El alcalde de Purullena y El Bejarín, José Luis Martínez Alcalde, ha reiterado su exigencia a la Diputación de Granada para que habilite un acceso alternativo provisional mientras se reconstruye el puente, cuyo proyecto aún está en fase de redacción. "La solución del puente va para largo. No sabemos cuándo estará redactado el proyecto ni cuándo se licitará la obra. Puede tardar un año o más, y no estamos dispuestos a seguir en esta situación", ha señalado en una nota de prensa el alcalde. 

Desde el pasado 29 de octubre, la carretera provincial GR-4104 permanece cortada tras el colapso del puente que conectaba los municipios de Benalúa y El Bejarín. La DANA que azotó la comarca dejó incomunicados a cientos de vecinos de El Bejarín, quienes ahora deben recorrer más de 15 kilómetros adicionales para llegar a su destino. 

Desde los ayuntamientos afectados insisten en que existen alternativas viables, como la construcción de un vado inundable, que debería contar con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la ejecución por parte de la Diputación. "Sabemos que los plazos administrativos son largos y que la obra del nuevo puente requerirá tiempo y una inversión considerable, pero es urgente una solución provisional", subrayó el alcalde de Purullena y el Bejarín.  

A pesar de los contactos mantenidos con la Diputación y la Confederación Hidrográfica, los avances han sido mínimos. "Nos consta que han mantenido reuniones, pero según la información que tenemos, aún no se ha solicitado formalmente por parte de la Diputación, el permiso para una vía alternativa", denunció el alcalde. "Parece que la intención es dejar pasar el tiempo hasta que la gente se acostumbre a vivir así, y eso no es aceptable".  

Los vecinos afectados y sus representantes políticos exigen que la Diputación actúe con urgencia. "Pedimos que los técnicos vengan, analicen el terreno y se sienten con Confederación hasta encontrar una solución real. Si hay voluntad política, se puede hacer".  

Mientras tanto, la "incertidumbre" sigue creciendo entre los habitantes de El Bejarín y Benalúa, que ven cómo su día a día se complica "sin una solución a la vista".