental y paisajístico de la vida en la ciudad. Son numerosos los textos y acciones que, a nivel de todo el país, se han desarrollado sobre el principio de que, en la ciudad, “el arbolado es el fragmento de naturaleza más al alcance de sus espacios vitales: un vecino vivo que nos acompaña a lo largo de la vida, contribuyendo a una ciudad más saludable y habitable y evidenciando, entre otros, los espacios de relación y convivencia, los cambios de estación o el paso del tiempo”, tal como lo expresa por ejemplo el “Plan director del arbolado de Barcelona 2017‐2037”.                 

La consciencia de esta nueva visión del árbol en la ciudad, tanto en zonas ajardinadas como respecto al arbolado viario o de alineación, ha hecho que determinadas prácticas en el tratamiento de los mismos, que se vienen aplicando desde hace bastante tiempo sin ajustarlas a los nuevos parámetros, creen una indudable alarma social en una parte creciente de la población.

Granada es una ciudad con escaso arbolado, apenas 46.000 árboles según informa por escrito el propio Servicio de Jardines, muy por debajo del mínimo que la OMS establece como saludable: tenemos apenas un árbol de alineación por cada 5,2 habitantes, casi la mitad de lo recomendado, 1 árbol por cada 3 habitantes.

Necesitaríamos aún 34.000 árboles de alineación más de los existentes para alcanzar el mínimo. Si a ello se le añade la circunstancia de que Granada es una de las ciudades con más contaminación de España, y que cada año se talan más de 500 ejemplares de porte y edad, según los datos suministrados por el mismo Servicio, además de haberse consolidado un tipo de poda (el desmoche y el terciado) que todos los estudios actuales recogen como especialmente contraproducente, es perfectamente comprensible la alarma que la población comienza a manifestar.

La alarma ciudadana se ha incrementado, sin duda, como consecuencia de la adjudicación, hace apenas una semana, del contrato de mantenimiento de jardines y arbolado a una empresa cuya oferta ha sido calificada por los propios técnicos municipales como “muy mala”, hasta el punto de que no puede considerarse como una oferta técnica, sino como una mera descripción de labores. La adjudicación se ha fundamentado en el peso excesivo que, en el pliego de la licitación, tenía el factor económico, y en la baja desmesurada que la empresa ha ofertado, hasta el punto de que la cuantía de adjudicación apenas es suficiente para abordar los gastos de personal de la plantilla que debe subrogarse, sin margen apenas, no ya para la obtención de beneficios (finalidad de toda empresa) sino siquiera para abordar el resto de las obligaciones derivadas del pliego. Ello empuja a los ciudadanos, y con toda razón, a temer que el servicio siga deteriorándose más aún y el arbolado urbano sea la principal víctima de todo ello.

Frente a esto, Granada solo cuenta con una Ordenanza de Uso y Protección de Zonas Ajardinadas, que tiene ya más de veinte años de antigüedad (es de enero de 1996) y que apenas se detiene en los árboles de alineación. Es, a todas luces, una ordenanza anticuada e insuficiente, considerando especialmente que no existe en el acervo normativo local ningún otro documento relativo a esta cuestión. Significa ello, entre otras cosas, que ni las empresas adjudicatarias del mantenimiento de los árboles, ni los técnicos municipales del servicio correspondiente, encuentran respaldo alguno en instrumentos actualizados y suficientemente contrastados, que establezcan criterios o directrices de cómo incardinar su trabajo en una visión global, urbana y paisajística, del papel del árbol en la ciudad.

Es preciso tener presente que, tal como hemos indicado al comenzar esta exposición, el enfoque y visión del árbol urbano ha cambiado sustancialmente en estas últimas décadas, y son muchas las ciudades que han elaborado nuevos documentos de referencia para abordar su mantenimiento, tratamiento y entronque con la ciudad, considerándose en términos urbanísticos como sistemas de primer nivel, como un sistema de soporte de la vida que crea una fuerte unión entre los árboles y las personas. Es más, para el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, “las ciudades deben tener un Plan de Gestión del Arbolado Urbano, tanto del arbolado viario como el de los parques y jardines. Este Plan debe ser fruto de un trabajo multidisciplinar y con participación pública, que incluyan necesariamente una evaluación del arbolado, protocolos de actuación para su conservación y correcto mantenimiento, y planes de gestión del riesgo y del peligro”.

