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Moreno preside una reunión del Consejo de Gobierno, en una imagen de archivo. JUNTA DE ANDALUCÍA

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ultima la obligada crisis de gobierno, tras la marcha a Europa de la consejera de Agricultura, Carmen Crespo.

La duda es si Moreno aprovechará la crisis para acometer una profunda remodelación, que contrarreste la atonía generalizada del Gobierno andaluz al llegar ya al ecuador de una legislatura marcada por la mayoría absoluta del PP y del nuevo rol del presidente de la Junta, más pendiente de la política nacional, como ariete contra el Gobierno de España, y de convertirse en un referente de su partido.

La duda es si Moreno aprovechará la crisis para acometer una profunda remodelación, que contrarreste la atonía generalizada del Gobierno andaluz al llegar ya al ecuador de una legislatura marcada por la mayoría absoluta del PP y del nuevo rol del presidente de la Junta, más pendiente de la política nacional, como ariete contra el Gobierno de España, y de convertirse en un referente de su partido

De momento, el primer cambio obligado es reemplazar a Carmen Crespo al frente de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, que cesó el pasado 3 de mayo para concurrir como número dos a las listas del PP al Parlamento europeo. Desde entonces, Ramón Fernández-Pacheco, portavoz el Gobierno andaluz, y consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, asume las competencias de Crespo.

Pocos dudan, pese al hermetismo de Moreno, que será una mujer. Que proceda de Almería, como Crespo, es una incógnita.

Diversas fuentes a que la crisis de Gobierno la acometerá Moreno esta semana. Incluso, algunas, precisan que podría ser este lunes para que la nueva foto coincida con el Consejo de Gobierno del martes, que puede ser el último antes de las vacaciones del ejecutivo, en la que es probable que, entonces, comparezca el presidente andaluz.

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Última imagen del Gobierno andaluz, cuando Rocío Díaz reeemplazó a Marifrán Carazo. Junta de Andalucía.

Sobre posibles cambios que pensara acometer en el Ejecutivo tras la salida de Crespo, Moreno señaló a principios de mayo que "las cosas se hacen con tranquilidad y con serenidad". "Este es un Gobierno tranquilo y los cambios no hay que hacerlos rápido", indicó el presidente, apuntando que "hay muchas posibilidades, y simplemente se delega esa función a otro consejero y se sigue trabajando con normalidad".

Si hay una amplia crisis de Gobierno

De acometer una amplia crisis de Gobierno son varios los consejeros señalados, por su acción, inacción o por las malas relaciones con referentes sociales de sus respectivos departamentos.

Entre ellas, la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, cuya situación de la sanidad pública andaluza, habla por sí sola sobre la necesidad de un cambio, si no de rumbo, dado que la privatización y muchos males que la afligen es marca del PP, sí de cara, ante el excesivo desgaste de la actual consejera y de su equipo

Entre ellas, la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, cuya situación de la sanidad pública andaluza, habla por sí sola sobre la necesidad de un cambio, si no de rumbo, dado que la privatización y muchos males que la afligen es marca del PP, sí de cara, ante el excesivo desgaste de la actual consejera y de su equipo.

A las llistas de espera, la Atención Primaria…. se suman las pésimas relaciones con los sindicatos y, en especial, con el afín Sindicato Médico, y una falla interna, que cayó como una losa en San Telmo, cuando el que fuera viceconsejero de Salud hasta su dimisión, el pasado mes de diciembre, Miguel Ángel Guzmán, fuera contratado por la asegura privada Asisa. Aquello obligó a abrir una investigación interna y a reformar el reglamento de incompatibilidades.

El viceconsejero había dejado la Consejería junto gerente del SAS, Diego Vargas, al que premió la Junta con la dirección de la Escuela Andaluza de Salud Pública para cerrar el proceso de extinción al integrarse en el Instituto de la Salud de Andalucía.

Otro de los señalados es el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal. No solo por su gestión. También hay un debate interno para desligar Cultura para que tenga una consejería específica, puesto que el peso de Turismo y los problemas a los que se enfrenta -tasa, masificación…- eclipsan una relevante parcela que debería brillar de forma especial en Andalucía, por la altura de sus creadores y del patrimonio histórico y cultural

Otro de los señalados es el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal. No solo por su gestión. También hay un debate interno para desligar Cultura para que tenga una consejería específica, puesto que el peso de Turismo y los problemas a los que se enfrenta -tasa, masificación…- eclipsan una relevante parcela que debería brillar de forma especial en Andalucía, por la altura de sus creadores y del patrimonio histórico y cultural.

El propio Bernal tuvo que responder el pasado jueves a preguntas de los periodistas al respecto en un acto en La Rinconada (Sevilla) y expresó que su "deseo" es "continuar" como consejero de Cultura ya que "para eso estamos trabajando todos los días". "No tengo ni pistas ni información" sobre una posible remodelación del Gobierno andaluz por parte del presidente, dijo antes de señalar que, de haberlas, se conocerán "en breve".

En la atonía general del Gobierno, que se deja llevar por la abrumadora mayoría absoluta, otras fuentes apuntan a la posibilidad del relevo en Fomento, que tampoco luce, en una parcela clave

En otro caso, José Carlos Gómez Villamandos, consejero de Universidad, Investigación e Innovación, cuenta con la oposición total de los rectores andaluces y de la comunidad universitaria. Es tanta su soledad que apenas lucen las otras dos parcelas, Investigación e Innovación.

En la atonía general del Gobierno, que se deja llevar por la abrumadora mayoría absoluta, otras fuentes apuntan a la posibilidad del relevo en Fomento, que tampoco luce, en una parcela clave. También está pasando desapercibido el consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela Gutiérrez, otro de los señalados, si Moreno quiere apuntalar un Gobierno que cambie de pulso.