¡Qué frío en esta mañana otoñal granadina! Un café caliente y cargado, que hay que digerir los resultados electorales todavía, porque una cosa es conocerlos y otra muy diferente asumirlos. Y a echarle un vistazo a las redes sociales… “¡Bolivia!”.

Un golpe de estado derroca al presidente Evo Morales, noticias confusas, pero con mensajes claros de solidaridad con Bolivia, con su presidente y con su pueblo que se han visto sacudidos por una nueva arremetida de la política del capital, porque América Latina sigue “con las venas abiertas”, como ya nos contara Eduardo Galeano

Una vez más el “sueño de la razón crea monstruos”, y en América Latina el monstruo nunca ha descansando, pero la razón duerme con frecuencia. Un golpe de estado derroca al presidente Evo Morales, noticias confusas, pero con mensajes claros de solidaridad con Bolivia, con su presidente y con su pueblo que se han visto sacudidos por una nueva arremetida de la política del capital, porque América Latina sigue “con las venas abiertas”, como ya nos contara Eduardo Galeano.

La oposición boliviana no ha sabido digerir la derrota que sufrió en octubre pasado, en la que obtuvo un 36,51% de los votos frente a un 47,08% del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales. Comienza entonces la algarada en la que las acusaciones son las de siempre, como en Venezuela o en cualquier rincón donde pueda surgir un movimiento popular contestatario con la oligarquía. El Tribunal Supremo de Justicia (TSE) se pronuncia confirmando los resultados y verificando la victoria del MAS sin necesidad de segunda vuelta debido a la diferencia obtenida con los grupos de la oposición, aceptándose incluso una auditoría de los resultados por parte de este organismo para su verificación ante la OEA, UE y ONU. Pero da igual, la maquinaria ya está en marcha, “es un golpe de Estado de Evo Morales” aúllan desde la oposición y junto con los palmeros de la oligarquía boliviana internos y externos. Lo que está en juego, ni más ni menos, son los intereses del capital.

Se promueve sacar a la gente a la calle para que se creen disturbios, se impulsa un golpe militar contra el gobierno legítimo de Bolivia sobre la base de mentiras articuladas contra un nítido resultado electoral. Eso a lo que llamamos comunidad internacional calla, cuando no promueve de forma soterrada la insurrección con llamamientos a la repetición de las elecciones como hace la OEA. Pero la otra América apoya al presidente electo: José Mújica (expresidente de Uruguay), Lula Da Silva (expresidente de Brasil), Cristina Kirchner (vicepresidenta de Argentina), Nicolás Maduro (presidente de Venezuela), Rafael Correa (expresidente de Ecuador)…

El gran pecado del presidente Evo Morales ha sido hacer frente a las políticas de la oligarquía boliviana en beneficio de su clase, frente a las políticas de redistribución de la riqueza emprendidas por el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) que en 14 años ha conseguido cambiar los indicadores sociales en favor del pueblo boliviano, y frente a los intereses oligárquicos, consiguiendo la cohesión del país frente a los intentos disgregadores

El gran pecado del presidente Evo Morales ha sido hacer frente a las políticas de la oligarquía boliviana en beneficio de su clase, frente a las políticas de redistribución de la riqueza emprendidas por el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) que en 14 años ha conseguido cambiar los indicadores sociales en favor del pueblo boliviano, y frente a los intereses oligárquicos, consiguiendo la cohesión del país frente a los intentos disgregadores. Bolivia junto con Cuba, Venezuela, Ecuador, Brasil, Nicaragua… impulsan una democratización del continente americano sobre la base de su soberanía y capacidad económica para cambiar la realidad de miseria, pobreza y sometimiento a los intereses del capital norteamericano; una nueva vía hacia el Socialismo que pusiera a las personas en el centro de la vida. Un presidente indígena del que se reían en Europa por su atuendo sencillo, revueltas en 2008 contra el proyecto constitucional que se impulsaba por parte del gobierno, en 2013 se ve retenido el avión presidencial en Austria ante la “sospecha” de que Eduard Snowden viajaba en este… burdas mentiras que repetidas por los medios del sistema se convierten en verdades absolutas.

Las políticas del capital y de la oligarquía boliviana que se beneficia de ellas, triunfan sobre la base de un golpe militar organizado, ante una comunidad internacional que calla y otorga, que desde el “postureo” abala el cambio antidemocrático que se está produciendo en Bolivia. Pero no hay nada nuevo bajo el sol de nuestra América Latina, porque hoy como ayer los sueños de Simón Bolívar y José Martí se ven postergados, y seguimos esperando ese día con el que soñaba Salvador Allende en su último mensaje al pueblo chileno el 11 de septiembre de  1973