Tras reiterar que es alcalde para 4 años, Salvador debe retractarse o asumir las consecuencias de no cumplir la palabra

La amenaza de Sebastián Pérez golpea la estabilidad de un gobierno bipartito, descoordinado

Política - Juan I. Pérez - Domingo, 25 de Agosto de 2019
Imagen de un pleno municipal.
P.V.M.
Imagen de un pleno municipal.

Sebastián Pérez lanza el órdago de la alternancia a Luis Salvador, un asunto vital para el PP, larvado por el largo estío de sus señorías, que hace tambalear la estabilidad de un gobierno municipal, descoordinado, que ha vivido de los ‘minutos de gloria’ de los alcaldes en funciones, con poco brío.

Luis Salvador, investido alcalde. C´s

Quienes eran amigos, unidos, por su desprecio al PSOE, ya no se hablan. Sebastián Pérez no ha entablado conversación con Luis Salvador desde que el ciudadano se convirtió sorpresivamente en alcalde de Granada el pasado 15 de junio, tras obligar la dirección nacional popular a sus ediles encumbrarlo como regidor. Vox se sumó al pacto de derechas, sin entrar, entonces, en quién debía o no ser el primer concejal de Granada.

Quienes eran amigos, unidos, por su desprecio al PSOE, ya no se hablan. Sebastián Pérez no ha entablado conversación con Luis Salvador desde que el ciudadano se convirtió sorpresivamente en alcalde de Granada el pasado 15 de junio, tras obligar la dirección nacional popular a sus ediles encumbrarlo como regidor. Vox se sumó al pacto de derechas, sin entrar, entonces, en quién debía o no ser el primer concejal de Granada.

Y a regañadientes fue asumido por Sebastián Pérez y sus concejales, que nunca imaginaron que formarían parte del gobierno municipal, sin tener la Alcaldía. Como mal menor, quedaron en pasarse el bastón de mando a los dos años y, para darle lustre, convertir la primera Tenencia de Alcaldía en Vicealcaldía, lo que le también le correspondería a Salvador, cuando Pérez fuera alcalde.

Pero Luis Salvador, ya investido con los oropeles de alcalde, no ha reconocido ese pacto de caballeros y ha repetido hasta la saciedad, apoyado por su presidente regional y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, que gobernará durante cuatro años. La felicidad para la derecha, cuando pudo formar gobierno, también fue una amenaza, como ahora se presiente.

La alternancia ocupó las primeras semanas del mandato, mientras se hacía y rehacía, el reparto de poder en sucesivos decretos -un concejal se enteró que perdía sus competencias cuando se presentaba a los funcionarios-. Tras ello, vino al fin el acuerdo programático de 80 puntos, como demostración que, primero, los sillones, y luego, un programa común. Y poco más.

Sebastián Pérez conversa con Luis Salvador en pleno de investidura.ALEJANDRO V. CASASOLA 

Cuando parecía que Granada merecía un trabajo supremo, dado su ‘estado’, según las descripciones alarmantes de los dos partidos de la derecha, Luis Salvador y Sebastián Pérez se fueron de vacaciones, con alguna imagen para el recuerdo, lo que dejó a los alcaldes en funciones con sus minutos de gloria, lanzando ideas, no definidas, y globos sonda, para mantener la atención mediática durante el verano

Cuando parecía que Granada merecía un trabajo supremo, dado su ‘estado’, según las descripciones alarmantes de los dos partidos de la derecha, Luis Salvador y Sebastián Pérez se fueron de vacaciones, con alguna imagen para el recuerdo, lo que dejó a los alcaldes en funciones con sus minutos de gloria, lanzando ideas, no definidas, y globos sonda, para mantener la atención mediática durante el verano.

Pese a que muchos esperaban demasiado del otro gobierno del cambio, tras repetir la experiencia de la Junta de Andalucía, pero con la cabeza de Cs, poco queda para el recuerdo en este breve, pero intenso tiempo, que pueda servir de referencia esperanzadora para impulsar el mandato.

Así, ha querido partir de cero en la larga carrera hacia la Capital Cultural Europea para 2031; lejos de lo que predicaban, politizan la Policía Local con afines y para contentar al colectivo prometen pagarle las horas extras; anuncian una nueva invasión de espacios públicos, a cambio de una tasa; recuperan la idea del proyecto de Metro por el centro que el PP desechó hace más de una década; y culpan a los socialistas de todos los males de la ciudad, borrando la herencia indiscutible de 13 años de gobiernos del PP.

Y para ahondar en la descoordinación, el alcalde revela que se entera por la prensa de que Granada pierde una cita deportiva de relumbrón -la Wordl Padel Tour- y deja en evidencia a la concejala responsable de Gegsa, Eva Martín.

