El equipo de gobierno socialista de la capital ha puesto ya en marcha el proceso formal para la elaboración del presupuesto de 2017. No será un camino fácil. A la obligación de consensuar las cuentas con el resto de grupos políticos, dado que gobierna en minoría, se suma una situación económica heredada que algunos ya ven cercana a la quiebra y que sigue sumando problemas. El último, la prescripción de los derechos de cobro de 31 millones de euros. El PP dejó prescribir esa deuda, que ya no se podrá cobrar. Ahora complicará aún más el objetivo de cuadrar las cuentas.

Lo explicó este lunes el portavoz del gobierno socialista y responsable de las áreas de Economía y Hacienda, Baldomero Oliver, para quien estos datos que siguen saliendo mientras el equipo de gobierno trata de "poner en orden" la información económica evidencian "la pésima gestión económica" que llevó a cabo el PP.

Según Oliver, por parte del gobierno del PP hubo una "absoluta dejación de funciones" en el control del gasto y también en la ejecución del presupuesto. Se detuvo en censurar cómo no se agilizaron los expedientes para fraccionar el pago de deudas tributarias, tanto en periodo voluntario como en la vía ejecutiva.

Esto ha derivado en la prescripción de derechos de cobro. En 2015, según "un cálculo conservador", 31 millones de euros. Los niveles de prescripción de deuda son, en sus palabras, "alarmantes". El gobierno local ya ha dado orden para que no prescriba "ni un euro más". "Es lo que tenía que haber hecho el PP", zanjó.

Esos 31 millones no se podrán recuperar y agrava una situación de falta de tesorería y liquidez que, a su vez, incide en la morosidad y en el aumento del plazo medio de pago a proveedores. 

Un dato al respecto destacó el portavoz socialista: en mayo ya estaba en 109 días. Aumentará, según sus previsiones, hasta los 120. "Porque la bola que corre cuesta abajo antes de subirla primero hay que pararla. Y estamos en parar esa bola desbocada cuesta abajo por la gestión PP".

En este contexto, con 74 millones de euros pendientes de pagar desde 2003, con un presupuesto prorrogado, el gobierno socialista ha puesto en marcha "el proceso formal" para elaborar las cuentas. En una primera fase, elaborar el patrón básico del presupuesto según las nuevas áreas gobierno, a las que, según Oliver, ya se les ha pedido que hagan sus propuestas con un criterio general: la reducción del gasto.

A partir 1 de septiembre llegará otro trabajo, también difícil, el político, para completarlo con las aportaciones del resto de grupos políticos. Y aquí Oliver fue expresivo al asegurar lo que esperaba: "Que nos dejemos de elementos ‘exóticos’ y nos pongamos a trabajar en lo que interesa a la gente", en alusión a la falta de apoyo de la oposición para sacar adelante iniciativas o para aprobar otras en contra del criterio del gobierno en el último pleno.

Abundó en su reflexión para subrayar la necesidad de que haya "voluntad decidida de todos los grupos de asumir" que serán necesarias medidas que "requerirán algún esfuerzo".

No habrá subida de impuestos, por ahora

Adelántandose a las preguntas de los periodistas, el portavoz del gobierno socialista volvió a reiterar que ese esfuerzo no pasará el próximo año por una subida de impuestos. "Un gobierno serio no puede subir impuestos mientras estén prescribiendo al año 31 millones",  dijo para apuntar que eso sería la "medida fácil" .

No obstante, advirtió que esa será la propuesta del gobierno local y que no lo harán "salvo que el resto de grupos me digan que es lo que tenemos que hacer".

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