Crónicas sanitarias LIV: "La salud tras la pandemia; Enric Benito: La muerte es un orgasmo cósmico; Una reforma real de la Atención Primaria por Sergio Minué; La narrativa bélica del cáncer; Tania Cedeño y hasta 20 temas"
1. La salud tras la pandemia: por una nueva narrativa económica de la sanidad
Artículo de mi amiga y extraordinaria profesional Helena Legido-Quigley en Agenda Pública.
El Consejo de la OMS sobre la Economía de la Salud para Todos, presidido por la profesora Mariana Mazzucato, ha elaborado su informe final, que redefine el papel de la salud en la planificación y la política económicas
El Consejo de la OMS sobre la Economía de la Salud para Todos, presidido por la profesora Mariana Mazzucato, ha elaborado su informe final, que redefine el papel de la salud en la planificación y la política económicas. La visión del informe se ve reforzada por la experiencia de un grupo de expertas, todas ellas distinguidas economistas y expertas en la materia. Además de la profesora Mariana Mazzucato, el Consejo incluye a figuras de renombre como la Dra. Ngozi Okonjo-Iweala, la Dra. Vera Songwe, la Dra. Jayati Ghosh y la profesora Ilona Kickbusch, entre otras
Este informe, encargado por el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ofrece una visión que sitúa el bienestar físico y mental en el centro de las prioridades económicas y gubernamentales. La premisa innovadora del informe es que la salud no debe ser un medio para otros fines económicos, sino un objetivo primordial en sí mismo. Este cambio de enfoque exige que la "salud para todos" se convierta en una prioridad clave en todos los departamentos gubernamentales, más allá de los confines tradicionales de los Ministerios de Sanidad. El informe reclama una nueva narrativa económica que valore la salud como una inversión a largo plazo y no como un coste a corto plazo.
El informe destaca cuatro cuestiones cruciales: valorar el bienestar humano y planetario más allá del PIB, revisar la financiación sanitaria como inversión a largo plazo, fomentar un ecosistema colaborativo de innovación sanitaria para un acceso equitativo y reforzar la capacidad del sector público con recursos suficientes para dirigir eficazmente las políticas sanitarias
El informe destaca cuatro cuestiones cruciales: valorar el bienestar humano y planetario más allá del PIB, revisar la financiación sanitaria como inversión a largo plazo, fomentar un ecosistema colaborativo de innovación sanitaria para un acceso equitativo y reforzar la capacidad del sector público con recursos suficientes para dirigir eficazmente las políticas sanitarias.
Hace énfasis en replantear las medidas económicas tradicionales como el PIB, que a menudo no reflejan el verdadero estado de bienestar de la sociedad. En su lugar, aboga por parámetros que reflejen la salud humana y planetaria. El informe también destaca la importancia de la innovación sanitaria y aboga por un ecosistema de innovación sanitaria integral que dé prioridad al bien común. Este ecosistema aprovecharía las asociaciones público-privadas para maximizar el valor público. El desarrollo y la distribución equitativa de innovaciones sanitarias, como vacunas y tratamientos, se sugieren como componentes clave de este ecosistema.
Reconoce que los resultados sanitarios están profundamente influidos por factores como la renta, el sexo, la edad, la región, la raza y la etnia
Otro punto fuerte del informe es el que se centra en los determinantes sociales de la salud. Reconoce que los resultados sanitarios están profundamente influidos por factores como la renta, el sexo, la edad, la región, la raza y la etnia. Abordar estos determinantes exige políticas integrales y centradas en la equidad que abarquen diversos sectores, como la educación, la vivienda y el empleo. El informe aboga por un enfoque integral de la sanidad en el que todos los departamentos colaboren para mejorar los resultados sanitarios.
El informe también destaca algunos retos. Uno de los principales obstáculos es la arraigada resistencia de los gobiernos a invertir de forma proactiva en los sistemas sanitarios. La lucha por conseguir financiación para un Fondo Mundial contra las Pandemias es un ejemplo de esta reticencia
El informe también destaca algunos retos. Uno de los principales obstáculos es la arraigada resistencia de los gobiernos a invertir de forma proactiva en los sistemas sanitarios. La lucha por conseguir financiación para un Fondo Mundial contra las Pandemias es un ejemplo de esta reticencia. Esta aversión a la inversión inicial en medidas preventivas es un obstáculo importante que hay que superar para hacer realidad la visión de Salud para Todos. Yo añadiría que la mayoría de los países no están dando prioridad a la planificación de la preparación y respuesta ante una pandemia, lo que agrava aún más el problema.
También reconoce el papel de los determinantes comerciales de la salud, en particular la influencia de industrias como el tabaco, los alimentos ultraprocesados, los combustibles fósiles y el alcohol. Abordar estos determinantes implica regular las actividades comerciales para limitar los daños y promover resultados positivos para la salud. Este es otro ámbito en el que la resistencia de intereses arraigados puede plantear retos importantes. Se aboga por políticas que incentiven opciones más saludables y reduzcan la carga de las prácticas comerciales nocivas sobre los sistemas de salud.
El Consejo de la OMS sobre la Economía de la Salud para Todos formula 13 recomendaciones de alto nivel en torno a cuatro pilares para replantear las políticas económicas que dan prioridad a la salud
El Consejo de la OMS sobre la Economía de la Salud para Todos formula 13 recomendaciones de alto nivel en torno a cuatro pilares para replantear las políticas económicas que dan prioridad a la salud. Entre ellas figuran: tratar la salud como una inversión a largo plazo, hacer valer la salud como un derecho humano y restablecer la salud planetaria mediante una economía regenerativa. Abogan por el uso de métricas integrales más allá del PIB para seguir el progreso de la sociedad, adoptar una financiación sanitaria estable y equitativa, y garantizar que la OMS esté bien financiada para la coordinación mundial. Además, las recomendaciones instan a crear alianzas público-privadas para la innovación sanitaria, gobernar el conocimiento para el bien común, alinear las estrategias industriales con los objetivos sanitarios y mejorar las capacidades gubernamentales para una gobernanza holística y transparente que genere confianza y responsabilidad.
El informe constituye un punto de partida fundamental para desarrollar nuevas políticas y estructuras económicas que, en última instancia, puedan hacer realidad la Salud para Todos
El Consejo de la OMS sobre la Economía de la Salud para Todos presenta un marco visionario y exhaustivo para integrar la salud en las decisiones económicas y políticas. Los puntos fuertes del informe radican en su enfoque holístico, su énfasis en la innovación y su compromiso con la equidad. Sin embargo, para hacer realidad esta visión habrá que superar importantes retos, como la resistencia a las inversiones proactivas en salud y la necesidad de una amplia colaboración internacional. Y lo que es más importante, el informe debe abordar los mecanismos de aplicación y seguimiento para garantizar que sus recomendaciones se lleven a la práctica de forma eficaz. El informe constituye un punto de partida fundamental para desarrollar nuevas políticas y estructuras económicas que, en última instancia, puedan hacer realidad la Salud para Todos. Reforzar la promoción, priorizar las acciones, fomentar la coproducción de medidas y desarrollar mecanismos sólidos de rendición de cuentas son pasos cruciales para alcanzar los ambiciosos objetivos del informe. Además, será esencial fijar objetivos de gasto claros para garantizar que se asignan los recursos necesarios para alcanzar estas metas.
Es innegablemente audaz y tiene el potencial de cambiar la narrativa de forma significativa. Al situar la salud en el centro de las consideraciones económicas y políticas, desafía los puntos de vista tradicionales y podría allanar el camino hacia unos resultados sanitarios más sostenibles y equitativos a escala mundial
El informe es innegablemente audaz y tiene el potencial de cambiar la narrativa de forma significativa. Al situar la salud en el centro de las consideraciones económicas y políticas, desafía los puntos de vista tradicionales y podría allanar el camino hacia unos resultados sanitarios más sostenibles y equitativos a escala mundial. Si se ponen en práctica, estas recomendaciones podrían ayudar a remodelar la forma en que la salud y el bienestar se valoran y priorizan en los sistemas económicos, fomentando un futuro más saludable para todos.
2. Enric Benito, experto en cuidados paliativos: La muerte es un orgasmo cósmico
En La Vanguardia, Ima Sanchís entrevista al oncólogo y experto en cuidados paliativos Enric Benito, gran profesional al que conozco y valoro. Enric tiene 75 años. Mallorquín. Está casado desde hace 55 años y tiene dos hijos y dos nietos. Trabaja como docente en la Universitat Ramon Llull y da cursos y conferencias en distintas universidades sobre el proceso de morir. Seres humanos y naturaleza estamos conectados. No cree, tiene experiencia espiritual. Ahora ha presentado su libro El niño que se enfadó con la muerte (Harper Collins), que ya lleva cinco ediciones y cuyos derechos de autor van para la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.
¿Existe la muerte?
No hay nada que sea la muerte, existe el proceso de morir.
Lleva 50 años acompañando a morir a miles de personas.
Y lo que he aprendido es que igual que el nacer está bien organizado, el proceso de morir también
Y lo que he aprendido es que igual que el nacer está bien organizado, el proceso de morir también. El proceso fisiológico por el que pasa la madre está bellamente organizado para que el bebé pueda nacer, y con la muerte pasa lo mismo.
¿Cómo es ese proceso?
Dice Rabindranath Tagore que la muerte no extingue la luz, simplemente apaga la lámpara porque el amanecer ha llegado.
¿Cómo está tan seguro de que es otro alumbramiento?
La muerte es un orgasmo cósmico, y yo lo sé porque lo he visto miles de veces. Yo no hablo de lo que no sé
La muerte es un orgasmo cósmico, y yo lo sé porque lo he visto miles de veces. Yo no hablo de lo que no sé.
Dígame qué sabe.
La persona se va desconectando de lo exterior, de sus conceptos, pensamientos, creencias –que no sirven para nada–, y va experimentando un viaje hacia la profundidad de sí mismo y la expansión de la conciencia.
¿Cómo puede observar eso?
Desde fuera ves que al principio está confusa, pero cuando saca la cabeza al otro lado, cuando entra en contacto con la profundidad de sí misma, lo de aquí le importa un pepino y entonces la habitación se llena de paz
Desde fuera ves que al principio está confusa, pero cuando saca la cabeza al otro lado, cuando entra en contacto con la profundidad de sí misma, lo de aquí le importa un pepino y entonces la habitación se llena de paz.
Usted no es creyente.
Yo no creo en nada, no voy a ninguna misa. El miedo a la muerte te impide vivir bien. ¿Sabe cuál es la pregunta del examen final?
Ni idea.
Cuando entras en ese nivel de conciencia revisas toda tu biografía. El juicio final es un examen de conciencia, tu metacognición, tu capacidad de observarte y perdonarte. Tengo miles de testimonios y grabaciones de ese paso a la plenitud. ¡Por favor, dejen de sufrir tanto!, estén tranquilos, no tengan miedo.
Cuando dejas el cuerpo deja de haber tiempo y todo ocurre simultáneamente. La vida no se puede pensar, se tiene que vivir
¿Y si mueres de sopetón?
El tiempo solo existe en nuestra mente, donde solo podemos procesar una pequeña cantidad de la vida. Cuando dejas el cuerpo deja de haber tiempo y todo ocurre simultáneamente. La vida no se puede pensar, se tiene que vivir.
¿Qué más sabe del miedo a la muerte?
Si no crees que el universo esté bien organizado, no confías, y es absurdo porque no controlamos nada: ni los latidos de tu corazón ni el aire que respiras. Suelta. La tensión la producimos intentando controlar, el sufrimiento no es más que rechazo de presente.
Bueno, es lo que hay.
Un hijo puta es una persona mal informada de sí mismo. Lo que somos todos es belleza, verdad y bondad, esa es nuestra naturaleza esencial, pero nos hemos alejado tanto que lo hemos olvidado. Lo recordamos al morir
Un hijo puta es una persona mal informada de sí mismo. Lo que somos todos es belleza, verdad y bondad, esa es nuestra naturaleza esencial, pero nos hemos alejado tanto que lo hemos olvidado. Lo recordamos al morir.
¿Por qué abandonó la oncología?
El doctor Benito daba clases en París, en Londres, en Heidelberg, publicaba en Estados Unidos, pero había dejado de ver enfermos. Tenía una profunda tristeza interna. A los 43 años hice un colapso y acabé en el psiquiatra. La crisis duró seis meses.
¿La búsqueda de sentido?
Sí, y te enfrentas a la verdad: el Prozac te da sequedad de boca pero no te arregla nada, y te dices que tienes que ocuparte de ti.
¿Cómo lo hizo?
En la vida hay dos semáforos: uno es la paz, la alegría y la vitalidad, eso significa que estás en tu camino; o la angustia y la tristeza, cuando te has salido de él
Empecé un viaje interior y aparecieron las intuiciones. En la vida hay dos semáforos: uno es la paz, la alegría y la vitalidad, eso significa que estás en tu camino; o la angustia y la tristeza, cuando te has salido de él.
¿Qué más le ayudó a salir Del Pozo?
El momento crucial fue cuando en medio del sufrimiento y del malestar, al indagar en ello descubrí que había una parte en mí que observaba mi tristeza pero que no estaba triste; ahí descubrí mi conciencia testigo, mi metacognición, lo que realmente soy.
¿...?
Mi diagnóstico era trastorno obsesivo-compulsivo; pero mi conciencia, que se descojona del diagnóstico, decide que ya que soy obsesivo me voy a obsesionar con ser feliz
Aunque en la película haya un incendio, la pantalla no se quema. Esa conciencia que observa los contenidos de la mente es lo que soy. Mi diagnóstico era trastorno obsesivo-compulsivo; pero mi conciencia, que se descojona del diagnóstico, decide que ya que soy obsesivo me voy a obsesionar con ser feliz.
Parece una buena idea.
Esa conciencia no se cree nada, simplemente sabe, desde entonces no he parado de disfrutar de la vida. Todos los grandes filósofos y los profetas dicen lo mismo.
¿Qué dicen?
Y a eso sumemos la neurociencia, que nos dice que la conciencia no es un subproducto del cerebro, la conciencia está deslocalizada
Jesús dice que el reino de los cielos está en vosotros; Mahoma, que Dios, la conciencia, está más cerca de ti que la vena de tu cuello. Y a eso sumemos la neurociencia, que nos dice que la conciencia no es un subproducto del cerebro, la conciencia está deslocalizada.
¿Y perdura?
Más de un paciente me ha dicho: “He visto a mi madre muerta como le veo a usted y me ha dicho que mañana a las siete vienen a buscarme”. Todos los auxiliares de cuidados paliativos saben que cuando alguien ve a un familiar es que está pidiendo pista para irse.
3. Para una reforma real de la Atención Primaria conviene desenmascarar a los elefantes: editorial de Sergio Minué en atención primaria
La atención primaria (AP) adquirió en tiempos recientes un protagonismo mediático del que había carecido siempre; sin embargo, las razones no tienen que ver con sus múltiples aportaciones al sistema sanitario, sino con el hecho negativo de su colapso. Sin duda alguna la falta de financiación para ejercer adecuadamente sus funciones es una de las razones que explican dicha situación de desbordamiento, pero no es la única. El modelo de AP en el territorio español lleva más de 40años sin apenas cambios sustanciales: misma oferta horaria, mismos perfiles profesionales, mismo marco de relación laboral.
Amodorrados por los aciertos iniciales de la reforma y por el tópico de que la AP española era la mejor del mundo, políticos, sindicatos y los propios profesionales aceptaron una evolución gatoparda de la AP: supuestas propuestas de cambio que conducían inexorablemente a que el modelo siguiera siendo el mismo.
Mientras tanto, la sociedad experimentó tal intensidad de cambios que el nombre genérico de la especialidad de los médicos de AP refleja aspectos sustancialmente diferentes de los que reflejaba entonces, en el inicio de la (única) reforma de la AP que ha tenido el país: ni la medicina es la misma, las familias se diversificaron en su perfil y la comunidad ya no viene determinada necesariamente por el territorio (para muchas personas, su comunidad abarca gente de lugares muy alejados de su barrio). Amodorrados por los aciertos iniciales de la reforma y por el tópico de que la AP española era la mejor del mundo, políticos, sindicatos y los propios profesionales aceptaron una evolución gatoparda de la AP: supuestas propuestas de cambio que conducían inexorablemente a que el modelo siguiera siendo el mismo. Y mientras tanto seguían paseando con libertad diversos «elefantes en la habitación» a los que nadie quiere abordar, y que nos diferencian radicalmente de los países de nuestro entorno.