Se trata en todo caso de documentos que se alejan de la mera ordenanza de usos y normas de actuación, para afrontar una visión moderna y sostenible de lo verde en la ciudad, planteando diversas líneas de acción dirigidas, como recoge expresamente el ya citado Plan de Barcelona, a lo siguiente:

1. Conservar y mejorar el patrimonio natural de la ciudad.

2. Evitar la pérdida de especies y hábitats.

3. Alcanzar la máxima dotación de superficie verde y su conectividad.

4. Obtener los máximos servicios ambientales y sociales del verde y la biodiversidad.

5. Avanzar en el valor que la sociedad asigna al verde y a la biodiversidad.

6. Hacer la ciudad más resiliente ante los retos emergentes, como el cambio climático.

No es Barcelona, ni mucho menos, la única ciudad en abordar este problema con un enfoque de patrimonio ambiental y de biodiversidad. También Madrid ha puesto en marcha un “Plan Estratégico de Zonas Verdes, Arbolado y Biodiversidad”, y otras como Victoria optaron en su momento por elaborar una ordenanza específica para el Arbolado Urbano, que supuso un gran avance en la planificación, gestión y protección del mismo. Así lo recogía el nuevo PGOU de esa ciudad, que instaba a que se elaborara un “Plan de Gestión del Arbolado” que definiera los criterios y programara las actuaciones necesarias para conseguir un patrimonio arbóreo sano y de mayor calidad, que realice sus funciones y mantenga su integridad.

Nada de todo esto se ha hecho en Granada en los últimos 25 años, por lo que la situación del arbolado urbano, lejos de regenerarse y caminar hacia estándares mínimos de cantidad y calidad, tiende a una situación cada vez más depauperada, con árboles maltratados y sistemáticamente sustituidos por ejemplares muy jóvenes, sin capacidad para cumplir la función del árbol eliminado. Granada parece que tiene querencia a enquistar sus problemas: Ya el Defensor de Granada, en editorial del 5 de diciembre de 1895, decía que, en Granada, “se trata cuanto se relaciona con el arbolado con un desprecio que irrita, porque demuestra el escaso interés que en asunto tan importante toman las autoridades”.

El arbolado está sometido a la intervención de numerosos actores: los ciudadanos, los gestores de las zonas verdes, los diferentes departamentos municipales, las empresas contratistas, los urbanistas, los políticos, etc. Esta gran variedad y cantidad de actores que afectan al arbolado complican la gestión y hacen que el árbol se convierta muchas veces en un problema. Es por lo tanto necesario y urgente dotarnos de una planificación que marque los principios básicos y unas pautas de gestión que nos ayuden a proteger, conservar y mejorar el patrimonio arbóreo de nuestra ciudad. Un Plan que declare al árbol un elemento de interés público y por tanto protegido. Este plan debe ser además una guía sobre la que se asiente la planificación urbana y ecológica de Granada dirigiéndonos a un nuevo modelo de ciudad sostenible.  

Se da en este momento, una confluencia de circunstancias idónea para abordar de forma avanzada, eficaz y eficiente, el problema: La desmesurada baja de la empresa adjudicataria, ha “librado” más de medio millón de euros que estaban asignados a gastos de mantenimiento de jardines y arbolado viario. Con solamente poco más de un 15% de esa cantidad, es suficiente para convertirnos en una ciudad de referencia, y de paso para que esta corporación se diferencie significativamente de las anteriores.  

Parece que esta es la ocasión de elaborar, como ciudad de carácter patrimonial que somos, los documentos necesarios para planificar, organizar, tratar y valorar nuestro patrimonio arbóreo con una visión moderna y sostenible, primando el interés público y ambiental, y dirigida a hacer una ciudad mejor y más vivible.  

Propuestas

1. Que, con cargo al presupuesto sobrante de la licitación del contrato de mantenimiento de jardines y arbolado de la zona A, adjudicado por medio millón de euros menos de lo licitado, se proceda a contratar la elaboración del siguiente documento, imprescindible para una correcta y actualizada gestión del arbolado urbano de la ciudad:

‐ Plan de Gestión del Arbolado Urbano de Granada

Dicho Plan deberá abarcar un periodo mínimo de veinte o treinta años, para que pueda ser concebido desde una perspectiva de ciudad futura, aun cuando para partes de él se prevean revisiones en plazos inferiores. Deberá recoger también una política de incremento de nuevas plantaciones guiadas por el objetivo de mejorar la ratio de árboles por ciudadano, que está muy por debajo de lo recomendado por la OMS.

