Campaña Inagra contenedor marrón.
Artículo de Opinión por Ramón Reyes, responsable provincial de Acción Política de IU

Frente a una ciudad secuestrada por la turistificación: Una ciudad habitable

Política - Ramón Reyes - Viernes, 6 de Julio de 2018
Artículo de opinión de Ramón Reyes, responsable provincial de Acción Política de IU, con una visión crítica sobre el modelo turístico de Granada y las propuestas de la formación de izquierdas, con el convencimiento de que 'otro tipo de turismo es posible'.
Turistas en la Carrera del Darro.
M.R.
Turistas en la Carrera del Darro.

Granada tiene un problema con el turismo, es una verdad absoluta. Nos encontramos con una ciudad donde el turismo y la hostelería figuran como uno de sus principales sectores. Con 3.252.222 pernoctaciones en 2017 observamos que en los últimos años ha ido en una evolución al alza, no obstante iremos más allá de los fríos datos estadísticos.

Gentrificación en barrios históricos

Barrios como el Realejo o el Albayzín están viendo como sus tradicionales vecinos son expulsados debido al alza de los precios de la vivienda, el motivo alojamientos turísticos por los que el propietario recibe hasta el triple frente a un alquiler residencial. Desde 2010 que se introdujo la empresa Airbnb el fenómeno de pisos turísticos se ha ido multiplicando año a año como una  plaga. Por ejemplo en 2016 la oferta creció un 105,42% respecto a 2015, pero si nos paramos a analizar casi el 30 % de los usuarios tienen tres o más ofertas en la web, y hay más de 10 personas que tienen más de 10 ofertas en dicha web, algunas incluso ofertas distintas en un mismo edificio, convirtiéndolo en la práctica en un hostal ajeno a cualquier tipo de  impuestos. 

Existe una realidad, es cierto que hay personas que este tipo de alojamientos se convierte en una forma  de ganarse la vida, también es cierto que hay otras que hacen un negocio muy suculento basado en la especulación y en la inflación artificial del precio de este tipo de vivienda.  La labor de un gobierno municipal tiene que ser decidida, sobre todo no tanto en prohibir esta práctica sino en seleccionarla y limitarla, sobre todo garantizando que estos alojamientos estén ubicados en zonas de interés turísticas y cumplan todos los estándares de calidad, así como el escrupuloso cumplimiento de los derechos laborales de las personas contratadas (especialmente empleos feminizados y pauperizados como pueden ser las famosas kellys). Limitando también el número de estos alojamientos y la distancia entre unos y otros.

Terrazas,  ¿privatización del espacio público?

Cualquier tarde, al pasear por Plaza Nueva, Bib rambla, el Campo del Príncipe o la Plaza Mariana Pineda lo que a cada Granadino se le viene a la cabeza es “La vin qué pollas, ¿por dónde paso ahora?” Bromas aparte, es una verdadera salvajada la ocupación de estas plazas y calles donde apenas se puede caminar, y empresas hosteleras (muchas de ellas, por no decir la mayoría, incumpliendo cualquier tipo de normativa laboral) que han colaborado muy gustosamente con los distintos gobiernos municipales y se ven beneficiadas con maravillosas terrazas y estructuras fijas que no son otra que una privatización encubierta del espacio público. Sin dar nombres no hace falta más que ver cerca de la fuente de las batallas la terraza de un restaurante o la de una famosa churrería.

Claro que no vamos a hablar de prohibirlas ¡ni mucho menos!  Nadie nos va a quitar el gusto de una consumación y una tapa en la época del buen tiempo, estamos hablando de coexistencia, que en nuestras calles y plazas se pueda pasear amplia y tranquilamente, al mismo tiempo que podamos disfrutar de una cervecita o un buen tinto de verano.

La calidad alimentaria, haberla hayla

En Granada te comes unas tapas muy grandes y son gratis. Una publicidad que damos constantemente a toda nuestra gente de fuera para que venga a visitarnos. Lejos de la realidad, ni son tan gratis (está incluida en un precio hinchado con respecto a otras ciudades) y viendo la calidad en este caso podremos afirmar que el tamaño muchas veces no es lo más importante. 

Existe una realidad, hay una competencia atroz y en la necesidad de atraer a  un público (muchos de ellos estudiantes) se infla el tamaño de las tapas pero recortando en producto y, lo que es más peligroso, en personal. 

Hay que hacer un análisis objetivo y valiente, el producto  que se ofrece (salvo honrosas excepciones) es muy mejorable, y tenemos un recurso totalmente desaprovechado como es la Vega Granadina, que ofrece un producto inmejorable y que en años como este su precio ha caído (se ha llegado a pagar a menos de 50 céntimos el kg de espárrago)  o nuestra costa, con un pescado a muy buen precio y fresco. 

Es deber de la administración local fomentar los productos granadinos, un producto de kilómetro cero y excelente a muy buen precio, premiar  y fomentar a aquellos establecimientos que trabajen con producto autóctono. Es una labor educativa muy económica, que en muy poco tiempo daría muy buenos frutos y enriquecería  a un turismo sostenible y en beneficio de las personas.

Y... Los derechos laborales ¿Existen? 

Desde el año 2000 hasta el actual las pernoctas se han incrementado casi en un millón y medio, lamentablemente es prácticamente el mismo número de trabajadores el del 2000 que el actual. Hemos estado unos años con el convenio paralizado, son muchos los casos donde por activismo sindical cualquier persona es despedida, y no hablemos de las jornadas de 12 o 14 horas diarias con contrato de 4 horas o las kelys limpiando habitaciones a cinco euros la hora, tal es la situación que el mayor problema del convenio no es que estuviera paralizado, el mayor problema es que ni se cumple. 

Aquí el ayuntamiento de granada tiene la obligación de ser implacable y ser parte denunciante de cualquier abuso existente dentro de la ciudad, por ejemplo impidiendo que cualquier empresa que cometa alguna irregularidad sea promocionada y quede excluida de cualquier concurso, promoción local, FITUR, etc. 

La situación de los trabajadores y trabajadoras del sector en general es mala, y es por ahí donde debe empezar cualquier proyecto hacia un turismo sostenible y de calidad en la ciudad de Granada.

Otro turismo es posible

Son muchas más las cuestiones que se quedan en el tintero e iremos desarrollando en otros artículos,  pero quiero aprovechar esta tribuna para no solo soñar sino ilusionar con la idea de que otro tipo de turismo es posible. Un turismo que respete a las personas que día a día se levantan a atender a los turistas, un turismo que respete el medio ambiente y coexista con los vecinos y vecinas de la ciudad, un turismo que muestre al mundo nuestra identidad como granadinos así como la de nuestros productos. 

En definitiva un modelo de turismo acorde a una ciudad distinta que puede empezar a cambiar y a ilusionar el próximo año si las personas de izquierdas somos capaces de unirnos, luchar y conseguir ilusionar para cambiar esta ciudad.



Ramón Reyes es responsable provincial de Acción Política de IU.