El primero de ellos es la invisibilidad de la AP en la Universidad, que hace prácticamente imposible la percepción positiva de la misma por parte de los futuros profesionales sanitarios: ni departamentos reales de Medicina Familiar/AP, ni dirección de los mismos por profesionales clínicos de AP, ni presencia obligada de esta a lo largo del grado, como ocurre en la casi totalidad de los países de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El segundo elefante es una especie en vías de extinción en el resto del mundo: un modelo funcionarial de relación laboral donde el acceso queda al capricho de la autoridad política de turno, quien convoca oposiciones cuando conviene electoralmente, y mientras tanto ofrece contratos precarios, despreciando esa longitudinalidad, tan presente en cambio en los discursos
El segundo elefante es una especie en vías de extinción en el resto del mundo: un modelo funcionarial de relación laboral donde el acceso queda al capricho de la autoridad política de turno, quien convoca oposiciones cuando conviene electoralmente, y mientras tanto ofrece contratos precarios, despreciando esa longitudinalidad, tan presente en cambio en los discursos. Un modelo donde una vez accedido al sistema nadie exigirá tu certificación periódica (algo inaudito en Europa). En la mayor parte de los países de la OCDE los médicos de familia o generales son profesionales independientes o asalariados no funcionariales, con autonomía para organizar su propia actividad. El modelo funcionarial español vende seguridad para toda la vida a cambio de sumisión al poder, sea este el que sea, quien decide cada cuanto ves a un paciente. Ni sindicatos, ni colegios ni los propios partidos políticos están interesados en cambiar este vetusto statu quo.
El tercer elefante lo define el mantenimiento de los mismos perfiles profesionales en AP que hace cuarenta años: de la misma forma que es imposible prestar la AP fuerte sin profesionales altamente especializados de medicina y enfermería, es ingenuo pensar que la AP puede abordar todas sus expectativas sin ampliar definitivamente sus modalidades profesionales, como han realizado la mayor parte de los países con una buena AP.
Un cuarto mastodonte resulta de la incapacidad en cuarenta años de haber construido entornos y proyectos de trabajo suficientemente atractivos para atraer talento sanitario: cuando ni las retribuciones, ni las condiciones de trabajo (conciliación familiar) ni las posibilidades de desarrollo profesional (años sabáticos, estancias formativas) son suficientemente atractivas, es inevitable que los que están quieran abandonar y los que deberían llegar escapen de ese destino. En este sentido, el fracaso de la estrategia de comunicación al resto del sistema sanitario a la ciudadanía, especialmente de la importancia de la AP, es clamoroso.
Por último, pero no menos importante, es preciso señalar la incapacidad de la AP en España de haber constituido a lo largo de casi medio siglo un lobby con capacidad de presión suficientemente potente como para defender e imponer sus condiciones, sabiendo que ningún partido político ha apostado realmente por la AP
Por último, pero no menos importante, es preciso señalar la incapacidad de la AP en España de haber constituido a lo largo de casi medio siglo un lobby con capacidad de presión suficientemente potente como para defender e imponer sus condiciones, sabiendo que ningún partido político ha apostado realmente por la AP.
El nuevo equipo del Ministerio de Sanidad tiene una de las últimas oportunidades de abordar por fin buena parte de esos problemas estructurales: los tres primeros elefantes están en su ámbito de intervención, lo que no exime a los profesionales de AP de comprometerse en el abordaje de todos ellos si de verdad se pretende mejorar la situación de esta.
Pero el problema no solo es local, sino global. A nivel internacional nunca existió un acuerdo tan unánime respecto a la necesidad de fortalecer la Atención Primaria de Salud (APS) en los sistemas sanitarios del mundo. Desde el Banco Mundial4 a la OCDE5 recomiendan una APS fuerte como el mejor medio para reducir mortalidad a un coste sostenible en los sistemas sanitarios. Tal vez porque la evidencia científica es contundente respecto a que una AP accesible, que suponga el primer contacto con el sistema, que coordina la atención de la cuna a la tumba y que aporta la integralidad suficiente para ser ampliamente resolutiva, reduce la mortalidad6 y aumenta la esperanza de vida7. Pero paralelamente a ello, los programas de especialización quedan vacantes en cada vez más países, y hasta cerca del 50% de los médicos generales británicos piensan abandonar la profesión en los próximos cinco años8. La dificultad para contratar médicos en el primer nivel es también cada vez mayor: en Canadá, el 20% de la población no tiene médico de familia, y el 30% en Estados Unidos.
En un mundo donde prima la inmediatez, el consumo y el despilfarro, la liquidez y el olvido de lo que hacemos, se requiere mucha pedagogía para convencer de la necesidad de esperar, ver, escuchar, tocar y permanecer al lado de las personas a lo largo del tiempo
Ciertas causas subyacentes podrían explicar esta paradoja. La tendencia creciente a considerar la salud una mercancía, donde el objetivo es producir cada vez más consultas, más pruebas de laboratorio, más trasplantes, casa mal con un trabajo que (como escribía Iona Heath) tiene como objetivo ser «guardián» (protegiendo a las personas del sobreuso de intervenciones clínicas) y ser «testigo» de la forma en las que se vive y enferma. Pero más allá de eso hay que aceptar que los valores de la AP van a contracorriente de los dominantes en la sociedad actual. En un mundo donde prima la inmediatez, el consumo y el despilfarro, la liquidez y el olvido de lo que hacemos, se requiere mucha pedagogía para convencer de la necesidad de esperar, ver, escuchar, tocar y permanecer al lado de las personas a lo largo del tiempo. Aunque la continuidad de la relación entre un médico de cabecera y un paciente reduce la mortalidad de forma dosis-dependiente, alcanzando una reducción del 30% a los 15años de relación continuada, no parece que vaya a ser una prioridad de estado, ni que todos los profesionales que hoy se incorporan a AP estén dispuestos al grado de compromiso que supone vivir toda la vida laboral en el mismo lugar.
Al igual que contra el cambio climático, las medidas más útiles para el bienestar de la humanidad a largo plazo son las que menos posibilidades de éxito tienen a corto. Lo que en modo alguno debe ser una excusa para no luchar por aquello que sabemos mejora sustancialmente la vida de las personas.
4. Un estudio concluye que vecinos de barrios pobres viven hasta nueve años menos que los de zonas ricas
El estudio es en Sevilla, pero podría ser en Granada, hace 35 años estudié las desigualdades de Granada y encontramos diferencias importantes entre los barrios más ricos y los más pobres. Leído en el Correoweb.
Un estudio sobre cómo las condiciones de vida influyen en la mortalidad ha revelado que la población de los barrios pobres de Sevilla vive hasta nueve años menos que las de los ricos: zonas como el Polígono Sur tendrían la esperanza de vida de Corea del Norte (yo en Granada hablaba de mortalidad infantil de países de África) mientras que Santa Clara se equipara a la de Japón
Un estudio sobre cómo las condiciones de vida influyen en la mortalidad ha revelado que la población de los barrios pobres de Sevilla vive hasta nueve años menos que las de los ricos: zonas como el Polígono Sur tendrían la esperanza de vida de Corea del Norte (yo en Granada hablaba de mortalidad infantil de países de África) mientras que Santa Clara se equipara a la de Japón.
Este análisis, en el que participan varios profesores y la Oficina de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Sevilla, arroja estas "devastadoras conclusiones" sobre la esperanza de vida media, ha informado este miércoles la institución académica.
El estudio se fija en barrios de Andalucía y pone en evidencia, según sus promotores, que las condiciones de vida no dependen del mérito personal, sino de condiciones sociales estructurales, como la renta familiar, el nivel de formación y muy especialmente el código postal.
"La desigualdad tiene consecuencias letales, la esperanza de vida se acorta", ha asegurado Sonia Díaz, de Oxfam Intermón, que coordina el V Informe del Observatorio de Desigualdad de Andalucía junto a Inmaculada Caravaca, profesora jubilada del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla.
Según Díaz, el nivel de estrés en el que se viva, las dimensiones de la vivienda, su acondicionamiento climático o las circunstancias vitales van configurando el acceso o retraso en niveles formativos, la entrada al mercado laboral, el estilo de vida, la capacidad de afrontar gastos, el desgaste físico y mental y, finalmente, una muerte "más temprana".
Uno de los principales obstáculos para conseguir el bienestar es el difícil acceso al trabajo y, en consecuencia, la falta de ingresos.
"Ante todo, son las familias y algunas redes de apoyo mutuo las que sostienen, amortiguan o elevan los niveles de cohesión", ha planteado
"Ante todo, son las familias y algunas redes de apoyo mutuo las que sostienen, amortiguan o elevan los niveles de cohesión", ha planteado.
Sevilla, además de contar con seis de los quince barrios más pobres de España y de Europa, de acuerdo al informe de Indicadores Urbanos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, presenta además una de las desigualdades "más extremas" de Andalucía, con una renta media por hogar cuatro veces más alta de media en los barrios más ricos respecto de los más empobrecidos.
De hecho, la renta familiar alcanza los 75.000 euros en Tabladilla-La Estrella (El Porvenir), cinco veces más que la de Torreblanca, con 14.000 euros.
Los impulsores del informe alertan también del carácter estructural de estas desigualdades, porque los barrios de Sevilla que eran ya desfavorecidos hace 30 años lo siguen siendo en la actualidad
Los impulsores del informe alertan también del carácter estructural de estas desigualdades, porque los barrios de Sevilla que eran ya desfavorecidos hace 30 años lo siguen siendo en la actualidad.
La segregación y la desigualdad tienden a reproducirse en la historia, aunque una mayor desigualdad no necesariamente implica una mayor segregación, ya que hay una serie de factores que influyen en ello, como el modelo de crecimiento urbano o las características particulares de cada ciudad.
5. Chris Booth, oncólogo: “La narrativa bélica del cáncer lleva a algunos pacientes a recibir tratamientos que, de otro modo, no habrían querido”
Lo escribe Daniel Mediavilla en El País.
En 2023, Chris Booth (Montreal, 49 años), director de la División de Atención Oncológica y Epidemiología en el Instituto de Investigación del Cáncer de Queen’s (QCRI), y otros oncólogos de todo el mundo pusieron en marcha la iniciativa Common Sense Oncology (Oncología de Sentido Común). Querían provocar un debate público sobre una deriva preocupante de la oncología. Pese a que muchos tratamientos contra el cáncer han salvado la vida a muchos pacientes o les han prolongado la vida con bienestar, cada vez hay más que ofrecen pequeños beneficios por un precio muy elevado, mucha toxicidad y teniendo a los pacientes en el hospital durante mucho tiempo al final de la vida, cuando cada hora es aún más valiosa.
En sus estudios, advierte que muchos de los tratamientos actuales no alcanzan los umbrales habituales para valorar la utilidad de los medicamentos, como ofrecer un año de vida de calidad por 50.000 dólares o, incluso, por 100.000 dólares
En sus estudios, advierte que muchos de los tratamientos actuales no alcanzan los umbrales habituales para valorar la utilidad de los medicamentos, como ofrecer un año de vida de calidad por 50.000 dólares o, incluso, por 100.000 dólares. Señala también que los fármacos se evalúan con criterios como la cantidad de tiempo que detienen el crecimiento del tumor (supervivencia libre de progresión), algo que, en muchos casos, no está relacionado con el aumento de los meses o los años de supervivencia. Entre 2003 y 2023, el 48% de los fármacos para tratamientos oncológicos aprobados por la FDA, el organismo que regula los fármacos en EE UU y sirve de referencia para otras agencias en todo el mundo, se aprobaron basándose en la supervivencia libre de progresión y no en la supervivencia total.
En un artículo reciente presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, recordaban que, en los últimos 30 años, los ensayos clínicos de medicamentos para el cáncer, que antes se apoyaban más el dinero de los Gobiernos y la iniciativa de los investigadores, ha pasado a financiarse en un 85% por la industria farmacéutica. En una conversación por videollamada, Booth afirma que “los oncólogos conocen esta realidad desde hace tiempo y una gran mayoría estaría de acuerdo en la necesidad de buscar soluciones”, pero necesitaban un espacio para hablar abiertamente de estos problemas y mejorar la situación de sus pacientes y sus familias.
El 85% de los ensayos son financiados por la industria, pero muchos oncólogos y responsables gubernamentales de financiación de la ciencia dicen que no se puede hacer de otra manera, porque solo las farmacéuticas tienen las grandes cantidades de dinero necesarias.
A veces el mandato de mejorar las cosas para los pacientes y el mandato de la industria se alinean, pero no siempre
Estoy de acuerdo y en desacuerdo. Es importante reconocer que muchos de nuestros excelentes tratamientos y algunos de los mejores ensayos clínicos se han realizado en colaboración con la industria farmacéutica. No quiero dar la impresión de que estamos en contra de la industria. El problema es que el péndulo se ha movido tanto hacia un lado que todo el ecosistema de la investigación del cáncer ahora está en gran parte financiado por la industria farmacéutica, lo que significa que los estudios diseñados, lanzados y financiados deben alinearse con el mandato principal de las farmacéuticas, que es obtener ganancias para los accionistas. A veces el mandato de mejorar las cosas para los pacientes y el mandato de la industria se alinean, pero no siempre.
Necesitamos crear un lugar y fuentes de financiación alternativas. Necesitamos una renovación de la inversión en la investigación clínica del cáncer por parte de las agencias de financiación del Gobierno. También creo que hay un papel para el sistema de salud, para financiar ensayos clínicos que aborden preguntas que son importantes para los pacientes, pero que quizás sean de menor interés para la industria. Por ejemplo, hay mucho interés ahora mismo en desescalar tratamientos, reducir la intensidad de los tratamientos, reduciendo los efectos secundarios para los pacientes. Tenemos ejemplos. Sus resultados se mantienen y se ahorra dinero para el sistema de salud. Esos ensayos no van a ser de interés para la industria farmacéutica, pero serán de gran interés para los pacientes, las familias y el sistema de salud.
Se pueden entender los incentivos de la industria para buscar la aprobación de fármacos con el criterio de supervivencia libre de progresión y no supervivencia general, pero ¿por qué aceptarían eso los organismos reguladores?
Los reguladores tienen un trabajo muy difícil porque están tratando de equilibrar una serie de prioridades que compiten entre sí. Hay una tensión constante entre aprobar tratamientos rápidamente, para que lleguen a los pacientes cuanto antes, pero también asegurarse de que sean buenos tratamientos.
Quizá podríamos tener una aprobación regulatoria inicial basada en algún tipo de punto final sustituto para que los pacientes tengan acceso al fármaco mientras esperamos datos a largo plazo para confirmar el beneficio de supervivencia general y confirmar si el medicamento obtiene la aprobación regulatoria completa
Quizá podríamos tener una aprobación regulatoria inicial basada en algún tipo de punto final sustituto [mediciones para ver si el medicamento actúa aunque no haya dado tiempo a ver si prolonga la vida] para que los pacientes tengan acceso al fármaco mientras esperamos datos a largo plazo para confirmar el beneficio de supervivencia general y confirmar si el medicamento obtiene la aprobación regulatoria completa.
También creo que en nuestro campo, en general, incluidos los reguladores, quizá fuimos demasiado optimistas hace 15 años cuando la supervivencia libre de progresión comenzó a utilizarse en ensayos de fase tres [los grandes ensayos justo antes de la aprobación final de un fármaco]. Nunca fue inventada para los ensayos de fase tres. Fue inventada para guiar el descubrimiento temprano de medicamentos en los ensayos de fase uno y fase dos, para dar una señal de actividad y permitir a los investigadores y a la industria farmacéutica saber si vale la pena probar esto en un entorno de fase tres. Se pensó que estas referencias servirían para predecir que el paciente iba a vivir más tiempo y mejor y que obtendríamos respuestas más rápido.
Hemos aprendido, diez años después, que quizá eso no era tan seguro como pensábamos. Hemos visto que la supervivencia libre de progresión es un buen sustituto de la supervivencia global en algunas circunstancias limitadas, pero, en la gran mayoría de las circunstancias, no predice si alguien vivirá más tiempo o mejor. Y eso es realmente importante porque estos tratamientos no son benignos. La otra razón por la que comenzamos a usar la supervivencia libre de progresión es que pensamos que obtendríamos respuestas más rápidamente. Y nuevamente, diez años después, hemos aprendido que ahorra algo de tiempo, pero las estimaciones indican que probablemente ahorra menos tiempo del que pensamos, probablemente menos de un año antes de obtener la respuesta final.
