Los sindicatos de bomberos del Ayuntamiento de Granada han denunciado la "precariedad" en las condiciones laborales y exigido una solución por parte del Consistorio, especialmente en lo que se refiere a las salidas a otros municipios, situación que según destacan, no solo afecta a sus condiciones laborales, sino que también "pone en riesgo su seguridad y la de la ciudadanía".

En un comunicado difundido este viernes, coincidiendo con otra jornada de movilización en la Plaza del Carmen, durante la celebración del pleno, han expuesto la situación a la que se enfrentan por la "amplia cobertura territorial" a la que deben dar respuesta, trasladando en este sentido los resultados de un informe que analiza pormenorizadamente esas consecuencias. 

La extensión del área de cobertura que asumen los Bomberos de Granada es "desproporcionada". Según han detallado, prestan servicio a 52 municipios del área metropolitana además de la capital. Esta amplia cobertura territorial, que abarca zonas alejadas a más de 40 minutos, como Tocón de Íllora o el Valle de Lecrín, "incrementa considerablemente la responsabilidad, dificultad y riesgos asociados a su labor a diario". 

Según datos de su estudio, "con un bombero por cada 23.724 habitantes, Granada ostenta la peor ratio de efectivos por habitante entre las capitales andaluzas, muy por detrás de ciudades como Jaén, donde la proporción es de un bombero por cada 11.764 habitantes". Esto "no solo implica una carga excesiva de trabajo, sino que pone en riesgo la eficacia del servicio y la seguridad tanto de los bomberos como de los ciudadanos".

"Cada salida es un reto no solo por la frecuencia, sino por las condiciones adversas que se enfrentan al cubrir municipios alejados, sin protocolos claros ni coordinación adecuada entre servicios"

"Cada salida es un reto no solo por la frecuencia, sino por las condiciones adversas que se enfrentan al cubrir municipios alejados, sin protocolos claros ni coordinación adecuada entre servicios", han añadido para advertir de que "esta situación es insostenible". 

En su comunicado hacen especial mención al retén de estación de esquí, cuyo control asumirá la Diputación de Granada a través del servicio provincial. Su rechazo a esta medida, han subrayado, "no es un capricho" por su parte. Pero sí lo consideran un "capricho político" de Diputación y piden a la alcaldesa, Marifrán Carazo, que se ponga del lado de los bomberos de Granada. 

Además de defender la formación y experiencia adquirida en las dos últimas temporadas, han hecho hincapié en la operativa. "En caso de un siniestro de gran envergadura, como un incendio en una vivienda, la intervención de la Diputación requeriría la asistencia del parque más cercano, el Parque Sur, dependiente del Ayuntamiento de Granada. Esta situación generaría una intervención conjunta de dos equipos sin protocolos de trabajo ni sistemas de comunicación compatibles, poniendo en riesgo la seguridad de los bomberos y de la ciudadanía". 

"Es necesario sentarse y poner sobre la mesa las necesidades reales de la provincia de Granada respecto a la seguridad de sus ciudadanos", han resaltado los bomberos de Granada, que han asegurado que "no están reclamando favores ni privilegios, están exigiendo lo que les corresponde: condiciones de trabajo dignas".

Reproducimos a continuación, en su integridad, el comunicado enviado por la Plataforma Sindical de Bomberos del Ayuntamiento de Granada: 

Los sindicatos de bomberos del Ayuntamiento de Granada denuncian la precariedad en las condiciones laborales y exigen una solución por parte del Ayuntamiento, especialmente en lo que se refiere a las salidas a los pueblos, situación que no solo afectan a sus condiciones laborales, sino que también ponen en riesgo su seguridad y la de la ciudadanía.

Los bomberos de Granada prestan servicio a 52 municipios del área metropolitana además de la capital. Esta amplia cobertura territorial, que abarca zonas alejadas a más de 40 minutos, como Tocón de Íllora o el Valle de Lecrín, lo que incrementa la responsabilidad, dificultad y riesgos asociados a su labor diaria

El Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de Granada (SPEIS) es un servicio que desde la creación del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios ha formado parte del mismo. Gracias al cual se establecen los actuales ámbitos de cobertura atendiendo a los distintos municipios desde los diferentes Parques de Bomberos con los que cuenta la provincia. Diputación tiene competencia directa sobre los municipios de menos de 20.000 habitantes, y al no tener capacidad que garantice la actuación en toda la provincia, acordó que fuesen los bomberos de Granada quienes se hiciesen cargo de la seguridad en una gran parte de municipios, indemnizando al ayuntamiento económicamente por ello. Fruto de este acuerdo, los bomberos de Granada prestan servicio a 52 municipios del área metropolitana además de la capital. Esta amplia cobertura territorial, que abarca zonas alejadas a más de 40 minutos, como Tocón de Íllora o el Valle de Lecrín, lo que incrementa considerablemente la responsabilidad, dificultad y riesgos asociados a su labor a diario.

