Los días señalaítos
El mes de febrero viene cargado de días señalaítos: el Día de Andalucía, el día mundial de los Humedales, el día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el día de San Valentín, el día Mundial de la Justicia Social… Y también, si: el día Mundial del Cine. Este es el 8 de febrero. Justo ese día se celebra en Granada la 39ª edición de los premios Goya.
La publicación de este artículo coincidirá con el día después de esa celebración, pero su escritura ocurre antes de que la gala se celebre, así que no va de alfombra roja este texto, ni de quién estaba más o menos elegante o de cuánto han acertado o errado las quinielas de los premios.
Este artículo va de algo que en el cine podría ser el making off, es decir, el vídeo que se realiza para documentar cómo se ha realizado una película, cuál ha sido el trabajo previo o tras las cámaras. De eso quiero hablar, de lo que ha pasado antes de que Granada se llenara de caras famosas, de gente, de periodistas, enviados especiales y demás novedades.
Esta historia empieza en Sevilla en 2023, durante la celebración de otros premios Goya, con el deseo de un actor granadino de que la próxima gala sea, por fin en Granada. Antonio Velázquez, ese actor, se lo dice al entonces alcalde de Granada, Paco Cuenca
Esta historia empieza en Sevilla en 2023, durante la celebración de otros premios Goya, con el deseo de un actor granadino de que la próxima gala sea, por fin en Granada. Antonio Velázquez, ese actor, se lo dice al entonces alcalde de Granada, Paco Cuenca. Eso fue el 11 de febrero en Sevilla. El 20 de ese mismo mes ya se había puesto en marcha la maquinaria: carta del ayuntamiento a la academia de cine, búsqueda de patrocinadores. El 30 de marzo de ese mismo mes ya se hace pública la designación de Granada como sede de los premios Goya para el año 2025. El argumento, razonable, para atrasar el evento dos años es la realización previa en varias ciudades andaluzas.
La propuesta de Granada estaba bien expuesta, bien armada y respaldada. No solo por un proyecto incuestionable para la propia Academia del Cine. A lo largo de ese mismo año Granada se muestra como una ciudad capaz de organizar eventos de la magnitud de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE (octubre 2023) o el desfile del día de las Fuerzas Armadas (junio 2023), con un equipo de mujeres y hombres gobernando la ciudad capaces de soñar un. futuro para Granada
Como es inevitable, las reacciones a la designación como sede de los premios Goya no se hacen esperar (no nos olvidemos que esta aún sigue siendo a ratos la tierra del chavico) desde chascarrillos a ataques furibundos, pasando por apoyos y ánimos.
En una ciudad como Granada la forma más verdadera de chascarrillo se escribe en quintillas. Por eso el primer premio para las carocas del Corpus de 2024 fue para la quintilla de Cristina Cueto, que mezclaba, astutamente, la celebración con uno de los déficits recurrentes de la ciudad, las conexiones del tren
En una ciudad como Granada la forma más verdadera de chascarrillo se escribe en quintillas. Por eso el primer premio para las carocas del Corpus de 2024 fue para la quintilla de Cristina Cueto ("Según datos contrastados/si todos los nominados/vienen en AVE a los Goya/no habrá ni galardonados/ni alfombra roja ni p...") que mezclaba, astutamente, la celebración con uno de los déficits recurrentes de la ciudad, las conexiones del tren.
Tampoco faltaron las críticas directas, especialmente las que consideraban que para un ayuntamiento que arrastraba un importante déficit cuando los socialistas se hicieron cargo del mismo, dedicar tres millones de euros de ese presupuesto a algo así como una fiesta de la farándula era un derroche innecesario. Un planteamiento sorprendente cuando apenas se producen reacciones ni quejas si se hace público que la Fundación Pablo Picasso de Málaga recibe doce veces (doce) más presupuesto de la Junta de Andalucía que el Centro Lorca. O que la Orquesta de Sevilla triplica el presupuesto de la Orquesta Ciudad de Granada.
Ahora casi nadie se acuerda de quienes soñaron con esto y fueron capaces de hacerlo real
Ahora que ya hemos pasado de proyecto a realidad, que la gala de los Goya es la causa de que cinco días antes de la celebración los hoteles de la ciudad rocen el lleno técnico o de que se estime en ochenta y cuatro millones de euros el impacto económico que no dejarán los Goya, ahora casi nadie se acuerda de quienes soñaron con esto y fueron capaces de hacerlo real.
Este sábado 8 de febrero Granada vuelve a ser el centro del mundo cultural de nuestro país y un poco del mundo. Aunque quienes ahora gobiernan en la plaza del Carmen se limiten a resolver (y no siempre de forma adecuada) las cuestiones inmediatas del día a día que una ciudad de más de doscientos mil habitantes requiere, conviene no olvidar que Granada puede ser otra, tiene el talento y la energía necesarias para salir del camino estrecho en el que, demasiadas veces, se nos quiere mantener. Desde el gobierno de la ciudad es necesaria más ambición, más visión de futuro, más energía para lograr esa otra Granada, la de la cultura y la ciencia, la del aire respirable, la del turismo sostenible, la Granada en la que podamos seguir viviendo. De momento, los logros del actual Ayuntamiento son mayoritariamente proyectos del anterior consistorio. Aún no sabemos en qué futuros proyectos están trabajando.