Las respuestas son complicadas, pero creo que al menos vale la pena tener la conversación, ser humildes y reconocer que tal vez algunos de nuestros tratamientos no son tan útiles como pensábamos
Considerando que al menos la mitad de los ensayos clínicos están diseñados, para retrasar el crecimiento del tumor que se ve en una tomografía, que es la supervivencia libre de progresión, y no para ayudar a las personas a vivir más tiempo, deberíamos pensar si nos sentimos cómodos con un ecosistema de investigación del cáncer y ese modelo de atención a los pacientes. Las respuestas son complicadas, pero creo que al menos vale la pena tener la conversación, ser humildes y reconocer que tal vez algunos de nuestros tratamientos no son tan útiles como pensábamos.
También han publicado datos que indican que las terapias más caras tienen menor beneficio que las más baratas. Esta correlación inversa es extraña.
Es un modelo totalmente roto. El mes pasado, publicamos un artículo en Lancet Oncology que describía el gasto en salud para medicamentos contra el cáncer para toda la provincia de Ontario. Ontario es la provincia más grande de Canadá, con una población de 15 millones de personas, con un modelo de atención médica de pagador único. Descubrimos que la tasa de aumento del gasto en medicamentos contra el cáncer es asombrosa. Está aumentando a una tasa del 15% por año, mientras que el resto del gasto en salud está aumentando a una tasa del 5% por año. Y alrededor de la mitad de todo lo que gastamos en cáncer es para medicamentos contra el cáncer.
El segundo punto económico que ya ha mencionado es el hecho de que en cáncer no hay relación entre lo bien que funciona el medicamento y su precio. Si acaso, los medicamentos con el beneficio más pequeño tienen el precio más alto
El segundo punto económico que ya ha mencionado es el hecho de que en cáncer no hay relación entre lo bien que funciona el medicamento y su precio. Si acaso, los medicamentos con el beneficio más pequeño tienen el precio más alto.
El tercer hallazgo económico es que todo el sector farmacéutico global se está volcando en el cáncer. Hemos analizado las diez mayores compañías farmacéuticas del mundo durante la última década y su proporción de ingresos por venta de tratamientos para el cáncer ha crecido en relación con el de todas las demás enfermedades.
En principio, eso podría ser una buena noticia para los oncólogos y las personas con cáncer, pero, en primer lugar, hay otros problemas de salud pública que requieren inversión, innovación y nuevos tratamientos. Y en segundo lugar, más dinero no siempre es bueno. Todo el sistema es adicto al dinero que proviene de la venta de medicamentos contra el cáncer. Existen estas enormes presiones financieras que, lo reconozcamos o no, moldean gran parte del sistema del cáncer. Esto es algo que al menos debemos reconocer y discutir.
También mencionan que hay un momento del curso de la enfermedad en que la inversión en los tratamientos sería más útil si se dedicase a cuidados paliativos. Pero supongo que hay mucha gente que considera que esto es tirar la toalla o dar por perdido a un ser querido.
R. Eso que menciona es la narrativa bélica que surgió de la guerra contra el cáncer de Richard Nixon en los años setenta. Crea algunos problemas en la percepción pública de la oncología, que siempre es una lucha y una batalla. Esa percepción, que empuja a seguir luchando, lleva a una toma de decisiones, especialmente cerca del final de la vida, que puede llevar a algunos pacientes a recibir tratamientos que de otro modo no habrían querido.
Creo que podemos hacer un mejor trabajo al empoderar a los pacientes para que tengan la información que necesitan para tomar estas decisiones, que obviamente son muy difíciles
Ni yo ni la iniciativa Common Sense Oncology creemos que tengamos las respuestas para cada paciente individual sobre qué tratamiento es el adecuado para ellos, pero creemos que se puede reflexionar sobre los beneficios de algunos de esos tratamientos, especialmente cuando son bastante pequeños y tienen muchos efectos secundarios, especialmente cerca del final de la vida. Creo que podemos hacer un mejor trabajo al empoderar a los pacientes para que tengan la información que necesitan para tomar estas decisiones, que obviamente son muy difíciles.
Además, esos tratamientos suponen un coste enorme que a veces prolonga la vida poco o nada.
En EE UU, un diagnóstico de cáncer es una de las principales causas de bancarrota, y es mucho peor en países de ingresos medios y bajos, donde el coste de la atención del cáncer es pagado en su totalidad por el paciente y la familia. Ya es lo bastante trágico tener un diagnóstico de cáncer y que no sea curable, para que además se endeude a la familia por generaciones para recibir un tratamiento muy tóxico con pequeños beneficios.
En sistemas como el español o el canadiense, después de pasar por tratamientos anteriores, puede haber un tratamiento disponible que puede costar al sistema de salud cien o doscientos mil dólares, y podría ayudar al paciente a vivir unas pocas semanas más o tal vez no
En los sistemas con atención médica pública, el sistema asume parte de la toxicidad financiera, pero también se da la paradoja de los últimos seis meses de vida. En sistemas como el español o el canadiense, después de pasar por tratamientos anteriores, puede haber un tratamiento disponible que puede costar al sistema de salud cien o doscientos mil dólares, y podría ayudar al paciente a vivir unas pocas semanas más o tal vez no. Tiene efectos secundarios y requiere que pase un día cada semana en la unidad de quimioterapia. La paradoja es que tenemos un sistema que proporciona ese elemento de cuidado con bastante facilidad, pero es casi imposible que el sistema ofrezca a ese paciente, que se puede sentir solo, vulnerable, asustado, suficiente apoyo psicosocial, de salud mental o enfermería que le permita vivir en casa con dignidad y comodidad al final de su vida.
6. El mensaje de @AntelmPujol sobre cómo NO DESAYUNAR AFECTA AL RENDIMIENTO DEPORTIVO
-Dividen a ciclistas experimentados en dos grupos en un estudio de diseño cruzado:
- Grupo 1 Desayuno (583 kcal) + Almuerzo(874 kcal)
- Grupo 2 Solo almuerzo (1,457 kcal)
Igualdad de calorías y macronutrientes, sólo cambia el número de comidas.
Resultados:
- Cuando no se desayuna, existe una disminución del rendimiento deportivo del 3%.
7. El tweet de @gorka_orive sobre prevalencia mayor de algunas enfermedades infecciosas tras la pandemia
Hay evidencias que indican que al menos 13 enfermedades infecciosas serían más prevalentes que antes de la pandemia en el mundo. Entre ellas el sarampión, la tos ferina, la tuberculosis, la polio, el dengue y el cólera.
El estudio de hoy ha recopilado datos de más de 60 organizaciones y agencias de salud pública que muestran que el mundo está viendo un resurgimiento de al menos 13 enfermedades infecciosas, con casos más altos que antes de la pandemia en muchas regiones
Un nuevo análisis de Airfinity y Bloomberg News revela que los brotes de enfermedades como el sarampión, la tos ferina, la tuberculosis y la polio, así como el dengue y el cólera están aumentando en todo el mundo.
El estudio de hoy ha recopilado datos de más de 60 organizaciones y agencias de salud pública que muestran que el mundo está viendo un resurgimiento de al menos 13 enfermedades infecciosas, con casos más altos que antes de la pandemia en muchas regiones.
Más de 40 países o territorios han informado de al menos un resurgimiento de enfermedades infecciosas diez veces o más por encima de su nivel de referencia previo a la pandemia.
Los datos se presentan en un mapa de picos interactivo, que se muestra arriba. Muestra los brotes por enfermedad y los picos representan el cambio en los casos notificados entre un año pospandémico (2022 en adelante) con la mayor incidencia reportada frente a un único año "de referencia" prepandémico dentro del período 2017-2019, anterior a la COVID. -19 pandemia.
8. La respuesta a la salud mental en la sanidad pública es lenta: solo un 14% de las personas tuvieron cita antes de un mes
Por Sofía Pérez Mendoza y Raúl Sánchez. Lo escriben en eldiario.es.
La mayoría opta por la sanidad pública como primera opción para buscar ayuda (57,2%), pero la respuesta es lenta por el atasco en las consultas
Los problemas de salud mental están muy presentes en la población española: casi un 18% de los ciudadanos asegura que tuvo que consultar a un profesional sanitario por un malestar psicológico, según recoge el último Barómetro Sanitario del CIS publicado este jueves y cuyas encuestas se hicieron en abril. La mayoría opta por la sanidad pública como primera opción para buscar ayuda (57,2%), pero la respuesta es lenta por el atasco en las consultas.
Solo una de cada siete personas (14%) que acude inicialmente al Sistema Nacional de Salud consigue cita con un especialista (psicólogo o psiquiatra) en menos de 30 días y el 21% tiene que aguardar entre uno y tres meses. Además, hay un porcentaje nada desdeñable, otro 24%, cuya espera se demora más de 90 días. El resto, o simplemente desisten, o se van a la sanidad privada o terminan siendo atendidos por el médico de familia, de acuerdo con las respuestas del CIS.
En la sanidad pública, no todos son atendidos por especialistas: el 40% fue visto por un psiquiatra y el 20,8% por un psicólogo; mientras al 33% restante lo vio directamente el médico o médica de familia y no hubo derivación
El CIS revela también que, en lo referente a salud mental, la pública y la privada se reparten los pacientes casi a partes iguales: el 46,3% fue atendido por el SNS; el 44,7% en una consulta privada y un 2,6% en ambos recursos. En la sanidad pública, no todos son atendidos por especialistas: el 40% fue visto por un psiquiatra y el 20,8% por un psicólogo; mientras al 33% restante lo vio directamente el médico o médica de familia y no hubo derivación.
Hay otro dato que muestra la gran presencia de la privada en la atención a la salud mental: uno de cada tres pacientes que terminaron en un recurso de este tipo acudieron a la sanidad privada sin tener contratado un seguro médico (30,8%). Un 12,9% sí tenía una póliza, según el CIS. Además, la población que busca ayuda profesional por malestar psicológico o problemas de salud mental está muy marcada por la edad. El 35% de los jóvenes entre 18 y 24 años han requerido ayuda profesional, más del doble que las personas que rondan los 60 años (15%).
Para entender los datos se necesita contexto. En España hay seis psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes. Es un tercio de la media europea, que se sitúa en 18
Para entender los datos se necesita contexto. En España hay seis psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes. Es un tercio de la media europea, que se sitúa en 18. En algunas comunidades como Andalucía y Galicia solo llegan a los tres psicólogos por la misma proporción de población. A la cabeza se encuentran Catalunya y Navarra, que superan los 10 especialistas por cada 100.000 ciudadanos, según los datos que maneja la asociación. En cuanto al número de psiquiatras, según Eurostat, el número de especialistas se eleva a 11 por cada 100.000 habitantes, la mitad que en Francia, Noruega o Alemania.
9. 40 años del primer nacimiento por fecundación in vitro en España
Artículo de Javier Granda en El Confidencial.
En el verano de 1984, la opinión pública española estaba pendiente del inicio de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, debatiendo si José Manuel Abascal y José Luis González harían doblete de medallas en los 1.500 metros lisos. O si la selección española de baloncesto podría hacer frente a Yugoslavia y, especialmente, a los Estados Unidos de un joven jugador universitario llamado Michael Jordan.
Pero si algo acaparó los titulares, fue el nacimiento de un bebé el 12 de julio: Victoria Anna vino al mundo en la clínica Dexeus de Barcelona, convirtiéndose en la primera niña probeta –como entonces se denominaba– en España, la cuarta en Europa y la sexta en el mundo
Una huelga de pilotos de Iberia, la polémica restauración de Las Meninas o el fallo del Tribunal Constitucional de que no era delito abortar en el extranjero fueron otras de las noticias más comentadas entonces. Pero si algo acaparó los titulares, fue el nacimiento de un bebé el 12 de julio: Victoria Anna vino al mundo en la clínica Dexeus de Barcelona, convirtiéndose en la primera niña probeta –como entonces se denominaba– en España, la cuarta en Europa y la sexta en el mundo.
El nacimiento, que se produjo por cesárea, fue posible gracias a un equipo liderado por la bióloga Anna Veiga, que hoy destaca que los resultados de la fecundación in vitro “han mejorado mucho desde entonces. También han cambiado las indicaciones: ahora se hace por edad avanzada de la mujer, mientras que antes era, sobre todo, por problemas reproductivos". En cuanto al futuro, cree se va hacia una mayor personalización de los tratamientos, “con mejores resultados en tasas de embarazo y previendo enfermedades genéticas”.
España es líder mundial en fecundación in vitro. Los motivos, desde su punto de vista, es que “se hacen las cosas bien, somos buenos. Los resultados hablan por sí mismos. Y con presencia muy relevante de profesionales españoles en los congresos internacionales en este campo”.
España es líder mundial en fecundación in vitro. Los motivos, desde su punto de vista, es que “se hacen las cosas bien, somos buenos. Los resultados hablan por sí mismos. Y con presencia muy relevante de profesionales españoles en los congresos internacionales en este campo”
¿Qué fue lo más complicado hace 40 años? La experta responde con rapidez que “todo. Estábamos intentando replicar una técnica que había propiciado el nacimiento de Louise Brown en 1978 [el primer bebé in vitro de la historia] y, en aquellos momentos, apenas había posibilidad de formación. Lo suplimos con una dosis de entusiasmo y energía propia de la juventud, y logramos el éxito”.
Otro motivo que destaca que en el Institut Dexeus (que hoy se denomina Dexeus Mujer) “tuvieron claro que la colaboración entre ginecólogos y biólogos –y con un gran respeto entre ambos– teníamos posibilidades de lograrlo. Lo que pasó hace 40 años fue un punto de partida para la resolución de los problemas de fertilidad y hemos avanzado mucho, aunque hay mucho camino por recorrer. Los futuros embriólogos y ginecólogos de la reproducción tienen un panorama espectacular por delante, me dan un poco de envidia”.
Uno de los aspectos que más llama la atención, al revisar la hemeroteca, es el intenso debate ético que surgió a partir del nacimiento. “Se comenzaba a estudiar la bioética y la fecundación in vitro, en paralelo, iba abriendo nuevos campos que suscitaban un debate ético y científico. Fue algo muy bueno, nos beneficiamos ambos ámbitos”, destaca Veiga.
"Es bonito que se siga citando, tanto para mi familia como para el equipo médico, dando un mensaje útil que pueda ayudar a la gente a reflexionar. Muchas de mis amigas optan por la fecundación in vitro y, a veces, conocidas se me acercan a preguntar”, explica
Victoria Anna recibió su segundo nombre en honor a la doctora Veiga. Hoy, 40 años después, compagina su trabajo en publicidad con las entrevistas por la efeméride, que se va recordando periódicamente. “Es bonito que se siga citando, tanto para mi familia como para el equipo médico, dando un mensaje útil que pueda ayudar a la gente a reflexionar. Muchas de mis amigas optan por la fecundación in vitro y, a veces, conocidas se me acercan a preguntar”, explica.
40 años después, Victoria Anna es muy consciente de haber vivido este proceso “desde mi situación privilegiada. Mi madre me contaba que, comparado con hoy, los procesos de fecundación in vitro eran mucho más tediosos, con efectos sobre las pacientes. La medicina ha evolucionado mucho y, además, ahora hay mucho más acompañamiento emocional porque son procesos duros.
En cuanto al futuro, recomienda a las próximas generaciones "que planifiquen mejor sus decisiones sobre maternidad, porque hay un tiempo limitado para decidir”. Veiga, por su parte, aconseja a las parejas que quieran optar hoy por la fecundación in vitro de que estén “bien informadas de los grupos que están trabajando bien y de las posibles complicaciones. Hacerlo ahora es más fácil y hay que estar convencido de que el equipo por el que se opta es serio. Y, aunque eso no garantiza el éxito, da la seguridad de que las cosas se están haciendo adecuadamente”.
10. El planeta ve cada vez más borroso: el 50% de la población tendrá miopía en 2050
Lo escribe Jessica Mouzo en El País.