A pesar de estas condiciones, los bomberos denuncian la falta de reconocimiento y valoración de su trabajo por parte del Ayuntamiento de Granada.

La Plataforma Sindical de Bomberos del Ayuntamiento de Granada ha puesto de manifiesto un estudio donde se observan las deficiencias del servicio de bomberos de la ciudad en comparación con otras capitales andaluzas.

La extensión del área de cobertura que asumen los bomberos de Granada es desproporcionada, y aunque el esfuerzo de estos profesionales ha sido constante, su trabajo ha sido infravalorado por las administraciones. Con un bombero por cada 23.724 habitantes, Granada ostenta la peor ratio de efectivos por habitante entre las capitales andaluzas, muy por detrás de ciudades como Jaén, donde la proporción es de un bombero por cada 11.764 habitantes. Esto no solo implica una carga excesiva de trabajo, sino que pone en riesgo la eficacia del servicio y la seguridad tanto de los bomberos como de los ciudadanos.

Granada registra un alto número de salidas por bombero al año, se advierte que este dato refleja una mayor eficiencia del servicio una mayor carga de trabajo individual. Los bomberos de Granada se ven obligados a responder a un mayor número de emergencias con menos recursos, lo que puede comprometer su seguridad y la de la ciudadanía. Cada salida es un reto no solo por la frecuencia, sino por las condiciones adversas que se enfrentan al cubrir municipios alejados, sin protocolos claros ni coordinación adecuada entre servicios.

El estudio también alerta sobre los riesgos a los que están expuestos los bomberos debido a la inhalación de sustancias tóxicas durante su trabajo, que se incrementan en las salidas a los pueblos debido a su dificultad.

Exigimos al Ayuntamiento que tome medidas para mejorar las condiciones de trabajo de los bomberos y garantizar la seguridad de la ciudadanía.

Esta situación es insostenible, y la falta de respuestas contundentes por parte del Ayuntamiento solo agrava el problema. Mientras los bomberos se enfrentan a situaciones de riesgo, la administración municipal permanece inmóvil, ignorando las necesidades urgentes de un servicio que es esencial.

La distancia a los respectivos parques norte y/o sur, y la necesidad de tomar decisiones rápidas en situaciones de emergencia implican un alto grado de autonomía para los bomberos que atienden estos servicios. Protocolos específicos de las tareas a realizar son inexistentes y la autonomía sobre las mismas es total, lo que exige un alto nivel de capacidad de resolución y toma de decisiones.

Los desplazamientos por carreteras secundarias, a veces con condiciones climáticas adversas como lluvia, niebla, o carriles rurales peligrosos, la falta de familiaridad con el terreno y a su vez la lejanía de centros de emergencias sanitarias para atender a las víctimas o a los propios bomberos en caso de accidente, incrementan la probabilidad de accidentes y la gravedad de posibles lesiones

Los desplazamientos por carreteras secundarias, a veces con condiciones climáticas adversas como lluvia, niebla, o carriles rurales peligrosos, la falta de familiaridad con el terreno y a su vez la lejanía de centros de emergencias sanitarias para atender a las víctimas o a los propios bomberos en caso de accidente, incrementan la probabilidad de accidentes y la gravedad de posibles lesiones. Los desplazamientos largos y la necesidad de trabajar en entornos desconocidos y potencialmente hostiles generan un mayor desgaste físico y psicológico.

Los bomberos no están para nada de acuerdo con la forma en la que se está manejando este problema tanto desde el ayuntamiento como desde diputación. Un ejemplo claro es la decisión de la Diputación de Granada de asumir el control del retén de Sierra Nevada, que la consideran una "inmoralidad" y una "irresponsabilidad".

Dentro de los municipios que habitualmente atienden desde Bomberos Granada se encuentra Monachil, del cual depende la estación invernal de Sierra Nevada y que desde hace más de 40 años ha recibido cobertura del SPEIS de Granada. Esta situación llevó a exponer la problemática que surgía a raíz de una evolución significativa en la explotación de la citada estación, lo que comporta un aumento de población estacional y por consiguiente un aumento de riesgo. Por lo que desde el SPEIS de Granada se consideró la necesidad de dotar la estación de un retén por el cual se ha luchado durante años, incluso con denuncias a los juzgados o al Defensor del Pueblo. Gracias a esta lucha, las distintas administraciones involucradas consiguieron hacer efectivo este retén, el cual ha estado funcionando durante las temporadas de 2022-23 y 2023-24.

Dicho retén está formado por una unidad reducida de 4 efectivos, cuya función es realizar pequeños servicios e incluso actuar en conatos de incendio a los que dan una primera respuesta, antes de que se generen graves daños materiales o personales, hasta la llegada de refuerzos de las dotaciones del SPEIS de Granada, que de forma automática atiende este tipo de servicios. Hay que tener en cuenta que el retén es solo eso, y que su potencia de actuación es muy limitada, por con siguiente en siniestros de mayor importancia dependen del personal del parque sur de Granada, con los que actuarían de forma conjunta a su llegada.

