Es tremendamente difícil decir adiós a Jorge. Lo es por lo inesperado y la prontitud de su partida, y especialmente por el inmenso dolor que deja en nuestros corazones. En este momento, miles de emociones atraviesan mi mente a un ritmo vertiginoso, porque no es sencillo despedir al maestro, al compañero de tantos proyectos e ideales... al amigo, a esa familia que uno elige. 

Un hombre comprometido, con una inagotable capacidad de acción en defensa de los valores que conforman una sociedad más justa

No es fácil encontrar las palabras. Quizá sea imposible. Este adiós debe honrar tu impecable trayectoria de servicio público, en ese concepto tan puro y noble como es el de maestro. Todas tus demás facetas quedan entre nosotros. Eres reconocido unánimemente como un servidor público en el mejor sentido de la palabra. Un hombre comprometido, con una inagotable capacidad de acción en defensa de los valores que conforman una sociedad más justa. Pocos vecinos han contribuido tanto y con tanto acierto a la construcción de una sociedad mejor. Tu alumnado cañarete y cañonero da buena cuenta de ello.

Además, has sido una figura imprescindible en el ámbito cultural. Tu compromiso como vicepresidente de la Asociación Cultural Poeta Juan Gutiérrez Padial, tu habilidad para crear proyectos con tanta lucidez, y tu apoyo al Centro de Estudios Históricos del Valle de Lecrín y La Alpujarra son testimonio de ello. Quien escribe estas líneas puede dar buena cuenta de tu impacto, que, además, ha entretejido lazos lorquianos y moriscos indestructibles al compás de Camarón de la Isla. En estas horas, los recuerdos se agolpan entre lágrimas y alguna sonrisa. Tantos momentos compartidos...

jorge_exposicion_002.jpg

jorge_memorial.jpg

En este momento tan desconcertante y doloroso, lleno de frustración y tristeza, tengo presente sobre todo a ese Jorge amigo, ameno, audaz y culto. Mi gratitud por tu labor es inmensa

En este momento tan desconcertante y doloroso, lleno de frustración y tristeza, tengo presente sobre todo a ese Jorge amigo, ameno, audaz y culto. Mi gratitud por tu labor es inmensa. No se me va de la cabeza esa maratón de lectura in voice de mi tesis, ni tantas conversaciones, consejos y reflexiones. En cada proyecto hemos contado con tu energía y determinación. Todo ello sin olvidar tu poderosa inteligencia, evidente en tus gestos, en tu mirada y en tu sonrisa cómplice.

Quedan tareas pendientes, pero, sobre todo, lo más importante que nos legas son Lidia, Jorgito, Anita, y una gran familia que sabremos recordarte y honrarte, amigo.

Al filósofo, al amigo, al maestro. Te has ido, y contigo se han ido demasiadas cosas. Te queremos, Jorge.