Los expertos advierten de que, auspiciado por el abuso de pantallas y el descenso de actividad al aire libre, este defecto óptico no para de crecer y auguran que para 2050 la mitad de la población mundial tendrá miopía
En algunas aulas de China, una especie de barandilla anclada al pupitre separa al niño de la mesa y mantiene a una distancia prudencial su vista del libro. En otros colegios, los críos portan un sombrero con una bola que baila sobre el ala: si la pelotita se cae, significa que los chavales han agachado mucho la cabeza y se han acercado demasiado al cuaderno. Todas esas pintorescas iniciativas están pensadas para combatir el auge de la miopía, especialmente disparada en algunos países asiáticos y en expansión en todo el globo. Los expertos advierten de que, auspiciado por el abuso de pantallas y el descenso de actividad al aire libre, este defecto óptico no para de crecer y auguran que para 2050 la mitad de la población mundial tendrá miopía.
Esta afección es un trastorno común del enfoque visual debido a un agrandamiento del ojo. “Es un ojo que crece más de lo que le tocaría por edad. La longitud axial, que es la distancia entre la córnea y la retina, aumenta y el punto de enfoque está por delante de la retina [y no sobre ella]”, explica Silvia Alarcón, oftalmóloga pediátrica del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. La longitud axial de un ojo sano suele ser de unos 23 milímetros, pero en uno miope puede llegar hasta los 30 o 35 milímetros. En la práctica, esa deformación del ojo provoca que los rayos de luz refracten de forma incorrecta y se desvíe el punto de enfoque, lo que se traduce en una visión borrosa de los objetos lejanos.
En 2010, se estimó que el error refractario no corregido era la causa más común de discapacidad visual de lejos y la segunda causa más común de ceguera a nivel mundial.
Hay distintos grados de miopía, pero los expertos consultados señalan que a partir de las tres dioptrías ya “es difícil hacer vida normal” sin corrección; con gafas, por ejemplo. Y a mayor afectación —como la miopía magna, cuando una persona tiene más de seis dioptrías—, también hay más riesgo de desarrollar cambios oculares patológicos que pueden causar una pérdida irreversible de visión, como cataratas, glaucoma, desprendimiento de retina y degeneración macular miópica. En 2010, se estimó que el error refractario no corregido era la causa más común de discapacidad visual de lejos y la segunda causa más común de ceguera a nivel mundial.
“Ya es un problema de salud pública”, alerta Miguel Ángel Sánchez Tena, investigador del Departamento de Optometría y Visión de la Universidad Complutense de Madrid. En países como China, Corea del Sur, Japón y Singapur, alrededor del 80% de los chavales que terminan la educación secundaria sufren este defecto visual y de ellos, entre el 10% y el 20% son muy miopes, por lo que tienen más riesgo de desarrollar un cuatro patológico potencialmente cegador.
El planeta ve cada vez más borroso. Una revisión científica constató en 2016 que, a principios del siglo XXI, 1.400 millones de personas sufrían miopía y predijo que para 2050 esa cifra ascenderá a 4.758 millones
Pero el auge de este defecto óptico no se queda solo en el sudeste asiático. El planeta ve cada vez más borroso. Una revisión científica constató en 2016 que, a principios del siglo XXI, 1.400 millones de personas sufrían miopía y predijo que para 2050 esa cifra ascenderá a 4.758 millones. Esto es, casi la mitad de la población mundial, aunque hay diferencias por territorios: a mediados de siglo, la prevalencia de miopía en el este de África no llegará al 23%, mientras que, en los países de altos ingresos de la zona de Asia y el Pacífico, dos de cada tres personas sufrirán esta afección.
“El aumento de casos lo estamos notando en las consultas de población infantil: hay más gente con miopía y que progresa más rápido”, asegura Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, oftalmólogo de la Unidad de Córnea y Cristalino del Instituto Fernández-Vega. En España, una investigación reciente dirigida por Sánchez Tena y Cristina Álvarez Peregrino mostró que la prevalencia de miopía en niños de cinco a siete años se sitúa en el 19%, pero en 2030 alcanzará el 30%.
“Hay un componente genético: los hijos de padres con miopía tendrán más riesgo de desarrollarla. Pero también influye el trabajo de cerca o los dispositivos digitales”
Detrás de este fenómeno hay, según Sánchez Tena, un origen multifactorial. Influye la genética —aunque no está claro qué genes están implicados—, los factores ambientales y también la raza: los asiáticos tienen un riesgo más elevado que los caucásicos o las personas de raza negra. “Hay un componente genético: los hijos de padres con miopía tendrán más riesgo de desarrollarla. Pero también influye el trabajo de cerca o los dispositivos digitales” resume el científico de la Complutense. La edad también es otro indicador de riesgo: los niños que ya tienen 1,25 dioptrías entre los seis y los siete años, tienen más probabilidad de progresar más rápido.
Los investigadores australianos que estimaron la prevalencia para 2050 coinciden en que los aumentos proyectados se deben, sobre todo, a factores ambientales relacionados con la crianza, “principalmente, cambios en el estilo de vida resultantes de una combinación de menos tiempo al aire libre y un aumento de las actividades laborales cercanas”. Sobre los factores genéticos, aseguran, pueden jugar un papel, pero esta variable por sí sola no podría explicar la velocidad de expansión tan elevada de la miopía en el mundo.
Entre otros factores ambientales, los científicos apuntan también a que “los llamados sistemas educativos de alta presión, especialmente a edades muy tempranas en países como Singapur, Corea, Taiwán y China, pueden ser un cambio en el estilo de vida causal, al igual que el uso excesivo de dispositivos electrónicos cercanos”
Entre otros factores ambientales, los científicos apuntan también a que “los llamados sistemas educativos de alta presión, especialmente a edades muy tempranas en países como Singapur, Corea, Taiwán y China, pueden ser un cambio en el estilo de vida causal, al igual que el uso excesivo de dispositivos electrónicos cercanos”. Otras causas son los niveles de luz, que pueden estar relacionados con el tiempo que los críos pasan al aire libre, o incluso, la dieta. “La luz de las pantallas, ocularmente, no daña el ojo. Pero el abuso de las pantallas sí favorece [estos problemas ópticos]. Si usáramos las pantallas de buena manera, no habría problema. Pero los niños ahora abusan más de ellas”, apunta Fernández-Vega Cueto-Felgueroso.
Alarcón incide también en el abuso de pantallas y la menor exposición al sol. “Cuando miramos de cerca, hacemos un sobreesfuerzo para enfocar y eso hace que [el ojo] tenga un estímulo para crecer. No hay ningún estudio que demuestre que un factor influye más que otro, pero hay trabajos en China que demuestran que dar clases al aire libre, para exponer a los niños a luz ambiental, ayuda a disminuir la progresión de la miopía”, apunta. La explicación, según estudios con modelos animales, es que, debido a la luz más brillante en el exterior, aumenta la liberación de dopamina retiniana, que ayuda a disminuir la longitud axial.
La miopía se suele detectar en la infancia y puede ir aumentando hasta la edad adulta, alrededor de los 22 años. Los oftalmólogos señalan que cada vez se diagnostica a edades más tempranas, pero también es en esas fases de la vida donde mejor se puede trabajar porque el ojo todavía se está formando y hay más plasticidad. Hay varios abordajes para frenar la progresión, explica Alarcón: “Tenemos cristales especiales que hacen un desenfoque en la zona periférica de la retina y eso activa unos receptores que hacen que no crezca tanto. Y también disponemos de lentes de contacto y gafas que aprietan la córnea para acortar el ojo”. Otra opción, señala, son las gotas de atropina: “Estas gotas, a concentraciones muy bajas, frenan la progresión porque se cree que actúan sobre esas zonas de la retina. El problema es que no están comercializadas y ahora mismo se usan como fórmula magistral porque no hay manera de que encontremos un laboratorio que comercialice estas gotas tan diluidas”.
“Un ojo miope no vuelve a ser normal. Pero la infancia es una ventana de oportunidad y aunque no pares totalmente el crecimiento, cuanto más lo retrases, mejor”
Nada de eso es curativo, pero “si se logra ralentizar la progresión, ya es muy importante”, apunta Sánchez-Tena: “Un ojo miope no vuelve a ser normal. Pero la infancia es una ventana de oportunidad y aunque no pares totalmente el crecimiento, cuanto más lo retrases, mejor”. Las gafas, las lentillas o la cirugía correctiva eliminan esa vista borrosa, pero no hacen que el ojo pare de crecer.
Y más allá del problema global de visión, a los expertos les preocupa especialmente la expansión de los casos de miopía más grave, que esconden un mayor riesgo de desarrollar complejas patologías ópticas. “Cada dioptría importa. Si solo fuera poner una gafa y ver bien, ya está. Pero el problema es lo que pasa en la parte final del ojo. Tu ojo va a ser miope toda la vida, aunque no tengas que usar corrección”, apunta Sánchez Tena. Por ejemplo, las personas altamente miopes tienen 20 veces más probabilidades de sufrir un desprendimiento de retina a lo largo de su vida que un individuo emétrope (con visión normal). “La retina que tapiza el ojo por dentro se tensa tanto que pueden aparecer agujeros y hay más riesgo de desprendimiento de retina”, expone la oftalmóloga de Vall d’Hebron.
El oftalmólogo del Instituto Fernández-Vega apela a “la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar 20 segundos a 20 pies de distancia, que son unos seis metros. Hay que intentar que los jóvenes controlen el uso de dispositivos cercanos y que tengan buena luz, que no estén a oscuras y que hagan descansos mirando al infinito”
Con esta situación sobre la mesa, los expertos urgen a tomar medidas. A nivel preventivo, dice Alarcón, “lo único efectivo es hacer más actividades al aire libre a la vez que disminuir las tareas de cerca”. El oftalmólogo del Instituto Fernández-Vega apela a “la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar 20 segundos a 20 pies de distancia, que son unos seis metros. Hay que intentar que los jóvenes controlen el uso de dispositivos cercanos y que tengan buena luz, que no estén a oscuras y que hagan descansos mirando al infinito”.
11. La violencia de género también afecta a la salud sexual, reproductiva y general de las mujeres víctimas, según un estudio de la UGR
Artículo en nuestro periódico, El Independiente de Granada.
La violencia contra la mujer es un problema mundial acuciante que, a todos los problemas que plantea contra la vida y dignidad de las mujeres que lo sufren, añade una más en el ámbito de la salud, según ha determinado ahora un estudio desarrollado por un equipo de investigación de la UGR compuesto por Loreto Mendoza Huertas, Nicolás Mendoza –ambos del departamento de Obstetricia y Ginecología-, y Débora Godoy Izquierdo, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico.
El estudio determina que la violencia se asoció a más y peores síntomas de la menopausia (sofocos, insomnio, etc.) y a una peor calidad de vida. De hecho, las mujeres expuestas a la violencia llegaron a la menopausia aproximadamente 20 meses antes que las mujeres de un grupo control sin maltrato
El estudio determina que la violencia se asoció a más y peores síntomas de la menopausia (sofocos, insomnio, etc.) y a una peor calidad de vida. De hecho, las mujeres expuestas a la violencia llegaron a la menopausia aproximadamente 20 meses antes que las mujeres de un grupo control sin maltrato. Además, más de un 20,7% de las mujeres dque sufrieron violencia de género desarrollaron una insuficiencia ovárica prematura (en otras palabras, menopausia precoz), una tasa muy por encima del grupo control y de la población general.
La investigación se ha realizado con mujeres víctimas de violencia psicológica y económica. El 75% declaró haber sufrido violencia física, el 57,1%, violencia sexual, y casi un 40% todos los tipos de violencia. Los antecedentes en las mujeres víctimas empeoran los síntomas, las condiciones físicas y la salud sexual y psicológica después de la menopausia.
Por lo tanto, explican los investigadores, “es fundamental considerar estos antecedentes como parte de nuestra práctica clínica habitual a la hora de tratar a mujeres menopáusicas con síntomas excesivos y advertir de los riesgos generales para la salud a largo plazo a los que se enfrentan todas las mujeres que han sufrido un episodio de violencia de género a lo largo de su vida”. Es una evidencia, añaden, que “la violencia contra las mujeres no depende de ellas, sino que se ceba con ellas. Les afecta en muchos ámbitos y, uno de ellos, es claramente y para mal su salud sexual, reproductiva y general”.
Su influencia en la salud de las mujeres durante la menopausia ha sido subestimada hasta ahora y especialmente su impacto en el inicio de la menopausia y en la exacerbación de sus síntomas, que son hechos importantes porque resultan en gran medida determinantes de la calidad de vida durante este periodo
Su influencia en la salud de las mujeres durante la menopausia ha sido subestimada hasta ahora y especialmente su impacto en el inicio de la menopausia y en la exacerbación de sus síntomas, que son hechos importantes porque resultan en gran medida determinantes de la calidad de vida durante este periodo.
Este trabajo, titulado 'Impact of violence against women on quality of life and menopause-related disorders' (Impacto de la violencia contra la mujer en la calidad de vida y los trastornos relacionados con la menopausia, en español) ha sido publicado en la revista más importante de menopausia en el ámbito internacional, Maturitas, y forma parte del estudio HIMEM ((Hormonal Impacto Mujeres Españolas Maltratadas). Se trata de un estudio transversal en mujeres de cualquier edad que hayan sufrido violencia contra la mujer en algún momento de su vida, ya sea psicológica, económica, sexual o física. Un resultado aplastante de la investigación, afirman los investigadores, es que esta violencia afecta a todas las mujeres por igual, independientemente de su edad, condición, origen social o educación.
12. Entrevista a Marta Carmona, portavoz de salud de Más Madrid y psiquiatra
Natalia Cabo la entrevista en El Plural.
Marta Carmona es diputada y portavoz de Sanidad de Más Madrid en la Asamblea de Madrid.
Marta Carmona cuenta con una carrera en psiquiatría con perspectiva comunitaria y salubrista, además de un máster en estudios feministas
Marta Carmona cuenta con una carrera en psiquiatría con perspectiva comunitaria y salubrista, además de un máster en estudios feministas. Y con la reciente presentación de la Ciudad de la Salud, que ha protagonizado Isabel Díaz Ayuso y las informaciones y visitas a los juzgados del novio de la presidenta madrileña como telón de fondo de la actualidad regional, Carmona responde a las preguntas de ElPlural.com.
Parece que la sanidad de Madrid, concretamente de Ayuso, son los grandes edificios. Primero Ifema, luego el Zendal y ahora la Ciudad de la Salud. ¿Estamos ante un nuevo pelotazo con millones de euros de sobrecostes?
Lamentablemente tiene toda la pinta. La prioridad fundamental en torno a la sanidad para el Partido Popular, y concretamente para el ayusismo, es construir y poder colocar una comisión y luego, a continuación, diseñar la asistencia de manera que el grupo Quirón salga lo más beneficiado posible.
Lamentablemente tiene toda la pinta. La prioridad fundamental en torno a la sanidad para el Partido Popular, y concretamente para el ayusismo, es construir y poder colocar una comisión y luego, a continuación, diseñar la asistencia de manera que el grupo Quirón salga lo más beneficiado posible
Respecto a si puede ser un pelotazo, pues es muy probable. Hay que decir que la reforma del Hospital La Paz es estrictamente necesaria. Es un hospital que está muy viejo, que se inunda cada vez que llueve, que eso solo se entiende cuando se ha infrafinanciado y no se han hecho las reformas que se tendrían que hacer. Pero es que llevan hablándonos de esta reforma un montón de años. Se han gastado ya un montón de millones de euros en proyectos que al final no se van a ejecutar y otra vez nos hacen un anuncio triunfal.
Llueve sobre mojado y es lamentable, porque esto no se traduce en nada para los madrileños, ni para los pacientes ni para los profesionales sanitarios.
En cambio, la Comunidad de Madrid es de las regiones con menor inversión por habitante en sanidad. ¿Qué entendéis desde Más Madrid que se debería hacer para mejorar?
Para empezar, hace falta más financiación. Es que ni siquiera pedimos una locura: queremos ponernos en la media de España. Somos la que menos invierte y la que menos invierte en Atención Primaria, la que menos médicos de Atención Primaria por habitante tiene. Todos esos datos son terribles y demuestran que la sanidad y la salud de los madrileños no es una prioridad en absoluto.
Creemos que hace falta más financiación. Ya te digo, sin lujos, en la media; pero también que esa financiación no esté destinada a enriquecer a Quirón, sino de verdad fortalecer la base del sistema sanitario y que los grandes hospitales de la Comunidad de Madrid no se inunden cuando llueve
Creemos que hace falta más financiación. Ya te digo, sin lujos, en la media; pero también que esa financiación no esté destinada a enriquecer a Quirón, sino de verdad fortalecer la base del sistema sanitario y que los grandes hospitales de la Comunidad de Madrid no se inunden cuando llueve.
