Historia del Partido Comunista, por Juan Francisco Arenas de Soria

Capítulo XI: 'El PCE en Granada durante el conflicto armado'

Política - Juan Francisco Arenas de Soria - Viernes, 16 de Julio de 2021
Juan Francisco Arenas de Soria nos ofrece un capítulo espectacular, que comprende del 20 de julio de 1936 a febrero 1937, en su excepcional trabajo sobre la historia del Partido Comunista, en el año en que se conmemora el Centenario de su fundación.
Composición del autor.
J.F.A.S
Composición del autor.
“Ellos creían que se apoderarían rápidamente de España. Contaban con casi la totalidad de los jefes del Ejército y con elementos y complicidades formidables. Pensaban que sería fácil instaurar un régimen de crueldad, ese régimen de matanzas que han instaurado en los pueblos en que ahora están. No contaban, camaradas, con el proletariado, con las fuerzas populares de España. Y les ha contestado, en gesto apretado y único, todo un pueblo dispuesto a empuñar el fusil y liquidar al fascismo”

 “A los voluntarios de Andalucía”

José Díaz Ramos. Secretario General del PCE[i]

Con el golpe militar la Internacional Comunista (IC) dio claras instrucciones al PCE de la necesidad de conservar y cohesionar al Frente Popular como manera de mostrar un claro rechazo a la salida fascista por la que optaban las derechas y los poderes fácticos del país, con un claro apoyo internacional de la Alemania nazi y la Italia fascista. Con el objetivo de “defender la República” la IC insta al reparto de armas a la población y la creación de milicias obreras que se opongan al golpe. José Díaz y Codovilla -representante de la IC en España- veían en el golpe que entendían fracasado, una oportunidad de profundizar en la “revolución democrática” que vivía España desde el triunfo de febrero del Frente Popular, aunque desde las instancias internacionales de la Comintern se les pedía que no cayeran en un exceso de euforia, ya que entendían que por parte de los golpistas se pretendía alargar un conflicto armado en el país[ii].

Otra línea directriz marcada por el PCE es la organización de la retaguardia para evitar el desabastecimiento y garantizar los suministros para el conflicto armado. A pesar de la compleja situación, los comunistas planteaban otras medidas clave en la profundización de la “revolución democrática”, como la reforma agraria, eliminar el poder de la Iglesia Católica, resolución del problema de las nacionalidades

Uno de los dilemas principales se centran en la cuestión militar, entre  las directrices que se establecen desde la Internacional, está la creación de un “ejército popular” sobre la base de las milicias obreras, integrando inicialmente a los cuadros militares que hubieran mostrado su lealtad a la República, proceso que tendría que ser paulatino, ya que la prioridad del momento era la eliminación de los focos de resistencia rebeldes. Tras el primer mes de lucha, y ante el desvanecimiento de los presagios de brevedad de la intentona, se convierte en una prioridad el fortalecimiento militar avanzando hacia la creación del Ejército Popular, lo que abrió un debate de calado con anarquistas y sectores del socialismo que defendían el papel de las milicias populares. Otra línea directriz marcada por el PCE es la organización de la retaguardia para evitar el desabastecimiento y garantizar los suministros para el conflicto armado. A pesar de la compleja situación, los comunistas planteaban otras medidas clave en la profundización de la “revolución democrática”, como la reforma agraria, eliminar el poder de la Iglesia Católica, resolución del problema de las nacionalidades…[iii]

 Dolores Ibarruri lanza en los primeros momentos un llamamiento a la comunidad internacional:

“¡Ayudadnos a defender la democracia!. Si la democracia española fuese destruída la consecuencia sería el estallido de la guerra que todos queremos evitar”[iv]

La internacionalización del conflicto con la descarada ayuda de Alemania, Italia y Portugal a los golpistas, hace que la URSS comience a replantear su política de neutralidad, mandando asesores militares al Gobierno de la República, lo que aumentaría el peso del PCE por las claras vinculaciones con el Estado Soviético, pero siempre dentro de la lealtad a la República, a pesar de las acusaciones que desde la historiografía derechista se han hecho de estar creándose un “Ejército Rojo” al servicio del Partido[v].

Junker 52 alemán en la base de Armilla[vi].

Un punto de inflexión en lo acontecido hasta el momento, es la formación de un nuevo gobierno en los primeros días de septiembre, presidido por Francisco Largo Caballero y del que entrarían a formar parte ministros comunistas a petición expresa del nuevo presidente del gobierno. En el mes de noviembre este gobierno sufriría una remodelación para dar paso a la entrada en el mismo a la CNT, lo que cumplía el objetivo de Largo Caballero de implicar a todas las fuerzas obreras[vii]. La mayor implicación de la URSS se ve propiciada por un ambiente internacional de simpatía a la resistencia popular de España frente a los militares insurrectos. Es el momento del inicio del reclutamiento de voluntarios por parte de la Internacional para combatir en España, nacen así las “Brigadas Internacionales”. Este paso de entrar en el Gobierno supondrá la consolidación del liderazgo ejercido por el PCE en la lucha antifascista, lo que acabaría enturviando la relación con Largo Caballero que se vio sobrepasado por esta nueva situación. Desde el gobierno los principales objetivos serán la conformación de un ejército popular capaz de ganar la guerra, responder a la necesaria transformación socioeconómica y fortalecer la retaguardia[viii].

