El Darro recuperado. Y tú ¿cómo te lo imaginas?
La propuesta realizada por la candidatura Podemos-Izquierda Unida-Adelante, encabezada por Antonio Cambril, para quitarle el embovedado al río Darro ha suscitado expectación, sorpresa y cierta polémica no solo en la ciudad de Granada. La repercusión que ha tenido esta propuesta solo con la mención de Ian Gibson hace más que evidente su interés y su alcance desde muchas perspectivas. La iniciativa, en realidad, no hace sino verbalizar en forma de propuesta política algo que muchas personas habían alguna vez imaginado o pensado, pero que en muchos casos no se habían atrevido a decir en voz alta en foros públicos. Es, en realidad, una vieja aspiración y un deseo de una parte de la ciudadanía y del mundo de la cultura, pero también es una forma de entender la propia ciudad.
'Proponemos la posibilidad de quitar el embovedado del río Darro en el tramo de la calle Reyes Católicos, sin afectar a la Plaza Isabel La Católica ni a Puerta Real'
Pero, ¿qué es lo que proponemos exactamente desde nuestra candidatura? Proponemos la posibilidad de quitar el embovedado del río Darro en el tramo de la calle Reyes Católicos, sin afectar a la Plaza de Isabel La Católica ni a Puerta Real. Se trata de recuperar el trazado del río, sus antiguos puentes y otros posibles elementos patrimoniales y reordenar el viario adyacente. Se trata, en definitiva, de renaturalizar el río y darle vida, recuperándolo para la ciudad. Sin embargo, la idea va mucho más allá. Es, sobre todo, una herramienta de intervención social para promover la participación en el debate sobre el modelo de ciudad que queremos. No se trata de un proyecto cerrado. El proceso es en sí el proyecto. El Darro es un elemento identitario muy potente de Granada, a pesar de estar encajado entre La Alhambra y El Albayzín (o precisamente por eso). La Carrera del Darro y su prolongación en el Paseo de los Tristes son, probablemente, el lugar de la ciudad con el que más ciudadanos (y visitantes) se identificarían. En el embovedado del Darro se proyecta el imaginario romántico de Granada (y la curiosidad, tremenda curiosidad por saber cómo es lo que hay debajo). Es un espacio con un potencial patrimonial, paisajístico y estético enorme. Pero, además, la propuesta supondría darle la vuelta, repensar buena parte de la ciudad. No hablamos solo de la movilidad, sino también de la relación de Granada con sus ríos, con su patrimonio, con su identidad y su pasado.
Precisamente por su significación, este proyecto tiene un gran potencial para movilizar a la ciudadanía y provocar el debate, ya sea desde una perspectiva emocional o puramente técnica. Por eso, la parte central de la propuesta es la pregunta: “¿Tu cómo te lo imaginarías?”.
Imagen de Reyes Católicos. p.v.m.
Desde el punto de vista económico, la propuesta no puede sino discurrir en paralelo al plan de saneamiento del ayuntamiento planteado por esta candidatura. Además, para este tipo de proyectos no debería de ser complicado encontrar fondos europeos relacionados con el medio ambiente, el patrimonio y las ciudades inteligentes. También sería factible pedir otro tipo de ayudas al gobierno central, incluyendo la colaboración con la Confederación Hidrográfica, así como explorar posibilidades como la del 1,5% cultural. Se trataría de hacerlo, en todo caso, tras un intenso programa previo de participación ciudadana,lo que supone una garantía adicional para conseguir esa financiación.
'Desde Podemos-Izquierda Unida-Adelante hay una apuesta decidida por recuperar nuestros ríos y renaturalizarlos, junto con nuestras huertas históricas y con la Vega'
Esta es, de hecho, la parte que se podría empezar a hacer de forma más inmediata: Lanzar la pregunta e iniciar un proceso participativo y co-creativo; movilizar a la ciudadanía y a los sectores profesionales en un espacio de reflexión y debate que va más allá del tramo del río Darro a su paso por Reyes Católicos. Desde Podemos-Izquierda Unida-Adelante hay una apuesta decidida por recuperar nuestros ríos y renaturalizarlos, junto con nuestras huertas históricas y con la Vega; abrir nuestras acequias allí donde se pueda; reverdecer la ciudad para disfrutarla y para adaptarnos al cambio climático; restaurar y poner en valor una parte importante de nuestro patrimonio que está en relación con ese entorno privilegiado en el que nos encontramos; cambiar la forma en la que nos movemos para quitarle la boina a Granada. Se trata de hacer de ese cambio un motor de desarrollo económico para el futuro, no solo para diversificar la oferta turística o atraer a visitantes que se queden más tiempo descongestionando las zonas saturadas, sino para rehabilitar y restaurar nuestras viviendas vacías, potenciar a las empresas y oficios relacionados con los sectores patrimoniales, culturales, ambientales y agrarios y con el conocimiento e innovación que ello conlleva.
Imaginarnos el Darro abierto y vivo, sin una parte de su embovedado, va más allá de una propuesta o una visión romántica. Imaginarnos el Darro al descubierto y restaurado supone pensar qué tipo de ciudad queremos para el futuro: una Granada cada vez más saturada de coches y contaminación, menos resiliente frente al cambio climático y abocada a una política desarrollista suicida o una ciudad más verde y limpia, con una mayor calidad de vida, capaz de adaptarse a los desafíos que tenemos ya encima, que base su desarrollo económico en el patrimonio, la cultura, el conocimiento y el cuidado del medio ambiente.
Profesor de Historia y Arqueología Medieval en la UGR y responsable del Laboratorio de Arqueología Biocultural. Es un especialista en patrimonio y en la relación histórica del ser humano con el medio natural. Destaca su militancia activa en la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, en el ámbito del consumo responsable o en la Solidaridad Internacional. Es miembro de la candidatura de la confluencia por el sector independiente.