La web de transparencia municipal sigue sin actualizarse y con evidentes errores. La biografía del alcalde redirige a la página web nacional de Ciudadanos, mientras aún no han subido la obligada declaración de bienes y no consta ni los concejales de los grupos de la oposición.

Pero nadie se ha pronunciado sobre el peor mal que aqueja al Ayuntamiento de Granada: una deuda imparable, que agrandó el gobierno popular de José Torres Hurtado, y que puede paralizar la actividad municipal

Pero nadie se ha pronunciado sobre el peor mal que aqueja al Ayuntamiento de Granada: una deuda imparable, que agrandó el gobierno popular de José Torres Hurtado, y que puede paralizar la actividad municipal.

El gobierno bipartito funciona, de momento, como islas independientes, tirado por impulsos, por mucho que al inicio del mandato comparecieran juntos tras las comisiones de gobierno los portavoces de PP y Cs, César Díaz y Manuel Olivares.

En este estado de nervios, Ciudadanos, modélico hasta ahora en las redes sociales, permite que algún cargo público de la Junta, que representa a toda la ciudadanía, emita duras críticas hacia la supuesta parcialidad de medios de comunicación, cuando discrepan de informaciones y análisis. Falta madurez y sobra hooliganismo

Estalla Sebastián Pérez

Y el viernes, en Órgiva, reaparece tras dos meses de silencio Sebastián Pérez en el habitual fin de vacaciones en la Alpujarra para estallar y volver con la alternancia. Y lanza el órdago que no esperaba Luis Salvador: si no se pronuncia ahora y garantiza que en dos años cederá le cederá la Alcaldía rompe el gobierno municipal.

“Nadie se mofa del PP (…) cuando se da la palabra se cumple", dijo en tono grave el presidente del PP al alcalde de la capital y socio de gobierno, al que reclama un pronunciamiento "claro y directo" o, de lo contrario, dejará de contar con su apoyo y los populares pasarán a la oposición.

Sebastián Pérez, arropado por cargos públicos de su partido, durante su intervención en el acto de Órgiva.PP

"Hemos sido pacientes y prudentes, pero no estamos dispuestos a ir de comparsa de nada ni de nadie, ni el marrón de estar 18 horas al día moviendo el árbol para que otros recojan las nueces. No puede pretender alguien con tres concejales (quitó al candidato de Cs, como restó su acta para decir que el PP dobló en votos a Ciudadanos) ser alcalde cuatro años", dijo.

Ya nadie duda de que Luis Salvador y Sebastián Pérez pactaron una hora antes del pleno la alternancia de dos años. Pero, ahora, tras reiterar y reiterar que gobernará durante cuatro años, si no se retracta deberá atenerse a las consecuencias de no cumplir con su palabra: el desgobierno, con un Cs, con tan solo cuatro concejales

(Sebastián Pérez, herido, dijo más y reprochó a los tres últimos presidentes nacionales del PP, pese a mostrarles su "respeto, cariño y admiración" que tomaron algunas decisiones que fueron estratégicamente "erróneas" para Granada. No ha especificado qué decisiones fueron y se entiende que se refería a Aznar, Rajoy y Casado.)

Ante tal amenaza, sorprende que Luis Salvador -en el palco el pasado viernes del Nuevo Los Cármenes- no acallara inmediatamente la crisis que se puede avecinar en el gobierno municipal y lo deja para su regreso tras el descanso vacacional, la semana que viene. Si el futuro es quedar para mañana, mal lo tienen los líderes de Cs y PP.

Ya nadie duda de que Luis Salvador y Sebastián Pérez pactaron una hora antes del pleno la alternancia de dos años. Pero, ahora, tras reiterar y reiterar que gobernará durante cuatro años, si no se retracta deberá atenerse a las consecuencias de no cumplir con su palabra: el desgobierno, con un Cs, con tan solo cuatro concejales.

Se echa en falta la voz de Podemos Izquierda Unida Adelante y el pronunciamiento decidido del partido más votado, el PSOE, más allá de lamentar el espectáculo, mientras Vox sigue anclado al twitter de su portavoz, como medio de expresión principal, trasladando notas a medios selectivos, sin comparecer ante los medios.

La realidad es un buen negocio para la imaginación, pero no hay más salida que el gobierno de derechas, lo que obliga al entendimiento, porque el PSOE no puede pactar con un Ciudadanos que poco se parece ahora a aquel partido que podía atraer también a votantes de centro izquierda. Y con Adelante no forma mayoría.

Y Granada asiste atónita a un desencuentro con graves consecuencias para la ciudad, como público asistente a un teatrillo con guion de un descerebrado dios.