De esta experiencia nacería la figura de los comisarios políticos en las unidades militares, las Brigadas Mixtas como unidades compendio de las diferentes armas (infantería, caballería, artillería)… 

La propuesta de un “nuevo ejército” adaptado a los nuevos tiempos atrajo a muchos militares profesionales a las filas del PCE, que con el impulso del Quinto Regimiento de Milicias Populares[ix] quería fundamentar la base de su propuesta. De esta experiencia nacería la figura de los comisarios políticos en las unidades militares, las Brigadas Mixtas como unidades compendio de las diferentes armas (infantería, caballería, artillería)… La instrucción militar y la disciplina como elementos clave que distinguirían la propuesta comunista, consciente de la necesidad de dichos elementos para enfrentarse al Ejército sublevado. La apuesta del PCE por el Ejercito Popular se montraría con la disolución del Quinto Regimiento en enero de 1937[x]. Para Fernando Hernández:

“El PCE estaba leyendo correctamente la conflagración enclave de guerra total moderna y en consecuencia con ello, propuso las medidas de unificación de criterio, centralización de mando y esfuerzos y disciplinamiento que ello requería. Quizás no sea ajeno a este hecho el incremento de influencia que el partido experimentó por ello en amplios sectores de la sociedad y el ejército”[xi]

Clara consecuencia del acierto de la línea política es su crecimiento exponencial, que en informe de José Díaz al Comité Central en marzo de 1937 afirmaba que el Partido contaba ya con unos 249.149 militantes, con más de la mitad incorporados en el Ejército Popular de la República[xii].

Madrid era el símbolo de la República y su resistencia clave para la perviviencia de la misma. La salida del Gobierno de la capital hacia Valencia fue para muchos un símbolo de debilidad. El PCE y la CNT se convertirán en referentes de la resistencia madrileña, asumiendo responsabilidades en la Junta de Defensa destacados dirigentes como Mijé, Carrillo o Pablo Yagüe, se populariza el mensaje lanzado por Dolores Ibarruri, “no pasarán”. El Partido acuñará una nueva consigna, muestra de su decisión y compromiso con la República, el principal objetivo era ahora: “ganar la guerra”[xiii].

“El presente nos dice que lo primordial, lo inmediato, lo urgente, lo indispensable, es GANAR LA GUERRA. Pues si no se gana la guerra todos los ensayos doctrinales, todas las realizaciones de carácter social, caerán como un castillo de naipes bajo las botas dominadoras del militarismo y del fascismo. Por eso, nosotros comunistas, sin renunciar ni un ápice a nuestra ideología y a nuestro programa, decimos que hoy no puede haber más que un solo programa, una sola idea, un solo objetivo: GANAR LA GUERRA”

José Díaz Ramos, intervención en el Congreso de los Diputados 1/12/1936[xiv]

De esta manera, Córdoba, Jaén, Málaga y Granada se convierten en zona de guerra, con una intensidad importante hasta febrero de 1937, donde la caída de Málaga supone el momento álgido de la confrontación en el sur.

 
Desde un primer momento, Madrid es un objetivo clave para los sublevados, por lo que la mayor parte de las acciones militares van encaminadas a la toma de la capital de España. Así todas las operaciones que se enmarcan en esa lucha tienen un carácter prioritario, mientras que las que no, son consideradas como de “carácter secundario”. En Andalucía, Cádiz, Huelva y Sevilla caen en los primeros momentos, siendo la Andalucía Oriental la que más fuertemente resiste al golpe de julio y al avance de las tropas que llegan desde el Protectorado Marroquí. La República manda desde Levante y la zona centro unidades militares para contrarrestar ese avance que parece inexorable por parte de los sublevados, donde la Legión y los Regulares Indígenas son su fuerza de choque; los generales Miaja y Martínez Cabrera intentarán en vano la recuperación de Córdoba y Granada. De esta manera, Córdoba, Jaén, Málaga y Granada se convierten en zona de guerra, con una intensidad importante hasta febrero de 1937, donde la caída de Málaga supone el momento álgido de la confrontación en el sur. Los frentes seguirán activos durante toda la guerra, pero con una intensidad menor ante las grandes ofensivas sobre el norte (Asturias, Euskadi y Cataluña). De igual manera, hasta 1937 no se establecen frentes claros de guerra, y la presencia de milicias tiene un peso destacado tanto en los sublevados, como muy especialmente en las fuerzas leales a la República.
 

En el frente granadino actuarán diferentes unidades, unas de forma estable en los diversos sectores y otras en momentos puntuales

Según se van conformando los frentes, el Ejército Popular de la República va tomando forma, constituyéndose las llamadas Brigadas Mixtas, en las que se van encuadrando las fuerzas dispersas que se mantienen leales al Gobierno, desde unidades milicianas, pasando por fuerzas del orden público (Guardia Civil, Guardia de Asalto, Carabineros) y unidades militares. Así nace, especialmente a partir de 1937, el Ejército Popular de la República. En el frente granadino actuarán diferentes unidades, unas de forma estable en los diversos sectores y otras en momentos puntuales, así tendremos:

  • 6ª Brigada Mixta. Formada en Murcia en octubre de 1936 a partir de fuerzas militares de la zona de levante. Comisario político Benigno Alonso de Dios (PCE). Participa en diferentes frentes. En el caso de Granada llega tras la caída de Málaga junto a la XIII Brigada Internacional con el objetivo de parar el avance de las tropas sublevadas que habían tomado Motril[xv].
  • 25ª Brigada Mixta, con base en Úbeda. En esta se agrupan fuerzas milicianas como los batallones “Stalin” o “Pablo Iglesias”. Finalmente acaba desplazándose a la zona norte de Córdoba, al frente de Pozoblanco en el mes de febrero, habiendo participado algunas de sus unidades en los combates en torno a Alcalá la Real[xvi].
  • 51ª Brigada Mixta. Se constituye tras la caída de Málaga entre febrero/marzo de 1937 en la zona de Almería. Encuadrada en la 21 División actúa en la zona de Andújar/Hinojosa del Duque. En junio de 1937 pasa a la 22 División en el frente de Iznalloz, donde participa en el asalto al collado del Calar, con importantes pérdidas. Consta su participación en las operaciones del mes de enero de 1938 en la línea Pinos Puente-Albolote[xvii]
  • 54ª Brigada Mixta. Creada en marzo de 1937 en Almería. Compuesta por los batallones “Lenin”, Cervera”, “Motril” y “Antonio Coll”. Adscrita a la 23 División. Se desplazó al sector de Ugíjar en el frente de Sierra Nevada, donde permanecerá[xviii].
  • 55ª Brigada Mixta. Se crea en marzo de 1937 en la zona de Lújar-La Cañada, con los batallones “Victoria”, “Octubre”, “Casanellas” y “Lina Odena”. El mando de la brigada lo ostentaba el diputado comunista Adriano Romero Cachinero. Incorporada a la 23 División. Participa en la lucha por las minas de la Sierra de Lújar donde consigue algunos avances, mientras que fracasará en su intento de ocupar el Haza del Señor para avanzar sobre Motril. Participa en el intento de ocupación de Lanjarón y Órgija en agosto de 1937, pero con poco éxito. En 1938, y bajo el mando de Ramón Pedrosa Rodríguez se enfrenta a una ofensiva nacionalista que le lleva a perder el Pico del Águila, aunque lo recuperaría más adelante. Participa en el asalto al fuerte de Carchuna. Operaría brevemente en la 20 División en la zona de Andújar durante septiembre de 1938, encuadrándose finalmente el la 22 División en Sierra Nevada[xix].
Posiciones de las unidades ERP y movimientos de tropas. J.F.A.S.
  • 76ª Brigada Mixta. Constituida en abril de 1937 forma parte del frente de Córdoba encuadrada en la 21 División tiene su base en Alcaudete, participará en acciones en la zona de Alcalá la Real y en agosto de 1937 en una acción en el frente de Órgiva[xx]. En esta unidad está encuadrado el comunista granadino José Bullejos Romero, al que le dedicamos un artículo[xxi].
  • 78ª Brigada Mixta. Se constituye en febrero de 1937 con la militarización de las milicias del frente Jaén-Granada, batallones “Pancho Villa” y “Guadix”. Permanece la mayor parte de la guerra en el sector de Bogarre, constando su participación en las operaciones de enero de 1938 en la línea Pinos Puente-Albolote[xxii].
  • 79ª Brigada Mixta. Nace en febrero de 1937 a partir de fuerzas milicianas del sector Granada-Jaén, encuadrada en la 20ª División. En marzo de 1938 pasa a la 21ª División en la zona de Jaén. Acabará prestando servicio en el frente de Levante hasta el final de la guerra[xxiii].
  • 80ª Brigada Mixta. Se crea en febrero de 1937 en el frente Jaén-Granada, fundamentalmente con milicianos malagueños y granadinos. Adscrita a la 21ª División actúa en el sector Frailes-Charrilla, cerca de Alcalá la Real. Se la reubica en mayo de 1938 en Albondón con el objetivo del asalto a Granada, pero la operación quedará frustrada volviendo a la zona de Jaén, actuando con la 78 Brigada Mixta en el ataque realizado en el sector Tozar-Limones. Uno de sus batallones fue destinado a Castellón en 1938[xxiv].
  • 93ª Brigada Mixta. Se constituye en enero de 1937 en el sector de Álora. Tras la caída de Málaga pasa en primera instancia al frente de Córdoba y más tarde al de Granada, encuadrada en la 22 División. Su denominación cambió en varias ocasiones. Su comisario político era Agustín de Leonardo Mingo (PCE). Consta su participación en las operaciones del mes de enero de 1938 en la línea Pinos Puente-Albolote. Posteriormente es enviada al frente de Aragón participa en la Batalla del Ebro en la segunda mitad de 1938 y practicamente destrozada abandona España por los Pirineos[xxv].
  • 147ª Brigada Mixta. Nace en 1937 con la militarización de unidades milicianas que operan en la zona de Güejar Sierra, algunas de las cuales procedían del levante y habían participado en la liberación de Guadix con el diputado comunista Antonio Pretel. Su primer responsable será el cenetista granadino Francisco Maroto del Ojo, que había organizado algunas de las unidades milicianas que coformarán la Brigada. Adscrita a la 23 División se establecerá en Albuñol, Berja, Diezma y por último en Cadiar[xxvi].
  • XIII Brigada Internacional del Ejército Republicano “Brigada Dombrowski”[xxvii]. Organizada en diciembre de 1936 con un número importante de soldados y mandos de origen polaco, participa en diferentes frentes de batalla. En el caso de Granada será enviada a dicha provincia tras la toma de Málaga en febrero de 1937, para parar el avance sobre la costa mediterránea hacia Almería e intentar recuperar Motril, elemento este último que no consiguió, pero si paraliza en avance sublevado en Calahonda junto con la 6ª Brigada Mixta del Ejército Popular. Hasta finales de marzo participa en operaciones en Sierra Nevada recuperando varias localidades[xxviii].
¨Las Brigadas Internacionales, pequeñas numéricamente, inmensas por su heroísmo y por la trascendencia histórica de su presencia en España, nos aportaban las tradiciones de lucha por la libertad de sus pueblos y países de origen, fundiéndose en hermandad heróica combativa con las mismas tradiciones del pueblo español”

