Alfredo Pérez Rubalcaba ha fallecido este viernes en Madrid. Ha sido un político clave en la historia reciente de España y desde su ingreso hospitalario hace dos días, tras sufrir un ictus, las muestras de solidaridad y respeto se han sucedido, elogiando su papel como hombre de Estado.

Diputado durante 21 años, fue ministro de Educación y Presidencia con Felipe González y ostentó la cartera de Interior con José Luis Rodríguez Zapatero, que lo nombró vicepresidente de uno de sus ejecutivos. En la etapa en Interior vivió un momento clave, el fin de la banda terrorista ETA.

Pérez Rubalcaba, que tomó las riendas del PSOE como secretario general, tras imponerse en las Primarias a la también desaparecida Carme Chacón. Su testigo al frente de la Secretaría General del PSOE la tomó posteriormente Pedro Sánchez. 

En su larga trayectoria política, que le llevó a ser diputado por cuatro circunscripciones -Toledo, Cantabria, Cádiz y Madrid- tuvo una especial vinculación con Granada. Fue aquí donde se estrenó en un mitin, demostrando todo su potencial político. También, ya como secretario general del PSOE, impulsó la llamada Declaración de Granada, documento en el que los socialistas plasmaron su ideario territorial, que aún prevalece. 

En nombre de su esposa, Pilar Goya, su familia, los compañeros de Universidad, a la que regresó cuando abandonó la política para impartir clases de Química, y de la familia socialista, el portavoz de la familia, Gregorio Martínez, ha agradecido las muestras de respeto y afecto recibidos en estas jornadas en las que ha estado ingresado en el Hospital Puerta del Hierro. 

La capilla ardiente se instalará esta tarde de viernes, a partir de las 20.30 horas, en el Congreso de los Diputados.