En caso de un siniestro de gran envergadura, como un incendio en una vivienda, la intervención de la Diputación requeriría la asistencia del parque más cercano, el Parque Sur, dependiente del Ayuntamiento de Granada. Esta situación, advierten los bomberos, generaría una intervención conjunta de dos equipos sin protocolos de trabajo ni sistemas de comunicación compatibles, poniendo en riesgo la seguridad de los bomberos y de la ciudadanía.

Para entender dicha problemática cabría explicar primero que nuestro trabajo se fundamenta en unos protocolos de actuación muy definidos, tanto en sus formas de desarrollo, como en el número de bomberos implicados en ellos y en los distintos vehículos y materiales necesarios para su realización.

El conocimiento exacto de las maniobras de cada uno, del uso de los materiales y herramientas y de un sistema de comunicación en común entre ellos son absolutamente fundamentales

Hay que tener muy en cuenta que todas estas circunstancias difieren de unos servicios de bomberos a otros, y en ocasiones bastante. Que los protocolos de trabajo necesitan de un aprendizaje y prácticas diarias para su correcta realización, lo cual también hace que todos los intervinientes se conozcan y hablen el mismo lenguaje, y que están compuestos por una multitud de maniobras que hay que conocer para realizar con fluidez y éxito el extenso tipo de servicios que cubrimos y a los que damos respuesta. Se basan en diferentes grupos de trabajo, como pueden ser equipos de extinción, equipos de reconocimiento, equipos de salvamento, equipos de ventilación, etc…, y que en la mayoría de las ocasiones todos trabajan a la vez, y en los que la vida de unos dependen del trabajo de los demás y de su perfecta coordinación. Por lo que el conocimiento exacto de las maniobras de cada uno, del uso de los materiales y herramientas y de un sistema de comunicación en común entre ellos son absolutamente fundamentales.

La decisión de la Diputación responde a un "capricho político" y exigen a la alcaldesa de Granada que defienda la seguridad de los trabajadores y de la ciudad.

Los bomberos de Granada defienden su experiencia y conocimiento del entorno de Sierra Nevada, donde han estado cubriendo el retén durante las dos últimas temporadas. Aseguran haber realizado una importante labor de revisión de infraestructuras, condiciones, accesos y recursos, además de llevar a cabo prácticas continuadas y formación específica para garantizar un servicio de calidad.

La Plataforma Sindical insiste en que su oposición a la transferencia del retén a la APEI no es un capricho, sino que se basa en la necesidad de garantizar la seguridad de los intervinientes y de la ciudadanía. Consideran que deben elaborar y consensuar protocolos de trabajo conjuntos antes de la puesta en marcha del retén.

En este sentido, se ofrecen a colaborar con políticos y personal operativo para la elaboración de un plan conjunto que solucione todas las dificultades. Este plan debería abordar la coordinación entre ambos servicios, la delimitación de responsabilidades, la disposición de recursos y la organización de los límites de actuación y tiempos de respuesta.

Lo que han defendido, aseguran, es que la cobertura de los parques de bomberos se extienda desde las zonas más alejadas del cinturón metropolitano hacia el centro de la ciudad, donde existen isócronas de respuesta superiores a 40 minutos.

Es necesario sentarse y poner sobre la mesa las necesidades reales de la provincia de Granada respecto a la seguridad de sus ciudadanos.

Los sindicatos de bomberos exigen al Ayuntamiento de Granada que defienda la seguridad de sus trabajadores y de toda la ciudad, y que busque una solución que garantice la calidad del servicio en toda la provincia, incluida Sierra Nevada. Consideran que la prioridad de la Diputación debería ser cubrir otras zonas de la provincia con tiempos de respuesta más prolongados y mayor población, en lugar de asumir un servicio que ya está siendo prestado de forma eficiente por los bomberos del Ayuntamiento de Granada, y hacen un llamamiento a la responsabilidad de las instituciones para garantizar la seguridad de los trabajadores y la calidad del servicio que prestan a la ciudadanía.

Los bomberos de Granada no están reclamando favores ni privilegios, están exigiendo lo que les corresponde: condiciones de trabajo dignas.

La alcaldesa de Granada tiene la responsabilidad de defender a quienes, día tras día, arriesgan sus vidas para proteger a los ciudadanos. Las decisiones políticas no deben estar guiadas por intereses partidistas, sino por el bienestar común.

La Plataforma Sindical de Bomberos de Granada exige al Ayuntamiento que asuma su responsabilidad y ponga fin a la situación del servicio, no solo para mejorar las condiciones laborales de los bomberos, sino para garantizar un servicio de calidad que proteja a la ciudadanía. Es hora de que las autoridades dejen de mirar hacia otro lado y ofrezcan soluciones reales y duraderas".