Dolores Ibarruri, El único camino[xix]

La capital granadina quedará en los primeros momentos de la sublevación prácticamente aislada, y los diferentes puntos de la provincia donde había triunfado la rebelión de los cuarteles de la Guardia Civil y milicias derechistas, van siendo controlados por las fuerzas leales a la República -Baza, Guadix, Motril, Cadiar, Iznalloz…-, tal y como narra a Mundo Obrero[xxx]  el diputado del PCE Antonio Pretel en su visita a Madrid a mediados de agosto, aunque el diario no desvela el objeto de la visita a la capital, años más tarde, en sus escritos, Pretel explica que fue junto con Lina Odena para conseguir del Gobierno armas y apoyo militar para la toma de Granada, lo que no conseguiría[xxxi].

“La situación de los traidores de Granada es cada día peor. Dos numerosas columnas les atacan por diversos lugares: la columna de Málaga y la de Almería. El objetivo -la toma de Granada- cree nuestro camarada Pretel que será logrado en breve.

Y con la toma de Granada todas las fuerzas unidas se unirán a las que cercan Córdoba para conquistar esta ciudad y marchar sobre Sevilla”[xxxii]

En estos primeros momentos parece que Granada puede ser recuperada, estando en marcha el avance  hacia Córdoba del general Miaja y el envío de unidades militares desde Levante por el general Martínez Cabrera. Para muchos la liberación de Granada es sólo cuestión de días, como afirma Mundo Obrero, que a finales de agosto dedica un nuevo espacio a la provincia de Granada:

“Es inminente la caída de Granada en manos de las fuerzas leales. El general Martínez Cabrera elogia la bravura de milicianos y soldados”[xxxiii]
Mundo Obrero 31/08/1936.

Granada es para los sublevados un punto simbólico y estratégico destacado, por lo que conservarlo es clave, lo mismo que Córdoba, que vive una situación muy similar a la capital granadina

Granada es para los sublevados un punto simbólico y estratégico destacado, por lo que conservarlo es clave, lo mismo que Córdoba, que vive una situación muy similar a la capital granadina. En el ideario “españolista” Granada escenifica la “unidad de España”, en esa interpretación interesada de la Historia que ve en la conquista del Reino Nazarí por los Reyes Católicos la culminación de una misión sagrada. Símbolo de la unidad que a su vez es cabeza de puente hacia la Andalucía Oriental y el Levante, a la vez que uno de los posibles caminos que abran las puertas de Madrid. El general Queipo de Llano, una vez consolidado su dominio del occidente andaluz, centrará sus esfuerzos en socorrer a los sublevados granadinos, que tras el éxito inicial han ido perdiendo terreno y se encuentran cercados por las fuerzas leales a la República. Para esta operación será clave el puente aéreo que permite la llegada de tropas a la ciudad, siendo especialmente significativas las procedentes de Marruecos, legionarios y regulares. De igual forma, comienza una apresurada fortificación de las zonas que rodean a la ciudad.

Posición defensiva sublevada en el cerro del Maullo (Víznar). J.F.A.S.

El encargado de lo que José Manuel Martínez Bande denomina como la operación “socorro a Granada”[xxxiv], será el general Varela, que avanza por la Andalucía central mientras la guarnición granadina a la que se suman milicias de Falange, Requetés y Españoles Patriotas, pasa a la ofensiva ampliando su control en el área metropolitana y avanzando hacia Órgiva en el sur, Güejar Sierra en el este y Lachar en el oeste

El encargado de lo que José Manuel Martínez Bande denomina como la operación “socorro a Granada”[xxxiv], será el general Varela, que avanza por la Andalucía central mientras la guarnición granadina a la que se suman milicias de Falange, Requetés y Españoles Patriotas, pasa a la ofensiva ampliando su control en el área metropolitana y avanzando hacia Órgiva en el sur, Güejar Sierra en el este y Lachar en el oeste. En la zona noreste el Peñón de la Mata, Sierra Arana, la Sierra de Huétor y el Puerto de la Mora, fortificadas por los republicanos tras paralizarse su avance, se convierten en barrera para la expansión desde la capital. Los bombardeos republicanos sobre la ciudad se suceden, teniendo como respuesta asesinatos constantes de personas identificadas con el gobierno del Frente Popular y sus organizaciones[xxxv]. Una batalla aérea sobre los cielos granadinos, que si bien inicialmente es favorable al Gobierno republicano, que establece una de sus bases de operaciones en Guadix, con la llegada de los aviones italianos y alemanes se pierde el control aéreo[xxxvi].

