Cúllar Vega vuelve a celebrar su 'Procesión de los petardos', pese a la contaminación acústica y del aire que conlleva
Cúllar Vega vuelve a recibir este domingo, 31 de marzo, al Niño Jesús Resucitado de una forma muy original a la vez que contaminante: en medio de un estruendo provocado por los numerosos petardos que se tirarán al paso de las imágenes.
La conocida como “Procesión de los petardos seguirá usando el material pirotécnico Tro de Bac (“trueno de impacto”), que se fabrica expresamente en la Pirotecnia Zarzoso de Altura (Castellón) para la procesión de Cúllar Vega y para las Despertás de la Comunidad Valenciana.
Se trata de una pirotecnia no homologada por la Comunidad Europea, debido a que sus componentes incluyen compuestos peligrosos, como el clorato potásico, y su utilización requiere unas especiales medidas de seguridad y manejo. De hecho, está prohibida su venta al público, se reservan para festividades especiales y su uso es exclusivo para mayores de 18 años. La fabricación de estos petardos supone una excepción a la normativa debido a su tradicional uso en las Fallas de Valencia.
Para poder adquirirlos, lanzarlos y participar en la procesión, los interesados deben haber realizado previamente un curso CRE (Consumidor Reconocido como Experto), algo que en los últimos años han hecho muchos vecinos y vecinas de Cúllar Vega, con un coste de 40 euros, y que permitirá que este domingo más de 200 culleros puedan participar activamente en la procesión, la cifra más alta de los últimos años.
Los petardos Tro de Bac son también conocidos como 'bombas', pues no llevan mecha y estallan por impacto, al tirarlas contra el suelo u otra superficie dura. Su uso implica una doble contaminación. Por un lado, acústica, al superar notablemente los decibelios permitidos, lo que puede afectar a la salud del oído, y asustar y dañar tanto a mayores, niños, personas con trastorno del espectro autista, mascotas y otros animales. Y, por otro lado, emite numerosas sustancias contaminantes y tóxicas, lo que empeora la calidad del aire en el área más contaminada de Andalucía y una de las peores de España.
Los 'Tro de bac' están compuestos por una base de gravilla, con clorato potásico, azufre, sulfuro de plomo y sulfuro de antimonio, todo ello envuelto en papel. De estos componentes, tres de ellos no están permitidos y por eso no es un producto homologado por la CE. Son el clorato potásico, prohibido en la pirotecnia desde hace años; sulfuro de plomo, por su toxicidad, al igual que se prohibieron en su día los perdigones de plomo, y sulfuro de antimonio, también por su toxicidad, similar al caso del plomo. Así lo indica el contenido formativo del curso CRE para el manejo de este tipo de petardos.
El Ayuntamiento de Cúllar Vega no ha detallado cuántos pertardos se lanzarán, aunque en los dos últimos años se tiraron más de 100.000 en cada procesión.
Visita a la Casa del Mayordomo
“La procesión de los petardos” de Cúllar Vega, como es conocida popularmente por los vecinos, se celebra cada año el Domingo de Resurrección. Un día antes, este sábado, el Niño Resucitado pasará toda la tarde-noche en la Casa del Mayordomo, un miembro de la hermandad que va rotando cada año, y para la que hay una extensa lista de miembros a la espera.
Además, el mismo sábado esta fiesta tiene 2 momentos destacados, la entrega de la imagen de 12 a 12,30 horas de la mañana, y por la noche el traslado del Resucitado desde la Casa del Mayordomo hasta la Iglesia (de 00:30 a 2:30 horas de la madrugada).
El domingo por la mañana, a partir de las 12 horas, la imagen del Niño Jesús Resucitado sale de procesión por las calles del pueblo, y lo mismo hace la Virgen del Rosario, pero por un camino distinto. Finalmente, ambas imágenes se encuentran en la céntrica Plaza de la Constitución, donde se hacen las famosas “reverencias", que es el momento cumbre de la Fiesta y cuando más petardos se detonan.
Esta procesión del Domingo de Resurrección de Cúllar Vega fue declarada hace una década (en 2014) por la Junta de Andalucía Fiesta de interés cultural, tradicional y religioso, y en los últimos años son muchas las personas y medios de comunicación que acuden a ver esta singular festividad.
El alcalde de Cúllar Vega, Jorge Sánchez Cabrera, destaca que esta tradición tan auténtica -y contaminante- “lejos de perderse, en los últimos años ha cobrado una enorme fuerza, y son muchísimos los vecinos de otros municipios, incluso de fuera de Granada, que se acercan a conocer nuestra procesión, de la que nos sentimos tan orgullosos”, ya que es algo "único y muy esperado", según el Ayuntamiento.
El primer edil señala que la ‘procesión de los petardos’ “ya está señalada en el calendario como uno de los planes más interesantes de la Semana Santa granadina”.