Motril va a recordar desde este viernes la figura del rey Balduino de Bélgica, que falleció hace 30 años en Villa Astrida, residencia donde solía descansar. El programa de actividades organizadas va desde la música sacra y el flamenco a la inauguración de una exposición permanente sobre el paso del monarca por Motril y actos religiosos. La mayoría de esas actividades tendrá como escenario la finca Astrida de Motril, donde pasaba sus vacaciones veraniegas en compañía de su esposa, la reina Fabiola. Allí se instalará la exposición con parte de sus recuerdos y objetos personales.

La presidenta de la Fundación INEIS, Leticia Ruiz de Ojeda, acompañada por la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, ha destacado dentro de las actividades la inauguración el día 31 de julio de esa exposición, que tendrá carácter permanente y en la que se hará "un repaso de la vida del rey Balduino desde la parte más institucional a la más lúdica, con pertenencias que se han guardado con mucho cuidado y cariño para que algún día vieran la luz".

El domingo a las 10 de la mañana, habrá una misa oficiada por el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, seguida por una procesión de la imagen de la Virgen del Carmen desde la finca Astrida hasta la iglesia de Santa Josefina de Bakhita. Esa jornada también habrá un concierto de música sacra en los jardines de la villa. 

Este fin de semana, organizado por el área de Cultura del Ayuntamiento de Motril, en el Teatro Calderón, se celebrará el XV Festival de música Rey Balduino, con dos actuaciones de flamenco. En una de ellas se fusionan poemas de García Lorca con las melodías de Leonard Cohen, representados por Fernando Barros y Adam Kent.

La segunda actuación, el sábado, será un flamenco más puro, de la mano del granadino del Sacromonte Miguel Barroso.

Ruiz de Ojeda ha destacado que el rey Balduino "profesaba fuertes convicciones morales y valores de vida y era una figura muy especial y entrañable".

Balduino I de los Belgas reinó durante 42 años y falleció de un ataque cardíaco en 1993, a los 62 años, cuando pasaba sus vacaciones de verano en su casa de Motril junto a su esposa, la aristócrata española Fabiola de Mora y Aragón, que falleció el pasado mes de diciembre en Bruselas (Bélgica)