Aún en los primeros días del mes de agosto, se producen algunos intentos de avance por parte de las fuerzas leales a la República, como el de las  tropas llegadas desde Málaga, que intentan penetrar en la capital provenientes del poniente granadino, pero sin mucho éxito[xxxvii].

El cerco estaba roto, controlando los sublevados el centro de Andalucía, con Granada como cabeza de puente hacia el este y Córdoba hacia el norte, ahora, Málaga se convertía en un objetivo primordial

El 12 de agosto cae la ciudad de Antequera en manos de los sublevados, mientras de forma paralela desde el Estrecho avanzan las tropas insurrectas hacia Málaga, y por el interior hacia Ronda. Operaciones en el sur que se realizan de forma simultánea al avance hacia Madrid, donde Badajoz cae también en el mes de agosto. De forma clara las fuerzas gubernamentales que habían estado a la ofensiva en la provincia granadina desde finales de julio, pasan a estar a la defensiva a mediados del mes de agosto. Continúa el avance rebelde que ocupa Archidona el 15 de septiembre y tres días después Loja, donde entran en contacto con las fuerzas sublevadas granadinas que el día antes habían tomado Huetor Tájar. El cerco estaba roto, controlando los sublevados el centro de Andalucía, con Granada como cabeza de puente hacia el este y Córdoba hacia el norte, ahora, Málaga se convertía en un objetivo primordial[xxxviii].

El general Varela en Loja con su Estado Mayor[xxxix]

Se consolidará progresivamente el dominio del poniente granadino, con la ocupación de Salar el 1 de septiembre, el 20 Montefrío y el 24 Moraleda de Zafayona. En los primeros días de octubre caen El Turro, Moclín, Tozar y Limones[xl].

En diciembre de 1936 se desarrolla la llamada “Campaña de la aceituna” un movimiento de las tropas sublevadas para aliviar el frente granadino e intentar liberar el “Santuario de la Virgen de la Cabeza” ya que en esas fechas las acciones ofensivas republicanas se acentúan con ataques a Cogollos Vega, Moclín, Castillo de Tajarja, sur de Granada… 

En diciembre de 1936 se desarrolla la llamada “Campaña de la aceituna” un movimiento de las tropas sublevadas para aliviar el frente granadino e intentar liberar el “Santuario de la Virgen de la Cabeza”[xli]  ya que en esas fechas las acciones ofensivas republicanas se acentúan con ataques a Cogollos Vega, Moclín, Castillo de Tajarja, sur de Granada…  Es el momento de fortificar la zona para por un lado evitar nuevos avances y por otro conservar lo ganado.

En la zona de la costa granadina los principales movimientos se producirán con el avance sublevado sobre Málaga, ciudad que es ocupada en los primeros días de febrero de 1937, lo que provoca la huída masiva de población civil, la que conocemos como “La Desbandá”, que lleva a miles de personas por la conocida como “carretera de la muerte” hacia Almería, mientras son acosadas por las fuerzas aéreas sublevadas e italianas, y los cruceros rebeldes almirante Cervera, Canarias y Baleares, produciéndose un número elevadísimo de muertes. Se considera en la actualidad que se produjo un crimen de guerra al atacar a población civil desarmada, ya que la mayor parte de las tropas que huían de Málaga lo hacían por el interior. Para el historiador Manuel Tuñón de Lara:

“Este genocidio es uno de los actos más innobles que se produjeron en nuestra guerra civil”[xlii]

En esos momentos clave estarán en Motril los diputados comunistas Cayetano Bolívar -que ejerce como comisario de guerra- y Adriano Romero, que abandona su puesto de mando en Vélez de Benaudalla acudiendo a Motril, pero el auxilio que se demanda de Almería no llega

El avance inexorable llevará a la ocupación de toda la costa malagueña, junto a las poblaciones granadinas de Almuñecar, Salobreña y Motril. Un avance que no sólo se realiza por la costa, sino que desde Órgiva los sublevados granadinos intentan tomar Vélez de Benaudalla. Durante unos días el coronel republicano Villalba intentará establecer un frente de resistencia en Motril tras la caída de Almuñécar y Salobreña, pero la falta de apoyo aéreo y naval hace que la empresa sea imposible y toma la decisión de retirarse. En esos momentos clave estarán en Motril los diputados comunistas Cayetano Bolívar -que ejerce como comisario de guerra- y Adriano Romero, que abandona su puesto de mando en Vélez de Benaudalla acudiendo a Motril, pero el auxilio que se demanda de Almería no llega. Las tropas fascistas italianas cruzan el Guadalfeo y acaban ocupando la capital motrileña el día 10 de febrero, con escasa resistencia de la Brigada Motril y de las fuerzas de carabineros que se quedan sin munición, llegando el día 12 las fuerzas del general Espinosa desde el norte, tras hacer tomado Vélez[xliii]. Sólo la intervención de la XIII Brigada Internacional, conocida como la “Brigada Dombrowski” y la 6ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República, desplazadas de manera urgente a la zona ante el hundimiento del frente tras la caída de la capital malagueña, consiguen parar el avance de las tropas nacionalistas e italianas. Muchas de las escenas de estos sucesos quedaron inmortalizadas por el médico comunista de origen canadiense Norman Bethune, en su libro “El crimen de la carretera Málaga-Almería”, en el que nos narra los acontecimientos tal y como los vivió mientras desempeñaba su papel como voluntario, a la vez que nos deja un importante documento gráfico[xliv]. También serán destacados los testimonios gráficos de La Desbandá de Gerda Tardo y Endre Friemann, cuyo trabajo fue conocido bajo el seudónimo de Robert Capa[xlv].