Entrando en el tema de las residencias, donde los protocolos de la vergüenza dejaron miles de ancianos fallecidos en la pandemia, ¿qué opinión le merece que ahora el Gobierno de Ayuso reclame a los familiares 400.000 euros?
Es el ejemplo perfecto de cómo la línea ideológica de Ayuso en realidad es el sadismo. Hay una línea de puntos que en la comida podrida las residencias, los 7291 ancianos muertos abandonados a su suerte durante el gobierno, la precarización absoluta del trabajo y de la tensión en las residencias.
Y que ya hagan esta puntilla, este retorcimiento de vuelta de tuerca, de mandar esa carta con el único propósito de humillar a los familiares, de alguna manera quiere decir que, primero, no les importa que las residencias de ancianos se acerquen cada vez más a un modelo de beneficencia, que esto es un problema y esto es la visión del Partido Popular de los Servicios Públicos, que no es solo con las residencias, es con muchas más cosas.
Pero añade este plus del ayusismo del sadismo, de haber convertido el dolor de tantísima gente en una batalla cultural en la que saben que, a parte de su electorado les hace gracia eso, y de alguna manera, cuanto más retuercen el dolor, más triunfantes se sienten
Pero añade este plus del ayusismo del sadismo, de haber convertido el dolor de tantísima gente en una batalla cultural en la que saben que, a parte de su electorado les hace gracia eso, y de alguna manera, cuanto más retuercen el dolor, más triunfantes se sienten. Eso sí, al final le va a acabar pasando factura, porque esto no puede quedar en balde.
Rápidamente, ¿Cómo habría que plantear el nuevo modelo de residencias para evitar catástrofes como las vividas en la pandemia?
El modelo de residencias de Ayuso, del Partido Popular incluso, sin esa vuelta de tuerca sádica, está totalmente obsoleto y pasado de moda. Nosotros apostamos, en línea con la estrategia de desinstitucionalización que tiene el Ministerio de Derechos Sociales, por un modelo de proximidad. Porque si de repente tienes a tus padres o abuelos que se vuelven mayores, o si tienes un familiar con gran dependencia por discapacidad, que no tengas que llevártelo a la otra punta de la Comunidad de Madrid y verle con suerte una vez a la semana.
Creemos que una Atención Primaria fuerte tendría que poder participar mucho en estas residencias, en residencias más pequeñitas, de proximidad, en los barrios, en las que idealmente pueda participar la comunidad y que la gente que está en instituciones no haya desaparecido del mundo, porque ahora parece que las mandamos como al exilio, de alguna manera desterrado a una residencia
Creemos que las poblaciones que necesitan de cuidados profesionales continuados tienen que poder tenerlos en su barrio, sin desvincularse por completo de ello. Creemos que una Atención Primaria fuerte tendría que poder participar mucho en estas residencias, en residencias más pequeñitas, de proximidad, en los barrios, en las que idealmente pueda participar la comunidad y que la gente que está en instituciones no haya desaparecido del mundo, porque ahora parece que las mandamos como al exilio, de alguna manera desterrado a una residencia.
Entonces eso tiene que cambiar. De alguna manera, las poblaciones que puedan necesitar apoyo profesional 24 horas, que las hay, tienen que seguir formando parte de la vida.
Para terminar, y aprovechando su carrera como psiquiátrica, ¿cómo ve el problema creciente en la salud mental y qué medidas cree que se deben tomar para mejorar y evitar que sea uno de los principales problemas de los jóvenes?
Está muy bien que a nivel social estemos poniendo el foco en la salud mental, pero creo que hay un cierto error, y es que la gente piensa que hablar de salud mental es poner más psiquiatras, psicólogos, mejorar la asistencia, y esa parte hay que hacerla porque a la salud mental en la sanidad pública le pasa como a la Atención Primaria, que está muy saturada y muy colapsada.
Pero en realidad, cuando estás trabajando en una consulta de la sanidad pública de salud mental, lo que estás viendo es que lo que ahoga a tus pacientes son temas de precariedad laboral, de precariedad en la vivienda…
Es extraordinariamente frustrante como siendo psiquiatra, tú puedes hacer con alguien que tenga un trastorno mental grave un proceso terapéutico costosísimo, con un trabajo estupendo, y se va todo al garete porque de repente un casero decide que sube el alquiler o que resulta que un fondo de inversión ha comprado el piso.
Es extraordinariamente frustrante como siendo psiquiatra, tú puedes hacer con alguien que tenga un trastorno mental grave un proceso terapéutico costosísimo, con un trabajo estupendo, y se va todo al garete porque de repente un casero decide que sube el alquiler o que resulta que un fondo de inversión ha comprado el piso
Entonces, todo ese trabajo que tú has hecho y ese acompañamiento técnico que has hecho, de repente ya no sirve. Justo en salud mental es donde mejor se ve donde todos esos determinantes sociales, esas condiciones de vida, son imprescindibles.
En Más Madrid hablamos mucho de salud mental con ese nombre, pero en realidad todas nuestras propuestas van cuando hablamos de vivienda, cuando hablamos de mejorar la educación, cuando hablamos de mejorar la sanidad, el transporte, la cantidad de estrés y de sufrimiento psíquico que genera cada regreso de cercanías o cada retraso del metro.
Eso también se paga en salud mental. Entonces, de alguna manera, todo lo que sea mejorar condiciones de vida revierte en esa salud mental.
13. El desarrollo de medicamentos en el extranjero limita la capacidad de Europa para innovar: Jaime Espín
Jaime Espín es miembro de la Asociación de Economía de la Salud (AES) y Profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.
¿Cuáles son las principales consecuencias económicas de la dependencia de Europa de mercados externos para el desarrollo y adquisición de medicamentos?
El desarrollo de medicamentos en el extranjero (principalmente en mercados más innovadores que el europeo, como es el de los EEUU o Japón) limita la capacidad de Europa para innovar y competir en el mercado global de la salud
La dependencia de Europa de mercados externos para el desarrollo y adquisición de medicamentos puede tener varias consecuencias económicas significativas. En primer lugar, los costes de adquisición de medicamentos (o principalmente de sus principios activos) fluctúan constantemente, ya que los precios varían según la oferta y la demanda en los mercados internacionales. Además, la dependencia de proveedores externos puede hacer que Europa sea vulnerable a interrupciones en la cadena de suministro, lo que podría afectar la disponibilidad de medicamentos en el mercado (como pudimos ver durante la pandemia). Por otro lado, el desarrollo de medicamentos en el extranjero (principalmente en mercados más innovadores que el europeo, como es el de los EEUU o Japón) limita la capacidad de Europa para innovar y competir en el mercado global de la salud.
¿Cómo afecta esta dependencia a la seguridad de suministro de medicamentos esenciales para los ciudadanos europeos?
El principal problema de esta dependencia es que Europa se encuentra más vulnerable en la cadena de suministro de medicamentos, ya sea por problemas geopolíticos (conflictos armados, embargos, etc.) o catástrofes naturales
¿En qué medida esta dependencia limita la capacidad de Europa para controlar los precios de los medicamentos y garantizar el acceso a tratamientos innovadores?
Las políticas de regulación de precios y reembolso de medicamentos son competencia de los Estados Miembros de la Unión Europea y no está excesivamente influenciada por esta dependencia sino por otros factores como el valor terapéutico de los medicamentos, la evidencia disponible cuando el medicamento es aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA)...
Las políticas de regulación de precios y reembolso de medicamentos son competencia de los Estados Miembros de la Unión Europea y no está excesivamente influenciada por esta dependencia sino por otros factores como el valor terapéutico de los medicamentos, la evidencia disponible cuando el medicamento es aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), los sistemas de precios de referencia internacionales, la secuencia de lanzamiento de la industria farmacéutica en los distintos países de la UE, etc.
Esta dependencia si puede afectar sustancialmente a problemas de suministro en medicamentos fuera de patente, de alta competencia, algunos de ellos considerados esenciales y que en algunas ocasiones puede llevar a una revisión del precio al alza por el aumento del precio de las materias primas
¿Qué medidas políticas y económicas podrían implementarse para reducir la dependencia?
Varias son las medidas se pueden adoptar para mitigar esta dependencia; diversificar las fuentes. Existe una fuente dependencia del mercado chino e indio para muchos principios activos esenciales; incentivar la producción local, que, si bien puede parecer no eficiente a corto plazo, puede evitar problemas de suministro de medicamentos esenciales a largo plazo; la creación de almacenes estratégicos, especialmente para hacer frente a emergencia y disrupciones de suministro
¿Cómo puede Europa fomentar la producción nacional y regional de medicamentos esenciales?
Sin duda alguna, hay que abordar esta problemática a través de distintos instrumentos; Incentivos financieros y fiscales me permitan localizar empresas en Europa, principalmente de I+D, pero también de producción; colaboraciones públicas – privadas para compartir riesgos y beneficios en el desarrollo y producción de medicamentos; y la red de distribución europea en caso de problemas de suministro a nivel mundial.
¿Cómo se espera que evolucione esta dependencia de Europa?
Aunque actualmente Europa depende en gran medida de fuentes externas para la producción de principios activos para medicamentos esenciales, hay múltiples tendencias y estrategias en marcha que podrían reducir esta dependencia y fortalecer la capacidad de investigación y producción local en los próximos años
Aunque actualmente Europa depende en gran medida de fuentes externas para la producción de principios activos para medicamentos esenciales, hay múltiples tendencias y estrategias en marcha que podrían reducir esta dependencia y fortalecer la capacidad de investigación y producción local en los próximos años.
14. Suicidio: ¿comunicar o callar? por Danny Daniel Socorro, SJ, Universidad Católica Andrés Bello
Leído en The Conversation.
Tener noticia de un suicidio siempre toca profundas fibras humanas, sin importar si la persona que lo comete nos es desconocida. Por un lado, el gran interés que despierta puede alentar el amarillismo de publicar en las redes sociales los detalles e incluso la grabación del acto. Por otro lado, hay quien prefiere no saber nada, con la convicción de que informar sobre el suicidio genera un efecto multiplicador.
Estas son las dos posturas que han predominado a lo largo de la historia, generando el debate de si es más conveniente hablar o callar ante la conducta suicida. Esta controversia se ha sintetizado en dos conceptos: el efecto Werther frente al efecto Papageno.
Estas son las dos posturas que han predominado a lo largo de la historia, generando el debate de si es más conveniente hablar o callar ante la conducta suicida. Esta controversia se ha sintetizado en dos conceptos: el efecto Werther frente al efecto Papageno
El primero debe su nombre a una novela del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe: Las penas del joven Werther (1774). Narra la vida de un hombre que sufre tan intensamente por un amor no correspondido que se quita la vida. Esta obra fue prohibida por el efecto contagio que generó en muchos lectores de su época, consolidándose, hasta el día de hoy, la creencia de que hablar del suicidio genera más suicidios.
El segundo efecto está inspirado en un personaje de la ópera La Flauta Mágica (1791), de Wolfgang Amadeus Mozart. Papageno intenta suicidarse al perder a su amada, pero unas personas logran persuadirlo de tomar un camino distinto y, al final, logra encontrarla. El efecto Papageno es utilizado para evidenciar los beneficios de hablar sobre el suicidio, usando estrategias pertinentes y efectivas.
La respuesta al debate y al título de este artículo es que toda persona y todo medio de comunicación deben saber qué cosas hay que comunicar y qué aspectos tienen que silenciar.
Un material de ayuda a nivel personal y corporativo es una importante guía publicada por la OMS (2023) en su página web: Prevención del Suicidio, un recurso para los profesionales de los medios de comunicación
Un material de ayuda a nivel personal y corporativo es una importante guía publicada por la OMS (2023) en su página web: Prevención del Suicidio, un recurso para los profesionales de los medios de comunicación
Tanto estos recursos como diferentes investigaciones coinciden en que las noticias sensacionalistas generan efectos no deseados en la comunicación del suicidio. Se definen por los siguientes rasgos:
-Describen el método usado.
-Presentan materiales audiovisuales sobre el acto suicida.
-Narran el suicidio como un acto criminal o heroico.
También está demostrado que guardar silencio ante el intento o conducta suicida genera efectos tan letales como la comunicación amarillista
-Exponen datos de la persona y de la familia, sometiéndola al escarnio público.
-Usan lenguaje que culpabiliza a la víctima o a la familia.
-Omiten información sobre espacios y recursos de ayuda para personas con necesidades de atención psicológica, etc.
También está demostrado que guardar silencio ante el intento o conducta suicida genera efectos tan letales como la comunicación amarillista. A nivel personal, tiende a generar más sufrimiento y culpabilización, a limitar la búsqueda de ayuda y a normalizar el suicidio como solución. A nivel social, genera mayor estigma y vergüenza, impidiendo desarrollar las capacidades necesarias para intervenir oportuna y efectivamente.
Nuestro trabajo permite certificar que comunicar de manera pertinente a la población no solamente es urgente para las personas de riesgo, las familias vulnerables y en la sociedad en su conjunto, sino que genera dispositivos oportunos y efectivos para salvar muchas vidas
En Venezuela, desde la Escuela de Psicología de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) estamos ejecutando un Programa de Prevención del Suicidio. Nuestro trabajo permite certificar que comunicar de manera pertinente a la población no solamente es urgente para las personas de riesgo, las familias vulnerables y en la sociedad en su conjunto, sino que genera dispositivos oportunos y efectivos para salvar muchas vidas.
Dicho programa consta de cuatro pilares:
A.Promoción, especialmente a través de los medios de comunicación y las redes sociales, del cultivo de la salud mental como la bandera fundamental en la prevención del suicidio.
B.Formación a profesionales, a líderes sociales y comunitarios y a la población general sobre qué comunicar, la identificación de señales de alerta y cómo acompañar ante emergencias emocionales.
C.Intervención psicosocial en poblaciones vulnerables a través de campamentos profesionales de inserción comunitaria. Su objetivo es trabajar en salud psicosocial de manera articulada con organizaciones que hacen vida en las poblaciones de riesgo, generando espacios de formación, intervención clínica y comunitaria e investigación psicosocial.
Las consecuencias del suicidio se extienden más allá de la pérdida individual: es un problema de salud pública. Por tanto, hay que evitar el amarillismo comunicacional y el silencio generador de más muertes
D.Investigación. Dado que, en Venezuela, lamentablemente, no hay estadísticas oficiales sobre salud mental, desde el Programa de Prevención estamos contribuyendo con el estudio pionero denominado PsicoData Venezuela. Por el conocimiento que genera de manera contextualizada, ayuda a diseñar una intervención estratégica y efectiva.
Las consecuencias del suicidio se extienden más allá de la pérdida individual: es un problema de salud pública. Por tanto, hay que evitar el amarillismo comunicacional y el silencio generador de más muertes.
Digamos sí al efecto Papageno. Digamos sí a la comunicación que dignifica a la persona, que cuida a la familia e impulsa a buscar ayuda en una sociedad con fácil y conocido acceso a servicios y programas de salud mental y con protocolos efectivos ante las situaciones de suicidios.
15. Dra. Tania Cedeño: “Puedes transformar un pueblo desde la consulta de un médico”
Leído en médicosypacientes. “Llegué siendo mujer, joven y médica de familia. No fue fácil, pero muchos referentes femeninos me han hecho estar hoy donde estoy”, con estas palabras resume su trayectoria, la Dra. Tania Cedeño, actual directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Ella ha estado en todas las partes de la cadena, ha ejercido la Medicina Familiar y Comunitaria desde lo puramente asistencial, en cada hogar. Ha trabajado en la gestión, subdirección de hospitales y en la dirección general de una Consejería. ¿Su mayor aliado? El liderazgo femenino.
Muchos años de trabajo, esfuerzo y constancia avalan la trayectoria de Tania Cedeño. Su experiencia y visión integral tanto asistencial como de salud pública marcan la diferencia y le hacen hoy dirigir un centro nacional de referencia
Muchos años de trabajo, esfuerzo y constancia avalan la trayectoria de Tania Cedeño. Su experiencia y visión integral tanto asistencial como de salud pública marcan la diferencia y le hacen hoy dirigir un centro nacional de referencia. “Gracias a mi experiencia ya no necesito convencer a los demás y demostrar que sé de lo que hablo”, señala Cedeño. Aunque reconoce que asume esta responsabilidad “con el desafío que implica dar un salto desde la gestión en comunidades autónomas a un centro nacional de referencia”. e ilusiona formar parte de un Centro que “tiene capacidad de impactar e influir en la toma de decisiones y en la mejora de la salud pública a nivel nacional”.
