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ANÁLISIS DEL BIPARTITO, asediado por la ambición, las consecuencias del 10-n y la debilidad del alcalde

Un gobierno municipal amenazado desde dentro con el derribo

Política - Juan I. Pérez - Domingo, 17 de Noviembre de 2019
Un análisis sobre el bipartito que lidera Granada, zarandeado por el 10-N, la ambición sin apoyos de Sebastián Pérez, y la debilidad de un alcalde, con un partido que estalló por los aires, y que influyen en la gestión diaria de un Ayuntamiento, que se resiente.
Fachada del Ayuntamiento de Granada.
P.V.M.
Fachada del Ayuntamiento de Granada.

Del 2+2 se ha pasado sin discusión al 4 a 0, y al inquietante 1-1. Una suma (la alternancia), un resultado (todo el mandato por goleada) y una resta (que equivale a uno contra otro) que Luis Salvador y Sebastián Pérez, socios a la fuerza del gobierno municipal de la capital granadina, protagonizan, en una lucha que nunca fue soterrada y que ya está cerca de prender la mecha que haga estallar el Ayuntamiento.

Cinco meses después de la sorprendente elección del alcalde de Cs, justificado por el cambalache nacional entre azules y naranjas, que se repartieron ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas como cromos, sin reparar en las consecuencias, tiene sentido el 'hastag' Granada Sale A Competir': ninguna ciudad iguala a Granada en la competición interna por la alcaldía

Cinco meses después de la sorprendente elección del alcalde de Cs, justificado por el cambalache nacional entre azules y naranjas, que se repartieron ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas como cromos, sin reparar en las consecuencias, tiene sentido el hastag 'Granada Sale A Competir': ninguna ciudad iguala a Granada en la competición interna por la alcaldía.

Si Sebastián Pérez creía que tras ganar en la capital el 10-N, tras hacerlo el PSOE siete meses antes, el 28-A, y antes en las municipales, la dirección nacional le iba a respaldar para forzar a Ciudadanos a que le dé la Alcaldía de Granada en dos años, ya sabe la respuesta: no.

Y en la dirección regional, bastante tienen los populares con seguir congeniando con Cs en los gobiernos autonómicos , en especial en Andalucía, mientras siguen pactando con la derecha radical para mantenerse en el poder.

Sin salida de escape en la Cámara Alta, donde situó a José Antonio Robles, sabedor de que tenía que dejar la presidencia o el Ayuntamiento si elegía el cómodo retiro de senador del reino, tensó la cuerda la misma noche electoral y puso a sus seis concejales en la encrucijada de o apoyarle a él y exigir, sin respaldo alguno del partido, que Luis Salvador le ceda la Alcaldía en dos años y que lo deje bien claro ahora, o dinamita el pacto de gobierno y se va a la oposición. Lo reveló esta semana los informativos de Onda Cero Granada.

Estupor en el grupo del PP, como sucede en toda la organización provincial, que el martes reunió a su ejecutiva. La desconfianza y el temor prevalece en el equipo popular, como así lo aseguran. Cuando alguien a la desesperada sitúa en una encrucijada a sus concejales, sin nada que ofrecer a cambio para el futuro, está condenado al fracaso  

Estupor en el grupo del PP, como sucede en toda la organización provincial, que el martes reunió a su ejecutiva. La desconfianza y el temor prevalecen en el equipo popular, como así lo aseguran. Cuando alguien a la desesperada sitúa en una encrucijada a sus concejales, sin nada que ofrecer a cambio para el futuro, está condenado al fracaso. Al lanzar la bomba en la apertura del curso político en Órgiva, sin medir lo suficiente, quedó señalado en el PP, un error de estrategia, que demuestra la decadencia del que siempre presumió de controlar los tiempos.

El PP de Granada hace tiempo que tiene marcada su hoja de ruta desde Sevilla, para regenerar una organización, en un proceso donde ya no cuentan con el presidente provincial y primer teniente de alcalde, para darle protagonismo a Marifrán Carazo y Pablo García.

Le quedaría marcharse dignamente, lo que en su larga carrera política, nunca ha contemplado. Pero mantiene el detonador que puede hacer estallar la frágil estabilidad del gobierno municipal

Le quedaría marcharse dignamente, lo que en su larga carrera política, nunca ha contemplado. Pero mantiene el detonador que puede hacer estallar la frágil estabilidad del gobierno municipal.

Luis Salvador resiste en una debilidad extrema, a la que la inapelable aritmética de sus tres concejales, se le suma un partido en descomposición, que Ciudadanos se ha ganado a pulso, desde su cordón sanitario al PSOE y la foto de Colón, que dio visibilidad a la derecha radical, que se los ha comido y buena tajada de votos le ha arrebatado a los populares.

Luis Salvador resiste en una debilidad extrema, a la que a la inapelable aritmética de sus tres concejales, se le suma un partido en descomposición, que Ciudadanos se ha ganado a pulso, desde su cordón sanitario al PSOE y la foto de Colón, que dio visibilidad a la derecha radical, que se los ha comido, y buena tajada de votos le arrebata a los populares

Aunque nadie discute el cambalache que le dio la Alcaldía para los cuatro años, su principal valedor en aquel acuerdo, el secretario de Organización, Fran Hervías, es centro de duras críticas internas, se quedó fuera del Congreso y trata de encajar en Andalucía para sobrevivir. En parte se lo debe Juan Marín, porque gracias a la mediación de Hervías, Luis Salvador no se atrevió a dar el salto al liderazgo de la organización andaluza de los naranja, cuando lo tenía casi atado.

El hambre con las ganas de comer. Mientras, desde fuera de Granada solo se tienen referencias de la ciudad por los apagones, la lucha por la alcaldía y la macrooperación policial contra la marihuana, que incautó 20 kilos de cogollos, -“la ciudad de la Marihuana”, decía en campaña Sebastián Pérez, para prometer que con él cambiaría el rumbo de la capital radicalmente-. Por detrás, eso sí, del brillante Granada CF, pese a sus últimos resultados adversos.

Y en la capital, no termina de despegar un gobierno municipal bipartito, cosido con hilvanes, amenazado con saltar por los aires.