Fotografía del libro de Norman Bethune, huída de civiles hacia Almería.
Salen tus pueblos escondidos, rompen

de tus dulces cortezas litorales,

blancas de cal las frentes, chorreados

de heridas y de sombras de tus héroes.

Por aquí la alegría corrió con el espanto

por ese largo y duro

costado que sumerges en la espuma,

fue el calvario de Málaga a Almería,

el despiadado crimen,

todavía -¡oh vergüenza!- sin castigo

Rafael Alberti, fragmento del libro Retornos de lo vivo lejano, 1956

El frente quedará conformado de una manera estable a partir de marzo de 1937, cuando tras la finalización de las operaciones en la costa granadina se establecen tres sectores en el Ejército del Sur, como responsable en la zona de Córdoba al comandante Pérez Salas, en Jaén-Granada el coronel Gómez Salazar y en Guadix-Almería el coronel Arronte Girón[xlvi]. Se producen sucesivas remodelaciones en el Ejército Republicano, creándose las primeras divisiones y en el otoño de 1937 tras la sustitución de Largo Caballero y la llegada de Juan Negrín al Gobierno, pasa de ser el Ejército del Sur, al Ejército de Extremadura y de Andalucía[xlvii]

Visión del pico del Veleta desde una posición defensiva republicana en el Alto del Chorrillo, cerca del Mulhacén. J.F.A.S.

En estos momentos el Partido en Granada se encontraba en una situación compleja, ya que la caída de la ciudad  y el entorno del área metropolitana deja bajo poder sublevado los lugares en los que mayor implantación venía teniendo la organización. Antonio Pretel, su principal dirigente, seguirá desarrollando su liderazgo en la provincia hasta que el 14 de enero de 1937 es nombrado Gobernador Civil de Murcia

En estos momentos el Partido en Granada se encontraba en una situación compleja, ya que la caída de la ciudad  y el entorno del área metropolitana deja bajo poder sublevado los lugares en los que mayor implantación venía teniendo la organización. Antonio Pretel, su principal dirigente, seguirá desarrollando su liderazgo en la provincia hasta que el 14 de enero de 1937 es nombrado Gobernador Civil de Murcia, como ocurre con otros cargos comunistas siendo ejemplos de ello Vicente Talens Inglá (Almería) o Virgilio Carretero Maenza (Córdoba)[xlviii] . Militantes y cuadros de la organización se suman a las unidades de milicias que intentan liberar la capital granadina y que acabarán conformando el Ejercito Popular de la República meses más tarde, como es el caso de José Bullejos Romero (Maracena)[xlix]; el periodista deportivo de El Defensor de Granada, Eufrasio Martínez (Granada), muere en combate en el frente de Albuñol en agosto de 1937, habiendo conseguido el grado de teniente[l];  el que fuera uno de los candidatos a Cortes por el PCE en 1933 José García Santiago (Montejicar) llegará a ser oficial del EPR muriendo por heridas de arma de fuego en 1944[li]; Francisco Aibar Sánchez (Granada) dirigente del PCE granadino, que formara parte de la comisión del Frente Popular creada para la repetición de las elecciones en 1936, luchará en los frentes de Extremadura y Andalucía Oriental, siendo encausado después de la guerra por el Tribunal de la Represión de la Masonería y el Comunismo, mientras pasa por diferentes campos de concentración y presidios[lii]; Eugenio Ortiz Martín (Granada) cuyas primeras referencias lo sitúan en las JJ.CC, pasando después al PCE granadino, donde será dirigente destacado, encontramos nuevamente referencias al mismo como guerrillero en la postguerra, cayendo prisionero en 1944[liii]; José Adamuz Cordón (Loja), candidato a Cortes por el PCE en 1933 muere por heridas de arma de fuego el 23 de agosto de 1936, 5 días después de haber sido tomada la ciudad de Loja por el general Varela[liv]; Manuel Ruiz Gómez (JSU), Tomás Ruiz Murillo (PCE) y Francisco Valenzuela Pérez (JSU) de Alhama de Granada, mueren en acto de servicio en la 79ª Brigada Mixta del EPR en la batalla del Ebro[lv]; Juan Manuel Gómez Porcel (PCE) de Alquife, muere en acto de servicio en la batalla de Belchite formando parte de la XI Brigada Internacional… un total de 106 muertos en combate, 110 desaparecidos y 37 incapacitados entre miembros de la JSU y PCE alistados en el Ejército Popular de la República según el estudio de José María García Márquez[lvi].