“Los datos y la evidencia científica son la base de la toma de decisiones y la mejor forma de trabajar en la calidad asistencial del Sistema Nacional de Salud”
Y es que, para la directora, los datos y la evidencia científica son la base de la toma de decisiones y la mejor forma de trabajar en la calidad asistencial del Sistema Nacional de Salud. “Hay que aplicar la evidencia científica porque sabemos que con la ciencia hemos salido de la pandemia. Y la ciencia es la base de toda toma de decisiones”, asegura.
Es por ello por lo que, Tania Cedeño no duda, y espera que su labor al frente del Centro Nacional venga marcada por un enfoque integral que combine datos sólidos, investigación equitativa y formación interdisciplinar para mejorar la salud de la población
Es por ello por lo que, Tania Cedeño no duda, y espera que su labor al frente del Centro Nacional venga marcada por un enfoque integral que combine datos sólidos, investigación equitativa y formación interdisciplinar para mejorar la salud de la población. Entre sus líneas de trabajo está la mejora de los sistemas de información epidemiológica. Incluyendo la vigilancia de enfermedades, la monitorización de patologías crónicas y la recopilación de datos relevantes para la salud pública.
“Es necesario garantizar que los datos sean precisos, actualizados y accesibles para la toma de decisiones. Que la investigación en salud pública se aborde desde una perspectiva de equidad. Teniendo en cuenta las desigualdades en salud y asegurando que los resultados de la investigación tengan un impacto real en las políticas sanitarias. Esto implica analizar cómo factores sociales, económicos y culturales afectan la salud de diferentes grupos de población”, afirma.
La sinergia entre profesionales permite tener una visión más completa, integral y holística de la salud pública
El Centro Nacional de Epidemiología, tal y como explica, es un espacio interdisciplinar donde convergen expertos de diversas disciplinas, incluyendo estadísticos, matemáticos, sociólogos, nutricionistas, farmacéuticos, médicos de familia, epidemiólogos, geógrafos y ambientólogos. “Esta sinergia entre profesionales permite tener una visión más completa, integral y holística de la salud pública”. La Dra. Cedeño también resalta de este Centro, la capacitación de profesionales en salud pública, incluyendo rotaciones y programas de formación, incluidos los MIR de medicina de familia.
Precisamente, las especialidades de medicina familiar y comunitaria y salud pública mantienen un nexo común. Son los médicos de familia y los de atención primaria los encargados de la prevención y promoción de la salud en la población. “Comunitaria viene de comunidad. Trabajar por la comunidad es ir a colegios a dar charlas, hacer recomendaciones a la sociedad…
Precisamente, las especialidades de medicina familiar y comunitaria y salud pública mantienen un nexo común. Son los médicos de familia y los de atención primaria los encargados de la prevención y promoción de la salud en la población. “Comunitaria viene de comunidad. Trabajar por la comunidad es ir a colegios a dar charlas, hacer recomendaciones a la sociedad… Todos los programas de detección precoz y screening son también de esta especialidad y repercuten en la salud pública de un país”, señala.
Para ella, la atención comunitaria y la consulta médica son un activo de salud. “Puedes transformar un pueblo desde la consulta, promoviendo buenos hábitos de salud y haciendo recomendaciones. Yo lo he vivido haciendo caminar y hacer ejercicio a familias enteras en un pueblo”, cuenta.
“Es muy importante la investigación y la formación para estar mejor preparados ante futuras pandemias y desafíos de salud pública”
Otro papel importante que resalta es la vigilancia de enfermedades y el sistema centinela de gripe que son ejemplos de cómo la atención primaria contribuye significativamente a la salud pública. “Quiero trasladar a mis compañeros médicos de familia y atención primaria que su trabajo de recopilación de datos en la consulta repercute en la excelencia y en estudios importantes del ISCIII y a nivel europeo sobre salud pública, prevención y mapas de enfermedades”, afirma.
Precisamente, en la pandemia de COVID la epidemiología y la salud pública cobraron mucha importancia. Y, en concreto, resalta el papel crucial del Centro Nacional. “En la respuesta a futuras emergencias de salud pública es necesaria una monitorización y vigilancia adaptativa y rápida. Es muy importante la investigación y la formación para estar mejor preparados ante las próximas crisis sanitarias u otros desafíos de salud pública”, apunta.
“He tenido que demostrar mi capacidad y conocimiento en numerosas ocasiones. Ahora mi trayectoria y esfuerzo constante me avalan y me he ganado el respeto y la confianza”
A lo largo de su trayectoria profesional, Tania Cedeño se ha enfrentado a varios desafíos, especialmente como “mujer, joven y médica de familia” en un campo históricamente dominado por hombres. “He tenido que demostrar mi capacidad y conocimiento en numerosas ocasiones. Ahora mi trayectoria y esfuerzo constante me avalan y me he ganado el respeto y la confianza”, subraya.
“He tenido muchos referentes femeninos que me han inspirado y apoyado en mi carrera y me han hecho estar donde estoy hoy. Es necesario visibilizar a las mujeres en puestos de gestión y liderazgo en el sector sanitario”
Es por ello por lo que pone en relieve la importancia del liderazgo femenino en la gestión sanitaria, enfatizando que fomenta el trabajo en equipo y da cabida a la diversidad de género en la toma de decisiones. “He tenido muchos referentes femeninos que me han inspirado y apoyado en mi carrera y me han hecho estar donde estoy hoy. Es necesario visibilizar a las mujeres en puestos de gestión y liderazgo en el sector sanitario”, afirma.
Atención sanitaria personalizada y la salud de la población a través de un enfoque basado en datos y evidencia científica
En cuanto a las investigaciones actuales en el Centro Nacional de Epidemiología, la Dra. Cedeño menciona proyectos importantes como el estudio sobre la mortalidad por cáncer en España y Portugal, el estudio prospectivo IMPACT, y proyectos relacionados con infecciones respiratorias agudas, salud mental, enfermedades neurodegenerativas y la incorporación de la opinión del paciente en la toma de decisiones. Estos proyectos buscan mejorar la atención sanitaria personalizada y la salud de la población a través de un enfoque basado en datos y evidencia científica.
16. La salud mental del futuro en juego
Por Aurora Alés-Portillo, Enfermera especialista en salud mental. Unidad de Salud Mental Infantojuvenil, Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla, España. Delegada de AEESME en Andalucía en Revista Española de Enfermería en Salud Mental.
Somos bien conocedoras de que, tras la pandemia, la salud mental de los niños, niñas y adolescentes se ha puesto en el punto de mira. De hecho, forma parte de las líneas de acción principales de la propia Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud 2022-2026, así como de los objetivos que recientemente han sido aprobados por la Comisión Europea
Somos bien conocedoras de que, tras la pandemia, la salud mental de los niños, niñas y adolescentes se ha puesto en el punto de mira. De hecho, forma parte de las líneas de acción principales de la propia Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud 2022-2026, así como de los objetivos que recientemente han sido aprobados por la Comisión Europea.
En las bases de una buena salud mental, la infancia y adolescencia ocupan un lugar crucial. Sus experiencias durante estos años de desarrollo van a influir no sólo en su bienestar presente, sino también en su futuro.
Estos periodos de vulnerabilidad son tan determinantes y tan críticos que, más que en ninguna otra etapa, cobran mayor relevancia los programas de prevención y promoción para una salud mental positiva y resiliente. La complejidad que se pone en juego debe movilizar recursos más allá de las políticas sanitarias. No se trata de que las instituciones sanitarias sean las únicas que deban implementar programas de promoción y prevención. Tampoco es una responsabilidad exclusiva del ámbito educativo. La prevención y la promoción de la salud para una sociedad más saludable y, por ende, productiva, pasan por la ineludible implicación de todos los ámbitos e instituciones. La prevención, por tanto, será comunitaria, o no será.
No se puede entender la promoción de la salud mental en la infancia y la adolescencia sin revisar las políticas de conciliación, para que los padres y las madres puedan estar más disponibles para atender las necesidades de sus hijos. Tendemos hacia una “institucionalización de la infancia”, que provoca horarios extensivos agotadores para nuestros hijos e hijas y hacen recaer la educación emocional y de valores en terceras personas fuera del ámbito de la familia.
No se puede entender la promoción de la salud mental sin responder a las necesidades específicas del colectivo infantojuvenil, para que socialmente la crianza sea un valor de desarrollo de responsabilidad compartida
No se puede entender la promoción de la salud mental sin responder a las necesidades específicas del colectivo infantojuvenil, para que socialmente la crianza sea un valor de desarrollo de responsabilidad compartida. Tendemos hacia una sociedad con un enfoque adultocéntrico, en el que con frecuencia las personas menores de edad parece que “molestan” y se van reduciendo los espacios de presencia y representación de la infancia y la adolescencia.
No se puede entender la promoción de la salud mental sin asegurar la protección en los entornos digitales. Necesitamos un cuidado digital seguro que garantice políticas de protección y limitación reales para un cibercrecimiento saludable. Tendemos hacia un mundo cada vez más conectado, con una omnipresencia del mundo virtual que ha transformado la forma en la que los menores (y mayores) se comunican, aprenden y se relacionan entre sí. Sin embargo, mientras ensalzamos las incuestionables ventajas que los avances tecnológicos han traído consigo, también debemos ser conscientes de los desafíos que plantean, especialmente en lo que respecta a la salud mental. Las terapias y seguimientos online ya están incluidos en los sistemas de atención públicos en algunos países, con experiencias incluso muy anteriores a que el covid nos ampliara nuestras posibilidades asistenciales con recursos a distancia. Con una asignación de terapeutas en la que intervienen algoritmos de inteligencia artificial, y un encuadre restringido por la financiación, este panorama futurista ya está dentro de los servicios públicos. No podemos obviar las profundas transformaciones de los tiempos que transitamos.
No se puede entender la promoción de la salud mental sin atender a las problemáticas en las áreas de vivienda digna, estabilidad laboral, cuidado del medio ambiente, etc., pensando que no tendrán que ver con la salud mental de la sociedad futura. Tendemos a una visión cortoplacista sin valorar el bienestar a largo plazo.
En definitiva, no se puede entender la prevención y la promoción de la salud mental para nuestros menores y adolescentes obviando la influencia de los determinantes sociales de la salud en la crianza y el desarrollo de las personas, y sin entender la confluencia entre las posibilidades de crecimiento y los desafíos propios de estas etapas vulnerables de la vida
En definitiva, no se puede entender la prevención y la promoción de la salud mental para nuestros menores y adolescentes obviando la influencia de los determinantes sociales de la salud en la crianza y el desarrollo de las personas, y sin entender la confluencia entre las posibilidades de crecimiento y los desafíos propios de estas etapas vulnerables de la vida.
Recientes estudios ponen de relieve una paradoja en el despertar de la concienciación a los problemas de salud mental de la infancia y la adolescencia, señalando que una excesiva atención a los problemas de salud mental en periodos críticos del desarrollo puede llegar a suponer un sobrediagnóstico de trastornos en estos segmentos etarios. Sin embargo, estos estudios siguen poniendo el foco más en las etiquetas diagnósticas que en la falta de columpios en espacios públicos.
En esta realidad, como enfermeras especialistas en salud mental, estamos comprometidas con facilitar entornos de apoyo seguros donde se acompañe a padres y madres en el peso de la crianza, con la responsabilidad de ser agentes de cambio y defensores de la salud mental de las próximas generaciones.
17. Melatonina: ¿medicamento o suplemento alimenticio?
Leído en The Conversation por Alejandro Romero Martínez, Universidad Complutense de Madrid, Antonio Juberías Sánchez, Universidad Complutense de Madrid, Eva Ramos Alonso, Universidad Complutense de Madrid, Francisco López-Muñoz, Universidad Camilo José Cela, Pedro Díaz Peralta, Yale University.
La percepción habitual de que la melatonina –molécula implicada en la regulación de procesos celulares como la cronobiología, la inflamación, el daño oxidativo, la regulación inmunitaria y el metabolismo– es un compuesto seguro se debe, en parte, a la calificación otorgada por diversas agencias reguladoras de medicamentos
La percepción habitual de que la melatonina –molécula implicada en la regulación de procesos celulares como la cronobiología, la inflamación, el daño oxidativo, la regulación inmunitaria y el metabolismo– es un compuesto seguro se debe, en parte, a la calificación otorgada por diversas agencias reguladoras de medicamentos.
Por ejemplo, la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos considera que es un suplemento alimenticio, por lo que no exige prescripción médica para su dispensación (disponible hasta 10 mg).
Numerosos estudios han documentado la baja toxicidad de la melatonina en un amplio rango de dosis, sin evidenciar efectos adversos graves o de importancia clínica significativa. Sin embargo, falta información concluyente sobre su toxicidad crónica, su impacto en poblaciones específicas y su interacción con otros medicamentos.
El concepto de la seguridad absoluta de la melatonina no se alinea con la variedad de sistemas fisiológicos a los que afecta. Esta asociación explicaría la profusión de estudios sobre su aplicación en patologías diversas, incluida la covid-19, aunque sin resultados firmes en muchos de ellos.
Por otro lado, su condición de medicamento huérfano (destinado a tratar enfermedades raras) en la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) hace aumentar las indicaciones basadas en modelos experimentales
Por otro lado, su condición de medicamento huérfano (destinado a tratar enfermedades raras) en la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) hace aumentar las indicaciones basadas en modelos experimentales: asfixia y retinopatía perinatales, preeclampsia, retinitis pigmentosa, síndrome radiactivo agudo, hemorragia intracerebral no traumática, enterocolitis necrotizante…
Como pautas autorizadas, la EMA contempla las siguientes: insomnio en pacientes mayores de 55 años (2 mg en comprimidos de liberación sostenida); insomnio en pacientes de 2 a 18 años con trastornos del espectro autista y síndrome de Smith Magenis (1 mg y 5 mg en comprimidos de liberación sostenida, con una dosis máxima de 10 mg). Toda presentación en dosis igual o superior a 2 mg requiere su autorización como medicamento en el mercado europeo.
Se ha reconocido que no hay estudios sólidos que avalen su seguridad a largo plazo en la población infantil, en mujeres embarazadas o a dosis elevadas. Estas indicaciones tendrían la consideración de usos off-label (no reflejados en su ficha técnica)
La autorización de la EMA como inductor del sueño ha despertado interés sobre los posibles efectos secundarios en niños y su uso prolongado. Se ha reconocido que no hay estudios sólidos que avalen su seguridad a largo plazo en la población infantil, en mujeres embarazadas o a dosis elevadas. Estas indicaciones tendrían la consideración de usos off-label (no reflejados en su ficha técnica).
Aunque la melatonina posee un gran potencial por sus efectos antioxidantes, de eliminación de radicales libres e influencia sobre la expresión de genes, no hay información concluyente que respalde su uso clínico en nuevas patologías, ni que garantice su seguridad en tratamientos habituales y prolongados. Es crucial diseñar estudios con altos estándares de calidad que permitan identificar posibles efectos adversos a largo plazo.
Ante todo, resulta curioso que la FDA, una autoridad mundial en regulación de fármacos, no haya clasificado los preparados con melatonina exógena como medicamentos, permitiendo su dispensación over-the-counter (venta libre sin receta)
Ante todo, resulta curioso que la FDA, una autoridad mundial en regulación de fármacos, no haya clasificado los preparados con melatonina exógena como medicamentos, permitiendo su dispensación over-the-counter (venta libre sin receta).
Esta situación paradójica no impide que la misma FDA advierta sobre los posibles efectos adversos de su administración para trastornos del sueño, como problemas con los ritmos circadianos e insomnio, debido a la ya citada falta de estudios concluyentes sobre su toxicidad a largo plazo.
La melatonina es un principio activo ampliamente accesible, pero su regulación varía según la región del mundo.
En la Unión Europea, las pautas son más estrictas (como las de la EMA, que exige receta médica para dosis de 2 mg o superiores). Contrastan con la facilidad de acceso en mercados menos restrictivos, donde es considerada suplemento alimenticio y los productos presentan una amplia variabilidad en el contenido de la molécula. Esto, sumado a la posibilidad de incorporar melatonina en el equipaje al viajar, genera preocupación.
