Granada es ajena en esta campaña para unas elecciones cruciales como las que se celebrarán el próximo domingo, 28 de abril, en la que hay que decidir entre un futuro gobernado por la derecha más ideologizada, divida entre tres partidos conservadores que se disputan el liderazgo, y una izquierda, que por el escoramiento a la diestra del eje político, sitúa al PSOE en la centralidad de un tablero, con Unidas Podemos (Podemos-IU-Equo), como abanderado de la izquierda clásica más reconocible.

Extraña es la campaña por la lluviosa Semana Santa de por medio, la paralela lucha por la Alcaldía, que eclipsa a las generales, en la que todas las formaciones se afanan –salvo los socialistas, de los que nada se conoce para el futuro, salvo lo hecho y no en su gestión municipal- para hacer llegar sus mensajes; por la presencia como en tiempos de la Transición de paracaidistas, - salvo el PSOE y Unidas Podemos, los demás, repletos de cuneros- , y de curiosos compañeros de viaje en algunos partidos, que visitan Granada y no se entiende bien si para sumar apoyos o restar...

Y, sobre todo, por la práctica desaparición de propuestas específicas por parte de los partidos para Granada.

Quizá sea por el incumplimiento acumulados de promesas, o por la creencia de los partidos de considerar que Granada no precisa del impulso trascendental del Gobierno, salvo lo que podría beneficiarse por sus programas electorales generales, pero apenas aparece Granada en los discursos, comparecencias, mítines, compromisos…

Atrás quedaron aquellas elecciones generales no tan lejanas con programas específicos para la provincia, difundidos como contratos con la ciudadanía. Ni rastro queda.

Como si a los partidos no se le ocurrieran ideas certeras que hicieran progresar a Granada. Como si el presente no importara y la Granada del futuro ya quedara para siempre trazada con la llegada del AVE, prometida para junio, tras las municipales. Y aun así, desconcierta a los partidos hablar del AVE, que todos lo traerán, sin que hasta ahora ninguno haya aludido al soterramiento de las vías, la Variante de Loja o el ferrocarril del norte de la provincia y su conexión con el Levante.

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Granada, desaparecida de la campaña. P.V.M.

¿La Granada (in)acabada?

Así que para las formaciones que concurren el 28A y se disputan las 7 actas al Congreso y las cuatro a la Cámara Alta muy poco o nada interesa comprometerse con Granada, salvo lo ya decidido y apuntado, que se repite como un mantra en un pulso entre los partidos para decidir quién es el que lo acometerá con mayor rapidez.

Y ya está. Ni una nueva propuesta, como si Granada se contentara con todo ello, sin entender que salvo el acelerador de partículas, proyectado en Escúzar, y la línea eléctrica aérea, no procedan de atrasos e incumplimientos inmerecidos.

Y ya está. Ni una nueva propuesta, como si Granada se contentara con todo ello, sin entender que salvo el acelerador de partículas, proyectado en Escúzar, y la línea eléctrica aérea, no procedan de atrasos e incumplimientos inmerecidos.

Seis días quedan, incluida la jornada de este domingo, para revertir una injusticia. Y si de algo sirve, un poco de Cultura, por favor. ¿O acaso no le incumbe la Cultura al próximo Gobierno?