IU denuncia la falta de atención a personas que padecen depresión

Política - IndeGranada - Viernes, 12 de Enero de 2024
Ante el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, critica que "el PP abandona a su suerte a enfermos y profesionales".
Mari Carmen Pérez.
IU
Mari Carmen Pérez.

Mari Carmen Pérez, coordinadora provincial de Izquierda Unida en Granada y diputada provincial, ha criticado la "insuficiente" atención a los enfermos de depresión en la provincia. La prevalencia de cuadros depresivos activos en la población de 15 años o más, afecta en Granada en torno a 59.000 personas. A pesar de esta alta incidencia, la atención médica pública a personas con depresión en Andalucía no es la adecuada y es objeto de protestas, tanto por parte de los usuarios como de asociaciones y profesionales de la salud.

La formación de izquierdas ha resaltado la "escasez de recursos humanos" en salud mental y la "falta de apoyo" a las familias, "agravando aún más la complejidad de la situación". En este sentido, la diputada ha subrayado "la urgente necesidad de fortalecer los recursos humanos en salud mental y mejorar la atención integral en todos los niveles del Sistema Andaluz de Salud, desde la atención primaria hasta la especializada, incluyendo la salud mental infanto-juvenil".

"A pesar de las declaraciones institucionales y los discursos del presidente Moreno Bonilla y su gobierno, la descoordinación en el Servicio Andaluz de Salud está afectando directamente a los enfermos y sus familias"

IU ha denunciado la "falta de financiación" que permita mejorar la atención a la salud mental en Andalucía. "A pesar de las declaraciones institucionales y los discursos del presidente Moreno Bonilla y su gobierno, la descoordinación en el Servicio Andaluz de Salud está afectando directamente a los enfermos y sus familias", ha apuntado Pérez, quien ha sugerido que esta falta de coordinación "podría estar vinculada a la apuesta del gobierno por la sanidad privada".

Ha alertado especialmente sobre las deficiencias en la atención a la depresión en la Atención Primaria. Tras un aumento significativo de consultas por motivos de depresión debido a la pandemia de COVID-19 y la subsiguiente crisis económica, se ha identificado un "déficit de formación" entre la mayoría de los médicos de Atención Primaria. Esta falta de formación se traduce en inercias terapéuticas que afectan al diagnóstico, al éxito del tratamiento y a las recaídas posteriores en episodios de depresión.

"Los retrasos en el diagnóstico, e imposibilidad material de supervisar de forma adecuada, afecta la salud de los pacientes, pero también supone un aumento de los costos y disminución de los beneficios de los tratamientos". Además, contribuye a que "la depresión se vuelva crónica, afectando la calidad de vida de los pacientes y sus familias". "Es crucial revisar el diagnóstico, evaluar otros problemas de salud, asegurarse de que las personas sigan el tratamiento y abordar problemas personales cuando el tratamiento no está funcionando", ha apuntado para resaltar que, en el caso de las personas mayores, "es aún más importante actuar rápidamente".

Además, Mari Carmen Pérez ha hecho hincapié en la importancia de formar a las familias de enfermos de depresión. En ese sentido ha propuesto impulsar programas educativos destinados a proporcionar herramientas y conocimientos a los familiares para ayudarles a convivir con la enfermedad y contribuir al proceso de recuperación de la persona afectada. Pérez ha señalado que el apoyo familiar desempeña un papel crucial en el manejo de la depresión y aboga por estrategias que fortalezcan esta red de apoyo.

IU ha indicado que la falta de atención en el servicio público impulsa a las personas afectadas por depresión a recurrir a la sanidad privada, con el considerable costo económico, que no todo el mundo puede asumir. Esta situación, según Pérez, revela una desconexión entre las buenas palabras que se dan ante la celebración mañana, del Día Mundial de Lucha contra la Depresión, y la realidad de la falta de financiación que permita una mejora significativa en la atención en enfermos.

La diputada ha insistido en la necesidad de abordar la crisis de salud mental en Andalucía con acciones concretas y un mayor compromiso financiero real, no solo retórico. La salud mental, destaca, no puede ser vista como un privilegio, sino como un derecho accesible para todos los andaluces, y el gobierno tiene la responsabilidad de garantizarlo. En este sentido, ha apremiado un aumento significativo de la inversión en salud mental, instando al gobierno a cumplir su deber de proporcionar una atención de calidad para toda la ciudadanía.