En este contexto, la seguridad y eficacia del principio activo pueden verse comprometidas –especialmente en las formas comerciales de venta libre– debido a varios factores. Estos incluyen la sustitución de principios activos, la presencia de contaminantes y sustancias no deseadas, una elaboración que no cumple con las buenas prácticas de fabricación y un etiquetado que no garantiza la dosis real y el estándar de calidad
En este contexto, la seguridad y eficacia del principio activo pueden verse comprometidas –especialmente en las formas comerciales de venta libre– debido a varios factores. Estos incluyen la sustitución de principios activos, la presencia de contaminantes y sustancias no deseadas, una elaboración que no cumple con las buenas prácticas de fabricación y un etiquetado que no garantiza la dosis real y el estándar de calidad.
Otro factor de incertidumbre, agravado por las diferencias en la regulación, es su uso como coadyuvante en el tratamiento de enfermedades graves. Esto puede llevar a interacciones no deseadas o al enmascaramiento de síntomas.
Tres ejemplos ponen de manifiesto la necesidad de regular y estudiar el uso de la melatonina de manera más rigurosa:
-Aumento del riesgo de sufrir síndrome serotoninérgico, asociado al uso de antidepresivos de la familia de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina en pacientes con cáncer, trastornos metabólicos, cardiovasculares o neurodegenerativos.
-Uso inadecuado en niños. En EE. UU. se ha observado una utilización inapropiada y excesiva de melatonina por parte de cuidadores de menores, incluyendo bebés. Esto subraya la importancia de seguir las pautas pediátricas recomendadas para evitar riesgos innecesarios. A este respecto, la UE regula su empleo como medicamento desde 2018.
-Administración fuera de las indicaciones aprobadas. Este sería el caso del uso de melatonina en el tratamiento de la adicción a opioides como el fentanilo, auténtica crisis de salud pública en los EEUU.
Para ello, es fundamental evaluar sus efectos adversos en períodos prolongados, especialmente a dosis altas. Además, se debe asegurar la calidad y pureza de los productos, identificar las dosis óptimas y validar los beneficios terapéuticos mediante ensayos clínicos controlados y aleatorizados
Podemos concluir que, aunque la melatonina ha demostrado beneficios terapéuticos en ensayos in vitro y en modelos preclínicos, es crucial garantizar su uso seguro y efectivo a largo plazo. Para ello, es fundamental evaluar sus efectos adversos en períodos prolongados, especialmente a dosis altas. Además, se debe asegurar la calidad y pureza de los productos, identificar las dosis óptimas y validar los beneficios terapéuticos mediante ensayos clínicos controlados y aleatorizados.
18. El gran reto de una relación más sana con la tecnología
Leído en El País por Karelia Vázquez.
Una mañana de enero de 2024, Geoffrey Hinton, considerado uno de los padrinos de la inteligencia artificial, fue invitado a la Universidad de Chicago para dictar una conferencia de título siniestro: ¿Estamos todos condenados?
Una mañana de enero de 2024, Geoffrey Hinton, considerado uno de los padrinos de la inteligencia artificial, fue invitado a la Universidad de Chicago para dictar una conferencia de título siniestro: ¿Estamos todos condenados? En la charla se esperaba que Hinton debatiera si la inteligencia artificial podría considerarse o no una “amenaza existencial”, pero el ganador del Premio Turing de 2018 por sus investigaciones en Deep Learning no mostró ninguna duda al respecto. Meses antes había renunciado a su puesto en Google ante la deriva peligrosa que veía en los modelos generativos que se estaban desarrollando. Ante una audiencia de veinteañeros que solo conocía de oídas el siglo XX, Hinton, de 76 años, dijo con desparpajo: “Yo he planificado mi vida perfectamente. Nací cuando terminó la II Guerra Mundial. Fui joven antes de la epidemia del sida. Y justo voy a morirme antes de que todo esto estalle”. Un estudiante le preguntó qué profesiones no estarían amenazadas por el nuevo invento. Hinton disparó: “Hazte fontanero”. Otro le pidió una recomendación para protegerse de los peligros de la IA, y él insistió, provocando las carcajadas del auditorio: “Mi consejo es cumplir 76″.
Aún no hemos entendido del todo cómo los algoritmos de las plataformas han acortado nuestros arcos de atención y concentración, y en alguna medida nos han “degradado intelectualmente”, según afirma Tristan Harris, fundador del Center for Humane Technology, cuando un nuevo salto tecnológico nos coloca casi en la misma tesitura de nuestros antepasados del siglo XIX, aquellos que practicaban exorcismos frente a los edificios electrificados o se santiguaban al pasar por delante de un cine
Desde finales de 2023, el año en que se anunció que una inteligencia no humana podría modelar nuestras vidas, vamos de sobresalto en sobresalto. Hinton concretamente piensa que esa inteligencia podría superarnos en menos de 10 años. Aún no hemos entendido del todo cómo los algoritmos de las plataformas han acortado nuestros arcos de atención y concentración, y en alguna medida nos han “degradado intelectualmente”, según afirma Tristan Harris, fundador del Center for Humane Technology, cuando un nuevo salto tecnológico nos coloca casi en la misma tesitura de nuestros antepasados del siglo XIX, aquellos que practicaban exorcismos frente a los edificios electrificados o se santiguaban al pasar por delante de un cine.
“Estamos una vez más ante la disquisición tecnoptimistas o tecnopesimistas”, observa Lorena Fernández Álvarez, ingeniera informática y directora de Comunicación Digital de la Universidad de Deusto, quien se sitúa más hacia el lado de los pesimistas. “No soy ni mucho menos una ludita [los luditas eran trabajadores de la industria textil inglesa que en el siglo XIX destruyeron las máquinas de la incipiente Revolución Industrial], pero la tecnología no es neutral, aprovecha nuestras vulnerabilidades psicológicas y tiene ideología. Ahora estamos descubriendo que se han estado usando nuestros datos durante años para entrenar modelos de inteligencia artificial generativa. Digamos que tenemos que saber cuáles son las reglas del juego y decidir si queremos jugar o no. Dentro de un año entenderemos mejor cuál es el modelo de negocio; ahora lo que sus creadores necesitan es que haya muchas personas haciendo uso de ChatGPT para, por un lado, extraer más datos para entrenar los algoritmos, y, por otro, generar una dependencia de la herramienta”.
“En algún momento, más temprano que tarde, las autoridades tendrán que legislar para que no se puedan usar nuestros datos para entrenar modelos de inteligencia artificial”, dice Lucía Velasco, autora de ¿Te va a sustituir un algoritmo? (Turner, 2022), que trabaja en la oficina del enviado para la tecnología de Naciones Unidas, aunque también recomienda “interactuar con esos sistemas, entender cómo responden y aprender a darle instrucciones a las máquinas”.
Buena parte del temor y la desconfianza provienen de la propia industria: en agosto de 2022, más de 700 investigadores y académicos que dirigían compañías de inteligencia artificial respondieron a una encuesta sobre sus futuros riesgos, y la mitad consideró que había un 10% o más de probabilidades de una extinción de la humanidad provocada por los futuros desarrollos de la inteligencia artificial. Un artículo, firmado por el escritor Yuval Noah Harari, Tristan Harris y Aza Raskin, fundadores del Center for Humane Technology, formuló casi inmediatamente una pregunta retórica: “Si usted está a punto de abordar un avión y la mitad de los ingenieros que lo han construido reconocen que hay más de un 10% de probabilidades de que se estrelle… ¿usted cogería ese vuelo?”.
Estos temores contrastan con los que han encontrado en la tecnología un nuevo dios al que adorar. Sujetos dispuestos a jalear cuánto hype llegue de Silicon Valley, que en su día pagaron un máster de 10.000 euros sobre el metaverso —¿alguien se acuerda del metaverso?— o que gastaron fortunas en NFT
Estos temores contrastan con los que han encontrado en la tecnología un nuevo dios al que adorar. Sujetos dispuestos a jalear cuánto hype llegue de Silicon Valley, que en su día pagaron un máster de 10.000 euros sobre el metaverso —¿alguien se acuerda del metaverso?— o que gastaron fortunas en NFT. En medio quedan millones de usuarios perplejos disfrutando de los grandes beneficios de las nuevas tecnologías, e intentando sortear sus abusos, a veces difíciles de calibrar. Si concedemos que el mejor camino para todos es establecer una relación equilibrada y sana con nuestros dispositivos, con las aplicaciones que cargamos en ellos y con las cinco plataformas que dominan Internet, habría que empezar por poner la tecnología en su sitio justo: ni ángel, ni demonio. Sin embargo, no parece que sea muy fácil.
La historia reciente está llena de experimentos extremos de desconexión, unos vinculados con experiencias espirituales, y otros más pragmáticos que buscan la optimización cognitiva y la máxima productividad. Últimamente han aparecido los que presumen de no necesitar internet y declaran, con más o menos solemnidad, su muerte online.
Es la historia de Paul Jarvis, empresario, fundador de varias start-ups en Silicon Valley, algunas incluidas en la lista de Fortune 500. En 2020 decidió desaparecer. Eliminó su web y su newsletter dominical —la relevante Sunday Dispatches—, y cerró su cuenta personal de X. En un podcast dio varias razones para la espantada. Una de ellas fue esta: “No necesito que mi atención y mi ancho de banda mental sean absorbidos por las redes sociales”. Una versión menos radical de la espantada online son los ayunos de dopamina que suelen anunciarse en X: “Entro en un ayuno de dopamina, no estaré disponible por ninguna de las vías habituales durante cuatro días”. Detrás está la ilusión de reducir la avalancha de novedades y el movimiento constante de luz y color que hiperestimula nuestro cerebro.
Huir de la tecnología, al menos por unas horas, es también una de las reglas del que algunos consideran el hombre más productivo del mundo, el escritor Cal Newport, creador del método deep work (trabajo profundo) que detalla en el libro Céntrate (Península, 2022)
Huir de la tecnología, al menos por unas horas, es también una de las reglas del que algunos consideran el hombre más productivo del mundo, el escritor Cal Newport, creador del método deep work (trabajo profundo) que detalla en el libro Céntrate (Península, 2022). Newport explica vía correo electrónico que la concentración es el superpoder de la nueva economía. “Cada vez hay menos individuos capaces de abstraerse de las distracciones para conseguir elevar al máximo sus capacidades cognitivas”, dice.
Newport fue la primera cobaya de su método. Se inspiró en un científico teórico, ganador de una beca del MIT que trabajaba en silencio y no contestaba e-mails de desconocidos. En un año había publicado 16 artículos académicos. Así que él se sometió a un régimen similar: actualmente no tiene redes sociales y no entra a internet por defecto, tuvo su primer smartphone tras un ultimátum de su esposa y se informa por la NPR y la edición impresa de The Washington Post que recibe en su casa. De esta abstinencia se excluye revisar el correo electrónico durante las horas de trabajo. Por las dudas: Cal Newport no es un venerable anciano, nació en 1982. En 10 años su metodología le permitió escribir cuatro libros y varios artículos académicos, terminar un doctorado y conseguir una plaza fija de profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad de Georgetown. Todo eso sin trabajar más allá de las seis de la tarde. Su conclusión es que “tres o cuatro horas diarias de trabajo concentrado durante cinco días a la semana producen resultados muy valiosos”.
En un intento de buscar equilibrio y control en su relación con el teléfono, algunos se han comprado un reloj de cuco y otros han proscrito el smartphone del dormitorio y han vuelto al antiguo despertador
En un intento de buscar equilibrio y control en su relación con el teléfono, algunos se han comprado un reloj de cuco y otros han proscrito el smartphone del dormitorio y han vuelto al antiguo despertador. La periodista tecnológica de The New York Times Kashmir Hill hizo el experimento de vivir un mes con un antiguo teléfono de tapa, sin redes sociales ni geolocalización, solo con llamadas y mensajes de texto. Según contó en un artículo, le pareció “un poco freak volverse retro en la era de ChatGPT”, pero dada su compulsión —revisaba el teléfono más de 100 veces al día según le hacía notar el propio dispositivo— le pareció una medida correctiva oportuna.
No debe de ser la única porque el mercado de los teléfonos sin internet o con una conexión muy básica, también llamados teléfonos tontos, como el Nokia 105 DS, el SPC Harmony (diseñado para personas mayores) o el Alcatel 2053D triunfan en Amazon con precios que oscilan entre 22 y 45 euros. El dispositivo que eligió Kashmir, un Orbic Journey que cuesta poco más de 100 euros, estaba diseñado para ser usado lo menos posible, así que era perfecto para curar su adicción. Le dio mil problemas y la obligó a cambiar algunos hábitos, por ejemplo, el de preguntar a Google Maps cómo llegar a todas partes. Tampoco consiguió cargar su coche eléctrico porque no es posible hacerlo sin una aplicación descargable solo en un teléfono inteligente. En el lado de las ganancias, la periodista registró cuatro libros leídos, un puzle terminado, y largas carreras y charlas con su marido sin que ambos estuvieran ensimismados en sus respectivas burbujas de audio. A las dos semanas desapareció la urgencia que solía sentir por revisar el teléfono a primera hora de la mañana o mientras esperaba el ascensor. Siguió despertándose en mitad de la noche, pero conseguía volver a dormirse a los pocos minutos porque no tenía redes sociales que revisar. Kashmir mantuvo su teléfono de tapa durante un mes, pero tuvo que reconocer que más de ese tiempo la experiencia no hubiera sido sostenible.
Otros experimentos juegan con el tiempo y fijan unas horas a la semana para estar conectados. Doce horas en internet durante cuatro días a la semana fue el sistema de administración temporal que se impuso Nick Sharma cuando cumplió 30. Después de haber tenido varias crisis de ansiedad decidió dejar la barra libre y empezar a escrolear con un poco de cabeza
Otros experimentos juegan con el tiempo y fijan unas horas a la semana para estar conectados. Doce horas en internet durante cuatro días a la semana fue el sistema de administración temporal que se impuso Nick Sharma cuando cumplió 30. Después de haber tenido varias crisis de ansiedad decidió dejar la barra libre y empezar a escrolear con un poco de cabeza. Lunes, miércoles, viernes y domingos se conectaría; martes, jueves, y sábados serían sus días offline. Esto también excluía los correos y las conexiones de trabajo. Los primeros días de desconexión se le hicieron “largos”. ¿Qué iba a hacer con tanto tiempo por delante? El mundo real le parecía gris y aburrido. En un largo artículo publicado en Medium, con gráficos y diagramas de flujo sobre su método, Sharma reconoce que “el mundo real ya no le divertía”. Lo que ocurría, según él mismo comprobó más tarde, era que su cerebro se estaba aclimatando. “Ya no respondía a estímulos naturales, como leer en papel, caminar por el monte o conversar; la hiperestimulación a la que lo había sometido durante años estaba pasando factura. Como un alcohólico con síndrome de abstinencia tuve que aguantar los primeros meses. Y lo conseguí”, cuenta. Mantuvo su régimen durante un año entero. “Con 12 horas a la semana de acceso a internet la puerta del mundo digital seguía abierta, no era precisamente un estilo de vida erudita”, apuntó en su libro. Pero pasar tres días a la semana desconectado “rejuvenecía” su mente. “Me liberaba del ruido de la mente colectiva de internet”. A inicios de 2024 cambió ligeramente de estrategia y creó el método “cuenta bancaria”, que consiste en usar esas mismas 12 horas de conexión como una cuenta de crédito, con mayor flexibilidad, pero solo hasta que se agote el saldo. Su modelo de administración del tiempo le ha permitido tener un pie en cada uno de sus mundos, el de los estímulos naturales, lentos y reales, y el de la alta tecnología, los algoritmos y la inteligencia artificial. “Tenemos que empezar a tener días offline del mismo modo que entrenamos varias veces por semana. Es el momento de poner límites a la tecnología (ahora y no más tarde) porque ya no podemos permitirnos hacer un uso inconsciente de nuestros dispositivos”, insiste Sharma, que acaba de cumplir cuatro años de restricción controlada de internet.
