P'alante Órgiva alerta del peligro por el uso de glifosato en la senda fluvial por el Guadalfeo que construye la Junta
La agrupación de electores P’alante Órgiva ha alertado del peligro que supone el uso del herbicida glifosato en la senda fluvial por las riberas del río Guadalfeo que está acondicionado la Junta de Andalucía, pues se trata de un herbicida de amplio espectro no selectivo, que ha sido clasificado por la Organzación Mundial de la Salud como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.
Los trabajos que está llevando a cabo la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural junto a la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, en la ribera del río Guadalfeo, con el rimbombante nombre de “Senda fluvial y Restauración del Río Guadalfeo” y “Corredores Eco recreativos para una Movilidad sostenible”, suponen una inversión de hasta 4 millones de euros entre lo que ya se ha realizado y lo que queda pendiente por hacer.
La senda fluvial tiene una longitud de 44,64 kilómetros entre la Presa de Rules y la desembocadura del Guadalfeo en Salobreña, y ya se han iniciado los trabajos para erradicar el cañaveral y facilitar el paso a la maquinaria pesada entre Cadiar y Órgiva, indica P'alante Órgiva.
Pero, "como en tantas ocasiones, lo que dice la Junta de Andalucía no se corresponde con lo que hace. No se puede calificar como “sostenible” una actuación en la que se está usando glifosato para erradicar el cañaveral, considerado por la Junta como planta invasora", afirma la agrupación de electores.
El glifosato es un herbicida de amplio espectro no selectivo, que ha sido clasificado por la OMS como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”. Por lo que se debería aplicar el principio de precaución recogido en el Art.191 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea: “El principio de precaución es un enfoque de la gestión del riesgo, según el cual, en caso de que una determinada política o acción pudiera causar daños a las personas o al medio ambiente, y no existiera consenso científico al respecto, la política o acción en cuestión debería abandonarse”.
Perjudica a la vegetación autóctona y llega al cauce
Su característica de “no selectivo” indica que el glifosato al aplicarse no solo actúa sobre las cañas, también lo hace sobre la vegetación autóctona de ribera; adelfas, tarajes, álamos, mimbreras y otras plantas, perjudicando también gravemente a la fauna que allí habita", explica P'alante Órgiva.
"Además, al permanecer durante largos periodos de tiempo en el terreno, las escorrentías hacen que llegue hasta el mismo cauce del río. Es, por tanto, completamente anacrónico su uso, y menos aún en la ribera de un río", añade.
Una verdadera “movilidad sostenible” para ser aplicada en “corredores eco recreativos”, es, a juicio de P'alante Órgiva, la actuación con medios manuales para eliminar la caña y no afectar al resto de las plantas ribereñas. Esa actuación, además de afectar en menor medida a la flora ribereña, generaría muchas jornadas de trabajo para la población de los municipios afectados, afirma el colectivo.
"Los trabajos ya ejecutados aguas abajo desde la presa nos causan gran preocupación. ¿Cómo se puede denominar “senda” a una pista de 7 metros de ancha? Esa anchura permitirá el paso de dos vehículos a la vez, incrementando desmesuradamente la presencia de visitantes. Lo que podría dar lugar a merenderos con sus correspondientes barbacoas, y en un futuro no muy lejano a los chiringuitos", finlaiza P'alante Órgiva.