También deberá incluir como mínimo los siguientes documentos anexos:

  • Catálogo de árboles destacados, individualizando de forma específica cada uno de ellos con su ficha, tanto los que están integrados en espacios ajardinados, públicos o privados, como aquellos que forman parte del arbolado de alineación. Las fichas deberán contener evaluación de su estado y medidas de conservación y restauración, cuando fuesen necesarias.  
  • Documento de evaluación del arbolado de alineación, que determine de forma pormenorizada y con localización geográfica, las características, estado y necesidades, de la totalidad del arbolado existente en la ciudad.
  • Protocolo de actuación para la conservación del arbolado, diferenciando en al menos dos protocolos específicos, uno de ellos para zonas ajardinadas, y otro para arbolado viario.  
  • Protocolo de Mantenimiento del Arbolado, estableciendo criterios para tratamientos fitosanitarios, generales e individualizados, poda y tala, y cualquier otra labor que deba realizarse en relación con el mismo.
  • Plan de Gestión de Riesgos y Seguridad del Arbolado, donde se determine la forma de actuar con respecto a aquellos ejemplares o, en su caso, especies, que puedan suponer riesgos constatados para la población, para infraestructuras o para el propio conjunto de los árboles de la ciudad.Establecerá formas de actuar, pero también limitaciones a la acción en función de parámetros de riesgo efectivo.
  • El Plan debe contemplar también la normativa técnica que regirán los pliegos de condiciones de los proyectos de edificación y rehabilitación de obra urbana relativa a la materia que nos ocupa.

La elaboración y aprobación de este Plan deberá hacerse de forma coordinada con los servicios de urbanismo, obras y mantenimiento del ayuntamiento, e incluir procedimientos de participación ciudadana, dentro de la política de transparencia y colaboración con organizaciones sociales y ciudadanas, que debe regir la actividad de este Ayuntamiento.  

El Plan debe además contar entre sus objetivos la promoción del conocimiento de los ciudadanos sobre todos los parámetros que afectan al desarrollo del árbol y los beneficios que suponen para la ciudad y sus habitantes, lo que sin duda hará disminuir los niveles de rechazo y crítica a la actual gestión de la ciudadanía.  

El plazo de elaboración, considerando la necesidad de convocar y adjudicar el o los contratos necesarios, debe ajustarse al periodo que resta hasta la próxima campaña de poda y tala, a comienzos de invierno de 2018‐2019, de forma que la nueva campaña pueda ya ajustarse al mismo.

2. Que en el mismo Plan y, en su caso, en la Ordenanza correspondiente, se establezca la obligación de elaborar por el Servicio de Jardines, en el primer semestre de cada año natural, un Programa Anual de Intervención en el Arbolado Urbano de Granada, que recoja las acciones concretas que se van a abordar respecto al arbolado, tanto de zonas ajardinadas como de alineación, en la campaña respectiva de la siguiente temporada de intervención. Dicho programa debe incluir de forma individualizada todos y cada uno de los ejemplares sobre los que se va a actuar, las patologías o razones de tipo funcional que dan lugar a la actuación, y el tipo concreto de actuación, con expresa señalización del alcance de la poda o tala, cuando se vayan a realizar. De la misma forma, deberá incluir las sustituciones y nuevas plantaciones.

Este Programa deberá ser puesto en exposición pública, cada año, al menos tres meses antes del inicio de la campaña de intervención, previamente a la aprobación por el órgano correspondiente y los trabajos tendrán que atenerse de forma estricta al mismo, debiendo justificarse de forma muy pormenorizada cualquier excepción que se plantee. No podría realizarse ninguna campaña de intervención sin la previa aprobación del Programa.

3. El Plan de Gestión del Arbolado Urbano de Granada, debe vertebrar la revisión y ampliación de la Ordenanza vigente, ajustándose a los nuevos parámetros y especificaciones del Plan, así como las revisiones del planeamiento urbanístico General (PGOU) y Especial en vigor.

4. Que, con carácter provisional y en tanto se elaboran dichos documentos, una vez aprobada la presente moción, se suspenda la ejecución de las previsiones de poda y tala actualmente en marcha. En tanto subsista dicha suspensión, no obstante, podrán realizarse aquellas acciones puntuales, incluidas poda y tala, que sean imprescindibles en árboles individualizados que demuestren que el factor de seguridad se ha reducido drásticamente, y esto, siempre que no sea posible ninguna intervención de reducción del nivel de peligrosidad o ésta implicara técnicas contrarias a las buenas prácticas de la arboricultura. Todo ello, previo informe técnico que debe en cualquier caso contener tanto las técnicas utilizadas para la evaluación de los riesgos como las medidas adoptadas previas a la tala. Estos informes deberán estar disponibles para la consulta de cualquier interesado.

La suspensión propuesta no afectaría al resto de labores de mantenimiento y limpieza de jardines y arbolado, tratamientos fitosanitarios y otras actuaciones previstas en los contratos adjudicados.

Una medida de este tipo parece razonable desde la perspectiva de que las actuales previsiones de poda y sustitución puedan entrar en contradicción con el propio Plan que se elaboraría, además de que la misma supondría un importante avance en la política de transparencia y colaboración con la ciudadanía, que vería disipada su alarma de forma inmediata".