Los expertos entrevistados para este reportaje creen que es “difícil” mantener una relación equilibrada con estas tecnologías. “Intentar una desconexión total sería muy distópico”, reflexiona Lorena Fernández. “Nos dejaría totalmente aislados; o se hace una migración conjunta de todas las plataformas o no lo veo posible”
Los expertos entrevistados para este reportaje creen que es “difícil” mantener una relación equilibrada con estas tecnologías. “Intentar una desconexión total sería muy distópico”, reflexiona Lorena Fernández. “Nos dejaría totalmente aislados; o se hace una migración conjunta de todas las plataformas o no lo veo posible”. La investigadora de IE Business School de Madrid Laura Zimmermann ha estudiado nuestros patrones de consumo en los dispositivos digitales, y constata que a la mayoría de la gente le gustaría reducir el tiempo que pasa pegada a su teléfono. Otra cosa es que se lo tomen en serio o que pongan en marcha estrategias verdaderamente eficaces. Una de sus investigaciones demostró que el uso de aplicaciones que rastrean el tiempo de uso y mandan avisos de las horas diarias dedicadas a escrolear hacen a los usuarios más conscientes, pero no cambian su comportamiento. Digamos que están mejor informados para seguir haciendo lo mismo. En un segundo estudio, Zimmermann constató que la gente huye de las estrategias más estrictas cuyo éxito sí está demostrado. Por ejemplo, los estudios dicen que quitar los colores y usar la pantalla en la escala de los grises reduce en un 18% el tiempo que pasamos pegados al teléfono. “En mi opinión, para conseguir reducir el uso del teléfono hay que concentrarse en bajar su consumo, por ejemplo, un 30% durante un periodo de dos semanas, y no intentar la abstinencia total, pues eso provocará un comportamiento compensatorio en forma de atracón la próxima vez que se use el dispositivo. Además, ese tiempo liberado habría que llenarlo con una actividad significativa y agradable para evitar una recaída”, dice la investigadora.
Equilibrar nuestra relación con el teléfono es un paso importante en la búsqueda de lo que ahora se llama bienestar digital, una relación sosegada con la tecnología en la que ella sea la herramienta y no nosotros. También sería un buen entrenamiento para campos de batalla más sofisticados y difíciles que están a la vuelta de la esquina.
Los expertos entrevistados para este reportaje creen que es “difícil” mantener una relación equilibrada con estas tecnologías. “Intentar una desconexión total sería muy distópico”, reflexiona Lorena Fernández. “Nos dejaría totalmente aislados; o se hace una migración conjunta de todas las plataformas o no lo veo posible”
El biólogo Edward O. Wilson (1925-2021) consideraba que todos los problemas del hombre moderno venían de tener tres cosas incompatibles entre sí: unas emociones del Paleolítico, unas instituciones medievales y una tecnología casi divina. Tristan Harris parafrasea al maestro de la sociobiología y dice que debemos abrazar nuestros cerebros paleolíticos (no nos queda otra), actualizar nuestras instituciones y cambiar el modo en que se construye la tecnología. El primer paso, dice, es “comprar tiempo” para aprender a dominar la inteligencia artificial antes de que ella nos domine a nosotros. Porque, y sobre esto no hay ninguna discusión, ya es muy tarde para volver a meter al genio en la lámpara.
19. Pacientes con incontinencia: "Es un trastorno muy duro, te encierras en casa y te sientes un despojo humano"
Leído en El Periódico de España por Patricia Martín.
Jordi Estradé, que sufre incontinencia fecal, y Conchi Cambelo, con escapes miccionales, explican sus dolorosas vivencias para romper el tabú en torno a una patología extendida pero estigmatizada.
Se trata de una patología extendida, pero casi la mitad de los afectados no consulta al médico ni lo cuenta a su entorno cercano, sobre todo por vergüenza
Dos enfermos, uno con incontinencia urinaria y otro fecal, explican, a cara descubierta, lo duro, incomprendido y difícil que es sufrir escapes de pis (en grandes cantidades) o deposiciones. Se trata de una patología extendida, pero casi la mitad de los afectados no consulta al médico ni lo cuenta a su entorno cercano, sobre todo por vergüenza. Pero Jordi Estradé y Conchi Cambelo quieren, al contar su experiencia, contribuir a que deje de ser un tema tabú, que la sociedad tome conciencia de que la incontinencia existe y está extendida, con el fin de mejorar la vida de quienes la padecen. Estas son sus dolorosas experiencias:
Jordi Estradé era patinador profesional hasta que su vida cambió completamente cuando le diagnosticaron, hace cuatro años (con 44 años), cáncer de recto
Jordi Estradé era patinador profesional hasta que su vida cambió completamente cuando le diagnosticaron, hace cuatro años (con 44 años), cáncer de recto. Le operaron y le advirtieron de que la recuperación sería durísima, unos dos años en la cama y decenas de visitas al váter porque tendría incontinencia fecal. Finalmente, no tuvo que estar tanto tiempo encamado pero los escapes de deposiciones, sin previo aviso, sí que hicieron que su vida, casi, casi, no fuera vida.
Como recibió quimioterapia y radioterapia, sus heces eran "radiactivas", por lo que tuvo que pasarse horas y horas en la bañera, el lugar donde podía limpiarse más rápidamente. Con el añadido de que le sucedía, sobre todo, por la noche, por lo que no podía dormir. En el hospital le administraron morfina, pero en casa ya solo tenía Nolotil y como coincidió que llegó la pandemia, no pudo pedir una medicación más fuerte. "Los dolores eran insoportables. Llegué a pedir a mi madre que me dejara inconsciente con una botella", recuerda. Fue tan duro, psicológica y físicamente, que se sentía como un "despojo humano".
Tiene clavado que tardó 25 días en poderse poner unos calcetines y 60 días en sentarse. Y que pasó un año entero sin salir de casa y tres años comiendo solo arroz y pollo para tratar de compactar la materia fecal
Tiene clavado que tardó 25 días en poderse poner unos calcetines y 60 días en sentarse. Y que pasó un año entero sin salir de casa y tres años comiendo solo arroz y pollo para tratar de compactar la materia fecal.
Su situación mejoró cuando le prescribieron un irrigador transanal, que consiste en una sonda rectal destinada a insuflar agua e iniciar las contracciones para que salgan, poco después, las deposiciones. Eso hizo que pudiera salir de casa porque tenía cierto control sobre las heces, pero aun así tenía que ir con pañales porque seguía sufriendo escapes. "He llegado a estar días enteros sin comer, cuando tenía que salir para mucho tiempo, para evitar tener sustos", recuerda.
Además, Jordi tuvo que pagar el irrigador de su bolsillo. En otras comunidades la terapia está financiada, pero en Cataluña, donde vive, está sujeta a un sistema de reembolso. Por ello, recibió el primer irrigador en el hospital, pero el segundo ya lo tuvo que pagar y le devolvieron el 40% del importe y el tercero, cuatro años después, la Generalitat aún no se lo ha abonado. El aparato vale 100 euros y cada cánula, de un solo uso, 13 euros. Precisamente, el hecho de tener que pagar de su bolsillo algunas de las terapias y las compresas o pañales necesarios es una de las quejas recurrentes de los enfermos con incontinencia.
De la etapa con el irrigador, uno de los problemas que más le afectó fue que "la gente se hace la ciega, sorda y muda ante la incontinencia y te cierra las puertas"
De la etapa con el irrigador, uno de los problemas que más le afectó fue que "la gente se hace la ciega, sorda y muda ante la incontinencia y te cierra las puertas". "Una vez en Cambrils, de las primeras veces que salí, me lo hice encima y fui a tres bares para cambiarme y me denegaron la entrada. Me tuve que limpiar entre dos coches. Y eso me ha pasado en varios sitios", rememora.
Todo ello hace que la incontinencia afecte psicológicamente a los enfermos. "La gente te dice ‘no pasa nada’, pero sí pasa, tú no quieres tener escapes, oler mal, tener que cambiarte... e imagínate volver a tener relaciones sexuales, es muy complicado", subraya.
Buscando soluciones por internet, Jordi encontró a Asia, la asociación de afectados por incontinencia, pero tardó ocho meses en contactar con ellos porque "tenía pánico" a que le dijeran que su problema no tenía solución o que tenía que pasar "otra vez por el quirófano y los dolores"
Buscando soluciones por internet, Jordi encontró a Asia, la asociación de afectados por incontinencia, pero tardó ocho meses en contactar con ellos porque "tenía pánico" a que le dijeran que su problema no tenía solución o que tenía que pasar "otra vez por el quirófano y los dolores". Pero, finalmente, habló con ellos y le recomendaron un equipo médico multidisciplinar que le ha colocado un neuroestimulador de raíces sacras, que es como una especie de marcapasos que permite el control voluntario de la función defecatoria.
Lleva con este aparato un año y ahora hace vida "prácticamente normal". "Me tengo que levantar una o dos horas antes de salir para ir al baño y ver cómo reacciona mi cuerpo y sigo con pañales algunos días, pero ya empiezo a comer de todo, aunque sé que nunca estaré al cien por cien", lamenta.
La incontinencia urinaria está más normalizada que la fecal. Muchas mujeres tienen algún escape cuando se ríen o tosen, sobre todo si han tenido partos complicados, pero se trata de un problema menor respecto a quien sufre incontinencia completa, como Conchi Cambelo
La incontinencia urinaria está más normalizada que la fecal. Muchas mujeres tienen algún escape cuando se ríen o tosen, sobre todo si han tenido partos complicados, pero se trata de un problema menor respecto a quien sufre incontinencia completa, como Conchi Cambelo.
Su trastorno empezó hace unos 10 años, cuando tenía 43 años y su hija pequeña tenía 15 años, por lo que no es una patología que pueda asociarse directamente a sus partos, que fueron normales. "Un día estaba entrenando, con un equipo de 'runners' cuando, de repente, me hice pis y sentí tal vergüenza que me fui corriendo a casa y no se lo dije ni a mi hijo, que era el entrenador. Pensé que había sido algo puntual, pero esa noche me volví a hacer pis y a partir de ahí fue un problema constante, según bebía agua, iba eliminando, no podía retenerlo", explica.
Pese a ello, no lo consultó con un médico hasta pasado un año. Mientras, iba a su trabajo en el equipo de mantenimiento de la Universidad Politécnica de Madrid con una mochila, para poder cambiarse de ropa cuatro o cinco veces, porque tampoco quería llevar compresa o pañales. "Me daba la sensación de que me miraban y prefería cambiarme", explica. También dejó de tener vida social y, encerrada en casa, engordó 17 kilos.
"En total, perdí un año en terapias que no me servían, pero, como la situación en el trabajo era insostenible y yo no quería contar que tenía incontinencia, dado que está tan estigmatizado, pedí la baja, pero me la dieron por problemas psicológicos, no por la patología concreta"
Finalmente decidió acudir al médico de familia, pero el facultativo le dijo que era algo "normal" y la derivó a enfermería, donde le enseñaron a hacer ejercicios de suelo pélvico. Como esta solución no le sirvió, volvió y la derivaron a ginecología, donde también le prescribieron rehabilitación del suelo pélvico. "En total, perdí un año en terapias que no me servían, pero, como la situación en el trabajo era insostenible y yo no quería contar que tenía incontinencia, dado que está tan estigmatizado, pedí la baja, pero me la dieron por problemas psicológicos, no por la patología concreta", explica.
Finalmente, pidió ser atendida por un urólogo y dio con un equipo de especialistas en incontinencia femenina que le han devuelto la sonrisa. Eso sí, tuvo que pasar por el quirófano cinco veces, hasta que fue la primera paciente en Madrid a quien, a través de un robot, le colocaron un esfínter artificial, que le ha devuelto el control sobre sus micciones. Se trata de una especie de implante que Conchi tiene que apretar, para vaciar la vejiga, cuando tiene ganas de evacuar. Ahora puede hacer todo tipo de actividades, incluso una de sus aficiones, correr.
La incontinencia urinaria se cura, hay montones de tratamientos, y si no se puede curar, sí se mejora la vida de la gente. Pero hay que ir al especialista, no sufrirlo en silencio, en casa. Entiendo que da vergüenza contarlo, pero hay que desestigmatizarlo y que sea una enfermedad normal"
Por ello y como delegada de Asia (Asociación Incontinencia), lo que le ha permitido tener un amplio conocimiento sobre la incontinencia, quiere lanzar un "mensaje de esperanza" a quienes sufran este trastorno. "La incontinencia urinaria se cura, hay montones de tratamientos, y si no se puede curar, sí se mejora la vida de la gente. Pero hay que ir al especialista, no sufrirlo en silencio, en casa. Entiendo que da vergüenza contarlo, pero hay que desestigmatizarlo y que sea una enfermedad normal", subraya.
20. La “intermitencia” del machismo
Un artículo de Miguel Lorente en El País.
El machismo y su violencia está presente en todo momento, no solo cuando el resultado es especialmente grave. A nadie se le ocurriría pensar que una banda terrorista o un grupo criminal organizado no existe cuando no comete un atentado, todo lo contrario, siendo conscientes de su existencia se desarrollan medidas e iniciativas para lograr detener a sus miembros antes de que vuelvan a actuar. Con la violencia de género ocurre lo contrario, y se piensa que solo existe cuando el resultado de la agresión es el asesinato.
Sin embargo, en España cada día 1.025 mujeres sufren violencia de género (Macroencuesta 2019), de las cuales solo denuncia un 21,7% debido a las justificaciones sociales y a que la propia violencia las atrapa y retiene bajo sus imposiciones y consecuencias
Sin embargo, en España cada día 1.025 mujeres sufren violencia de género (Macroencuesta 2019), de las cuales solo denuncia un 21,7% debido a las justificaciones sociales y a que la propia violencia las atrapa y retiene bajo sus imposiciones y consecuencias. Esta es la razón que lleva a que entre las mujeres asesinadas casi el 80% nunca haya denunciado antes la violencia que ejercen sobre ellas los hombres que terminan asesinándolas.
Nos estamos equivocando en la respuesta que damos ante la violencia de género. Si las circunstancias que la definen se caracterizan por su amplia presencia, la justificación, la no denuncia y la posibilidad de aumentar el riesgo hasta el homicidio por la falta de respuesta y asistencia a las víctimas, no podemos permanecer en una actitud pasiva llamando insistentemente a que sean ellas quienes acudan a la denuncia, porque esta no se va a producir, al menos en un porcentaje significativo como para que la respuesta desde la administración de justicia tenga un impacto social que conduzca a su erradicación.
Sería ideal que la mayoría de las mujeres que sufren violencia o sus entornos denunciaran, pero después de 20 años de la Ley integral contra la violencia machista no ha ocurrido y no va a suceder
Sería ideal que la mayoría de las mujeres que sufren violencia o sus entornos denunciaran, pero después de 20 años de la Ley integral contra la violencia machista no ha ocurrido y no va a suceder. Si el grado de conciencia crítica en la sociedad fuera tan alto como para que se denunciara la violencia de género en un porcentaje importante, superior al 60% o 70%, todos los mitos, estereotipos y justificaciones que permiten que se instaure en una relación como parte de la normalidad no actuarían y el asesinato no se produciría.
Erradicar la violencia de género debe ser el objetivo prioritario. No podemos aceptar como democracia que cada año asesinen de media a 60 mujeres y a cinco niños y niñas, asesinatos que representan alrededor del 22% de todos los homicidios que se cometen en España. Ningún grupo sufre tanta violencia como las mujeres en una relación de pareja actual o pasada, ni siquiera un grupo criminal sufre 60 homicidios cada año entre sus integrantes. Y ningún grupo es tan violento como el de los hombres en una relación de pareja actual o pasada.
Y para conseguirlo tenemos dos objetivos inmediatos. El primero es actuar contra el “negacionismo” que pregona la ultraderecha y ante el que la derecha calla y acompaña en sus decisiones
Y para conseguirlo tenemos dos objetivos inmediatos. El primero es actuar contra el “negacionismo” que pregona la ultraderecha y ante el que la derecha calla y acompaña en sus decisiones. Piensen por un momento cuál es el efecto que se produce si a los hombres maltratadores les dicen desde las instituciones que la violencia que ejercen no existe, ¿creen que dejarán de maltratar o que aumentarán su violencia? Y el segundo es llegar a las víctimas para atenderlas, recuperarlas junto a sus hijos e hijas y protegerlas, y entonces, cuando se sientan seguras, que denuncien. Para lograr este objetivo hay que actuar donde está el 100% de las mujeres, que es en el sistema sanitario, al que acuden un 33% más que las mujeres no maltratadas por el impacto que tiene la violencia en su salud.
El machismo y sus violentos están presentes en todo momento, y ahora, por duro que nos pueda parecer, hay hombres pensando en asesinar a sus parejas o exparejas. ¿Qué hacemos: actuamos o esperamos?