Junto a los militantes del PCE granadino, se sumarán en el frente o en la retaguardia otros cuadros de la organización comunista

Junto a los militantes del PCE granadino, se sumarán en el frente o en la retaguardia otros cuadros de la organización comunista. Así, desde el principio de la guerra, el diputado comunista por Pontevedra, aunque nacido en Villanueva de Córdoba, Adriano Romero Cachinero, será parte activa en la organización de las milicias almerienses que conformadas en los batallones “Lina Odena” y “Octubre”, acudirán al auxilio de Motril, junto con tropas regulares y unidades de la Armada[lvii], pasando después a formar parte de la 55ª Brigada Mixta del EPR, la cual dirigirá el diputado comunista hasta septiembre de 1937[lviii]; Lina Odena, la joven militante catalana de la JSU que juega un papel crucial en los primeros momentos del conflicto armado, cae víctima de las balas falangistas en la Cuesta de las Cabezas de Albolote[lix]; o Cayetano Bolívar, que participa en la resistencia de la zona granadina en el episodio de La Desbandá como comisario político militar en febrero de 1937, permanecerá la parte final de la guerra en la retaguardia granadina, siendo apresado en Baza y asesinado en las tapias del cementerio de Granada[lx].

Fuentes archivísticas:

  • Archivo Histórico del PCE
  • Archivo de la Real Chancillería de Granada.

Fuentes de internet:

Fuentes hemerográficas:

Citas:

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  • [i] DÍAZ, José, La Pasión por la Unidad. Discursos y artículos 1935-1938, Sevilla, Fundación de Investigaciones Marxistas, 2002, “Discurso pronunciado en el Cuartel de la Montaña de Madrid, el 2 de septiembre de 1936, en el acto de despedida de la columna de voluntarios de Andalucía”, p.161
  • [ii] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando, Guerra o Revolución. EL Partido Comunista de España en la guerra civil, Barcelona, Crítica, 2010, pp. 85-90.
  • [iii] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando (2010) pp.90-95
  • [iv] AA.VV. Historia del Partido Comunista de España, París, Editions Sociales, 1960, p.126
  • [v] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando (2010), p.101
  • [vi] GOLLONET MEGÍAS, A. y MORALES LÓPEZ, J. Rojo y azul en Granada, Granada, Librería Prieto, 1937. Imagen del anexo que hay en el libro de imágenes de los primeros momentos del golpe militar. Los aviones alemanas proporcionados por el Régimen Nazi fueron claves en el puente aéreo que traía tropas para fortalecer la resistencia sublebada en la capital, y después llegaron a participar en acciones de guerra como el bombardeo de Motril en enero de 1937, como nos cuenta GIL BRACERO, Rafael, Motril en guerra. De la República al franquismo (1931-1939). La República vencida, Motril, Motril, Ediciones y proyectos culturales mediterráneos, 1997, p.13
  • [vii] TUÑÓN DE LARA, Manuel,  La crisis del Estado: Dictadura, República, Guerra (1923-1939), Barcelona, Edit.Labor, 1981, p. 293-294.
  • [viii] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando(2010) pp.107-112
  • [x] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando (2010) pp.113-117
  • [xi] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando (2010) p.134
  • [xii] TUÑÓN DE LARA, Manuel (1981), op.cit. p.301 
  • [xiii] HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Fernando (2010) p.137
  • [xiv] GONZÁLEZ GUZMÁN, Pilar, “Historia del PCE”, Revista Tiempo de Historia, num.30, 1977, p.18
  • [xvi] TRIVIÑO GAVIRA, Cristian, La 25ª Brigada Mixta del Ejército Popular de la República. Un acercamiento al Frente Sur, , Departamento de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, Trabajo fin de master, 2015/2016, pp.20-23
  • [xxii] TRIVIÑO GAVIRA, Cristian (2016) op.cit. pp.45 y en la página web https://www.combatientes.es en la que se estudian diferentes unidades del Ejército Popular de la República.
  • [xxiii] Se hace referencia a esta unidad en el libro GIL BRACERO, Rafael (1997), op.cit, p.41. En la página web https://www.combatientes.es en la que se estudian diferentes unidades del Ejército Popular de la República.
  • [xxiv] Se hace referencia a esta unidad en el libro GIL BRACERO, Rafael (1997), op.cit, p.41. En la página web https://www.combatientes.es en la que se estudian diferentes unidades del Ejército Popular de la República.
  • [xxv] TRIVIÑO GAVIRA, Cristian, (2016), op.cit.pp.45 y en la página web https://www.combatientes.es en la que se estudian diferentes unidades del Ejército Popular de la República.
  • [xxvi] En la página web https://www.combatientes.es en la que se estudian diferentes unidades del Ejército Popular de la República. Encontramos referencia las unidades de procedencia levantina que junto con los batallones anarquista de Francisco Maroto darán orgen a la Brigada, en el documento del diputado del PCE Antonio PRETEL, “Martires y héroes en Granada”, en el Archivo Histórico del PCE.
  • [xxvii] Recibió ese nombre en honor a un general del contramaestre de la Armada Rusa, de origen polaco que se sublevó contra el sistema zarista y luchó con La Comuna de París, muriendo en la defensa de la capital francesa. Para saber más https://raspou.team/1871/jaroslaw-dombrowski/
  • [xxix] IBARRURI, Dolores, El único camino, París, Colección Ebro, 1966, p. 357
  • [xxx] En Mundo Obrero, 17/08/1936, p.3
  • [xxxi] PRETEL, Antonio, “Mártires y héroes en Granada”, Archivo Histórico del PCE
  • [xxxii] En Mundo Obrero, 17/08/1936, p.3
  • [xxxiii] En Mundo Obrero, 31/08/1936, p.4
  • [xxxiv] MARTÍNEZ BANDE, José Manuel, La campaña de Andalucía, Madrid, Edit.San Martín, 1986, pp.101-112. Son de gran interés los mapas elaborados por el autor en los que gráficamente se puede observar sobre el territorio el desarrollo de las operaciones
  • [xxxv] ORTIZ DE VILLAJOS, Cándido, escribe crónicas de la ciudad de Granada desde 1937 a 1939, en la que señala los aspectos fundamentales de la vida en la capital granadina.
  • [xxxvi] SALAS LARRAZABAL, Jesús, “La aviación de caza nacional en la guerra de Lieración”, en Revista de Historia Militar, número 24, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1968, pp.83-115
  • [xxxvii] GOLLONET MEGÍAS, A. y MORALES LÓPEZ, J. Rojo y azul en Granada, Granada, Librería Prieto, 1937, p.158
  • [xxxviii] MARTÍNEZ BANDE, José Manuel (1986) op.cit pp.108-111
  • [xxxix] Imagen extraída del libro de GOLLONET MEGÍAS, A. y MORALES LÓPEZ, J. Rojo y azul en Granada, Granada, Librería Prieto, 1937
  • [xl] MARTÍNEZ BANDE, José Manuel (1986) pp.112-113
  • [xli] TRIVIÑO GAVIRA, Cristian (2016), op.cit. p.22
  • [xlii] TUÑÓN DE LARA, Manuel (1981), op.cit. p.329
  • [xliii] GIL BRACERO, Rafael (1997), pp.12-40
  • [xliv] BETHUNE, Norman, El crimen de la carretera Málaga-Almería, Publicaciones Iberia.
  • [xlvi] TRIVIÑO GAVIRA, Cristian (2016), op.cit. pp.24
  • [xlvii] TRIVIÑO GAVIRA, Cristian (2016), op.cit. p.39
  • [xlviii] ARENAS DE SORIA, Juan Francisco, COELLO INFANTES, Isidoro, VIGUERAS ROLDÁN, Francisco, Antonio Pretel Fernández. Diputado del Frente Popular por Granada, Granada, Asociación Granadina Verdad Justicia Reparación, 2019, pp.58-60
  • [l] VIGUERAS ROLDÁN, Francisco, “Eufrasio Martínez, el periodista que cambió la pluma por el fusil para defenser la legalidad de la República”, en El Independiente de Granada, 18/05/2019, enlace https://www.elindependientedegranada.es/blog/eufrasio-martinez-periodista-que-cambio-pluma-fusil-defender-legalidad-republica
  • [li] La muerte de José García Santiago queda registrada en el libro de GIL BRACERO, Rafael y BRENES, María Isabel, Jaque a la República. Granada 1936-1939, Granada, Ediciones Osuna, 2009, pp.542-543. En el Expediente de Responsabilidades Políticas que se encuentra en el Archivo de la Real Chancillería de Granada, 25877/183, se encuentra copia de la sentencia en la que se especifican algunos datos como su participación en la guerra como oficial del “Ejército Rojo”
  • [liii] En la charla realizada por Jacqueline LÓPEZ LIGERO y José María AZUAGA RICO sobre “El PCE y la lucha guerrillera en Granada”, con motivo del Centenario del PCE, desarrollan brevemente un perfil del mismo. Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=Nm3IVJpgQU8&t=5s
  • [liv] GIL BRACERO, Rafael y BRENES, María Isabel, Jaque a la República. Granada 1936-1939, Granada, Ediciones Osuna, 2009, pp-426-427
  • [lv] GARCÍA MÁRQUEZ, José María, Trabajadores andaluces muertos y desaparecidos del Ejército Republicano (1936-1939), Córdoba, FUDEPA, 2009, pp.280-281
  • [lvi] GARCÍA MÁRQUEZ, José María, (2009), op.cit. pp.280-355
  • [lvii] GIL BRACERO, Rafael y MARTÍNEZ LÓPEZ, Mario, Motril en guerra. De la República al franquismo(1931-1939), Motril, Ediciones y proyectos culturales mediterráneos, 1997, pp.99-108
  • [lviii] ALVAREZ REY, Leandro, Los diputados por Andalucía de la Segunda República (1931-1939), Sevilla, Centro de Estudios Andaluces, tomo 3, 2011, pp.633-637
  • [lx] ALVAREZ REY, Leandro (2010), pp.452-460

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Juan Francisco Arenas de Soria es profesor de Geografía e Historia y miembro de la Asociación Granadina Verdad Justicia y Reparación.

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Si no tuviste la oportunidad de leer o quieres volver a hacerlo, te ofrecemos la presentación de la serie que, cada viernes, Juan Francisco Arenas de Soria nos ofrecerá semanalmente sobre la historia del Partido Comunista que, en noviembre, cumplirá 'cien años al servicio de la clase trabajadora', con la intención de que los artículos 'nos aproximen a la realidad de un movimiento social clave para entender nuestro país, su lucha por la democracia y la libertad en contextos realmente complejos, y eso sí, siempre desde una perspectiva granadina":